Promesas Rotas Y Nuevas
Nota: no tinene idea de cuántas lágrimas derrame en esto.
Nota2: si les da vergüenza llorar en público lean esto en otra parte y a solas, porque siento que a alguno le sacaré por lo menos una lagrimilla y no es por creída ni nada.
Nota3: e leído muchos fanfics donde dicen que ninguno es bueno con los sentimientos, siento que eso va más para Wu-Kung, pero creo que Macaque debería ser bueno, pues sabe manipular y no sería lógico que fuera malo con el sentimentalismo.
Wu-Kung sabe que a pesar que quisiera, Kosmo y Rubí no serán los mismos con él, sabe que lo intentarán ignorar o se alejaran para mantenerse a salvó, y le duele, encerio que le duele, porque pude oir sus risas en su cabeza cada vez que lo piensa demaciado, puede oír los extraños chistes de Kosmo y las sonoras carcajadas de Rubí, puede oír los retos y sermones de Macaque hacia ellos, pero también sus lijeras risas y cariñosas palabras. Pero sabe porque se alejaron y lo entiende, entiende que fue un idiota, y no va a reclamar nada porque no tiene nada que reclamar.
Cuando vio que él tenía una niña no supo si realmente la estaba usando, pero en el fondo de su mente había algo gritándole que no la estaba lastimando, porque el instinto paternal aún no se hiba del todo de su contraparte, pero a pesar de eso lo ignoro y comenzó una pelea, aún les duelen los golpes y las palabras que recibió, pero sabe que todo lo que a oído salir de la boca del mono es la pura verdad.
Esa noche se remueve, sintiendo el sueño muy vivido, y sabe mientras lo ve que no es realmente un sueño.
Está recostado sobre el tronco de un árbol, con su anterior vestimenta de hace muchos siglos, varios duraznos a su alrededor.
–te vas a intoxicar, y yo me reire por siempre– sonrió su contraparte, saliendo de su sombra para apoyarse en el árbol.
–vah, soy inmortal, no me pasará nada– contradijo confiado, comiendo otro durazno más.
–vomitaras– la voz de Kosmo los interrumpe, el monito emerguiendo de una sombra subiendo a los hombros del mono oscuro.
–valdra la pena– come otro durazno, dispuesto a disfrutar y undirse en el empalagoso sabor del durazno que se hace cada vez más fuerte por cada bocado.
–luego no digas que no te advertimos– declaró Rubí, apareciendo de la misma forma que su hermano.
–uff, los tres son iguales– bufo, haciendo un puchero exajerado pero extendiendo tres duraznos –¿Quieren?–
–uno– dijo Kosmo para agarrarlo y comiendo, siendo imitado por los otros dos.
Sonrió, sabiendo que los tendría como compañía por un largo tiempo, así que disfruto oír las locuras que a Rubí se le venían a la mente y las advertencias de los otros dos, también de los comentarios sarcásticos de Macaque y los chistes de Kosmo, sip, definitivamente sus momentos favoritos son cuando pasan tinepo juntos.
Pero de pronto el ambiente se vuelve tétrico, el paisaje cambiando drásticamente y mostrando una noche oscura, dos figuras luchando espantosamente entre si, levantando polvo y rocas, hiriendose de la manera más brutal posible. Y Wu-Kung, en su sueño, lo ve todo en tersera persona y eso lo hace esttecerse, notando de reojo dos cuerpos inertes no muy lejos y sabe quiénes son, evita mirarlo, quiere despertar, porque sabe que es lo que sige a continuación y no quiere escuchar ni ver, pero no puede despertar.
–¡Los mataste! ¡¡LOS MATASTE!!– la voz rota de su contraparte lo hace temblar, lleno de orror y tristeza, una llama de odio ardiendo en el interior de sus ojos.
–¡Ellos se entrometieron! ¡No es mi problema!– ahora de quiere comprar a si mismo, viendo cómo ambas figuras están separadas por varios metros.
