Mase

El traje me estorba y el mismo ambiente esta empezando a irritarme, "que termine rápido"—disimula un poco —murmura Dan —cualquiera que te mire mas de tres segundos se dará cuenta que te quieres pirar de aquí.

—Pues no estarían equivocados —dejo mi vaso vacío en la bandeja del mozo que pasa por mi lado y tomo otro.

—Es trabajo y mientras más rápido lo hagamos, más rápido podremos terminar y estar donde perteneces —doy un sorbo justo cuando escucho a la gente saludar de una forma aduladora y se que los invitados especiales han llegado.

La fiesta benéfica en la que estamos lo esta realizando la familia Monterreal. Tuve que hablar personalmente con el capo para tener su permiso y permitirle entrar en nuestro territorio, para Rossi, mi estrategia es limar asperezas, pero a la vez tenerlo bajo mi vigilancia y descubrir si traman algo contra nosotros, "con el único que tiene algo, es contra su puta familia".

Al ver hacia un lado miro a mi futura esposa entrando toda altiva y elegante del brazo de su padre que lleva la arrogancia como segunda piel —empecemos —susurro y ambos llegan hasta donde estoy.

—Don —me tiende la mano mi futuro suegro y yo la tomo.

—Pamela — saludo a la hija tomando muy suavemente su mano y beso el dorso dándole una mirada de seducción que la hace sonrojar.

—Veo que eres un hombre de palabra —dice y ve alrededor —nuestro capo esta impresionado de que hayas logrado convencer a Rossi de dejarnos entrar.

—Le prometí una entrada a Italia y lo cumplí —miro a su hija —pronto ya no necesitaran ningún permiso ya que seremos familia —la hija sonríe alegremente y veo como mira a su padre pidiendo algo sin palabras.

—He estado pensando y no creo que tengas inconveniente en adelantar un poco la boda —dice mientras su hija se aparta de su lado y viene a mi lado agarrando mi brazo.

—¿Qué tanto la quiere adelantar? —este sonríe de una forma que me da gana de romperle cada uno de sus dientes.

—Mi hija desea ser tu esposa lo mas pronto posible y estuvimos de acuerdo en celebrarlo en dos meses, ¿Qué opinas? —miro hacia la hija y noto como su mirada muestra una fuerte ilusión, "ilusa". Sonrío falsamente y dejo un beso en su frente antes de volver a ver al consigliere de los españoles.

—En dos meses será —levanto mi vaso y mi futuro suegro ríe alegremente anunciando a todos los presentes del evento de caridad sobre la futura boda, "gracias por apresurar la muerte de tu hija, imbécil".

—Sabia que no te negarías —habla la mujer a mi lado estrujándose aun mas en mi costado, al punto que puedo sentir sus tetas. La forma en la que me esta mirando tiene una doble intensión, una que capto y bajo a besarla sin animo ni sentimiento, "los únicos labios que deseo sentir son los de mi mujer".

Fueron las dos horas más agobiantes que tuve que pasar, por momentos apagaba mi cerebro para poder seguir con la maldita farsa. Cuando al fin pude retirarme, Dan me acompaña y sube conmigo a mi auto en donde acelero para irme lo más rápido posible —que bueno que te anticipaste a sus acciones y comenzaste con la inducción de veneno —me aflojo la corbata y desabotono los primeros botones.

—No era difícil adivinar que iban a proponer el adelanto de la boda —giro adentrándome a la calle principal —ahora es solo cuestión de esperar para que la magia pase —sonrío ladinamente de solo imaginar la cara del gordo al ver a su hija muriéndose lentamente.

Me lleva un poco mas de 1 hora llegar a la casa de mi padre. El portón negro se abre lentamente dejando a la vista la estructura bastante ancha de dos plantas, "uno de los pocos escondites que le pude conseguir cuando tomé el lugar de Don". Al detenerme una figura bastante alta y completamente de negro me recibe.

La sorpresa en mi rostro es notoria que no me importa dejar la puerta de mi auto abierta, me voy acercando a paso acelerado hasta que me estrello en los brazos del hombre que es como un segundo padre para mi —benvenuto.

—Zio —el hombre me aleja y toma mi rostro sonriéndome con autentica felicidad, "ni las rejas pudieron hacerle perder su presencia imponente". Danilo Bernardi no fue uno de esos que bajó los brazos cuando lo encerraron, mas bien reforzó su fuerza tanto física como de lazos —¿Cómo es que estas aquí?

—Digamos que tuve que recurrir a un método algo arriesgado.

—Querrás decir estúpido —mi padre hace acto de presencia vestido como siempre de un traje de tres piezas gris —¿Cómo fue?

—Tal como previmos, pidieron celebrar la boda en dos meses —una sonrisa ladina se forma en sus labios mientras se ve con mi tío, "me hubiera gustado verlos en su mejor época".

—Me contactaré con la gente de Emir para informarle lo acontecido y saber como va todo de su lado —mi tío asiente y mi padre nos deja.

—Ahora que estamos solos, ponme al día de como esta la famiglia —asiento y ambos nos dirigimos adentro en donde informo a detalle como han estado las cosas desde que tome el control de Roma, los cambios que han estado haciendo los Rossi y los enlaces que hemos conseguido.

David

Termino la llamada con Emir dejando en claro como debe proceder para que cuando nos movamos sea simultáneamente. Me encamino hacia el gran salón en donde de seguro Danilo y mi hijo están hablando, pero cuando voy a abrir la puerta me detengo al oír la pregunta que hace Danilo;

—¿Y como fue con esa persona que me mencionaste esa vez? —"¿persona?"

—Muy bien —responde Mase —ella ahora es mi novia —mi cuerpo se tensa ya que solo hay una mujer que se me viene a la mente, "no esta pasando". Abro estrepitosamente la puerta llamando su atención y voy directo hacia mi hijo agarrándolo del cuello.

