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5 meses después.
La puerta del palacio fue abierta. Unos pasos rápido atravesaron el pasillo principal en dirección al estudio del rey de Gless. Un rastro de nieve quedaba tras él cayendo de la gruesa capa que años anteriores había pertenecido a alguien más.
-Bienvenido de vuelta, duque Davreles- uno de los guardias lo alcanzó caminando a su lado.
-Informe de guerra- la voz de Ashary salió demandante bajando la capucha y mostrando su rostro con las mejillas rosadas por el frío. Afuera nevaba con fuerza por la estación del año, aunque se pronosticaba que en muy pocos días terminaría. No era razón para que la preocupación descendiera, por el contrario. Era el peor clima para la situación actual.
Ashary había tomado el control total del rumbo de la guerra, de la repartición de suministros para el tiempo actual y sugiriéndole al rey la mejor forma de manejar los asuntos oficiales cuando le era pedido consejo. Jeremy se mostraba complacido siempre con sus respuestas. Gracias a su trabajo hasta el momento se podía decir que la balanza se había inclinado a favor de ellos y los Bárbaros habían retrocedido, mas no se habían ido.
La noticia que Lyonhart estaba con vida y a salvo, junto a Charles pues... había sido un alivio para muchos después de los tiempos turbulentos. Después de todo, en una guerra no había garantía de sobrevivir.
Mientras avanzaba el soldado le fue dando el informe y había algunos puntos que le hicieron fruncir el ceño. Como esperaba el clima estaba influyendo en su paso a la victoria. Sus tropas estaban cansadas y no acostumbradas a este tipo de climas tan crudos como el de este año. Los bárbaros por el contrario habían vivido en zonas con peores condiciones.
-¿Qué hará, duque?- le preguntó el soldado.
Ashary estaba sumamente cansado después del último viaje del que acababa de llegar en el que hacía 72 horas no había dormido prácticamente nada. Su mente estaba algo aturdida, sin embargo, no tenía tiempo para descansar del todo, y menos ahora.
-Permiso para ingresar - se detuvo delante del estudio de Jeremy y habló sabiendo que los guardias a cada lado de la puerta no le impedirían el paso.
-Adelante- se escuchó la voz cansada del rey y Ashary ingreso.
Jeremy al verlo sonrió, junto con su esposa que le daba un masaje en los hombros.
-Sus majestades- Ashary puso una mano en su pecho y se inclinó mientras escuchaba como la puerta a su espalda se cerraba.
-¿Cómo te fue el viaje?- Jeremy soltó su pluma como si fuera un alivio detrás de dos torres de papeles.
Ashary alzó la cabeza y en vez de su habitual rostro serio, sus labios estaban curvados en una sonrisa victoriosa.
-El vizconde de Kennyn ha cedido- sacó un sobre de su bolsillo y lo puso sobre el escritorio. Con este era el último noble que necesitaban poner a sus pies.
-Solo puedo decir que realmente das miedo, Ashary- los ojos del alfa brillaban satisfecho- En solo unos meses has hecho que toda la corte pase de ser un campo de espinas a un lugar más seguro y cauteloso. ¿Me dirás al fin el secreto?
Ashary entrecerró los ojos con un deje de diversión.
-Solo usé su propia medicina hacia ellos- pestañeó lentamente- Pasar una semana entera encerrado en los documentos secretos del castillo y conocer todos los datos de las familias de la corte dio sus frutos.
Jeremy lo miró serio para después soltar una sonora carcajada.
-Realmente eres especial.
Ashary tenía que reconocer una cosa que no se esperaba para nada. No solía recibir elogios normalmente, casi todos estaban relacionados con que era mejor que Lyon o en comparación con otros, pero por su propio trabajo..., sin embargo, Jeremy no se jactaba de celebrarle cada trabajo fructífero que hacía. Y aun si le daba miedo equivocarse y decepcionarlo el rey no parecía importarle mucho ya que su buen trabajo compensaba con crecer.
Podía decir que... se sentía bien que lo elogiaran así.
-Cariño, ya no lo atosigues y deja que descanse- Marian, la reina, ahora que estaban ellos solos lo interrumpió acercándose a Ashary con una taza humeante de té caliente- Toma, te ayudará a entrar en calor- hizo una expresión dolida- Mira tu hermoso rostro, tan pálido, y esas ojeras- acunó su mejilla en su mano.
-Ay mucho trabajo por hacer- dijo suavemente Ashary agradeciendo la taza que lo hizo estremecer de satisfacción cuando el calor de esta traspasó sus guantes y alivio el dolor en sus dedos- Muchas gracias.
Marian inclinó la cabeza con una sonrisa.
-El trabajo es importante pero la salud también. Así que ordenaré que te preparen un buen baño caliente con mis aceites especiales y que pongan un calentador de carbón en tu cama.
-Pero cariño, mira todos estos papeles, sabes que soy lento en todo eso.
-Shhh- la reina alzó un dedo- eres el rey.
Ashary inclinó la cabeza en agradecimiento. Con Jeremy era más natural su comportamiento, pero con la reina le gustaba ser cortés y elegante, aunque ella siempre le decía que sonriera más. Con los dos... se sentía como si tuviese unos tíos que lo mimaban constantemente. En padres no... pues a pesar de todo, se había convertido en lo que era por esa educación, por sacar algo positivo.
Comenzó a tomar el té sintiendo el líquido bajar por su cuerpo y el alivio apropiarse de él, cuando la puerta fue tocada con fuertes golpes. Tras abrirse apareció un soldado agitado.
-Su Majestad, hay problemas en la frontera. Los bárbaros se están haciendo terreno. Necesitamos refuerzos.
La tensión en la sala fue palpable.
***
-Ja- Ashary agitó la correa de su caballo para que corriera lo más rápido que pudiese a pesar de la nieve que obstruía el camino y golpeaba su rostro. No había tiempo que perder. Cada segundo era importante.
Había sido solo cuestión de tiempo que los bárbaros hubieran buscado refuerzos. Seguramente lo llevaban planificado desde hacía tiempo aprovechando la situación. Sin embargo... Ashary había anticipado este escenario y solo había una solución.
Ahora se encaminaba en dirección al único lugar donde podía pedir los refuerzos suficientes y que llegarían a tiempo. El único noble neutral que tenía sus tierras y residencia cerca de los límites del reino y con el poder militar suficiente para ayudarlos. Muchos le decían el noble blanco pues no pertenecía a ningún reino, ni tampoco le importaba la política. Estaba más centrado en el comercio ya que el río que pasaba por sus tierras tenía salida al mar.
Comerciaba con todos, negociaba con nadie.
Y Ashary iba en camino para darle una oferta que estaba seguro no rechazaría pues si o si tenía que lograr que cooperara con ellos para ganar la guerra.
Les juro que este es el último capítulo puente. Ya en el otro aparece el lyoncito querido jejeje
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