Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 50: Mi novio es una chica

Jeongyeon respiraba profundamente mientras observaba el camino por la ventanilla del automóvil. No podía evitar sentirse nerviosa, incluso aún le seguía pareciendo bastante extraña la invitación de Akira a cenar.

Chaeyoung trataba de ahuyentar a toda costa los malos pensamientos que rondaban en su cabeza centrando su atención en el trayecto del camino.

—Bueno hijas, siento la tensión a kilómetros de distancia, ¿quisieran calmarse? Todo va a estar bien, tranquilas, temen como si Akira las fuera a comer —comentó Hye en tono burlón desde el asiento trasero—. Cambiando de tema, quiero darles algo, creo que éste es el momento indicado para hacerlo.

—¿De qué se trata mamá? —preguntó Jeongyeon girando su cuerpo hacia atrás para conectar miradas con su madre.

—Bueno, ustedes saben que el anillo que me dio su padre cuando decidimos casarnos ha pertenecido a varias generaciones de su familia —respondió Hye a lo que sus hijas asintieron sin comprender—. En mi caso, mi padre también le dio un anillo importante a mi madre y ella me lo dio a mí antes de morir, porque yo fui su única hija. El punto es que quiero darles esos anillos, que aunque no sean los más costosos del mundo, tienen un gran significado en nuestras familias.

—Mamá... pero esos anillos son tuyos, uno te lo dio papá y el otro te lo dio la abuela, no creo que...—

—Sí y yo quiero dárselos a ustedes —dijo Hye con seguridad—. Lo hago porque jamás las había visto tan entusiasmadas con alguien, las veo más radiantes que nunca. Hijas... confío ciegamente en que se los darán a las personas correctas cuando sea su momento.

"Ese momento es ahora." Pensaron ambas hermanas a la par que aceptaban los anillos con una emoción incontrolable y sintiendo su corazón querer salirse de su pecho.

—Gracias mamá, significa mucho para nosotras —murmuró Chaeyoung estacionando al fin el automóvil frente a la casa de los Myoui—. Y bueno, ya estamos aquí...

—Será una maravillosa noche, lo presiento —comentó Hye bajando del auto rápidamente—. Vamos, no los hagamos esperar más.

Tardaron unos escasos segundos en adentrarse a la enorme casa siendo recibidas por Tita quien las hizo pasar hasta el comedor.

Jeongyeon mantenía su inhalador a la mano, estaba tan nerviosa que no dudaba que en cualquier momento le diera un ataque de asma debido a la presión, pero ¿por qué? Bueno, tal vez porque venía decidida a pedir la mano de la hija del gran magnate de negocios Akira Myoui, sí, tal vez por eso.

Chaeyoung por su parte jugueteaba con sus dedos mientras inhalaba y exhalaba con lentitud tratando de controlar los fuertes latidos de su corazón.

Oh dios, quítame esta taquicardia.

—¿Jeong? —Nayeon se dirigía corriendo hasta el comedor en busca de su amada. Tita le había avisado que las visitas habían llegado, así que dejó en segundo plano su retoque de maquillaje para bajar de su habitación de manera veloz con la bufanda que le había tejido.

—¡Nayeon! —gritó Jeongyeon poniéndose de pie para correr al encuentro de su novia. Instintivamente se fundieron en un fuerte abrazo que duró unos cuantos segundos. Al separarse , Jeong notó que los hematomas en el rostro de Nayeon eran apenas visibles gracias al maquillaje—. Te ves hermosa.

—Tú te ves más hermosa —murmuró Nayeon escaneando a Jeong de pies a cabeza—. Tú no necesitas usar vestidos para verte hermosa, los vestidos te necesitan a ti para lucir sexy... Por dios, que guapa estás.

—Para, me sonrojas... —dijo Jeongyeon tratando de cubrir sus sonrojadas mejillas con ayuda de las palmas de sus manos.

—Tengo algo para ti avestrucito —comentó Nayeon extendiéndole la larga y acolchonada bufanda color verde a Jeongyeon—. Yo misma la hice, Mina me enseñó el patrón para tejer una bufanda. Me pasé parte de la noche en vela, la tejí para ti con mucho amor... ¿te gusta?

—No me gusta... —respondió logrando que Nayeon enseguida apretara los labios intentando reprimir un puchero—. ¡Me encanta! Es hermosa, la usaré siempre, gracias, gracias —añadió restregando la bufanda en una de sus mejillas para luego aproximarse a llenar de besos toda la cara de Nayeon.

—Me alegra tanto que te haya gustado —murmuró Nayeon sonriendo de oreja a oreja. Pronto sus ojos se posaron sobre Hye y Chaeyoung quienes las miraban enternecidas—. Espera Jeong, que terrible falta de educación, iré a saludar a mi suegra y a mi cuñada —avisó antes de aproximarse hasta ellas quienes rápidamente se pusieron de pie.

