Oler, le había dicho que le dejaría OLER. No encajarle el diente hasta la base.

-Demonios- Ashary apenas pudo protestar sintiendo el dolor atravesar cada fibra de su piel tras los colmillos de Lyon romper esta. Eso realmente había dolido y mucho. Incluso su cuerpo se había quedado paralizado.

Un jadeo salió de los labios de Ashary segundos después cuando la bruma que lo había envuelto se fue difuminando, e intentó recuperar el control. Aquello era extremadamente peligroso. Lo de menos era la mordida, no había rozado su glándula en la nuca por lo que solo dejaría una cicatriz temporal, lo que más le preocupaba eran las toxinas en los colmillos de Lyonhart.

Toxinas cargadas de feromonas que dispararían las de él, y que los dos perdieran el raciocinio y los dominara su parte más salvaje y primitiva... no terminaría para nada bien. Y lo sabía porque sus dedos ya se estaban calentando y entumeciendo. Él estaba también a mitad de la manifestación por lo que su estado hormonal era todo un circo en ese momento.

Maldición, sino separaba a Lyon de él y le ponía mínimo una mordaza en la boca terminarían follando como animales en celo... sin estar como tal en celo.

Con razón cumplir 18 años y comenzar la manifestación a alfa u omega era tan velado. Las hormonas hacían de las suyas y los accidentes podían ocurrir.

Como ahora, pero antes que Ashary pudiera pensar en alguna forma de poder quitarse el cuerpo de Lyon de encima, que lo presionaba cada vez más contra la pared, la boca de él se abrió sacando sus colmillos..., erróneamente pensó que era un alivio, antes que el príncipe volviera a morder con más fuerza y más atrás.

Buscando su glándula.

Quería hacerle una marca... temporal.

Ashary tuvo que morder sus labios evitando que un grito saliera de estos debido a que si era escuchado y alguien iba a su ubicación que no fuera Charles, los rumores correrían sin final.

-Maldito Lyon, deja que salga de esta, te vas a acordar de mi nombre hasta en tus sueños- Ashary gruñó removiéndose lo más que podía en un intento de soltarse, pero las manos del pelinegro no lo soltaban para nada, por el contrario, lo pegaban y arrinconaba mucho más en un intento de tenerlo en total sumisión a él.

Ashary chasqueó la lengua y abriendo su boca mordió el hombro delante de él, quizás con el dolor Lyon reaccionaría y le daría un pequeño margen para escapar sin embargo fue en vano. En vez de que el doliera a Lyon le dolió a él. Los músculos del que sería alfa eran más sólidos de lo que pensaba.

Otro gemido salió de la garganta de Ashary. Intentó removerse aún más, pero esto ocasionó que los colmillos de Lyon se enterraran aún más. Pequeñas lágrimas azotaron el borde de sus ojos.

-Suéltame de una maldita vez- sentía que se estaba quedando sin fuerzas, primero por las toxinas y segundo su cuerpo era más delgado que el de Lyon y le estaba faltando el aire, por no mencionar la estimulación en su cuello, un área muy sensible- Lyon- la frustración lo estaba invadiendo.

En eso Lyon volvió a sacar sus colmillos para lamer la zona donde había dejado las mordidas. La piel ya se había tornado completamente roja y olía a él. Lamió varias veces recorriendo su lengua gustosamente por la piel suave delante de él y que temblaba. Es que incluso la forma en que resistía era excitante.

Y decía su nombre, quizás agregaba algo más, pero para él no era entendible.

Su miembro duro aun guardado en su pantalón palpitaba y lo restregaba entre los muslos que había logrado abrir. Y se sentía tan cálido y agradable allí, necesita que fuera más intenso. Quería sentirse bien.

Necesitaba más.

No podía negar que el cuerpo más pequeño se sentía delicioso contra él... quería... quería... hacerlo suyo, así podía morderlo, besarlo, comerlo cuando quisiese.

Los ojos dorados de Lyon resplandecieron completamente fuera de sí. Su bestia interior palpitando por salir, tomando el control de todo su ser. Por lo que abrió la boca de nuevo y esta vez encajó sus colmillos más atrás intentando llegar a la tierna glándula que estaba en la parte posterior de aquel cuello.

Ashary pensó que el cielo y la tierra se le había unido cuando uno de sus colmillos rozó su glándula. No la había mordido debido a que estaba creciendo y no tenía tamaño suficiente, pero la estimulación fue tan grande que su cuerpo se estremeció y un gemido salió de su boca mientras su cuerpo perdía el control... y el orgasmo lo recorría.

Su pantalón se humedeció justo donde su miembro seguía siendo rozado alargando la intensa sensación. Y no solo ahí, su agujero palpitaba de una forma que lo hacía hacer consciente que se encontraba vacío.

Ni siquiera tuvo fuerzas para volver a luchar. Había sido drenado y solo con aquello. Y al parecer Lyon se dio cuenta pues fue sacando sus dientes lentamente. Su rostro se notaba frustrado porque no había podido marcarlo, pero a la vez satisfecho al poder olor el característico olor a semen que no era de él.

Y no se detuvo allí, se las ingenió para aguantar las dos manos de Ashary sobre su cabeza con una sola mano dejando libre una de las de él para bajarla y posarla justo donde a mancha se marcaba en el pantalón de Ashary y lo apretó ligeramente.

Ashary apenas pudo soltar algo. Su boca ligeramente abierta soltó un jadeo, sus párpados medio caídos, como si se estuviese durmiendo. Aturdido por los efectos pos orgásmicos.

Y la mano de Lyon se movió amasando la zona abultada y húmeda, mirándola como fascinado por la imagen contra su propio cuerpo. Hasta que sus dedos llegaron a los botones del pantalón y los abrió fácilmente, pudiendo meter su mano en el interior ahora sin ninguna traba

Ashary gruñó ligeramente y su cabeza cayó hacia adelante sobre el hombro de Lyon que anteriormente había mordido. Las feromonas que salían del cuello del príncipe solo lo aturdían aún más sin poder unir un pensamiento con otro.

¿Qué estaba pasando? ¿Por qué se sentía así? Su cuerpo no le hacía caso

No podía encontrar respuestas para esas preguntas. Sin embargo, si fue consciente cuando los dedos que masajeaban anteriormente la zona de su miembro ahora se sintieron más caliente piel con piel y cuando bajaron aún más... presionando la punta de dos de ellos contra su agujero.

Eso... hizo que la nebulosa de Ashary se difuminara de golpe junto con la corriente eléctrica que lo recorrió. Su cabeza se alzó para protestar, pero la boca de Lyon... se apoderó de sus labios.