Parte 83
¿Qué pensarían cuando alguien les dice que está embarazada? ¿Descanso?, ¿comer por dos?, ¿comida chatarra?, ¿antojitos? Bueno, en mi caso no era nada de eso.
—Una más
Marco, mi entrenador profesional desde el principio. Él había estado entrenándome desde que supimos que estaba embarazada, pero ¿por qué?, bueno, cuando eres modelo y decides agrandar a la familia, debes de entrenar a tu cuerpo para que en cuanto des a luz, puedas volver a tu trabajo lo más rápido posible.
—Ya — dije sentándome.
Tomé una toalla que estaba a mi lado y limpie mi cara.
—Muy bien — dijo estrechando mi mano — muy bien también ustedes — miró a mi prominente barriga.
—Quiero agua
Marco tomó mi bote y me lo dio.
—Estoy seguro que a más tardar en cuatro semanas vas a estar lista para pasar de nuevo en esas espectaculares pasarelas.
Reí.
— ¿Va a ser parto natural? — preguntó tomando su bolso de gimnasio.
—Todavía no lo sé — dije mientras mi pecho subía y bajaba.
—Considéralo, la cesárea es más tardada — me sonrió — nos vemos mañana.
Le saqué el dedo de en medio a lo que rio y yo me acosté sobre la silla. La brisa que entraba desde la terraza era muy agradable, el sonido del viento hacia que me relajara.
—Pero querías ser modelo.
La voz de Billie me hizo reír.
—Vete a la mierda — alcé mis manos para que me pudiera ayudar a levantarme.Ella ríe pero igual me ayuda.
— ¿Cómo siguen Billie 1 y Billie 2? — pregunta sonriéndome.
—No se van a llamar así — digo caminando para entrar a la casa
—Bueno, tal vez Billie Junior
Rio y entro a mi cuarto. Esta habitación la tuvimos que acondicionar para que no pudiera subir escaleras.
—Solo piénsalo
Comienzo a cambiarme mientras Billie está en la sala.
—Ahora ¿qué hay de nuevo? — Pregunto quitándome el top.
—Okey, cinco semanas después de tu parto te he conseguido que puedas participar en la pasarela, y luego de eso una entrevista.
Salgo de la habitación ya completamente vestida.
— ¿Cinco semanas? Billie, yo no he aclarado que va a ser parto natural o cesárea.
—Abby, la recuperación por cesárea es más tardada, mínimo cuatro meses.
Tomo una manzana del frutero y le doy una mordida.
—Mis bebés son ante todo y todos.
***
—Que no estás gorda
Jason estaba en su estudio con algunos planos, y Aly a su lado. Desde que se enteró que iba a ser tía de dos niños, ha estado trabajando como loca en diseñarles una habitación.
—Siento que algún día mientras esté dormida voy a explotar — digo y Jason me mira con el ceño fruncido.
— ¿Crees que te metí una bomba?
Alysson niega con la cabeza y yo solo cierro los ojos.
—Jason, ¿puedes ir por un poco de agua? Me dio sed — digo y él solo se levanta y se va sin decir nada.
—Que domesticación — se burla Aly.
— ¡Ya quisieras, soy un hombre libre e independiente! — grita su hermano.
—Jason — digo.
—Ya voy — habla suavemente.
Aly me mira.
— ¿Ya has pensado en los nombres?
—Sí, pero todavía estoy indecisa.
Ella sonríe y pone u mejilla sobre mi vientre.
—Ya los queremos conocer
Rio.
—Aléjate de mis bebés Kamikaze
Aly y yo volteamos, Jason está en la puerta con el vaso de agua en la mano y una banana en la otra.
—Jason — niego con la cabeza.
—Ah, y tu mamá está a fuera junto súper suegro
Tomo el vaso de agua y lo dejo sobre la mesa de la esquina, Jason me veo feo pero le sonrio y todos salimos al patio. Mamá estaba parada esperándome, mientras que mi padre tenía a Tyler en la espalda jugando con él.
—Hola ma — salude sonriéndole.
Ella caminó hacia mí y me abrazó.
—Luces hermosa como siempre amor.
Nos separamos y papá rio.
—Dice Tyler que si te has comido una llanta.
Miró a mi pequeño sobrino.
— ¡Eso no es cierto!, ¡fue el abuelo! — grita desde su espalda.
Rio.
—Que abuelo tan mentiroso tienes ¿no? — pregunto mirando a Ty.
Él asiente.
—Eh, cuidadito que puedo hacerte una mortal — lo amenaza mi padre.
Mamá me mira.
—Traje algunas cosas — y me da una bolsa.
La tomo y veo que son dos cobijas blancas con ositos café.
