Capítulo 3- Cambio De Imagen
Capítulo 3
Cambio De Imagen
Narra Louis:
Prácticamente, el niño había firmado un pacto con el Diablo; había aceptado que le enseñara a vivir, y vaya que lo haría. Lo metería de cabeza en mi mundo... y quizá lo hiciera quedarse.
Narra Harry:
Sonrió de lado. Uhg, ésa sonrisa me daba escalofríos, parecía un demonio que hubiera sido enviado al mundo para pecar y convertir en pecadores a todos los seres con los que se encontrara.
-Bien, alístate, niño, comenzamos esta noche.
-Qué?
-Qué hora es?- me preguntó.
Miré mi reloj.
-Diez menos cuarto.
Sonrió
-Bien, aún tenemos tiempo.
-Tiempo para qué?
-Lo sabrás cuando lo veas- me lo quedé mirando-. Vamos, vamos!- me hizo gestos con las manos de que subiera- Ponte ropa decente, no queremos que algún pervertido te viole.
Contrariado, subí las escaleras y me metí en mi cuarto con la puerta cerrada. Me quité la ropa que traía, quedando en bóxers. Me dirigí a mi clóset y me puse a buscar entre toda mi ropa. No sabía qué ropa era "decente" según Louis, con las pintas que traía quizá algo decente era un vestido de puta, pero yo no podría ponerme eso, ya que era un chico. Reí un poco con mis pensamientos. Tomé unos jeans oscuros y unos claros y me quedé mirándolos, intentando decidir cuáles usar.
-Los oscuros estarán mejor- una voz me sobresaltó.
Pegué un brinco y me di vuelta a la velocidad de la luz.
Louis estaba allí, apoyado en la puerta del clóset y con los brazos cruzados.
-Por cierto, lindo culo, pequeño y redondito.
De pronto recordé que estaba en bóxers y el color carmín tiñó mis mejillas.
-No mires!- chillé. Rápidamente tomé una camiseta de uno de los estantes y me cubrí con ella, bueno, al menos lo esencial.
-Ni que estuvieras desnudo- se mofó.
-Qué haces aquí?- pregunté, aún medio sobresaltado.
-Estabas tardándote demasiado, además, no creía que pudieras elegir bien tú solo.
-No confías en mi buen gusto?- pregunté algo ofendido.
-No confiaba en que fueras a salir algún día de la habitación- me corrigió- y tampoco confío en tu "buen gusto"- hizo comillas con los dedos-. Ponte los jeans oscuros, una camiseta de manga corta blanca o negra y, no puedo creer que vaya a hacer esto, te prestaré una de mis chaquetas de cuero- dijo como si le costara muchísimo prestarle su ropa a alguien más. Whoa, de repente era un asesor de moda callejera.
-Y en los pies?
-Calzado, duh- respondió.
-Pero qué calzado?
-No lo sé, tienes botas de cuero?
-No me gustan.
Se pegó en la frente con una mano, como si yo fuera el desastre allí.
-Converse? Vans? Algo parecido?
-Tengo Converse blancas, azules, rojas...- me interrumpió.
-Negras- sentenció y salió de la puerta para sentarse en mi cama como si fuera su casa, aunque supongo que ahora lo era hasta que yo... no quería pensar en eso ahora.
Me vestí con la ropa que Louis me había indicado y salí.
-Hasta que sales del clóset...- se río un poco- eh, hasta me ha salido una ironía.
-A dónde iremos?- volví a preguntar.
-No pienso decirte- respondió levantándose de la cama.
-Vaaaaamoooss- alargué la palabra.
-No- se acercó a la puerta y dijo:-. Voy a por la chaqueta de cuero, tú acaba de ponerte las Converse- salió de la habitación.
Le obedecí y quedé esperándolo. Cuando volvió tenía una simple chaqueta de cuero negro con cierres plateados. Me la entregó y me la puse. Miré mi reflejo en el espejo, me veía bastante bien, me sentía bastante bien también. Cuando me disponía a salir de la habitación, Louis dijo:
-Espera.
Se acercó a mi y acomodó mis rizos de una forma extraña, hacia arriba, haciéndome ver más mayor.
-Listo, ahora nadie dudará que eres un aprendiz de rango medio- dijo cuando acabó de peinarme y se separó.
-Eh? Un aprendiz de rango medio?
Ignoró olímpicamente mis dudas y preguntó:
-Tu mamá tiene lápiz de ojos negro, no? Ahora lo único que me falta es también tener que prestarte el mío- refunfuñó.
-De hecho, creo que tiene uno en su habitación, déjame ir a buscarlo.
-Está bien, pero no te tardes, si no, no llegaremos a tiempo.
Quería volver a preguntarle a dónde iríamos, pero me reprimí, sabiendo que volvería a decirme que lo sabría luego.
Me dirigí al cuarto de mis padres, donde raramente dormían, y rebusqué en los cajones de mi madre para encontrar el lápiz de ojos. Lo encontré y volví a mi habitación, donde Louis curioseaba un álbum de fotos de cuando yo era un niño pequeño.
-Eras muy bonito, sabes?- preguntó sin despegar sus ojos de las fotos.
Mis mejillas se tiñeron al instante de un rojo intenso.