—Hola Nayeon, gracias por la invitación, aquí estamos —mencionó Hye acercándose para dejar un beso en la mejilla de Nayeon a modo de saludo—. ¿Hemos llegado tarde? No veo a nadie más aquí.

—Hola señora Hye, gracias a ustedes por venir. No han llegado tarde, lo que pasa es que aquí todos están muy misteriosos desde que volvimos de la estación —respondió Nayeon recordando que durante todo ese tiempo no la habían dejado salir de su habitación—. Hola Chae.

—Hola Nayeon —saludó Chaeyoung de manera amistosa—. Que guapa te ves.

—Lo mismo digo Chaeyoung, las tres se ven espectaculares —dijo Nayeon entrelanzando una de sus manos con la de Jeong—. Por favor tomemos asiento mientras esperamos a que bajen todos. Espero que no se demoren demasiado.

—Tranquila bunny, no te preocupes por eso, nosotras podemos esperar aquí —comentó Jeongyeon dando un pequeño apretón en su agarre—. ¿Ya te dije que te ves hermosa?

—Oh, la chica tiene razón, te ves hermosa...

Ambas escucharon una voz a sus espaldas. Nayeon se quedó petrificada por unos instantes en su mismo lugar, poco a poco fue girando su cabeza para poder reencontrarse con su madre. A su lado se encontraba su padre acompañado de Sachiko y Mina a un costado.

—¿Mamá? —preguntó Nayeon rompiendo el contacto con Jeongyeon para ponerse de pie y caminar hasta su madre quien la esperaba con los brazos abiertos—. ¡Mamá! ¿qué haces aquí? ¿cuándo llegaste? ¿por qué nadie me dijo nada? ¡Por dios, que grata sorpresa!

—Llegué hace como treinta minutos, tu padre me llamó para avisarme y yo enseguida decidí tomar el primer vuelo para acá. No tienes idea de los kilos de maquillaje que tuve que usar para ocultar mis ojos tan hinchados y enrojecidos de tanto llorar pensando que algo malo te había pasado —respondió su madre acariciando las mejillas de Nayeon, inspeccionando cada centímetro de su piel—. Me alegra que no te haya pasado nada malo, me alegra que estés bien.

—Lamento que tu viaje hasta aquí haya sido en vano mamá...

—¿De qué hablas? Hace mucho que quería venir aquí. Conocí a Mina e intercambié un par de palabras con Sachiko quien me preparó una habitación de huéspedes. Todos han sido muy amables conmigo, incluso tu padre —mencionó mirando a Akira de reojo—. Además también tengo curiosidad de conocer a tu avestruz, dime ¿quién es?

—¿Cómo? ¿tú sabías que Nayeon estaba en una relación con...—trató de decir Akira pero rápidamente fue interrumpido por Cheon.

—Por supuesto Akira, la diferencia entre tú y yo es que nuestra hija no tiene miedo de contarme las cosas, hablo con ella muy seguido a pesar de vivir en otro país, dime... ¿tú lo haces también? —preguntó Cheon logrando que Akira se removiera incómodo y sintiera un gran peso de culpabilidad sobre sus hombros—. Lo supuse, pero esta bien, lo importante es que estas haciendo el esfuerzo por enmendar tus errores y eso es algo que admiro viniendo de ti.

—Eh... mamá, te presento a la señora Son y a sus hijas —dijo Nayeon tomando a su madre del brazo para acercarla hasta su novia—. Mi suegra, mi cuñada y mi novia.

—Un placer conocerlas, mi nombre es Cheon Se-ah y soy la madre de Nayeon —saludó Cheon extendiendo su mano a cada una de ellas—. Nayeon me ha contado mucho sobre ustedes, me alegra conocerlas.

—Mi nombre es Son Hye, el gusto es nuestro —contestó Hye amablemente—. Agradecemos mucho la invitación y esperamos que pronto ustedes acepten una invitación a nuestra casa también.

—Oh, seguro que sí, será un placer.

—Bien, enhorabuena gracias a todas por venir, tomemos asiento, la cena ya está lista. —mencionó Sachiko.

Mina caminó a paso rápido hasta posicionarse a un lado de Chaeyoung. Ambas intercambiaron sonrisas antes de tomar asiento la una a lado de la otra. Morían por darse un beso, pero eran demasiado tímidas como para hacerlo frente a todos. A diferencia de Nayeon quien tomó asiento a un lado de Jeong y sin previo aviso la tomó de la barbilla para dejar un tronado beso que llamó la atención de los presentes.

Jeongyeon tomó su inhalador para aspirar de el luego de tal acontecimiento, su cara se encontraba completamente roja incluso desde antes, tanto que no había podido ni siquiera saludar a la madre de Nayeon como se debía.

