No, no y no. Su padre no podía estar pensando en eso. Ashary daba vuelta de un lado a otro en su habitación.

¿Golpe de estado? ¿En qué momento las cosas se habían tornado así? Si los recuerdos que tenía era de su padre y el rey siendo amigos, por eso es que se había casi criado junto a Lyon. Sin embargo, no podía descartarlo, su padre había comenzado a actuar extraño desde que la duquesa... había fallecido hacía un año tras luchar meses contra una enfermedad que la había dejado postrada en la cama y...

Se estremeció por no querer pensar que su padre tenía algo que ver en eso. Su cabeza dolió.

Además, si había un cambio de estado en medio de una guerra que estaba prácticamente pareja para ambos bandos significaba que el bando de ellos se debilitaría por el conflicto militar y social. Habría muchas más muertes, el pueblo era el que principalmente sufriría, su ejército se desmoronaría. Incluso Lyonhart y Charles podrían morir.

Todo sería un caos.

Y Ashary sintió una presión sobre sus hombros tan fuerte que se tambaleó y casi cae de rodillas. Y en medio de todo ese bucle estaba él y aquello... no podía permitirlo.

Cerró los ojos y respiró con calma. Debía pensar fríamente como lo estaba haciendo hasta ahora pues dependiendo lo que hiciera ahora supondría o... que se quedaba del lado de su padre o... lo traicionaría y todo lo que conocía se desvanecería.

-Podría perder mi cabeza por esto- rio sin ganas- Maldito sentido del deber-

Y diciendo eso salió de la habitación, pero antes de ir directo a donde estaba Jeremy y Matías dobló la esquina y fue hasta el estudio de su padre. Por suerte no había nadie en el pasillo, y aunque lo estuviese lo haría igual. Su padre no sospechaba de él, aunque no lo tratara como hijo, y eso... Ashary lo tomaría en ventaja.

Rápidamente ingresó al estudio y fue directo hacia el escritorio de él. Debía estar allí, lo había visto guardar el antídoto allí, y tras buscar en varias gavetas lo encontró muy escondido hacia atrás. Sus manos, empapadas en sudor anticipando lo que pasaría apretaron el frasco entre sus dedos.

Miró el retrato pintado de su difunta madre sobre la mesa y un deje de culpa lo atravesó. Aun si ellos no se habían comportado como padres le habían dado un techo y un plato de comida, y a la vez le habían enseñado que su posición de duque y el reino estaba por encima de lo demás. Por eso... Ashary no podía dejar que el reino de Gless sufriera.

-Mi pueblo primero- cerró los ojos con el pecho apretado- Lo siento madre- abrió sus párpados y el rojo de sus orbes resplandecía.

Salió de estudio directo a donde estaba la reunión, pero cuando llegó su padre venía subiendo la escalera.

-Ashary ¿qué haces?

El rubio se detuvo en seco y su espalda se empapó de sudor. Reconocía esa expresión en el rostro de su padre, ese brillo de sus ojos. El mismo que tenía cuando obtenía algo.

-Nada padre- intentó mostrarse normal, aunque por dentro los nervios lo carcomían- Solo iba a la biblioteca- miró a la salida- ¿el rey ya se fue?

-Si- Matías caminó con una notable sonrisa- tenía cosas que hacer y solo pasó de rutina- pasó por al lado de su hijo.

-Lo veo de buen humor, padre- no pudo evitar decir.

Matías se detuvo y lo miró por encima del hombro.

-Pues... dentro de poco tendremos buenas noticias- y diciendo eso siguió de lado.

Ashary espero a que los pasos se desvanecieran a lo largo del pasillo para salir corriendo. Bajó las escaleras y fue directo a la entrada del costado atravesando la cocina, las personas en su camino nunca lo había así por lo que se sorprendieron. A Ashary no le importó.

Corrió directo al establo y jadeó al llegar.

-Dame un caballo- le pidió a uno de los empleados.

-Joven seño...

-AHORA- el siempre tranquilo Ashary gritó asustándolo y fue motivo suficiente para que este se moviera y le trajera uno de los caballos del establo.

Ashary no perdió tiempo, le arrebató la correa y se subió rápido sobre el animal, obviando la pulsada de dolor ante los movimientos bruscos en su espalda. Agitó la correa y el caballo salió corriendo a toda velocidad. Él no miró detrás, pero sentía un peso en su pecho... quizás no volvería a tocar el suelo de su mansión, pero, a pesar de todo, algo dentro de él le decía que estaba haciendo lo correcto.