-Yo aún te recuerdo- allí es cuando me percaté de que no me hablaba a mí, sino al álbum-. Tu eras el niñito de tres años al que sin querer le derramé mi jugo encima, armaste un escándalo de puta madre sólo porque tenías una enorme mancha naranja en tu ropa... pequeño niño mimado...
Así que nos conocíamos, supuestamente del jardín de niños, él debería de ser uno de los niños de cinco años que correteaban por el patio del colegio.
-Aquí está el delineador- interrumpí su charla con las fotos.
Subió la cabeza y me miró, notablemente sorprendido. En un segundo se rostro volvió a ser impasible.
-Bien. Sabes aplicártelo tú?
-No- dije algo avergonzado, aunque no había nada de lo que tuviera que avergonzarme.
Rodó los ojos, caminó hacia mí y dijo:
-Dámelo- extendió una mano con la palma hacia arriba.
Le entregué el lápiz.
-Siéntate y pon la cabeza hacia arriba.
Me senté en la cama e hice lo que me pedía. Subió el también a la cama, pero de rodillas, quedando más alto que yo. Pasó una rodilla por encima de mis piernas para quedar exactamente encima de mi cara. Destapó el lápiz y con la mano libre me tomó de la barbilla para evitar que me moviera. Comenzó a delinear mis ojos con los suyos clavados en los míos. Así pude apreciarlos bien, eran de un color gris tormentoso con toques azulados y plateados, con algunas motas verdes, muy bonitos y brillantes, pero impenetrables, no podía saber que estaba pensando, aunque podría jurar que él sí podía leer mis pensamientos con sólo mirar fijamente a mis ojos verdes. Sin mover mi cara ni parpadear, escruté el resto de su rostro, era bastante hermoso; tenía forma afiliada, un mentón triangular, más fino a medida que descendía, una nariz fina y recta y labios delgados, delicados y muy besabl... bonitos. Subí mi mirada a su cabello, revueltas y brillantes hebras cobrizas de apariencia sedosa y suave que le caían en un flequillo hacia la derecha, quería subir la mano y enterrarla en su pelo para sentir ésa suavidad y ésa calidez que desprendían.
Acabó de delinear mis ojos y me sacó de mis pensamientos cuando se retiró de encima mío.
-Ya está, ahora pareces un aprendiz de rango alto.
-Qué son los aprendices? No te entiendo.
-Siempre se suman nuevas personas al grupo, se transforman en aprendices, normalmente de la persona que los introdujo.
-Ahá, y se supone que con eso entendí- me burlé un poco.
Rodó los ojos exasperado.
-Si te preguntan, sólo diles que eres mi aprendiz, entendido.
-Sí.
-Bien, vamos, tenemos que partir si queremos llegar a tiempo- dijo caminando hacia la puerta, saliendo por ella y bajando las escaleras.
Lo seguí y salimos por la puerta principal si ningún problema. Nos dirigimos a la calle, donde se encontraba aparcada una Yamaha negra muy bonita. Comencé a temer que fuéramos a ir en ésa máquina. Para mi mala suerte, Louis le quitó la cadena, la guardó en la pequeña cajuela de la moto y se subió. Me quedé mirando qué bien encajaba mi niñero con aquel vehículo.
-Qué esperas? Sube!- me apremió.
Algo temeroso, subí detrás de él, cuidando de no tocar al chico que se encontraba delante de mí.
-En la cajuela hay un casco,póntelo.
Busqué lo que me decía, efectivamente era un casco completamente negro, excepto por la visera de acrílico. Intenté ponérmelo, pero no lograba atarlo.
-Louis, tengo un problema, no puedo abrocharlo.
Él giró el torso completo, realmente era muy elástico, y lo abrochó con facilidad. Cuando sus manos rozaron la piel de mi garganta sentí una corriente eléctrica por todo mi cuerpo. Volvió a ponerse derecho y mirando hacia adelante.
-Sujátate de mí si no quieres caer- me dijo ésta vez sin voltear siquiera la cabeza.
Me aferré a sus hombros.
-Te recomendaría que me rodearas el abdomen con los brazos, no creo que logres mantenerte mucho así.
Tímido, solté sus hombros e hice lo que había dicho, además de acercar más mi cuerpo al suyo; realmente me sentía mucho más seguro así que tomándolo de los hombros. Antes de que pudiera decir nada, él ya había encendido el motor y las luces y conducía por las calles de Londres a una velocidad bastante alta para mi gusto, sentía miedo. Me aferré aún con más fuerza a su cuerpo, escondí mi cara en su espalda y cerré los ojos fuertemente para no ver todos los borrones que pasaban a mi lado. Luego de un tiempo, la moto se detuvo y sentí una de las manos de Louis sacudir uno de mis brazos. Lo solté de mi aterrorizado agarre y miré hacia su cara, la cual estaba girada hacia mí.
-Llegamos.
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Hoolaa!!!
Lamento la tardanza, pero aquí, para recompensar, hay un capítulo Extra Large :)
Jajaja a dónde creen que Louis puede haber llevado a Harry??
Vote & Comment
Megakisses
Anto :*
PD: Urgente para el próximo capítulo, qué prefieren, Ziam o Ziall??
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