—¡ah!... ¡ah!— gemía Shoto ante las duras embestidas que da Inasa contra su cuerpo.

—Baja tus caderas, quiero entras más profundo— el beta obedece e Inasa entra más profundo, hasta sentir la entrada del útero. Esa cavidad sensible, aun más que la próstata. Shoto gritar ante el orgasmo que se esta construyendo en su vientre— Ya estoy por terminar, disfrútalo.

Shoto comienza a masturbarse para poder expulsar su orgasmo al mismo tiempo que Inasa.

Eso recordaba Inasa, pero ahora esta en frente de un lugar desolador, huele a sangre, aromas de tristeza, muerte y escucha llorar a niños y ¿bebés?.

Su corazón se paraliza.

Ve a lo lejos a Shoto pelear con el villano.

Acid era un hueso duro de roer, ya lo tenía vigilado. Pero un error humano los delato. Ahora esta con látigos finos de ácido, parecido al muriático, los lanza como pequeñas balas. Shoto está preparando un gran ataque, pero entonces...

Una niña sale corriendo con su hermanito en brazo buscando a su mamá, el villano aprovecho ello, encontró un hueco en la visión del héroe. Shoto se movió por inercia.

Inasa vio negro.

Vio como el villano dio una latigada a los niños, pero Shoto se interpuso. Látigo tras látigo en la espalda, las caderas y su trasero. Su espalda fue hecha polvo, Inasa se quedo cinco segundo mirando, sin que el villano se dio cuenta.

Su alfa interno reaccionó, sus ojos se dilataron, ante las lagrimas y sollozos de su pareja. En un solo movimiento de su mano un viento, tremendo vendaval que lo atrapó en un torbellino, Inasa no estaba pensando y extrajo el oxigeno de aquel remolino, en segundo el villano se puso rojo, luego morado y después azul. Estaba a punto de matarlo hasta que escucho su voz.

Inasa... murmura Shoto, roto y acabado. El alfa lo escucho perfectamente porque estaba en estado de protección y cualquier cosa que hiciera o dijera su pareja podría detectarlo.

Se detuvo y lo dejo caer, aquella se partió la columna y lo dejo cuadraplejico.

Inasa va con Shoto, esta sangrando y algunas heridas están abiertas de tal manera que pude ver músculos, huele el olor de su amado.

Pero hay algo extraño dentro de todo esto, esta sangrando por la parte trasera. Inasa puede ver coágulos que empapaban sus ropas de héroes. Va al hospital usando su particularidad, no espera la ambulancia.

—¿Como esta mi Shoto, doctor?—ruge Inasa, entre lastimero y exigente.

—Todoroki-san esta bien, esta estable... perdió mucha sangre pero lo estabilizamos— dice un poco lento y ve como el alfa se relaja un poco—le quedaran cicatrices en las caderas y el inicio de sus glúteo, su espalda pudo ser arreglada con éxito, pero...—Inasa reaccionó— lo siento Yoarashi-sama, siéntese para explicarle algo muy delicado— Inasa solo se deja caer, lo único terrible que se le viene a la mente es que quede paralitico, aunque no le importa, estará para Shoto siempre—... Todoroki-san es un beta, su casta es definitiva y como tal no puede gestar una vida— dice el doctor pausado y arreglándose los lentes.

—Lo sé, lo escuche por más de 10 años— dice sintiéndose desesperado—dígame que paso

—Pero la genética y genes de Todoroki-san son fuerte, en demasía— dice un poco preocupado por lo que iba a decir— Todoroki-san estaba gestado una vida, un pequeño bebé se estaba dentro de él— dice el doctor, mientras ve que el alfa lo mira extrañado— tenía aproximadamente 10 semanas de vida, estaba muy sano— vio como la mirada se perdía, el doctor vio a muchos alfas perder a sus cachorro. Conocía perfectamente esa mirada— pero por el ataque no lo logró, lo siento.— dice el doctor.

Inasa solo lo mira, sin observarlo.

Se levanta y camina fuera, siente como la tormeta y truenos suenan, pero el dolor de su alfa interno es más, esta llorando y quiere aullar.

Shoto embarazado, un sueño que siempre quisieron, pero por el villano no se logro. ¡No!, ese villano no tenía la culpa. Es un alfa debió darse cuenta, su aroma no cambio, su comida era normal, no había síntomas. Pero jamás se dio cuenta, patético alfa. El sueño que tuvo por años se destrozó por el ser un inútil como alfa.

Cayo de rodillas, rugió y lloró dolorido por todo lo que había pasado.

Los puños hicieron agujeros en la pista dejando un rastro de sangre y sus lagrimas cayeron.

Inasa vio oscuro.

Inasa sostenía su brazo y Shoto le dificultaba un poco caminar por los azotes. Pero se dio cuenta de las vendas en las manos de su alfa, pero no dijo nada.

Ya habían pasado un mes desde el ataque. Hoy hubo consulta con el medico y ver sus avances Inasa siempre estaba con la mirada perdida, ya no sonreía.

Shoto se logró enterar de su bebé y que había fallecido, lloró. Claro que lloró. Es su sueño deseado, pero es algo que un beta no podría comprender. Aquello del instinto y el ciclo de celo de Inasa se detuvo por completo. Ya no se le acercaba, ni un beso de buenos días, ni un beso en la frente que tanto le gustaba o cuando lo nalgueaba estando distraído, todo eso desapareció. Su casa parecía tan vacía ante tanta indiferencia.

—Lo siento— dice sentándose en la cama y sus lagrimas caían— Perdóname Inasa, yo no quería... no quería...—Shoto se quiebra, lleva las manos a su cara.

Inasa se le acerca y toma sus manos con una. Besa su rostro para secar sus lagrimas.

—Tranquilo mi bello Otoño, no es tu culpa—besando el rabillo de su ojos.—soy una mierda de alfa que no te merece por no saber cuidarte bien.

Shoto lo mira y  su cerebro no sabe que pensar, Inasa ¿maldiciendo?

—¿puedes dormir conmigo?

—Lo-lo siento cariño— se levanta y arregla un bolso con ropa—debo ir a ser guardia, vendré para hacerte el desayuno— le dice y besa su coronilla— nos vemos mi Otoño.

Shoto se queda sentado sin saber que hacer o decir, lo siente frío y distante, espera que no le pase nada malo.

Algunos, por miedo a Endeavor, aún le dice Todoroki-san a pesar que esta inscrito en el registro familiar de Inasa.