—¿Qué mierda acabas de decir?

—Papá...

—Repite lo que acabas de decir...Mase —sin apartarme la mirada toma mis muñecas y las jala al punto de hacerme soltarlo.

—Alexandra es mi novia —mi puño se conecta con su cara que termina en el sofá.

—¡ERES UN MALDITO IDIOTA! —grito y lo vuelvo a agarrar —¿sabes si quiera lo que estas diciendo?, te dije muchas veces que no nos podemos permitir distracciones, peor ahora que estamos cerca de conseguir el poder total.

—Ella no es una distracción —su mirada muestra un enojo igual al mío —ella es mía y ni tu ni nadie va a impedirme tener lo que deseo —cuando intento golpearlo de nuevo una mano me detiene que al ver hacia atrás me encuentro con Danilo serio.

—Fue suficiente —respirando como un toro, suelto al pendejo que tengo como hijo estrellándolo contra el sofá.

—Sabes bien que esta cometiendo un error —suelto.

—El es libre de estar con quien desee, David —lo miro queriendo refutar, pero esa mirada fría y vacía me calla, "estos años en la cárcel han dejado secuelas en él". Empezando de que ahora lleva el cabello mucho mas corto que de lo que solía llevar, los tatuajes abundan en sus brazos y manos, su físico ahora es mas ancho y marcado.

Si alguien de nuestro pasado lo viera le costaría un poco reconocerlo, sino fuera que lleva esa altivez y elegancia de los Bernardi, "una característica distintiva de ellos". Verlo ahora es como ver una versión mas musculosa y oscura del antiguo capo —¿ella sabe quien eres realmente? —miro hacia mi hijo que cuando asiente un frio invade mi espalda, "debo deshacerme rápido de ella, si Danilo la llegara a ver...".

Me doy la vuelta saliendo rápidamente antes de que la rabia me haga soltar palabras que solo serian mi perdición, "hare que tu hija comparta tú mismo final...Elena".

Mase

Veo a mi padre irse enfurecido, "no pensaba contárselo hasta que el plan estuviera hecho", un pañuelo es puesto en mi delante y veo a mi tío que tiene una mirada neutral. Tomo el pañuelo y limpio mi labio mientras me acomodo en el sofá. Siento a mi tío sentarse a mi lado, mas no me mira —sabes que en cierta parte tiene razón —dice y solo me quedo viendo el pañuelo en mis manos.

—No puedo dejarla —giro a verlo —lo que siento ni siquiera se puede considerar sano —esta vez suelta una pequeña risa y se apoya en sus codos.

—Entiendo lo que dices —ve sus manos en donde se puede vislumbrar en una de ellas cicatrices de alguna quemadura —entiendo ese sentimiento en donde ella se vuelve tu todo. Un sentir en donde tu mente y cuerpo la desean tanto que el no tenerla duele, y haces lo que sea para conseguirla —esas palabras me dan una visión de mi tío que no había visto nunca, "es puro agobio y nostalgia".

—¿La pudiste tener? —pregunto y todo el semblante de mi tío se ensombrece.

—No —responde y me mira —ella prefirió a otro — esa respuesta me congela. La simple idea de que Alexandra escoja a otro me enerva la sangre a un punto que debo pararme para calmarme —si realmente esa chica te ha elegido, debes tener cuidado de que jamás sepa lo que estas haciendo ahora —miro a mi tío cuando este se levanta y se planta en mi delante —porque el amor puede ser fuerte Mase, pero hay cosas que ni con amor se pueden perdonar y una mujer herida, es el peor enemigo que te puedas ganar —sin más mi tío se aleja dejándome hecho un desastre ya que después de mucho tiempo siento miedo por el futuro.

Danilo

Al llegar a mi habitación voy desabrochando mi camisa y me detengo frente al espejo. Mi torso esta vendando debido a las 3 apuñaladas que recibí en el disturbio de la prisión, "ese hijo de puta se emocionó demasiado". Había esperado bastante para que David me sacara de la manera «legal», como no podía ni quería esperar más, accioné desde dentro.

Al girar un poco uno de mis brazos, noto las cicatrices de la quemadura que tuve en mi enfrentamiento con la segunda mujer mas influyente en ese momento, "no te moriste sin dejarme un recordatorio tuyo, puta rusa".

Después desabrocho mi pantalón que al dejarlo caer veo mi otra cicatriz mas grande, una que fue la que mas dolor y trabajo me dio al momento de recuperarme, "esa turca supo bien como jugar sus cartas", a pesar de haber encontrado una cura quedo una marca de su acción. Pero son las cicatrices circulares las que más me fijo, esas que son por proyectiles de bala y que el recuerdo muchas veces invade mi memoria, "si bien las otras dolieron y dejaron su recordatorio, son estas las que jamás se sanaron así se hayan cerrado".

—Mia Ninfa mortale —susurro en medio de la oscuridad y viendo al espejo veo su presencia detrás de mí, vestida tal como ese ultimo día que estuvimos frente a frente, "cabello tan negro como la misma oscuridad que cargo, piel blanca que contrastaba hermoso con el rojo de la sangre que derramaba, pero lo que siempre deslumbraba y a la vez atemorizaba era esos ojos tan violetas que anunciaban una muerte lenta y cruel, ojos por los cual al día de hoy sigo anhelando."

El reflejo levanta un arma y sin mas dispara que cierro los ojos y al volver a abrirlos la alucinación ya no está —hubiéramos gobernado de una excelente forma...sorella —camino hacia el ventanal en donde la noche ya esta cayendo — ahora veras desde el infierno como consigo lo que tanto quisiste evitar.