Unos cuantos días pasaron despues de eso, embos habían empezado a mostrar un claro bajón de ánimos, extrañando más que nada la sonrisa de la chica, sus pasos y siertas veces demostraciones de sus abilidades.

Anteriormente ella le había echo un dibujo a Macaque de él mismo en humano, supuso que los materiales de dibujo los saco de la basura junto con la hoja, pues está estaba muy arrugada. Lo había guardado en un folio para que no se estropeara y ahora estaba cuidadosamente guardado en un cajón, el cual mantenía guardados tambien los guiones de sus historias para sus shows. Cada que habría el cajón veía aquel dibujo y le devolvía la sonrisa, y, de alguna manera, lo ayudaba en continuar sus historias.

Un día, mientras el mono usaba sus audífonos anti-sonido mientras escribía los guiones para el próximo show de la semana siguiente, sintió una fuerte sarandeada provocando que soltará el lápiz, pero no los papeles, logrando así él no tener que acomodarlos luego.

Algo impactado y confundido, se bajó los audífonos y miro extrañado a uno de sus clones, el cual se mostraba muy preocupado y nervioso.

–es ella, volvio... pero no está bien– dijo lentamente, sintiendo como pasaba su preocupación a Macaque. Quien salto de la cama dejando los papeles sobre está y echando a correr hacia el callejón, siendo seguido de serca por Mac, el caul se transformó en su sombra después de que el mono activará su Glamour.

Salió al callejón, siendo sorprendido por un rostro triste y lagrimeante, que mostraba nuevas heridas no solo en el rostro sino que tambin en el cuerpo; la preocupación lo invadió al ver cómo la chica levantaba la cabeza y lo miraba, con unos ojos tan irritados de tanto llorar que desesperó al mono, el cual no tardó en arrodillarse ante ella y extender una de sus manos para tocar su rostro, pero la chica tomo su mano y la apretó lijeramente, conformándose solo por qué el contrario no la quitara.

–¿Quien te lastimo?– pregunto seguro de mandar a Mac para que lo acesinara, pero al no recibir respuesta ninguno pudo hacer algo.

Se pregunto desesperado cómo es que ni siquiera podía darle un nombre, una dirección, o algo, que escribiera o lo giase, aún así, no exijio, abrazo a la chica, quien se apoyo en el gesto y correspondió con más fuerza. Empezando a sollozar y ser consolada por el mayor; tras largos minutos de llantos, se seco las lágrimas y miro hacia el interior de la casa.

Macaque sintió una oleada de felicidad al ver cómo la chica agarraba uno de sus dedos y señalaba el interior de la vivienda. No pudo evitar alzarla con felicidad y abrazarla nuevamente, pensó que quizás por esto se asustaria, pero la chica estubo feliz de aceptar su gesto y apoyarse en su hombro.

El mono entro muy animado y sin poder dejar de sonreír, mientras aún sentía como su clon danzaba entusiasmado, la chica miro detenidamente la casa, viendo el televizor y el sofá de buena calidad, acompañados por dos sillones a los lados y una mesa redonda en el centro, sobre está se encontraba el control del televizor. Cruzando una puerta estaba la cocina, con ornallas, sartenes y todos tipo de cosas también de una buena calidad. El baño siendo uno simple y el cuarto del mono algo espaciosos y no muy lleno de muebles.

La chica repentinamente tosió, con una tos demaciado seca y rasposa, provocandole dolor en su garganta y también que Macaque notara que estaba un poco enferma.
La dejo sobre un sillón sin importar el echo de que estaba sucia y le sonrió.

–¿Quieres un poco de té para tu garganta?– le pregunto, aunque sabía que de todas formas se lo haria para que mejorará. La chica asintió con la cabeza, agradecida por su ofrecimiento –esperame un poco entonses– pidió hacercandose a la cocina y notando como Mac se quedaba con ella.

El clon se mantuvo en la sombra de la pequeña, está miraba su alrededor y balanceaba los pies feliz, ahora viviría con él, esa idea le había recorrido la cabeza desde que él le ofreció el hogar, repasando en su mente todo lo que había pasado con él, era distinto a su padre, lo sabía y lo había notado, su forma de hablar, sus sonrisas no eran falsas, sus preocupaciones mucho menos, el de verdad la quería, y ella lo quería.

Lo había pensado por mucho tiempo, y estaba dispuesta a vivir con él antes de volver a toparse con su padre, al cual ni siquiera lo quería como uno.

Mientras sentía la suave tela con la que estaba forrada el sillón, noto como su sombra era más oscura de lo normal, tomando una lijera tonalidad morada al mismo tiempo, la observo curiosa, preguntandose cómo era posible esto; Mac se sintió un poco nervioso al notar que era descubierto, pero prefirió seguir con su engaño, sabiando que si se aparecía podría asustarla.

Macaque entro devuelta a la sala, sosteniendo en una mano la taza de té y en la otra un Kit de primeros auxilios, sobre este, una bolsa de hielo para el ojo moratoneado de la chica.

Dejo que ella primero se tomará el té para luego proseder a cuarale las heridas, por lo cual, la chica no se movió y se dejo sin ningún problema.
Ni siquiera mostró signos de dolor cuando era curada, algo que alivio un poco a Macaque, pues supo entonses que el no la estaba lastimando.

Al acabar, guardo todo. Ya había logrado que entrara a su hogar, ahora tocaba todo lo demás.