–¿¡No es tu problema!?– suena furioso, capas de romperle la cabeza a patadas y las lágrimas manchando sus mejillas, haciendo que la sangre se moviera junto con el agua salada –¡Fueron tu familia! ¡YO fui tu familia! ¡NOSOTRSO fuimos tu familia!– grito, sabe que la garganta ajena se está desgarrando.
–¡Ahora tengo otra!– y eso lo parte al medio, puede ver la exprecion ajena, siendo de completo orror y dolor, su ceño fruncido y los ojos bien abiertos, dolido hasta los huesos por sus palabras, mientras que el está furioso, sin saber realmente lo que dijo.
–¿Otra? ¿¡OTRA!?– las lágrimas salen a torrentes, las sombras se remueven amenazantes, los dientes de su contraparte castanean y su pelaje se eriza –¡LO PROMETISTE! ¡PROMETISTE NUNCA AVANDONARNOS! ¡PROMETISTE CUIDARNOS! ¡PROMETISTE SER MI HERMANO JURADO! ¡PROMETISTE CUIDARLOS!– señalo los cuerpos de Kosmo y Rubí –¡Y ROMPISTE TODAS Y CADA UNA DE TUS PROMESAS!– su voz se quiebra, sus ojos de cierran, cae de rodillas y puede verlo temblar de dolor y rabia –eres un maldito mentiroso, ¡eres un maldito traidor bueno para nada y una reverno hijo de puta! ¡Crei que eras alguien más! ¡Crei que no eras como los demás!–
–¡Tu fuiste quien me abandono! ¡Tu fuiste quien no me visito un solo día en mi carsel! ¡Tu me traicionaste!– está dolido y lo sabe.
–¡No podía hacer nada invecil! ¡Los celestiales me hubiera arrancado la cabeza dónde me hacercaba un solo centimetro a ti!– lo intento, muchas veces, pero apenas había salido con vida.
–¡No me importa! ¡Yo hubiera ido igual si hubieras estado en mi lugar!– ahora el está llorando, pero no sabe que más decir.
–¿Cuántas veces e estado en peligro Wu-Kung? ¿Cuántas veces e estado en peligro por culpa de Azura? ¿Por culpa de Peng, de Colmillo? ¿Cuántas veces estube en peligro por TU culpa? ¡¡MILLONES!! ¡¡MILLONES DE VECES Y LA MITAD E SALIDO YO SOLO!!–
–¡¡PORQUE NUNCA PUDE HACER NADA!!–
–¡¡EXACTO!! ¡¡ASI COMO YO NO PUDE VISITARTE O SACARTE!!– sucedió tan rápido que ni siquiera Wu-Kung supo si realmente fue él quien lo lastimo, incluso podía verse a si mismo moverse y azotar a Macaque con su bastón.
Puede verse golpeandolo repetidas veces, con el macaco apenas logrando esquivar unos golpes.
Solo cuando sabe que está por matarlo deja de ver, porque ya no puede más. Y justo cuando escucha el último grito, el cual sabe que fue después de hacerle la sicatriz que lo marco de por vida...
Se despierta.
Está sudando frío y siente su corazón latir con fuerza, con la cabeza doliendo y sus ojos ardiendo por el llanto que apenas notaba, escucha los chillidos suabes y preocupados de los monos que tiene a su alrededor y mira a cada uno de ellos, su exprecion torsiendose por cada rostro que ve.
Se siente terrible porque mato a su hermano, a su única familia real que siempre lo apoyo y acompaño, arrebato los únicos cachorros que Macaque tenía mientras que él aún conserva a los suyos, aunque sabe que ahora los recupero sige sintiendo ese vacío de fondo.
Siente que un monito lo abraza, él tarda pero corresponde, undiendo su rostro en el pequeño hombro del animal.
–tranquilo rey, estamos aquí– escucha que susurra en su oreja, puede reconocer que es Dani y eso solo lo hace llorar más.
