14_ Secretos saliendo a la luz
Después de quedarme parada como tonta en medio del pasillo por varios minutos dónde mi mente procesaba todo lo que había acabado de pasar. Decido darle un último vistazo a la habitación.
Abro una de las gavetas que traía la mesa donde encontré mi peluche. Habían varias anotaciones. Leo por encima:
"Evoluciona según lo esperado"
"Su Comportamiento es básico, aún no ha explotado"
"Mantiene una vida común"
¿Qué significaban estas notas? Por más que me forzaba para mi mente esto no era más que un chiste de mal gusto, no le encontraba otra lógica.
Pero como nada ha sido lógico últimamente debo interesarme por cada frase.
Dejo de lado todas las hojas y veo una carta.
"Para Helen"
Es la letra de mi madre.
Rápidamente la sostengo en mis manos y no tardo en abrirla.
Hija mía, si estás leyendo esta carta es porque ya no pertenezco a esto mundo. Se como debes sentirte tras mi pérdida pero quiero que seas valiente por ti y tu hermano.
Te estarás preguntando por qué tú profesor de literatura te ha entregado esta carta. Aron te contará todo con más detalles. Debes confiar en él, te protegerá.
Se que debe ser muy confuso todo lo que está pasando en tu vida justo ahora y lo será aún más, mientras el tiempo avance. Es difícil para mí revelarte este tan oscuro secreto, perdóname por ser tan cobarde y no poder ser lo suficientemente clara contigo, lamento a verte mentido; era por tu bien.
Reik no era tu padre biológico por eso todos estos años tuvo esa actitud con ustedes y especialmente conmigo, no lo justifico pero tuve parte de culpa.
Recién comenzada la relación con Reik fui secuestrada, y obligada a dar a luz a una pequeña niña. Esa eres tú. No me malinterpretes eres mi mayor tesoro pero en aquel momento no era algo que deseara. Me tuvieron retenida hasta que cumpliste tus cinco añitos, vivimos cosas atroces y vimos miles de crímenes que no soy capaz de descubrir ahora mismo. Creaste un bloqueo sobre esos recuerdos, tu mente tan pequeña e inocente no era capaz de soportar tales atrocidades.
Estás destinada a algo mayor, a lo que hice un trato. Nos dejarían vivir nuestra vida de forma normal hasta que comenzaras a experimentar cambios.
Al regresar Reik no podía creer que estuviera viva, tuve que inventar una gran historia y hacerle creer que eras su hija, en fin y al cabo las fechas coincidían. Hasta que años después se enteró de que no eras sangre de su sangre y todo se salió de control. De ahí su odio hacía nosotras.
Creeme que Reik es todo un amor comparado con tu verdadero padre. Tenía que alejarte de esa vida, tenía que alejarte de él al menos el mayor tiempo posible.
Luego de que asesinaras a Reik sabía que ibas a necesitar ayuda, sabía que tú vida ya no sería la misma, así que lo llamé.
Espero puedas perdonarme.
Te ama, mamá.
No sabía que sentir, era un sin fin de emociones.
Mi vida, todo era una mentira.
Luego llegan las dudas, y las preguntas. Y el dolor de cabeza se hace más agudo.
Agarro la carta y subo las escaleras a toda prisa, necesitaba respuestas y ya no iba a aceptar un no por respuesta. Primero que todo agarró uno de los cuchillos y me dirijo a la habitación de Aron.
Abro la puerta bruscamente y este me mira asombrado.
—Hablamos luego.—Cuelga su teléfono al verme y lo lanza sobre la cama. —Si querías entrar a mi habitación solo tenías que pedirlo.—dice riendo.
Avanzo ágilmente hacia él colocando el cuchillo en su cuello, haciéndolo retroceder hasta que su espalda choca con la pared. Sus ojos, más que temor expresaban diversión. La sonrisa se hace más notable en su rostro.
—¿Crees que esto me asusta? —habla sin moverse, ya que la presión que está provocando el objeto afilado en su garganta no le da más opción. —No te temo Helen, no le temo a nada.
—¿Se suponía que debías entregar esta carta no?—muevo la carta frente a sus ojos con la mano que me queda libre. —Empieza a hablar Aron, estoy cansada de los después. Quiero respuestas aquí y ahora.
—No era el momento.—sigue insistiendo en lo mismo.
—Deja de decidir por mi.—sentía como la rabia iba creciendo, estaba a punto de explotar. Alguien tenía que pagar por mi desdicha.
