Palomas mensajeras.

-Julia, levántate o llegaras tarde

-Solo hablemos un ratico más, por favor

Ella hizo un sonido con su boca- No se puede, tienes que presentar ese examen por las dos

-Sola dime ¿estás bien?- Indague.

Ella coloco los ojos en blanco

-Sí, Julia cuantas veces te lo tengo que decir- Se quejó.

-Hasta que me lo crea.

-Anda, levante. Ya tengo que volver a la tumba.

-¿Cuándo te vuelvo a ver?- Solloce

-No lo sé. ¡Levante!-Grito ella.

-Te quiero, Jess.

Ella coloco los ojos en blanco, se estaba irritando.

-Saludos a tu nuevo, cuidador. – Me guiño los ojos.

Ahora fui yo la que coloque los ojos en blanco.

PIPIPIPI

La alarma.

Es tarde.

El examen.

Me levanto de golpe mirando la hora, es un poca tarde, lo único que me motiva es ir a presentar ese estúpido examen de una vez, que por el cual me desvele toda la noche.

Me vestí rápido solo me recogí el cabello en una cola alta y me apresure a ir a la cocina, quizás corra con suerte y Agustín haya preparado cereal.

Al entrar en la cocina no vi a Agustín, no hay rastro de haber estado aquí.

Así que comencé a buscarlo.

-Agustín

Comencé a llamarlo

-¡Agustín!

Me estaba desesperando, ¿Dónde estará?

-¡Agustín!- Seguía sin respuesta.

Comencé a sentir una opresión en el pecho, la misma sensación que sentí cuando mire a Jess cubierta de sangre.

Mi respiración se estaba tensando poco a poco, y yo seguía buscándolo.

Llegue a la parte trasera de la casa, y puede observar que la puerta estaba abierta. Cosa que me pareció muy extraña, ya que esa puerta no se acostumbra a abrir. Así que como toda una chismosa experimentada, asome mi cabezota con cuidado.

Y lo vi, allí estaba el de espalda.

Su espalda., es taaan

Ancha

Cuadrada.

Sexy.

Julia,  céntrate.

Ok, consciencia.

Hice  un ademan y me acerque, pero me detuve al fijarme que hablaba por teléfono. Estaba ¿tenso?

-Ok, si…si…claro que iré a verla.

Silencio.

-No me he olvidado de ella…lo se, lo se- Murmuraba.- Si voy a ir…. Solo cuídala.

Eso último pareció una súplica.

¿A quién va a ir a ver?

¿Por qué estaría tan tenso?

Agustín tiene esposa….

¡Claro es eso!

El me lleva 5 años, obvio que tiene esposa.

Y la verdad me duele que tenga esposa, y que no me lo haya dicho.

Y me haya besado.

Y dicho que yo le gustaba.

Estúpido Agustín.

-Julia.- me llamo

Estaba tan concentrada en mis pensamientos que olvide que él estaba a unos metros de mí.

--¡Hey...Hola!- Salude con naturalidad.

Claro muy natural.

-Tienes mucho rato parada allí.

¿Qué te preocupa que te haya descubierto?

-No- negué con la cabeza.- acabo de llegar.

Mentirosa.

-¿Por qué, sucede algo?

El negó con la cabeza.

-Ya deberías de estar camino al colegio.

El colegio

El examen

Mierda

-Sí, si, cierto.

-Espérame a que me coloque una camisa más presentable y te acompaño.

**

Voy llegando al colegio y lo primero que vi fue el carrito de helados, se encontraba en la misma posición. Y esta allí la señora de los helados, la mire un momento y justamente cuando iba a quitar la mirada sobre ella, volteo y me miro, me regalo una sonrisa triste y siguió con lo suyo.

Comencé a caminar y todos los alumnos se detenían a observarme, otros murmuraban cosas, otros solo se hacían los locos, como si no pasara nada.

Entre en el primer pasillo, y vi unas fotos de Jess pegada en una pared era como un homenaje.