***

Encontrar la caravana del rey no fue difícil, no se habían alejado mucho, lo complicado sería que lo dejaran ver. Se acercó deteniendo el caballo delante de ellos, y por supuesto los guardias se pusieron en alerta a pesar de quien era.

-Necesito darle una información importante a su majestad, por favor, déjenme verlo- Ashary jadeó.

Los guardias se miraron. Uno de ellos se acercó al carruaje y preguntó y tras un tiempo... demasiado largo para Ashary y que no le gustó para nada recibió la aprobación. No lo pensó dos veces, se bajó del caballo y fue directo al carruaje, entrando sin pedir permiso ni nada, cerrando la puerta a su espalda.

Lo que encontró lo asustó, Jeremy, estaba consciente aun pero su rostro mortalmente pálido y sus labios faltaba poco para que se volvieran azules. Ashary se estremeció y buscó el pomo con el antídoto con las manos temblorosas. Se sentó al lado del rey y lo recostó contra él.

-Por favor, sino confía en mí, le pido solo esta vez que lo haga, necesito salvarle la vida, tome esto- su voz salió llena de ruego. Le tenía un cariño especial a Jeremy, no había sido su padre, pero se comportaba como si fuera uno con él.

Por suerte el rey no opuso resistencia y tomó el contenido del frasco por completo. Ashary sabía que esto afectaría a su padre que seguramente había estado de camino al estudio a tomarlo, mas no le importaba. El rey era más importante.

Jeremy tosió tras terminar de tomar todo y su cabeza cayó sobre su hombro con los ojos cerrados. Ashary tembló al este no moverse. Apretó sus manos en un intento de contener el temblor. Estaba asustado, muy asustado, y si... no había funcionado.

-Estoy... bien- segundos después- la voz de Jeremy salió en un suspiro agotado y eso hizo que el alfa le volvía al cuerpo a Ashary que soltó un jadeo- Gracias.

Ashary cerró los ojos con alivio. El rostro de Jeremy estaba lentamente tomando color y para cuando llegaron al castillo de vueltas él pudo sentarse nuevamente, aunque su cuerpo se notaba inestable.

-Su majestad- Ashary se arrodilló aun dentro de carruaje- solo le pido que tenga clemencia de los criados de ducado- dijo bajando su cabeza sin poder ver al rey de la vergüenza- ellos son inocentes.

Jeremy lo miró por unos largos segundos y le puso la mano en la cabeza a Ashary.

-Te voy a hacer una pregunta y quiero que me respondas sinceramente Ashary Davreles- el menor se estremeció ante la intensidad de su voz contrastante con su aspecto agotado actual- ¿De que lado estás? ¿De tu padre o del mío?

Esa era la pregunta, pero Ashary solo tenía una respuesta y lo miró decidido.

-Del lado de mi pueblo.

Y Jeremy sonrió.

-Serás un buen consejero en el futuro- inclinó la cabeza- Levántate, no voy a castigarte a ti o a los empleados del ducado, pero necesitaré tu ayuda- entrecerró sus ojos- tu padre... no actuaba solo ¿verdad?

Ashary pestañeó.

-¿Usted lo sabía?

Jeremy asintió y corrió la cortina de la ventanilla donde había cerca de cinco doctores esperándolos.

-Solo fui a comprobar mis sospechas. Matías ha querido el trono desde hace mucho tiempo, pero no podía hacerlo solo. Necesitaba el apoyo de varios de los nobles, y ha usado de excusa la guerra por lo que la ha estado prolongado por mucho tiempo. Como sabe, soy el rey, pero no tengo el control total sobre todo los territorios de la frontera.

Ashary frunció el ceño. Entonces... todo había sido un juego por el trono, vidas en peligro, muertes innecesarias, sentía una furia correr por dentro de él. Miró fijamente Jeremy y dijo algo que nunca pensó.

-Deme el control completo del ducado- su seguridad era abrumadora para alguien que solo tenía 22 años, considerado un cachorro inexperto todavía- Pondré a los nobles a sus pies, terminaré está guerra con una victoria y le daré el control de toda la frontera.

Jeremy alzó una ceja.

-hablas con mucha confianza- entonces sonrió- pero sé que eres capaz de eso y demás- se puso serio y miró por la ventana- Guardias manden a llamar al duque Davreles y que vaya a mi estudio, hay un asunto que tratar con él- tras esto miró a Ashary- trataré el asunto del envenenamiento con la mayor discreción posible para no crear inestabilidad en la corte, pero tendrá que trabajar el doble.

-Delo por seguro- y Ashary sabía que no había vuelta atrás.              

Bebes, este capítulo no tiene romance pero terminé enamorada de Ashary... y ustedes. Y pensar que este capítulo no estaba en la planificación principal.