
Descansa.
Pov Sky
-Prepara al equipo, mañana a las 5 pm nos encontraremos a dos cuadras del Crown, te quiero listo, avísale a Mariana y Thomas, yo les diré a Fer y a los Harrison.-le dije a Mike mientras bajábamos del coche.
-De acuerdo jefa.-dijo esbozando una pequeña sonrisa antes de darse la vuelta y dirigirse a la puerta.
-¿A dónde vas?.
-¿A mi casa?.-dijo, o más bien preguntó.
-No te vas.-respondí.-es tarde, te quedas a dormir aquí.
Hacer hablar al animal que teníamos herido fue difícil y nos llevó algo de tiempo, ya estaba por oscurecer y no iba a dejar que Mike se vaya, no solo.
No quería que le pasara lo que sucedió con....Rick.
-Pero..-intentó protestar.
-Es una orden, mañana a primera hora puedes retirarte, pero hoy no.-dije de manera seria.-y avísale a todo el equipo que hasta nueva orden nadie sale solo en la noche o madrugada, a menos que se les mande a una misión, y te lo digo como líder, no como amiga. ¿Entendido?.
-Si señora.
-Puedes usar la habitación de siempre y comer lo que desees, ya sabes, estás en tu casa.-le dediqué una sonrisa sonrisa cansada y entré.
Quería bañarme, lavarme veinte veces la boca y dormir hasta que el cuerpo y mi alma dejen de doler.
-Eso es horrible, parece rata desfigurada con frío.
Una sonrisa pequeña apareció en mi rostro al escucharlo, Kabet realmente tiene un imaginación grande.
Sin más distracción fui y tomé una ducha caliente, intentando relajar mis músculos, el brazo me ardía un poco, pero nada de que preocuparse. Me coloqué una bata y envolví mi cabello en una toalla blanca, al acercarme al espejo detallé mi rostro, tenía ojeras y estaba un poco pálida.
La muerte de Rick me había afectado más de lo que quería admitir.
Procedí a lavarme la boca tres veces para luego ir a la cama. No podía dormir, llevaba ya una semana durmiendo y comiendo poco, distrayendo mi mente para no pensar y actuando normal cuando hay gente alrededor.
Tres golpes en la puerta me hicieron saltar en mi lugar, miré hacia la puerta y ahí, asomando su cabeza, se encontraba Barbie.
-Hola cariño.-saludé y di tres golpes a la cama para que se acercara.
Ella entró y noté una bandeja con una Coca-Cola y una hamburguesa de McDonald's.
-Hola mamá.-me dio un beso en la mejilla y dejó la bandeja sobre mis piernas, antes de tomar el control y encender el televisor.-¿cómo estás?.
-Bien cariño, un poco cansada.-respondí antes de darle un mordisco a la hamburguesa.
Dios esto está delicioso.
-¿Los dejaste peor?.-preguntó mientras hacia zapping.
-¿Qué?
-A las personas que te lastimaron mamá, ¿los dejaste peor?.
Suspiré y le mostré una sonrisa, no estaba de ánimo para hablar de aquellas personas. Bradik me respira en la nuca cada segundo que pasa y eso comienza a asfixiarme.
Terminé mi comida con poco apetito y luego me dediqué a observar a Barbie, tiene nueve años y su cabello está más largo de lo que estaba hace dos años, está un poquito más grande y su contextura se hizo un poco más gruesa. Ya no había nada de aquella niña tímida y de costillas notorias que habíamos rescatado de las manos de aquel mal nacido.
Que en paz no descanse.
-Mamá.
-Mhm.
-Ayer soñé contigo.
La miré con la pregunta clara en mi rostro, siempre que soñaban conmigo no era exactamente siendo una familia feliz. El psicólogo dijo que tal vez aparezco en sus pesadillas porque aparecí en un mal momento de sus vidas, y aunque fue para algo bueno, ellos pensaban que era una amenaza en principio, por ello su subconsciente a veces me pone de el lado contrario en sus sueños.
-¿Qué soñaste cariño?.
-Estábamos en ese sitio.-hizo referencia al lugar donde nos conocimos.-y estabas tu y una mujer peleando... por mi, ella me quería llevar, era una mala persona.-suspiró y me miró con una mueca triste.-te lastimó e intentó llevarme... no se si lo logró, justo desperté, pero ella..
Dejó la frase en suspenso y me acerqué a abrazarla, no iba a presionarla para hablar de eso si le hacia mal.
-Tranquila cariño, fue solo un sueño.-susurré mientras sobaba su cabeza.
-Ella decía que era mi mamá.-soltó de repente.
Mis caricias cesaron, y creo que mis latidos igual. Su madre, un tema que definitivamente no esperaba tocar.
Me separé un poco de ella y la miré directo a los ojos, esos ojos tan similares a los míos.
-Cariño, yo nunca toque este tema contigo ni con tu hermano porque al final se me hace un poco difícil, pero quiero que comprendas que te amo como si tuvieras mi sangre, a lo mejor no te saqué de mi cuerpo, pero lo único que tengo claro es que los amo, y que por su felicidad soy capaz de hacer lo que sea.-suspiré de manera sonora y continué.-si tu deseas saber quien es tu.. verdadera madre sabes que yo misma movería cielo y tierra por darte la información que deseas, que si eso te hace feliz soy capaz de..
Deje la frase al aire. No podía decirlo, yo definitivamente no sería capaz de dejarla ir, ni a ella ni a su hermano. En dos años se volvieron la mitad de mi mundo, me destrozaría si alguno de los dos se aleja de mi para siempre.
-Pero yo no quiero otra mamá.-dijo en un susurro lloroso.-yo te quiero a ti, tu eres mi mami, y-yo..
