LVIII
Narra Ella
Venia un auto hacia mí,
Y de un momento a otro, tu estabas sobre mí,
Te veías muy mal te quejabas de un gran dolor de cabeza,
Pero ¡si el auto no te toco!.
El conductor se detuvo y pregunto si estábamos bien,
Yo asenti, y le pedí el favor de que nos llevara al hospital,
Y el amablemente accedió al verte.
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