—Las compré el día que supe que estaba embarazada de ustedes, pero siempre me dio mucho sentimiento usarlas, las guardé más como un recuerdo de lo feliz que me sentía en ese momento — dice con una sonrisa.
Y noto como mis hormonas de embarazada me hacen efecto.
—Mami, voy a llorar — y la abrazo
Ella me acaricia y me besa el pelo.
—Yo también traje algo.
La voz de mi padre me hace despegarme de mamá y limpiarme las lágrimas.
—Ay papi — digo y él baja a Ty de su espalda para ir al carro y sacar un caja de color crema.
Se acerca a mí y me la entrega.
—Bueno, yo no me enteré tan rápido de que tu madre estaba embarazada, pero también fue el día más feliz de mi vida saber que iba a tenerlos a ustedes. Y tengo mucho miedo Abby, mucho más que cuando tu madre estuvo embarazada, eres y vas a seguir siendo la niña de mis ojos para siempre — comienzo a ver como sus ojos se empiezan a cristalizar — pero sé que ahora eres un mujer y estoy tan orgullosos y feliz de ti, amor, que... — sorbe su nariz — que siento que me muero.
Rio con las lágrimas rodando por mis mejillas y lo abrazo tanto como puedo, él se aferra a mi espalda.
—Te quiero papá — digo muy a fuerzas porque no puedo hablar, mi garganta está en ese modo que cuando lloras te impide hablar.
Nos separamos y abro la cajita.
Son unos pequeños peluches de unos perritos blancos.
—Y esto fue lo primero que pensé en comprarles a ustedes — dice y seca sus lágrimas+.
Son tan bonitos y esponjosos que lo vuelvo a abrazar.
—Gracias pa
***
— ¡Voy a morir!
Jason me lleva en una silla de ruedas corriendo por el hospital.
— ¡Quiero a mi mamá! — grito apretando las agarraderas de la silla.
Las contracciones de parto empezaron hace una hora y ya estaba en la habitación, tranquila, pero ¿a qué perra loca se le ocurre ir a ver los jardines para calmarse? Ah sí, a mí.
— ¡Apúrale Jason!
Y el pobre va tan estresado y miedoso que me da risa. Da un giro y veo mi habitación.
Toco mi barriga.
—Vamos bebés, solo unos segundos ma...¡as! — gritó lo último.
Los doctores me colocan sobre la camilla y mi madre está a mi lado lo cual me calma un poco.
—Mami — digo aferrándome a su mano.
—Vamos amor, respira — dice mirándome.
Jason está a mi lado izquierdo todo temeroso y mirándome muy expectante.
—Ven — le dice mi madre
—Okey, ay está en labor de parto — el doctor mira a las enfermeras y después a mí — quiero que hagas tu mejor esfuerzo ¿ok?
Asiento y mi cara está roja, roja, ROJA.
—Amor, todo va a salir bien — Jason me toma mi mano y besa su palma.
— ¡Quiero cesárea! — grito sintiendo como mi cadera se rompe — ¡Anestesia!, ¡lo que sea por favor!
Comienzo a pujar nuevamente y mi pecho sube y baja.
—Vamos Abby, muy bien — me incita mi madre.
Y todo acaba cuando oigo el precioso sonido de un llanto.
—Felicidades, es un precioso varón.
Sonrió y noto como algunos cabellos se han pegado a mi frente sudorosa. Jason lo toma y lo miro.
—Eres precioso — digo viéndolo.
Pero, otra contracción me hace gritar.
— ¡Carajo, son dos! — grito apretando la mano de mi madre.
Ocho meses después.
Jackson y Jayden están en sus cunas dormidos tranquilos. Jackson es un precioso bebé de cabellera oscura como la de su padre, y unos enormes ojos azules, y vaya que es su viva imagen a diferencia de sus dos destellos de luz azules, sus mejillas rosas contrastan con la tez blanca.
Mientras que Jayden tiene un pelo café igual al mío tan rizado y bello que le hacen competencia a sus lindos ojos grises verdosos.
— ¿Tan hermosura hicimos? — Jason pone su mano sobre mi hombro.
Rio y pego mi mejilla sobre su mano.
—Solo yo.
Él frunce sus cejas.
— ¿Disculpa? En el cuento de la abejita se necesitan dos personas para crear vida.
Golpeo su estómago y lo abrazo.
—Son tan bellos — digo llorando.
—Amor, ya no llores. De todo lloras — acaricia mi espalda.
—Eso no es cierto.
—Ayer lloraste porque ya no había azúcar.
Me limpio las lágrimas y lo miro.
—Es que quería azúcar.
Reviso una vez más a mis bebés y les dejo un pequeño beso en sus mejillas tan regordetas.
—Me tengo que ir — digo y Jason me toma de la cintura para besarme lenta y tiernamente. Sube una de sus manos para acariciar mi mejilla.