—Bien.—dice alzando las manos en són de paz. Y de un momento a otro los papeles se intercambiaron y era yo quien ahora estaba con el cuchillo en el cuello. —Lección número 17, no te confíes. El enemigo o la víctima no puede tener la más mínima oportunidad de darle la vuelta a la situación. Podrías morir.
Retira el cuchillo y me empuja hacia la cama.
Lo odio.
Miro atravesada con las cejas hundidas, realmente tenía mucha impotencia. Veo como guarda el cuchillo en su espalda, entre el pantalón y la piel. Ahora que me percato está sin camisas, su pecho y cuadritos se hacen visibles ante mi vista. Estaba tan cerrada que no me había dado cuenta.
¿Eso es un tatuaje?
Mi vista se clava en el inicio de su pelvis, ahí se encontraba una pequeña marca de tinta.
Una luna. Se ha tatuado una luna llena.
—Quieres respuestas, perfecto.—se deja caer en un oscuro sofá que tenía en una de las esquinas. —¿Recuerdas el día que visité a tu madre temprano?—se queda pensativo y continúa.—El día que parecías una loca, despeinada.
—Si recuerdo el día, ahórrate la crítica. —lo miro mal pero atenta a lo que tenía por decir.
—Ese día recibí la carta, se supone que debía dártela a penas ella muriera pero nuevamente te repito aún no era el momento.
—Sigues repitiendo lo mismo una y otra vez y no me acabas de dar una razón válida para entenderte. —reclamo.
—Quieren matarte.—dijo sin cambiar la expresión de su rostro.
¿Quieren?
Vuelve nuevamente a dejar dudas. Al parecer nunca terminaré de hacerme preguntas.
—Antes de que sigas haciendo preguntas debes escucharme. —lo miro atenta.—Tu madre era alguien muy querida para mí. Su última petición fue que te cuidara y pienso cumplir esa promesa. —lo miro confusa y cuando voy a abrir la boca lleva su dedo a sus labios y hace una señal para que gaurde silencio.—Tienes que confiar en mí, no comprenderás mucho ahora pero prometo ir dándote todas las respuestas, llegado el momento.
—¿Sabes quién es mi padre?—la pregunta salió de mis labios sin apenas pensarlo mucho. La curiosidad era mayor.
Asiente.
—No me preguntes quien es, porque será otra de las tantas preguntas que no puedo responder ahora.
—Bien.—mis ojos se empiezan a humedecer.
—Al igual que la luna a veces hay que atravesar fases de vacío para volver a llenarte de nuevo.—deja salir un suspiro y yo hago lo mismo.
No vale la pena llorar, no me dará una solución. Mi vista se pasea por su abdomen definido.
—¿Quieres tocar?—coqueto se acerca hacia mi.—¿O solo quieres mirar?
Sonrio levente.
Dejo que mis dedos acaricien su piel. Su vista se clava en la mía y mantenemos la mirada mientras mis dedos siguen haciéndose paso entre los cuadritos bien marcados y hasta llegar al inicio de su tatuaje.
Me pongo de pie y me pego lo suficiente para que nuestros labios lleguen a rosarce.
Y de nuevo el juego está a mi favor.
—Lección número 17, no te confíes. El enemigo o la víctima no puede tener la más mínima oportunidad de darle la vuelta a la situación. Podrías morir. —repito exactamente sus palabras mientras el cuchillo que antes se encontraba en su espalda vuelve a estar en mi mano.
—No es justo.—se defiende mientras da dos pasos hacia atrás.
—¿Manipulación? ¿Seducción? —río alejándome.—No me gustas Aron.
Lo miro con el rabillo del ojo antes de salir y esta sonriendo.
—Mientras más difícil me la pongas más me gusta el juego.—oigo que dice pero no respondo. Solo me limito a caminar a mi habitación.
Había mucho que procesar.
Ahhhh mis amores
¿Qué opinan de este capítulo?
Realmente amé escribirlo.
Ya tenemos uno de los grandes secretos revelados.
Aún quedan muchas preguntas sin respuestas.
¿Quién es el padre biológico de Helen? ¿Quiénes la quieren muerta? ¿De dónde Aron conocía a la mamá de nuestra protagonista y por qué era importante para él?
Ahí les dejo jajaja
No olviden que si la historia está siendo de su agrado déjenme una estrellita✨
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