Capítulo 14
¿Quién es ella?
El suelo del hospital es frio, tengo mi espalda recostada a la pared, mis piernas recogidas hasta mi pecho y mi rostro inclinada hacia adelante mi largo cabello castaño tapa mi rostro. Mis ojos arden, mi pecho duele, mi cabeza quiere explotar y yo solo quisiera que todo esto acabe.
Siento muchos pasos a mi alrededor, puedo observar a varios enfermeros caminando de un lado a otro, cuando giro mi rostro hacia la derecha, observo a, Agustín, que viene con dos vaso de pastico en sus manos.
Mis ojos recogen todo su cuerpo. Hasta quedar mirándolo directamente a los ojos, este me regala una sonrisa sin despegar los labios, se la devuelvo.
Él dejo caer su anotomía al lado de mi.- estiró su mano y me entrego un vaso.
-¿Café?-Inquirió extendiéndome su brazo con el vaso en mano.
- No me gusta mucho el café.- ¿No había chocolate caliente?- Me queje.
-Es una cafetería. Vende café.- Respondió con obviedad.
-Si lose, pero deberían de vender chocolate.- hice pucheros.
Él volvió a sonreír.
-Te hare chocolate cuando estemos en casa.- Dijo mientras soplaba el líquido que había en el vaso.
Eso me hizo reír.
-hay que comprar, ya que solo tenemos cereal.- dije en medio de risas.
- te gusta el cereal.- Afirmo con seguridad.
-Es lo único que preparas.- dije con obviedad.
Este solo vuelve a sonreír, y a beber del líquido de su vaso.- No lo negare.
-¿Por qué se tardaran tanto?- Murmure.
-¿Cuál es tu genero favorita de películas?- indago.
- ¿Por qué me cambias el tema?- Espete .
-A mí no me gustan las películas de terror.
Ok, está loco.
Lo mire de manera extraña.
-¿Qué?- hazlo las manos.- No a todos nos gusta ver demonios y espíritus.
Ya descubrí lo que está haciendo.
-Te recuerdo que fuiste tú.- lo señale con mi mano.- Él quiso vender una historia paranormal de una niña de un parque.
-Si nos iban a pagar, si.- volteos los ojos.
-Cuando salgamos de aquí te llevare a ver una película de terror.
-No, no, no.- comenzó a negar con la cabeza.
-No seas cobarde.
-Prefiero que me lleves a ver a través de mi ventana.
Solté una carcajada, y talle mi frente entre mis manos.
-No puedo creer que un tipo como tu.- lo señale.- Le guste ese tipo de películas.
La comisura de su labio se elevó un poco
-¿Eres racista? Siempre cuando hablamos de este tipo de cosas dices "un tipo como tú", ¿a qué te refieres con eso?
-Obvio que no soy racista...- lo mire con el ceño fruncido.- aparte tú no eres negro.- él soltó una carcajada.- Me refiero a que eres alto... y algo ¿Mayor?
-¿Soy viejos para ver películas y leer libros cliché?
Tonta.
-No. No es eso.- mi rostro comenzó arder.- eres....guapo.- No sé porque dije eso, las palabras solo salieron.
-Me consideras guapo, Juliana.- Arrastro las palabras, mientras se le formaba una sonrisa en su rostro.
-O sea si...normal, tampoco es que eres un Ares Hidalgo o un Poe Verme o un Jack Ross. - Respondí mirando hacia otro lugar.
-Tampoco me considero como ellos. Yo si éxito, Juliana.
Eso me hizo tragar saliva.
Qué vergüenza.
Hubo un gran silencio entre nosotros, en el hospital, todo el lugar se quedó en un total silencio. Nos quedamos mirando por unos segundos que pasaron súper lentos, me gustan sus ojos.
Sentí la necesidad de cerrar los ojos al observar que él se acercaba.
-No Juliana, no cierres los ojos.- Susurro.
Me sentí un poco avergonzada, me dio pena hasta abrir los ojos.
-¿Por qué?- Murmure.
-Porque soy capaz de robarte un beso.
Sentí mi cara arder, y estaba vez fui yo la que me acerque con la intención de besarlo.
-Familiares de la señora Nancy.- Escuche una voz.
Estuve a punto de besarlo, pero no paso.
Me levante súper rápido del suelo.- ¡Soy la hija!- ¿Cómo esta mis papas?
La cara del doctor me dijo muchas cosas, me imagino lo difícil que debe ser portadores de malas noticias.
-Señorita, su papa no ha reaccionado aún, se encuentra en cuidados intensivos.-Mis ojos se llenaron de lágrimas al escuchar esa noticia.
Mi papa ha sido un excelente padre, siempre ha querido lo mejor para mamá y para mí, aunque eso implique tener que estar alejado un poco de mi para que nunca me falte algo. - ¿Y mi mamá ?- Solloce.
-Su mama está en una habitación de recuperación... pero tenemos un problema, no tiene sensibilidad en una de sus piernas. Su pierna derecha sufrió muchos golpes muy fuertes y... la opción es amputar la pierna.
Sentí una punzada en mi pecho al escuchar eso, pero prefiero que no tenga una pierna a no tenerla a ella. No quiero seguir perdiendo personas. - ¿Puedo verla?