—Yo cuidare de mis bebés kamikaze.
Rio y me separo.
—Son míos.
UN AÑO DESPUÉS.
—No
Jackson y Jayden me miran con ojos suplicantes.
—Por favor — dicen al mismo tiempo.
Y es que ellos se han vuelto inseparables, cuando pensamos que querían una habitación aparte, no, ellos suplicaron dormir juntos. Comparten sus juguetes, y en la escuela me han llamado para avisarme que cuando alguien molesta a Jayden, Jackson se mete en el lío, y viceversa. Y como no, el genes Michaels está en su sangre, casanovas, asegurados.
—No.
—Mamá — Jackson hace un puchero.
—Lo vamos a cuidar bien — Jayden le sigue.
—Es una vida y no va a ser un juego, ese animalito también sufre y no voy a comprarles ninguno — digo tomándolos de la mano.
Y es que estoy totalmente en desacuerdo en comprar animalitos.
—Y sin berrinches — los subo en la parte trasera del auto despegándolos de la vitrina de la tienda de mascotas mientras los flashes de las cámaras nos apuntan.
Abrocho sus cinturones y subo al auto quitando a algunos reposteros de en medio y arranco.
— ¿Vamos a ir al parque? — pregunta Jayden.
Miro su hermoso cabello rizado desde el retrovisor y niego.
—Vamos a casa de los abuelos.
Ellos sonríen y comienzan a jugar. Miro la pantalla del auto y veo una llamada de "El amor de tu vida, quieras o no"
Rio y aprieto un botón desde el volante.
"Vamos en camino, solo que Jackson miró una tienda de mascotas y ni te platico qué paso"
Oigo la risa de Jason.
"Ya me imagino — suspira — siento que tu padre me va a matar en cualquier momento si no te apresuras"
"No lo creo, tal vez te torturaría pero no llegaría a tales extremos de quitarles el padre a sus nietos"
"Mejor hubieras dicho que, no haría nada de eso porque me ama"
"Ya voy a colgar"
Y termino la llamada.
El portón de rejas se abre y entro, estaciono el carro y me bajo para abrir la puerta trasera y bajar a los dos amores de mi vida.
— ¡Hola! — mamá sale casi corriendo de la casa para abrazar a sus nietos que gritan y ríen al verla.
— ¿Ya no me quieres mamá? — digo haciendo un puchero.
—No seas ridícula Abigail — toma a sus nietos y entra a la casa.
Abro la boca indignada y entro. En la sala puedo ver a Jane al lado de Matt y Tyler corriendo para hablar con sus primos, Nat y Nick están platicando y Jason está en el mismo sillón que mi padre, todo quieto e indefenso.
—Que linda casa suegro — y recarga la cabeza sobre su hombro.
Papá lo tira al suelo y él se levanta con cara de asco.
—Qué bueno que llegaste hija — papá me abraza — ya hay que cenar.
***
Los adultos y Nat, estamos en la cocina.
— ¡Mamá! — oigo que gritan los niños.
Mis pies ya están en la puerta.
Jackson y Jayden tiene un perro en el suelo.
—Mira lo que encontramos — dicen sonrientes.
Ty me mira y levanta las manos.
—Yo no lo aparecí
Vuelvo a mis hijos que ya me están mirando.
— ¿Nos lo podemos quedar?
Miro a Jason y e'l me sonríe.
—Tú dices que nunca animales comprados.
Suspiro y sonrio.
—Bueno.
Jackson y Jayden gritan y comienzan a acariciarlo.
—Así ya seremos seis en la casa — digo
Jason me mira confundido.
—Si vamos a ser cinco.
Lo miró y le sonrió.
—Vamos a ser seis.
Tarda un momento en reaccionar y se lleva las manos a la boca y me mira.
— ¿Es en serio?
Todos se me quedan viendo.
—Sí — saco la prueba y Jason se lanza a abrazarme.
Los niños dejan al perro y cada uno me abraza en las piernas.
—Estoy embarazada
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Say WHAAAAAAAT?
Hola mis amores lindos y hermosos de toda la vida y el amortsssssss.
¿Qué tal les pareció el capítulo? — Imágenes de Jackson y Jayden actúales en mi Instagram : dairacstbooks
Weee la Abby está embarazada nuevamente, ¿les gusta esa idea?
Esto ya se va a acabar, máximo dos capítulos y ¡Bum! Acabado. Yo también quiero llorar, pero es tiempo de que esta bella historia termine para que empiece otra. ¿Quieren que les suba historia hablándoles de las dos historias que tengo planeadas subir y ustedes escojan cuál?
Comentarios al azar de cap, here.
Eternamente agradecida:
Daira ❤️
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