Shoto está algo decaído por lo que dicho Inasa.

Seca sus manos suavemente suspirando por todo, siente que su cuerpo no da para más esta psicológicamente. Deja su anillo de bodas en el portajoyas del lavado y apaga las luces.

—Inasa— dice al ver que esta oscuro— ¿Cariño?

—Sshh— le susurra al oído, tan sexy y despacio que Shoto le pone la piel de gallina. Siente como sus shorts son bajados al igual que la ropa interior. — esto nos ayudará—lame su entrada, chupando su anillo de músculos y lamiendo el pug— respira amor— Shoto sabe el procedimiento, este pug le ayuda en preparase para Inasa.

—Ina¡aah!— Shoto muerde su muñeca—mng.

Le hace caminar suavemente hasta la cama y lo pone boca abajo, le gusta acariciar su cuerpo. Vierte crema de olor canela, que tanto le gusta.

Masajea la mitad de espalda, acaricias sus caderas y glúteos. Suavemente se mueve en su piel nívea. Shoto comienza a soltar su respiración cargada de éxtasis y sensualidad. Las manos de Inasa son grandes, callosas y maravillosas. Sentir como amasan sus caderas, la mueve suavemente para poder llevar un ritmo tranquilo y delicioso. Baja por sus muslos y sigue acariciándolos, besa sus muslos internos para dejar marcar en ellos, que se enteren que ese hombre tiene dueño. Que Shoto es suyo

Adora sus piernas con delicadeza.

—Amor— le susurra sensual y le da la vuelta suavemente— eres tan hermoso— se dedica acariciar su rostro, piñizca suavemente sus mejillas y acaricia su quemadura de años, es parte de él y jamás le ha dado asco tocarla o besarla.

Lo último lo hace y comienza bajando, el cuello de Shoto es lamido, besado y mordisqueado. El beta gime con placer cuando las manos del alfa le acarician todo sin dejar un espacio en blanco. Sus manos van de la cintura hasta las caderas y sus labios atrapan un pezón succionando suavemente. A Shoto le encanta y su espalda se arquea deliciosamente sintiendo el placer en cada fibra de su humanidad.

—¡aahh! — escucha resonar en la habitación.

—Estás listo— le dice mientras sigue ocupado en su pecho y con su derecha acaricia el pug, metiéndolo y sacando, haciendo estremecer el cuerpo del beta— aquí voy—le avisa mientras se yergue y quita suavemente el pug. Coloca sus manos al costado de la cabeza y entra tanteando dentro de cuerpo ajeno. Así lo hacían cuando era jóvenes. Es un poco doloroso, pero a Inasa le gustaba jugar así con Shoto.

—No me hagas esto—dice bajando su mano hasta la longitud alfa— entra por aquí... ¡iigh! — gime, ya que ni bien alineo a Inasa con él, lo hizo de una sola estocada y Shoto le encanto.

—Ese rostro me encanta— dice viendolo. El rostro serio e impávido se transforme en una de placer, gemido y gritos— tan delicioso— dice moviendo profundo y lento, saliendo por completo y volviendo a entrar, sabe que así le gusta a Shoto. Tomándose su tiempo.

—¡aaahh!... así, más... adentro— abraza a Inasa en la espalda y lo rasguña, solo es señal de placer.

—¡oohh! — gruñe ante el ardor que le causa, pero no deja de moverse una de sus manos amasa el glúteo y lo azota.

—¡AH!... así— enreda las piernas en su cintura, apretándolo fuerte e Inasa—sigue moviéndote— gime y rasguña toda su espalda de su alfa.

—Me gusta que te pongas así— dice, irguiéndose y llevando a Shoto con él. La mitad del cuerpo del beta está en el aire y se sostiene de la almohada— tan hermoso debajo de mi— toma las caderas de Shoto y las mueve de adelante hacia atrás. Disfruta cerrando los ojos y se deja guíar por el placer.

El placer de tener a la persona que ama a su merced entregándole su cuerpo, dándose y demostrándose amor

—¡aahh! — escucha grita a Shoto y sabe que significa—espera— le grita agotado e Inasa solo se mueve despacio, chocando fuerte en lo más profundo. Shoto suelta su agarre y se voltea despacio, quiere que Inasa presencie todos sus movimientos, logra ponerse con pecho en la cama sosteniendo una almohada, su intimidad está abierta y deseosa cosa que le muestra a Inasa y menea las caderas—Hazlo así.

Inasa gatea rápido hasta detrás de Shoto y sostiene sus caderas, con la otra mano hace que su cintura media baje hasta tocar el colchón.

Lo está quebrando tan bien ahí.

Comienza a entrar suave, pequeñas embestidas para que disfrute del cambio de temperatura que significa entras y salir de sus entrañas.

—Eres hermoso, tan sexi y delicioso— dice pegando su pecho contra la espalda del beta, lamiéndolo completamente, saboreándolo en su máxima expresión. Shoto solo se deja ser y su placer lo deja salir por gemidos. — huele bien aquí— dice metiendo su nariz por su cuello, mordisqueando la piel nívea del mismo. — tan delicioso— gruñe ronco sabiendo que se acerca su orgasmo.

—¡aahh!

—Shoto... mi otoño, vamos a darle velocidad a esto— dice levantándose, presionando su mano contra las caderas y apretando una nalga, tan fuerte que se queda rojizo, a pesar que Shoto le dijo que no, se tienta y...

—¡AAAHH!... ¡SI! — gime al sentir una nalgada, toda la mano de Inasa prendida en su piel, siente como deja una marca. Le encanta ese pequeño dolorcito—¡MÁS!

Inasa cumple lo que quiere su amado, haciendo la cama rechinar, sus cuerpos mojarse por el sudor de la actividad, chapoteo de su piel humedad ante el placer. Está por termina y sabe que Shoto siente lo mismo, su cuerpo se lo dice.

—I¡NA!¡aah!... yo... yo— no pudo decir más cuando su cuerpo se arqueo perfectamente, haciendo caer sus rodillas y abriéndolas, su semilla escurría por su miembro terminado en las sabanas. Inasa da unos golpes más y se vierte dentro de Shoto. Este reacciona solo abriendo la boca formando una O, sintiendo tan deliciosamente lo que lo invade.

Inasa se queda un rato dentro, sintiendo y Shoto se desplomó en la cama, aun teniendo pequeños temblorcitos del cuerpo. Residuos del orgasmo que tuvo.

El alfa se aleja suavemente y deja caer a su lado. Shoto lo ve con una sonrisa hermosa, el alfa besa su frente.

—No...— se queja—estoy sudado.

—Te he besado cada rincón de tu cuerpo, y no era solo sudor—le dice coqueto y dándole un beso en la nariz.

—Tonto— le dice jugueteando, Inasa ama esa faceta de Shoto. Que solo él puede ver.

Que se ha vuelto a enamorar de él una vez más.

—Te amo, Shoto— se lo dice envolviéndole en una sábana y pegándolo a su cuerpo. Shoto sonríe y se acurruca en el pecho de Inasa.

Falta un capitulo más y su epilogo y esto terminará... también pondré la razón de la historia a pesar de usar un cliché tan común como es la perdida de memoria, espero no perturbarlas con el motivo.

LOSS AMOOOOOOOOOO <3 <3 <3