Romeo y Ululette estaban una heladería. El científico estaba lamiendo su helado de vainilla muy feliz, era su primera vez tomando helado sin robarlo

Romeo: Hmmhmm. Yo le doy a este helado de vainilla 10 estrellas. ¿Tú qué dices, pichoncita? -*Dijo volteando a ver a su novia*

Ululette no respondió. La niña búho estaba jugando con su helado con una cuchara, perdida en sus pensamientos. Claramente, algo le pasaba.

Romeo: Em... Pichoncita, ¿estas bien?

Ululette: ¿Qué? Ah, sí. Sí, estoy bien, amorcito. Solo... Pensaba en algo.

Romeo: Puedes contarmelo si quieres. Después de todo, soy tu novio.

Ululette: Bueno... ¿Recuerdas a Catboy? Pues, no supe nada de él en estos años. Es como si... Se desvaneciera en el aire.

Romeo se quedó medio pensativo al recordar eso. Ahora que lo pensaba, desde que Ululette rompió con Catboy, nunca se supo nada de él en esos 12 años.

Romeo: En eso puedes tener razón... Pero, ¿por qué piensas en esl? Pensé que ya no querías saber nada de él.

Ululette: Sí, pero... No puedo dejar de pensar en la forma en la que lo traté. Digo, solo quería que él tuviera su merecido por engañarme. Yo no esperaba que desapareciera después de eso, además... -*Toma la mano de Romeo*- Empecé una relación contigo, amor.

Romeo: Es verdad... Siendo honesto, creo que exageraste un poco, pero no te culpo. Lo que sí me molesta es que esa chica Marie te haya traicionado de esa forma.

Ululette: Sí... Creí que era mi amiga. Que siempre me apoyaría, pero... Resultó que era solo una traidora.

Romeo: Sí, tienes razón en eso, pichoncita... -*En mente*- No puedo decirle que todo fue obra mía. Se va a enfadar conmigo.

Ululette: En fin. Dejando ese tema de lado... ¿Quieres ver una película?

Romeo: Sí, claro. No veo porqué no.

Ululette y Romeo salieron de la heladería, aún pensativos luego de aquella charla que tuvieron. Ululette se detuvo por un momento y volteó a mirar a la luna, mientras Romeo se adelantaba.

La luna se reflejaba en los ojos de la niña búho. Por un momento, le pareció ver que las estrellas formaban la cara de Catboy, pero al sacudir la cabeza, estas se desvanecieron.

Romeo: Pichoncita, ¿no vienes? -*Dijo colocando su mano en el hombro de Ululette*

Ululette: ¿Eh? Ah, sí. Ya voy. Solo estaba mirando la luna.

Romeo: Ok. Si quieres, puedo quedarme a tu lado a mirarla.

Ululette: No, no. Tú adelantante. Luego te alcanzo.

Romeo asintió con la cabeza y se fue en dirección al cine, queriendo respetar la decisión de su novia. Ululette nuevamente miró a la luna. No pudo evitar poner una mirada de tristeza en su rostro.

Recordó los buenos momentos que pasó con Catboy, como la hacía reír y la divertía en sus citas. Después de que desapareció, ella tomó su lugar como la líder del equipo. Aún así, nunca olvidó al que alguna vez fue su novio. Llevó su mano a su pecho, mientras cerraba los ojos y soltaba unas lágrimas.

Ululette: Catboy... ¿Qué fue de ti todo este tiempo?

Continuará...