Capítulo 23: "El inicio de nuestra amistad: Abriéndote mi corazón"
Una pelinegra abordaba un auto deportivo, mientras un apuesto joven de cabello alborotado la miraba embelesado.
¿Qué sucede?, no estoy vestida de manera apropiada para la ocasión, decía Milk preocupada.
Como siempre estás perfecta, respondió Gokú, haciendo que la pelinegra gire su rostro.
Creo que es momento de partir, ¿no?, dijo Milk.
Sí, ahora enciendo el auto, respondió Gokú, haciendo una pausa para agregar: No te compre alguna prenda para hoy, pues Sayuri me devolvió las prendas anteriores que te compre para nuestras citas, entonces pensé que tal vez ninguna fueron de tu agrado.
Las prendas estuvieron muy lindas, pero no me gusta recibir regalos de mis clientes, menos ropa, dijo la pelinegra.
Comprendo, no volveré a comprarte nada si no lo deseas, de igual manera la ropa que la compre pensando en ti, las guardare en tu closet, respondió Gokú.
¿En mi closet?, dijo confundida la pelinegra.
Si tú en mi departamento tienes un closet, solo con las ropas que compre para nuestras citas y que tú me has devuelto, confió en que volverás a usarlas en otra oportunidad, respondió Gokú sonriendo, al tiempo que manejaba.
Tiempo después:
Un par de pelinegros bajaban de un auto a mitad de un puente.
Este es el "Puente Dragón", desde aquí veremos el más bello atardecer de la ciudad, decía Gokú.
Ya lo creo, respondió Milk, mirando el maravilloso paisaje.
Como te vine comentando este es un puente turístico, son pocos los vehículos que entran a este, decía Gokú.
Sí, ya lo noté, hay muy pocos autos y todos parecen ya tener una ubicación delimitada, respondía Milk.
Así es, para visitarlo tienes que apartar tu cupo con semanas previas de anticipación, dijo Gokú sonriendo.
Vaya, respondió Milk, al tiempo que el joven de cabello alborotado caminaba hacia su auto.
¿Qué harás?, dijo Milk.
Te dije que cenaríamos aquí, ¿no?, acotó Gokú.
Sí, eso dijiste, aunque no creo que sea posible, decía Milk, quedándose callada repentinamente al ver al joven de cabello alborotado presionar un botón y hacer que la parte trasera del auto se levantara.
¿Qué te parece?, traje la cena en un canasto,..., acotaba Gokú, mientras la pelinegra miraba un mantel rojo, sobre el mismo un par de cojines.
La pelinegra solo sonrió ante el detalle del joven, quien le devolvió la sonrisa.
Gokú y Milk ocuparon sus lugares sobre los almohadones, el joven de cabello alborotado saco del canasto unos pequeños recipientes y los coloco sobre el mantel, luego saco un par de copas y una botella.
Hagamos un brindis, decía Gokú, mientras servía las copas.
Bien, respondió la pelinegra.
Por el inicio de nuestra amistad, dijo Gokú elevando su copa.
¿Qué?, respondió confundida Milk.
Por el inicio de nuestra verdadera amistad, porque a partir de hoy ella de verdad dará inicio, decía Gokú sonriendo con calidez.
¿Cómo puedes estar seguro de ello?, respondió Milk confundida.
Sencillo, es la primera vez que siento que verdad estás disfrutando de este momento, acotó Gokú.
Cierto, dijo Milk en voz baja.
Para sellar el inicio de nuestra amistad cada uno de nosotros tiene que confesar algo muy íntimo del otro, y ello será nuestro secreto, respondía Gokú.
¿Qué?, dijo Milk confundida.
Lo que tú quieras, la idea es que compartamos algún episodio de nuestra vida que nosotros consideramos muy personal y que nadie o solos nuestros amigos más íntimos lo sepan, acotó Gokú.
Bien, dijo Milk con calma.
Cuando iba en la escuela, me enamore de mi maestra, respondió Gokú.
¿Qué?, dijo Milk pestañando.