-Shh, shh. Tranquila mi niña, todo esta bien, pase lo que pase siempre serás mi niña ¿de acuerdo? nadie nos va a separar, nunca.-dije y me tragué las lágrimas que amenazaban con salir.
Luego de un rato ella se calmó y se durmió, estaba por hacer lo mismo cuando noté una sombra por debajo de mi puerta. Con cuidado me levanté, quité la toalla que tenía en mi cabeza y la enrolle en mi mano antes de abrir con cuidado la puerta.
La sombra se proyectaba por el pasillo, justo en la habitación de Luca, pero estaba inmóvil, como si estuviese esperando algo, me acerqué despacio y antes de que de se cuenta enrollé la toalla en sus pies y la jalé, el cuerpo cayó de bruces al suelo y coloqué mi pie sobre su espalda.
-Auch.-susurró el cuerpo debajo de mi.
-Mamá, ¿Qué le haces a Kabet?.-preguntó Luca abriendo la puerta de su habitación y mirándome.
Volví mi vista al suelo y reconocí la melena del amigo de Luca, rápidamente saqué mi pie y lo ayudé a levantarse.
-¡Dios mio! cariño lo siento mucho, no sabía que eras tu.-me disculpé rápidamente y lo abracé con culpa.-creí que era un ladrón o algo así, discúlpame en serio, no fue con intención.
-No pasa nada Skyler.-dijo abrazándome de vuelta.
Este niño es un amor.
-Dios, pensarán que soy una grosera..-comencé a divagar.
-Mamá.-llamó Luca y lo miré, miraba a su amigo de manera seria.-los chicos ya se iban.
-Un gusto ser atacado por usted.-dijo en un suspiro Kabet.
-no se van.-le dije a Luca.-es muy tarde, podría pasar cualquier cosa, se pueden quedar a dormir aquí, de esta casa no salen a menos que un adulto venga a recogerlos.
-Sería un gusto para nosotros quedarnos.-dijo en un susurro Endial.-pero Luca nos odiaría y nuestro hermano ya está por llegar.
-De acuerdo, si están por recogerlos entonces fue un gusto tenerlos aquí, y lamento lo sucedido Kabet.-me disculpé nuevamente.
Ataqué a un adolescente por error, nunca lo olvidaría.
-No se preocupe, le pasa a cualquiera.-dijo sonriendo, pero luego borro su sonrisa.-creo..
-Si bueno, fue un gusto.-dijo Luca interrumpiendo y empujándolos hacia las escaleras.
Esperé a que bajaran para sentarme en un escalón , si Barbara tenía sueños de ese tipo a lo mejor Luca también, pero él a lo mejor si desee saber de su verdadera madre, puede que no sea un chico que pregunte demasiado, pero tiene dieciséis, a esa edad los chicos comienzan a cuestionarse muchas cosas, tal vez quién es su verdadera madre es una de las cosas que se pregunte Luca.
-¿Mamá?.-preguntó Luca al verme.-creí que te habías ido a descansar.
-Aun no cariño, deseo hablar contigo.
-Claro.-dijo y se sentó a mi lado.
Suspiré de manera profunda antes de hablar, acepto que estoy un poco nerviosa.
-Tu sabes que te amo.-comencé.-y quiero que sepas que tanto tú como Barbara son lo más bonito que me pudo pasar, por lo tanto deberías saber que soy feliz sabiendo que ustedes lo son.-lo miré y el me observaba, me analizaba.-Yo entiendo que a esta edad a lo mejor tienes unas cuantas preguntas que deseas hacerme, a mi o a otra persona tal vez, y quiero que sepas que me tienes a mi para lo que sea, preguntar algo, investigar sobre algo, buscar a alguien, esconder el cadaver de alguien, lo que sea.
Hablaba muy en serio sobre lo del cadaver.
-De acuerdo.-fue lo único que dijo antes de volver a mirarme, esta vez con el ceño fruncido.-Barbie te contó su sueño, ¿verdad?.
Asentí y abracé mis rodillas mientras apoyaba mi mentón en una de ellas.
-Eres la única figura materna que e tenido.-comenzó y preferí no mirarlo.-Y si soy sincero no tengo ni un poco de interés en buscar otra, que para colmo ni siquiera fue capaz de mantenerme a su lado.-lo miré.-Mamá, no quiero saber quien fue el ser humano que me tuvo para luego botarme en lugar de abortarme, pero si que estoy agradecido con el universo por ponerte a ti como mi mamá, fue lo mejor que me pudo pasar.
No iba a llorar, ya lo había hecho mucho esta semana, sin embargo, mis ojos se llenaron de lágrimas al mismo tiempo que un calor se extendía en mi pecho. Lo abracé y le di un beso en la coronilla.
-Gracias.
No sabía por qué agradecía, pero lo sentí necesario. Luego de unos minutos Luca rompió con cuidado el abrazo.
-Amo tus abrazos, pero me estabas ahogando.
Solté una risa nasal y nos pusimos de pie.
-Buenas noches mamá.-dijo antes de darme un beso en la mejilla.-descansa.
-Buenas noches a ti cariño.
Él se metió a su habitación y caminé a la mía, con una sonrisa dibujada en mi rostro. La misma que desapareció apenas abrí la puerta de la habitación, Barbara seguía durmiendo plácidamente, pero alrededor de la cama había pétalos de rosas blancas, estaba repleto, y justo a los pies de la cama había una nota.
No estaba escrita a mano.
"Las próximas estarán teñidas del rojo de tu sangre, descansa tranquila esta noche."
firma: Bradik Lisbon.
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