No solo lastimo a Macaque y a Rubí y Kosmo, si no que también lastimo a todos sus monitos que al enterarse de sus muertes rompieron en llanto, muchos aún no terminan de perdonarlo incluso cuando ellos volvieron, pero siguen queriendolo y respetandolo, y Dani fue el primero en perdonarlo, y eso solo le duele más.
...
Macaque aun no puede dormir bien, no desde hace una semana cuando soño el día de su muerte, recuerda perfectamente lo que pasó, y revivirlo en una sueño no es lo mejor del mundo.
A pesar de no poder dormir lo intenta, logrando algunas veces conciliar el sueño y con suerte no hay pesadillas o recurdos.
Pero esa noche no se puede dormir, siente que algo pasa, que algo está por pasar, sacude sus orejas lijeramente, escucha las respiraciones suabes de sus hijos y los murmullos inentendibles de Alexis, también puede oír a Mac suspirar de vez en cuando y está seguro que es por alguna sueño.
Se levanta solo para agarrar sus audífonos anti-sonido y se los coloca con sumo cuidado a Mac, porque siente que algo va a pasar y está relacionado con el ruido.
Vuelve a su habitación, sentandose en la cama, pensó en meditar para poder esperar, pero decide que mejor se condentrara, y después de unos segundos, sucede.
Un orrible grito de frustración y dolor llegando a sus oídos, siendo lejano pero audible gracias a sus orejas extras y hace una mueca, no solo porque suena fuerte, sino porque sabe de quién proviene y no el gusta para nada, sinseramente espero que fuera MK o quisas Mei, incluso Red Son, pues los tres suelen tener sus noches de desesperación y él siempre los escucha, alguans veces incluso los ayuda para que se calmen y duerman.
Pero nunca espero que fuera él, lo duda, mucho, pero ahora que se concentra puede oírlo sollosar y ahogar quejidos, puede oír que tose caundo es demaciado llanto o incluso hacer arcadas al ahogarse, sabe que el llanto es terrible, porque él mismo a tenido esos orribles momentos de desesperación, lo escucha tomar bocanadas de aire, y ya no puede más, porque sabe que en el fondo de su ser, a pesar de que aún le cueste perdonarlo, lo extraña y lo quiere.
Así que se unde en su sombra, emerguiendo afuera de la casa del dios y frunce los labios, ahora escuchando perfectamente el llando, quiere tocar la puerta, pero el impulso le gana y simplemente se vuelve a undir para aparecer junto al mono, quien suelta una especie de alarido al verlo y cae de la cama, el chillido de Dani siendo igual de audible al estar apresado en los brazos de su rey.
Si Macaque estuviera de humor y hubiera sido a propósito se estaría riendo a carcajadas, pero no es ni el momento ni el merecido.
–¡Ma-Macaque!– intenta limpiarse las lágrimas, resfregando su rostro contra la tela y limpiandose lo mejor posible, sin siquiera soltar al monito en sus brazos –no te... Esperaba ver–
–yo tampoco, pero eres terrible llorando– puede oír y ver cómo aún está sollosando, su respiración siendo complicada y sus ojos tan irritados que apenas puede ver.
Logra ver de reojo como hay algunos mechones dorados sobre la cama ajena y hebras de pelo enredadas en los dedos del mayor y eso solo lo empeora.
–l-lo se– nunca a sido bueno con los sentimientos, siempre gruñendo cuando estaba enojado y gritando caundo estaba triste.
Incluso sus intentos de ocultar sus emociones eran muy malos, solo empeorando su propios estado. Pero sabe que con Macaque no importa cuánto intente, él sabrá cómo sacarle las palabras de la boca a como de lugar.
Suspira, de una manera tan entrecortada que solo le recuerda su angustia y lo hace sollosar de vuelta, Dani vuelve a aferrarse a él, subiendo a sus hombros y rascando su nuca y cabeza, sabiendo que eso siempre suele ayudarlo.