Ella fue un amor platónico por supuesto, un amor de niñez, yo solo tenía 10 años cuando me enamore de ella, un amor muy puro por supuesto, pero, aunque no lo creas me marco por muchos años, tanto así que me era difícil iniciar alguna relación con alguna chica, pues siempre andaba buscando las cualidades de mi maestra en ellas, incluso mis amigos empezaban a dudar de mis gustos,...., acotaba el joven de cabello alborotado sonriendo.
¿Lo dices en serio?, decía Milk.
Por supuesto, incluso muchos de ellos se alejaron de mí, entonces para evitar las habladurías decidí salir con cualquier chica que me coqueteara, incluso mi primer beso me lo dio una chica 6 años mayor que yo, cuando yo solo tenía 16 años, agrego Gokú.
Vaya, decía Milk, con calma.
Hasta que apareció Cirys, la hija de mi maestro de artes marciales, esa chica sí que es muy obstinada, agregaba Gokú sonriendo.
Como tú, acotó Milk con una cálida sonrisa.
Si, en ello nos parecemos, tal vez por ello me cayó tan bien en cuanto la conocí, aunque yo ya me había acostumbrado al amor libre sin compromisos, por supuesto también había asimilado que lo de mi maestra solo fue una ilusión de niño, ya que yo en mi mente ya está formando mis propios gustos por el sexo opuesto, hasta que apareció Cirys como ya te dije, ella me caía bien, me sentía bien a su lado, pero yo solo la veía como amiga, pero debido a su insistencia terminamos siendo novios a escondidas de mi maestro, él hasta ahora desconoce lo que tuve con su hija, y digo tuve porque ya no hay nada entre los dos, finalizo Gokú.
Vaya, jamás hubiera imaginado que tuviste un amor platónico, debió ser una mujer muy hermosa tu maestra, dijo Milk.
Sí, era una mujer muy hermosa e inteligente, pero me llevaba por lo menos unos 20 años, pero como te dije, luego comprendí que fue una ilusión de niño, ella trataba con tanto cariño, que yo el cariño que sentía por ella lo confundí con amor, pero luego me di cuenta que no era ese sentimiento, como te dije conforme pasaron los años fui formando mi tipo de chica ideal, tenía una imagen que yo creía irreal en mi mente, pensé que nunca existiría hasta que la encontré, acotó Gokú, mirando profundamente a la pelinegra.
Bueno, creo que es mi turno, ¿verdad?, dijo Milk con nerviosismo.
Sí, di algo de tu pasado, respondió Gokú.
Soy huérfana de padre y madre,...,decía Milk, mientras el joven de cabello alborotado la escuchaba con atención.
Pensé que solo no tenía mamá, al menos eso me dijo Vados, pensaba Gokú.
Mi madre falleció cuando yo tenía 10 años, mi madre fue la persona más valiente que conocí, ella me quiso mucho y me protegió mucho el tiempo que estuvo viva, mi mamá me crio sola, ya que la persona que me engendro la abandono sin saber de mi existencia, a pesar de ello mi madre nunca me enseñó a odiarlo, ella siempre trataba de hablarme lo mejor de él, a los oídos de mamá le llegó la noticia de que él siempre le había engañado, que él era casado y tenía otra familia, mamá no quería creer ello y me hizo jurarle que yo trataría de comprobar esa noticia, yo he estado buscando a papá durante algunos años, necesitaba tener alguna noticia de él, ya que lo único que sabía de él era su nombre, ya que el apellido que le dio a mamá parece que no era el suyo, pues nadie lo conoce con ese apellido, decía Milk con nostalgia.
¿Entonces tu padre en sí no está muerto?, respondió Gokú.
Lo está, hace poco me enteré de ello, nunca pude comprobar si llego a amar a mamá, lo único que supe es que efectivamente tenía otra familia, y que el apellido con el que mamá lo conocía no era el suyo, yo decidí dejar todo allí, no me interesa saber nada más de él, creo que es una persona que jamás mereció el amor de mamá, ni siquiera imaginas cuanto vi llorar a mamá por él, cuanto sufrí yo al ser llamada bastarda en la escuela, porque mamá era madre soltera, yo quería encontrarlo para echarle en cara todo el sufrimiento de mamá, pero ya no pude hacerlo, él murió antes de que yo diera con él, él nunca supo que tuvo otra hija, él nunca supo de mí, dijo Milk.
Lo lamento, respondió Gokú.