Los ojos se me llenaban de lágrimas, me detuve un momento para observar y continúe mi camino.

Estaba al frente de la puerta del salón donde iba a presentar el examen, escuchaba los gritos de mis compañeros, aparte me  esperaba verle la cara al profesor Ignacio.

Respire profundo y abrí la puerta despacio.

Silencio

Todo el salón quedo en silencio al verme. Me quede de pie en toda la entrara. Respire profundo y avance.

Antes de sentarme en mí puesto me gire para verlos a todo y esboce una sonrisa.

-¡Hola!- levante de mi mano en señal de saludo.

-hola.- respondieron algunos.

Aun el salón se mantenía en silencio. Demasiado silencio para mi gusto.

-y el profesor Ignacio ¿va a venir?

- la verdad no sabemos.- Dijo Marce la vocera de la sección.- Amaneció algo enfermo.

Asentí con la cabeza y me senté.

Jess solía sentarse detrás de mí, así que me gire un poco para observar el pupitre vacío. Se me llenaron los ojos de lágrimas y sin que yo quisiera ya estaban recorriendo mis mejillas, nadie dijo nada. Así que rápidamente me limpie la cara.

-¿A quién creen que irán a mandar.- pregunte para todos en general.

Todos nos gíranos cuando vimos a la profesora Madeleine, la psicóloga del colegio.

Justamente la psicóloga

Si la misma a la que deseaste que se le muriera un hermano

Si, la misma.

-¡Buenos días Jóvenes!-Saludo muy animada y tranquila como siempre.

-¡Buenos días profesora…

El salón comenzó  a tener un poco más de vida, los muchachos comenzaron a saludar  a la profe y a preguntarle por el profesor Ignacio.

-Bueno muchachos estaré pasando por cada uno de sus asiento y les entregare su prueba final, cada prueba tiene escrito su nombre, y tienen preguntas diferentes, pero todas son de los apuntes del último trimestre.

Comenzó a explicar la profesora y a pasar por cada uno de los asientos entregando las pruebas y deseándonos suertes.

La verdad estaba muy nerviosa por presentar ese examen me sentía preparada, pero tengo que presentar los dos.

-Aquí tienes tu prueba, Juliana sue….

- Y la de Jess.- la interrumpí.

Ella frunció el ceño. No entendió.

-La prueba de Jess ¿Dónde está?

-Julia…

- Voy a presentar ambas pruebas se lo prometí a Jess.

-Julia, no es necesa…

-¡Voy a presentar ambas!

Ella suspiro.

Se dirigió hacia el escritorio y agarro una carpeta y dentro de ella saco una hoja.

El examen de Jess

Volvió hacia mí, se detuve a mi lado. Ambas nos sostuvimos las miradas.

Me regalo una sonrisa genuina.-Suerte.- Susurro.

Ella termino de entregar las pruebas y se fue hacia el frente.

-Tienen una hora para terminar el examen, chicos. Yo estaré sentada aquí y si tienen alguna duda no se cohíban en preguntarme, estoy aquí para ayudarlos.

Dijo estas últimas palabras, mirándome a mí.

Comenzó a correr el tiempo y las manos me temblaban, recuerdo a aquella vez que Jess hizo los exámenes de ambas, mientras yo  tenía  una crisis de pánico.

Empecé a leer las preguntas y al principio no tenía ni la mínima idea de los estaba escrito en ellas, pero poco a poco empecé a responder.

Estudie todo lo que estaba los exámenes.

Los apuntes de Jess tenían todo lo que iban a colocar.

Después de todo, creo que no iba a salir tan mal.

El tiempo transcurría y ya me faltan poco pero estaba confundida con dos preguntas. En realidad estaba confundida con la respuesta. Así que me arriesgue coloque la que creía correcta en la mía y la otra opción en la de Jess, conociéndome estaba confundida así que…. Esperare el resultado.

-Listo muchachos término el tiempo, pueden ir entregando.

Todos los muchachos se levantaron súper rápido para entregar e irse, espere que todos se fueran para ir a entregar.