Asintió.- hay que darle la noticia de la operación, y necesito que vengas a firmas unos papeles donde das permiso a eso, ya que ella se niega.
Sentí unas manos en mis hombros, apretándolos, dándome fuerzas y ánimos para poder afrontar todo esto. No necesito voltear para saber de quién se trata.
-¿En qué habitación está?, quiero verla.
-89.
Asentí. - Nos vemos ahorita, señorita.
-Juliana, me llamo, Juliana.- él me sonrió y se fue.
Las lágrimas comenzaron a salir, coloque mis manos sobre mi frente, mi cabello caiga hacia adelante. Sentí los brazos de, Agustín rodeándome.- Todo estará bien, Juliana.
Me separe de él. Me pase la mano por la nariz para eliminar cualquier rasgo de lágrimas y todo flujo.- Voy a ver a mama.
-Está bien, yo iré a averiguando que papeles son los que se necesitan y todo eso.
-Gracias.
Ambos nos sonreímos.
¿Qué sería de mi si no contara con el apoyo de, Agustín.?
Estuve caminando por los pasillos, hasta que llegue a la habitación indicada. Me detuve al frente de ella, tomando aire para no derrumbarme al lado de mi mama. Emití una sonrisa falsa, necesito que me vea fuerte para darle fuerzas.
Tome el plomo de la puerta, esta frio, lo gire y mire las paredes blancas, tanto dolor en una sola habitación. Dirigí mi mirada hacia ella, tenía los ojos cerrados y su bata blanca.
-Mami.- La llame.
-Julia, ven acá. - abrió los brazos. - Salí corriendo hacia ella.
-Mama.- Las lágrimas comenzaron a salir. - Sus brazos me recibieron con mucho gusto, y pasaba su mano por mis cabellos acariciándome.
- tranquila, tranquila. - Me estaba consolando.- todo estará bien, pequeña.
- Te amo, mama.
- Y yo a ti, Julia.- ¿qué te han dicho de papa?
- Me separe de ella.- ella estiro su mano y comenzó a limpiarme la cara.- Solo me dijeron que está en cuidados intensivos. No ha reaccionado.
-Papa estará bien.- Aseguro ella.- Él es muy fuerte, al igual que tú.
-Mama.- quería preguntarle lo de su pierna.- El doctor... me dijo...
- Ya lo sé, Julia.- Murmuro.- Y no quiero.- Primera vez que le escucho la voz a mi mama quebrarse, todo este tiempo que hemos estado aquí en el hospital ella ha sido la que me da fuerza la que me dice que todo estar bien, pero la escuche, tiene miedo y dolor.
-Mama.- Solloce.- Te quiero a ti, y hay que hacerlo. Piensa en mí.- comencé a llorar.
-Tengo miedo, Julia.- lagrimas salieron de sus ojos.- y dolor.- estaba vez fui yo quien la abrazo.- ¡todo estará bien!- asegure.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo.
-Lo siento se acabó el horario de visita.- Nos informó una enfermera.
-Iré a firmas los papeles y averiguar más sobre papa, ¿Vales?
Ella solo asintió, mientras se limpiaba la cara.
Me aleje de ella y me dirigí hacia la puerta. Me gire para mirarla.- Te amo.
-Te amo.
Salí de la habitación en busca de, Agustín para saber que había averiguado. Este caminando, me detuve al escuchar el murmullo de una voz. Mire el pasillo y estaba vacío. Pero de igual forma mi curiosidad ganó, así que me atendré a este.
Lo vi, estaba Agustín de espalda, hablando por teléfono.
Juliana, es malo escuchar conversaciones ajenas.
Es malo si él lo sabe. Así que me quede.
-Lose, lose, claro que me acuerdo de ella.
¿Ella?
-Estoy trabajando entiende.... Lose, lose.- estaba ¿tenso? Pasaba sus manos por su cabello.- Claro que los quiero. Tratare de ir esta semana. Lose, lose.
¿Los quiero?
Será su esposa y su hijo. Tan solo en pensar en eso me da una punzada en el estómago.
-Está bien, solo cuídala, por mi.- Su voz cambio, estaba triste.- Gracias.- fue lo último que dijo y corto la llamada.
Antes que volteara logre salir del pasillo, me recosté de la pared para tomar un poco de aire y cerré los ojos.
Sentí una mano en mi hombre y abrí rápidamente los ojos.-Julia, ¿estás bien?
Asentí.- Si, bien. Vamos a firmas esos papeles.
Necesito saber de ¿quién es ella?
Nota de la autora:
Saludos mis belinlectores espero y se encuentre bien, un beso y un abrazo. Siento mucho la espera, espero poder actualizar más frecuente, de verdad lo siento, estuve muy ocupada y estresada con cosas de la universidad y bueno... no los quiero aburrir solo les puedo contar que todo esfuerzo tienen su recompensa, me gradué te técnico superior en la universidad ( gritos internos) y bueno, pero ya estoy aquí y se vienen más actualizaciones y nuevas cosas. Vamos poco a poco. Si no han leído un sueño en el autobús le recomiendo que vayan corriendo a leerla.
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