Por ello soy muy desconfiada y más tratándose de asuntos del corazón, me es difícil confiar, pues, así como mi padre traiciono el amor de mi madre, a mí me traicionaron la amistad,...., decía Milk, mientras le platicaba más sobre ella.
Minutos después:
Mina, si gustas yo puedo ayudarte con esa deuda, decía Gokú.
No, no es necesario, si te lo comenté, es porque sentí la necesidad de hacerlo, no quiero tu ayuda económica, no la quiero, respondió la pelinegra.
Bien, de igual manera quiero que la tengas presente, cuando lo necesites, solo dímelo, decía Gokú.
Ya que estamos platicando más del otro, y dando así un paso importante en esta amistad, te voy a pedir que no metas al dinero como solución a mis problemas, mis deudas son mías y yo las afrontaré, yo solo quiero a alguien que me escuche, nada más, ahora que ya no veré con tanta frecuencia a Vadi, respondía Milk con nostalgia.
Pues yo estoy dispuesto a escucharte cuando gustes, dijo Gokú.
Pues gracias, respondió Milk, haciendo una pausa para acotar: Te sigo recordando que respetes mi intimidad, yo solo te diré lo que mi corazón me dicte hacerlo, yo aún no puedo confiar plenamente en un hombre, como ya te comenté, sufrí la traición de alguien que creí mi amigo, mi padre traiciono a mamá y de alguna manera a mí, al abandonar a mi madre.
Pero yo no te voy a traicionar, decía Gokú.
Hechos, no palabras, lo mismo me dijo Broly, y me termino fallando, claro él a diferencia tuya desconocía muchas cosas de mí, que ahora tu sabes, acotó la pelinegra.
¡Gracias por confiar en mí! dijo Gokú.
No agradezcas, solo retribuye esa confianza con acciones, nada más, respondió la pelinegra.
Si no es molestia, podría hacerte una pregunta, agregó Gokú.
¿Qué pregunta?, dijo Milk.
¿Tú primer beso fue en la agencia?, respondió Gokú.
Sí, me lo dio Broly, dijo la pelinegra.
Broly, respondió Gokú, mientras pensaba: Entonces él si es especial para ella.
Si, él, acotó la pelinegra.
¿Te enamoraste de él?, si no quieres no me respondas, dijo Gokú.
Lo quise mucho en su momento, pero ya no, respondió la pelinegra, sacándole una amplia sonrisa a Gokú.
No sabes lo feliz que me hace tu respuesta, dijo el joven de cabello alborotado.
La pelinegra no dijo nada, solo miro en dirección al lugar donde ya se empezaba a ver el ocaso.
Ya se está empezando a ocultar el sol, dijo Milk.
Sí, es cierto, respondió Gokú, haciendo una pausa para acotar: Bajemos para ver mejor ese bello espectáculo.
Sí, acotó Milk.
El par de pelinegros bajaron del auto y caminaron hacia el borde del puente para ver hacia unas montañas, por donde el sol empezaba a ocultarse.
El joven de cabello alborotado miro a la pelinegra, mientras poco a poco se acercaba a ella, en un determinado momento, coloco su brazo, sobre el hombro de la joven y la apego a él.
Milk no dijo nada, solo continúo viendo el atardecer, mientras pensaba: ¿Abre hecho bien en abrirle mi corazón?
Nota:
Milk, ha decidido abrirle su corazón a Gokú y confiar un poco más en él, ¿pero esto bastará para que nuestra querida pelinegra pueda volver a creer en los hombres y en el amor?, descúbrelo en los siguientes capítulos de esta historia de amor.
También aprovecho para agradecer de antemano a cada persona que estén leyendo esta historia, ¡Gracias anticipadas por sus vistos y votos¡ y ¡Gracias especiales por adelantado a aquellas personas que se animen a dejar algún comentario¡ además quiero aprovechar para agradecer a las personas que están leyendo mis demás historias en proceso y las concluidas¡¡gracias por sus vistos, votos y comentarios en cada una de estás¡
Eso es todo lo que quería compartirles en esta nota, con "Mi número de contacto es...", Dios mediante será hasta el viernes, si Dios me lo permite con una nueva actualización de la misma.
Con mucho cariño.
PrincesaLirio.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro