Despierto en la misma habitación que cuando me trajo Slender y veo mis brazos enyesados y me pregunto...

- Qué sucedió? - Preguntó a nadie en especifico.

- Te detuve antes de que te lastimes lo suficiente como para estar más de 2 horas en descanso. - Me responde Jeff sin previo aviso.

- Ahh!. - Grito por el susto que me dio Jeff.

- No grites!, Los demás quieren verte para asegurarse de que estés bien, vamos. - Me dijo Jeff un poco fastidiado.

- Esta bien. - Dije parándome con dificultad por mis brazos enyesados.

Caminé hacia la puerta y seguí a Jeff a la planta baja donde Slender y Ann se encontraban mirándome rápidamente todo el cuerpo, aunque no se si Slender lo este haciendo ya que no tiene ojos y bien podría ser otra persona, ya me enteraré.

- Hola. - Dije llegando en frente de ellos dos y parando.

- Niño!, Estas bien?! - Me preguntó Ann desesperada mientras me tomaba de los hombros y me examinaba rápidamente con la vista.

- Si, lo estoy aunque me duelen los brazos pero tu deberías saberlo no?, tu me pusiste el yeso, qué no? - Respondí y pregunte para solo recibir un no por respuesta por lo que miré a Jeff con cara confundido.

- Yo te enyese los brazos. - Dijo una voz masculina sin emociones. 

Volteo la cabeza en dirección de la voz y entra en mi campo de visión un adolescente de como catorce años por la altura cabello negro apagado estando con un liquido negro parecido a la brea con dos pequeños cuernos sobresaliendo de su cabeza, usa una camisa de manga larga negra, pantalones de vestir negros y una corbata de moño en el cuello. Dándome una mirada muerta sin un ápice de brillo.

Regreso a mirar a Jeff y pregunto. - Oye Jeff, ¿Quién es él? - Me manda una mirada  y responde.    - El es Bendy, un creepypasta de un videojuego de hace unos años que bueno luego te contamos la historia pero lo más importante sería que él te enyeso los brazos y ahora que ya se cual es tu condición con exactitud podemos empezar con un entrenamiento espartano para que en dos meses seas capaz de pelear contra algunos creepypastas y huir de los que están custodiando los lugares con los materiales que necesitamos. Así que espero que estés preparado para vivir otro infierno en vida mocoso.

- No creo que sea para tanto pero, si, estoy listo.- Dije determinado a cumplir con ese entrenamiento que no creo que sea peor que lo que he vivido en los últimos diez años.

- Bien ve con Ann para que te cure esos brazos y dile que te de algo de comer que en un rato nos vamos.- dijo Jeff para luego sentarse en una de las sillas de lo que parece ser la sala de estar.

- Esta bien.- Dije para dirigirme a la parte de la mansión que funciona como enfermería.

Según tengo entendido la mansión se estructura como en la entrada está el recibidor junto con la sala de estar y en esta misma están las escaleras al segundo piso, las puertas dobles que llevan a la enfermería donde según vi esta la puerta que lleva a la cocina, volviendo a la sala de estar esta tiene más puertas que no se a donde llevan y solo conozco la habitación en donde he despertado ya dos veces.

Dejando mis pensamientos de lado, cruzo las puertas dobles encontrando en mi visión está Ann y otro creepypasta que no conozco, ahora que lo pienso, ¿Cuántos son en realidad?, digo solo conozco a unos cuantos pero no a todos y encima hay otra mansión y muchos más en el otro bando. Bueno realmente no importa ahora mismo así que lo dejare de lado por ahora.

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-Este niño lleva poco aquí ya me da estos sustos.- Le digo a Benny.

-Me sorprende que su familia haya sido así con él, ¿sabes a lo que me refiero?-

-Por supuesto y se ve que es un buen niño, ¿me pregunto como aguanto tanto sin quebrarse?- Dije para mi misma, en ese momento tanto Benny como yo nos quedamos callados pensando hasta que escuche la puerta abrirse.

-Disculpe señorita Ann Jeff dijo que usted me curaría.- Me dijo el pequeño Lincoln, parece que seguirá con el entrenamiento.

-Esta bien, ven siéntate aquí.-

-Esta bien.- Dijo para sentarse en la camilla a un lado de mi.

-¿Cómo te sientes?- Le pregunté mientras le quitaba el yeso de los brazos.

-Pues más o menos.-

-¿Pero ya no te duele?-

-Solo un poco.-

-Me alegra.- Digo mientras voy preparando una jeringa con medicina especial para que se recupere en unos pocos minutos.

-Será un leve pinchazo pero casi no dolerá, créeme que en un rato ya no dolerá nada.- Le dije mientras colocaba la jeringa con la medicina en su brazo para darle el pinchazo e inyectarle la medicina.

-Bien ya puedes irte y no te sobreesfuerces, ¿me entendiste?-Le digo a Lincoln para que se cuide un poco más.

-Esta bien.-Dijo levantándose de la camilla para posteriormente caminar a la puerta, pero se detuvo en la puerta y volteó la cabeza.

-Yo los ayudaré sin importar que se los debo así que no te preocupes trataré de hacerlo lo más rápido posible sin retrasos, así que no necesitaras curarme tan seguido.- Dijo para seguir con su camino cerrando la puerta. Yo estoy un poco impactada por lo que acaba de decir parece un niño normal, pero con lo que a pasado él algo no me cuadra, falta una pieza porque no debería ser así su actitud, volteo a ver a Benny y veo que está igual de sorprendido que yo, voy a saber que le pasa a Lincoln no es normal ni siquiera para un creepypasta ser así, así que lo vigilaré con Benny para saber que tiene.

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Voy saliendo de la enfermería y me pregunto quién era el chico rubio con ropa extraña bueno lo voy a dejar de lado por ahora, luego le preguntaré a Jeff quien es, por ahora, debo ir a donde fuimos la otra vez para seguir con el entrenamiento.

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Bueno lo dejaré aquí por ahora mañana continuaré escribiendo ya que me vino la inspiración después de mucho y se que me tarde pero no tengo un lugar muy cómodo para escribir pero ya me acostumbre a la computadora que estoy usando actualmente así que quizás sea un poco más activo, pero bueno Bye Bye  (*-*)  /