Macaque hace una mueca, en primera porque no tiene idea de cuál fue el motivo de su llanto y en segunda porque detesta verlo así, incluso si aún no lo perdona del todo.
–¿Que paso?– es suabe al preguntar, sentandose de piernas crusadas en la cama de una forma que demuetra que no se irá tan pronto.
Wu-Kung levanta la vista, apenas pudiendo entender lo que está haciendo su contraparte, está preocupado por él y eso solo hace que mas lágrimas salgan y las punsadas de culpa agan su pecho más pesado.
–s-solo...– traga, intentando hablar con el detestable y maldito nudo en la garganta –U-una p-pesadilla... N-no es... No es nad-...– si es algo y lo sabe, porque se retuerse en su lugar y se tapa la cara, las lágrimas cayendo tan rápido que mojan por completo sus manos, sus piernas tiemblan e intenta ignorar el olor a mango que emana el mono frente a él, porque solo hace que millones de recurdos inunden su mente.
Apenas puede respirar y se desespera cuando no puede, sintiendo su corazón latir mientras el aire aún no entra.
Macaque mueve sus orejas ante la falta de llanto y respiración, y sabe perfectamente que quiere decir eso. Le venta con rapidez, sabiendo que a pesar de que él mono es inmortal la falta de oxígeno es terrible para cualquiera.
Pero en un momento de desesperación el dios logra que una bocanada de aire entre a sus pulmones, el alivio mesclados con la tristeza y culpa medclandose de una extraña manera. Macaque se detiene en seco al oírlo, suspirando aliviado.
Tiene en claro que ese tipo de llanto es terriblemente orrible y desesperante, porque ya a perdido la cuenta de cuántas veces él lo sufrió con los siglos que tiene.
–Wu-Kung, has sido terco toda tu vida, pero si no hablas ahora solo te ahogarse cada vez más al punto de quererte morir de encerio, sin chistes o algo por el estilo. Así que habla, desahógate de caulquier manera pero haslo, no tiene caso guardartelo– puede oírlo tragar repetidas veces, en intentos de que el nudo en su garganta desaparezca o disminulla.
Lo ve levantar la vista, él no sonríe pero el dios puede ver la clara invitación brillando en los ojos dorados que lo miran.
–nada cambiará...– empiesa a decir, sintiendo que el nudo de hace más fuerte –... Si me disculpo– Macaque frunce los labios, ya sabe que viene a continuación y puede imaginarse que fue lo que soño –los lastime tanto que... Que se que nunca nada será igual...– está llorando más fuerte y no sabe realmente como expresarse –que Rubí y Kosmo no serán los mismos... Q-que tu no serás el mismo... P-pero yo... Yo lo siento... Lo siento de verdad y-y... Y e pasado tanto tiempo ocultandolo que... Que me duele, me arde– se abraza a si mismo y se aleja unos pasos, sin querer realmente estar demaciado serca de su contraparte porque siente que lo incómoda por alguna razón –t-te extraño– lo suelta tan de repente que apenas se entiende, Macaque se tensa, tragando al sentir un nudo en la garganta, ho demonios, sabe que lo que escuchará le dolera –los extraño, los extraño a todos... Los lastime, los mate, dije que no eran mi familia cuando fueron los únicos en mi vida– su espalda choca contra la pared y se desliza hacia bajo, cayendo de sentón, sintiendo como Dani se baja y se cola entre sus brazos, entierra su rostro en el pelaje del mono, llorando antes de continuar –me lo dije tantas veces que incluso casi me lo creo pero no, no podía creerme algo así, no podía– y su voz se rompe pero no le importa –los extraño tanto que me quema, no puedo quitarme de la cabeza sus risas, las discusiones sin sentido, las bromas pesadas o en las que todos nos reíamos, extraño todo eso y lo siento, lo siento de verdad, no se que pasó, ya ni siquiera recuerdo