Mierda

Mierda

¡Y más mierda!

Como pudo olvidarse de algo tan importante.

Cierra el vídeo y comienza con el informe del word.

—Yoarashi Shoto-sama, beta con constitución fuerte, se ha hecho exámenes de genética y su DNA está cargado de genes potentes perfecto para un bebé alfa de pura sangre.— comienza a balbucear mientras su dedo pasa por la pantalla— El inconveniente es de su cuerpo, solo existieron 5 betas que estuvieron embarazado.— dice y su voz se va apagando— uno sobrevivió, 2 murieron dentro del vientre y dos murieron al nacer junto a sus madres betas (macho).— Inasa se quedo quieto y asimilando la información— El cuerpo de Yoarashi-san, esta aún delicado por los golpes del villano, no sabemos cuanto ha repercutido en la salud de este, pero tenemos certeza de que si logra embarazarse, es lo más probable de que algo pase, el bebé no llegue a término, nazca muerto o que a la hora del nacimiento los dos mueran. — lee Inasa y siente que desea vomitar—... la taza de probabilidades es un 40% de que todo salga perfecto, pero es demasiado bajo para un niño de carga genética pura.

Mierda...

Mierda...

Y mucha más mierda...

—Si Shoto esta embarazado, lo perderé a los dos, eso... no puedo permitirlo... no voy a perderlos. —busca entre sus cosas y encuentra un blíster de pastilla del día después, le da su dosis en la soba y se lo lleva.—no volveremos a pasar por eso. No otra vez.

Desea otro bebé, pero no a costa de la vida de Shoto.

Shoto se estira suavemente.

Lo hace lento para que no le venga aquella punzada en las caderas que siempre tiene después del delicioso y placentero sexo que Inasa le da.

Ha tenido tanto sexo los últimos tres meses, que se siente como un adolescente, tiene ventajas tener un alfa de esposo.

Aún recuerda que hace dos semanas llegó con celo. Un celo omega se desato y lo ayudó, pero su aroma despertó las ansias. Llego rápido y atacó a Shoto, besándolo con hambre.

Aún recuerda como lo chupaba, saboreando a Inasa, mientras este lo preparaba con sus dedos. Metiéndolos tan bien y bastante profundo. Adoró con sus labios cuando el nudo se formó en Inasa, chupando y sintiéndolo palpitar en su boca. Y luego el sexo... fue el mejor de todos, las posiciones a las que lo había sometido fueron exquisitas, estimulantes para su cuerpo.

Shoto vuelve a la realidad cuando escucha la puerta, es Inasa con un plato de delicioso de udon, con el tiempo, le está encantando.

—Buenos días amor— dice sonriendo y besa los labios haciéndolos sonar y sonriendo. — huele delicioso amor— Shoto está en una nube sonriendo y embobado con Inasa. El alfa estaba con la cabeza en otro lado, no quiere creer que Shoto este preñado. No aguantaría estar solo, sin él y su bebé. —¿amor? — Shoto lo mira de cerca con duda—esta delicioso el udon — se acerca a olerla y aspira tan fuerte que le llega hasta las fosas nasales... se tapa la nariz y boca, sale corriendo al baño, Inasa escucha que vomita y su mundo cae a sus pies.

Inasa llama a Midoriya para que cuide de sus hijos, está llevando a Shoto al hospital, las náuseas, vómitos aún sigue y Shoto está débil de tanto vomitar.

Llegan al hospital más cercano y lo atiende con primeros auxilios, dándole algo para los vómitos, se le hacen todos lo examen de sangre de rigor.

La hora más larga de su vida es estar sentado en la sala de espera.

—Bien aquí tengo los análisis de Yoarashi-san— dice el doctor arreglando sus anteojos— vómitos mareos y nauseas apuntan a inicos de una infección estomacal.

Inasa esta consternado, recuerda todo lo que dice el documento.

—Hemos tenido sexo— dice mirando al doctor y Shoto se sonroja— mucho sexo sin protección, tal vez por su genética y pues yo llegué con un celo encima... es posible que... — sus palabras se atoraron en la garganta— este embarazado.

Escucha la risa de Shoto. El doctor mira con reproche a Shoto y con pena a Inasa.

—¡NO TE RÍAS! —Inasa levanta la voz, pero no es su voz de alfa, simplemente está molesto— no te rías, no puedo perderte a ti y al bebé, Shoto no te rías.

El beta ve a su esposo y con solo eso basta saber que él no conoce toda la verdad...

—Yo los dejo solos— dice el medico, ya que tambien sabe lo sucedido. La pareja solo asiente.

—Cariño— dice llamándole la atención— Mi Vendaval, yo no puedo estar embarazado, una semana antes de que perdieras la memoria fui al hospital, yo me ligue, las trompas estan cortadas, no puedo estar en cinta— dice acariciando y limpiando sus lágrimas— Me enteré que podía quedar embarazado, que nuestro bebé sería un alfa de raza pura, pero mi vida y la del cachorro correría peligro, no me pediste esta operación y jamas te la mencioné.—dice avergonzado— Me hubiera encantado llevar un bebé dentro de mí— dice llorando—... pero sería dejarte a ti y a mis pequeños. La idea no la soporte, así que tranquilo, me quedare con ustedes, mi amor— besa a Inasa suavemente.

—Me asuste— dice besando las manos— encontré unos documento en donde decía todos datos, no quiero perderte... no soportaría.

—Recuerdas... ¿mi accidente?— dice emocionado y llorando.

—Si, fue antes de ir a casa y de pasar esto— dice tomando las manos de Shoto para que sostenga su rostro— fue tan vivido que sentí tú dolor— comienza a besar las manos de su esposo.

—Que alegría que sepas eso— dice besando su nariz— ahora cuéntame que más recuerdas.

Inasa toma su manos y salen del consultorio. Se siente mejor, sabiendo que Shoto estaría con él y sus hijos. Su corazón se lleno de felicidad.