-Tenga, profe.- le entregue ambos exámenes.

Ella los miro un momento y luego me miro a mí y sonrió.

Le devolví la sonrisa.

-Profe… disculpe por…mi mala respuesta de antier…y de verdad…lo siento… ya me tengo que ir.

- Espérate un momento, Juliana. Voy a revisarte los exámenes. Puedes sentarte mientras espera.

Me senté en el primer asiento, esperando su reacción.

Ellas comenzó a revisar las pruebas estaba muy nerviosa, mi pie se movía involuntariamente.

Pasaron 5 minutos y m hizo seña para que me levantara y dirigirme hacia ella.

-Este es el tuyo.- extendió el papel hacia mí.

90%

-Y este el de JESS.- estire mi mano para tomar el examen.

100%

¡Pasamos!

¡Pasamos!

-¡Gracias!- fue lo único que logre decir.

-No hay nada que agradecer, usted hizo todo el trabajo, Juliana. Primera promesa cumplida. Te faltan las demás.

Solo asentí y Salí del salón. Necesitaba aire fresco.

Cuando salgo lo primero que veo es a Él, allí estaba Agustín la lado del carrito de helado, esperando con dos barquillas en sus manos.

Me acerque hacia él.

Está casado

Silencio, conciencia.

-¿Cómo te fue?... no me digas tu cara lo dice todo.

No podía ocultar mi sonrisa, estaba tan feliz que era imposible ocultarlo.

-Bueno vámonos para la casa.

Extendí mi mano y tome el helado de chocolate.

-No, ¿antes de ir a casa podemos pasar por el parque?

Frunció el ceño.

¿El parque?- Repitió dudoso.

Asentí.

**

-Entonces… el plan es echarle maíz a las palomas ¿no?

-exacto.- comente algo emocionada.

- Y ¿Cuál es el objetivo?

- Dice la historia, que en la antigüedad utilizaban a las palomas para llevar los mensajes. Ellas eran como el medio de comunicación de esa época… ya luego llego la teología y ok esa es otra historia. La cosa es que antes las utilizaban a ellas para hacer llegar los mensajes.

-¿entonces?

Coloque los ojos en blanco.

-El objetivo es que las vamos a atraer con comida y mandaremos un mensaje.

-¿En un papel?

Coloque los ojos blancos.

-¿Es enserio?- Me cruce de brazos.

-Es que… no traje ni papel ni lápiz.

Talle mi frente en mi mano.

-¡obvio que no!

-No es más fácil enviar un whatsApp?

-Si sigues con tus comentarios estúpidos de golpeare.- Le advertir.

-Me gustaría ver eso, señorita karate kid.

Me voy a quedar ciega de tanto voltear los ojos.

Comenzamos a echar los granos de maíz en el suelo, en espera de las palomas mensajeras. Poco a poco comenzaron a llegar casi  todas eran de color grises menos una que era de color blanca. Ella fue la que más cerca estuvo de mí, así que con cuidado comencé a echar el maíz.

-Dile a Jess, que estoy bien… he aprobado el examen y…- comencé a llorar,- su calificación sigue intacta, sigue siendo una de las mejores…dile que no se olvide de mi….Háblale por mi.- Esboce una sonrisa y la paloma salió volando.

-¡Julia!- Me llamo Agustín.

-¿Estás bien?- se notó un poco preocupado.

Yo me limpie las lágrimas con la mano. Y asentí.

Nota de la autora: hola, holiss mis belinlectores espero y se encuentren todos bien, disculpen por la demora en las actualizaciones, tratare de actualizar más seguido. ¿Ustedes han escudado algo sobre las palomas mensajes? ¿Agustín estará casado? Todos son iguales* carita triste*. Hasta en los libros… bueno dejen sus teorías de esa famosa llamada, como buenas chismosa que son. Dejen sus teorías. Y felicitemos a Julia por aprobar por ambas. Nos leemos más adelante.

Con amor

Silenay