porque peliamos, porque los lastime pero me arrepiento, me arrepiento de todo lo que hice, lo siento mucho– llora a torrentes, pero sige hablando, soltando algunos recuerdos, repitiendo que lo siente, que lo lamenta y cuánto los extraña, que incluso odio a Tripitaka con todo su ser a pesar de que no lo pareciera y que solo lo respetaba para no sufrir por la corona. Pero las palabras que más conmovieron a Macaque fueron las que menos espero salir alguan vez del dios –hare todo lo posible por cambiar– el mono quedo más tieso y jadeo casi inaudibles, sus ojos abriéndose como platos –protejere a todos si es nesesario, me tragare todo el orgullo que tenga si es nesesario, me arrancaré la cola si es necesario pero los mantendré a salvó y los cuidado como no lo hize antes, no permitiré volverlos a perder, no lo are, no cuando por fin volví a encontrar a mi familia– se levantó del suelo con cuidado, sus ojos aún cerrados, negandose a abrirlos incluso cuando se paró delante de Macaque –...Lo prometo– lo dijo con tanta firmeza que Macaque ya ni siquiera lo intento, rompió en llanto, igual que él.
–tambie te extrañe Wu-Kung, también lo siento porque yo también me equivoqué, pudimos haberlo hablado pero yo desidi tirarme de cabeza a lastimarlos– se intento secar las lágrimas a pesar de que seguían cayendo, Wu-Kung escuchando todo sorpendido ante el repentino cambio de humor, al principio lo vio callado y cereno, atento a sus palabras y manteniendo sus lágrimas aunque supiera que estaba por perder la lucha, pero fue tan de pronto que no se lo espero –no debí haber echo tal cosa, debí intentar hablarlo, debí ignorar los celos porque incluso también estaba lastimandolos a ellos, también me quemó por dentro, también me dolió, me dolió lo que dijiste pero tampoco yo tenía porque lastimarte de esa forma... Ambos actuamos mal... Ambos fuimos unos idiotas... Ambos tenemos que disculparnos y lo siento, lo siento porque también te lastime, lo siento porque a pesar de todo nunca debí molestarte de esa forma, nunca debí decir todo lo que dije– miro a Wu-Kung y este lloraba en cilencio, abrazando a Dani con fuerza pero asegurándose de no lastimarlo, varios monitos trepados a su cuerpo. –prometo intentar todo para volver a lo que era antes, prometo no cometer los errores que cometí, no volveré a intentar lastimarte como lo hice esa vez, también te protejere, y a todos ellos– señalo a los monos presentes, pero Wu-Kung entendió que no solo se refería a ellos. –lo prometo... Hermano– fue tan rápido que ni siquiera lo vio, una acción tan inmediata que lo confundió por unos momentos.
Cayo de espaldas a la cama, con Wu-Kung aferrado a él como si fuera una garrapata en un firme y fuerte abrazo, los demás monos chillando ante su repentino movimiento pero acomodandose para unirse al abrazo, Macaque se acomoda mejor, sabiendo que el mono no lo soltará ni siquiera dormido.
Lo escucha murmurar agradecimientos y otras disculpas, aferrandose a él con fuerza, el mono de pelaje oscuro solo se limita a abrazarlo y murmurar algunas palabras de consuelo, aguantando las ganas de arrullar y la risa al oírlo ronronear muy sonoramente. El recuerdo de dormir juntos y abrazados inunda la mente de ambos monos y el impulso de revivir ese momento es lo suficientemente fuerte como para que ninguno se suelte.
Macaque ronronea junto a él en algún momento, sus colas entrelazandose con cariño y familiaridad, en algún momento, cuando vuelven a respirar con normalidad y sus corazones se calman, con sus mentes despejadas y felices de arreglar las cosas entre ellos, se permiten dormir, ambos con pequeñas sonrisas en sus rostros.
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