—Bueno, hace poco más de un mes nos encontrábamos aquí celebrando de su "compromiso". Hoy estamos aquí para...—

—Lo mismo, nada ha cambiado, la diferencia es que ahora no hay mentiras de por medio —murmuró Chaeyoung poniéndose de pie bajo la atenta mirada de Mina quien parecía confusa—. No tienen idea de lo bien que se siente hacer esto por voluntad propia, sin presiones, sin sufrimiento.

—¿H-hacer qué... Chaeng? —preguntó Mina observando como Chaeyoung sacaba algo de su bolsillo y enseguida se posaba de rodillas.

—Estás en todo tu derecho de rechazarme si no te sientes lista, ten por seguro que yo te esperaré todo el tiempo que sea necesario. Pero aún así no pierdo nada intentándolo... Mina ¿quieres casarte c-conmigo?

Mina se cubrió la boca con las manos, sus ojos se llenaron de lágrimas y su corazón latía tan fuerte que parecía que estaba a punto de salir de su pecho. Su rotundo silencio hizo alarmar a Chaeyoung quien a cada segundo que pasaba sin recibir respuesta hacía que su pose se debilitara cada vez más. Cuando estuvo a punto de retirar el anillo que extendía en sus manos, Mina no se lo permitió asintiendo con su cabeza repetidas veces.

—No tengo nada que pensar, me quiero casar contigo. E-eres tú a quien amo y estoy segura que amaré siempre.

Chaeyoung limpió las pequeñas lágrimas que bajaban por sus mejillas antes de asentir con emoción y colocarle rápidamente el anillo a Mina.

—Pero no... esto es muy apresurado —interrumpió Akira con una expresión difícil de descifrar.

—Es la felicidad de nuestra hija, yo la apoyo —dijo Sachiko con una media sonrisa—. Si no mal recuerdo, cuando ellas se comprometieron la primera vez tú no tuviste objeción, ¿qué ha cambiado ahora?

—N-nada... —susurró Akira desviando la mirada—. Esta bien, lo acepto.

—¡Que bello es el amor! Jeong, tú también me trajiste un anillo ¿verdad? —preguntó Nayeon extendiendo su mano—. Yo acepto casarme contigo.

—¿Eh? ¿cuál anillo?

—Mi anillo Jeong, ¿en dónde está? —cuestionó Nayeon con los ojos entrecerrados.

—No hay un anillo —respondió Jeong viendo la expresión dolida y decepcionada de su novia—. En realidad hay dos. Uno lo compré esta tarde y el otro me lo dio mi madre hace unos momentos. Ambos son importantes, los dos tienen un gran significado. Myoui Nayeon... ¿te casas conmigo?

—¡Sí! obvio sí, siempre sí —contestó Nayeon colgándose del cuello de Jeongyeon sin darle la oportunidad de colocarle el anillo—. Te amo tanto...

—Brindemos por los compromisos. Esto hay que celebrarlo —comentó Cheon tomando la botella de vino que se encontraba en el centro para luego proceder a servir en varias copas—. Mi única hija se casa, eso solo pasa una vez en la vida.

—Y-yo... yo solo... —Akira intentaba decir algo, pero las palabras no le salían de la boca—. Yo solo las invité a cenar para decir que aceptaba su noviazgo pero ustedes... u-ustedes le pidieron matrimonio a mis hijas y...—

—Tranquilo señor Myoui, mejor alégrese porque la familia se hará más grande —comentó Hye extendiendo su copa hacia el centro donde todos la chocaron a excepción de Akira quien permanecía ausente—. ¡Salud! Por la felicidad de las chicas.

—¡Salud! —dijeron todos al unísono.

Después de un par de minutos de negación, Akira no tuvo otra opción mas que aceptar el futuro matrimonio de sus hijas, por un momento pensó en oponerse pero al ver que era tanta la felicidad que irradiaba en los rostros de sus hijas, le fue imposible entrometerse. Al final comprendió que no se vive de los comentarios de la gente y que aunque posiblemente fuese difícil al principio, no sería algo que no pudiesen superar. Porque sí, Akira pensaba ofrecerles su apoyo incondicional, todo el apoyo que no pudo darle a sus hijas durante toda una vida.

—¿Les parece si organizo una fiesta de compromiso con todos los medios? —preguntó Akira recibiendo la mirada de todas las presentes—. La gente va a murmurar y posiblemente sean la comidilla de toda la sociedad por un par de días, pero... ¿qué importa? De todos modos se enterarán, es mejor hacerlo con honor.

—Oh padre... ¿estás seguro? A ti siempre te ha importado el qué dirán —mencionó Nayeon con completa impresión—. No es necesario que lo hagamos tan grande, si quieres puede ser solo con nuestro círculo de amistades. No queremos que te afecte.

—Nada de eso, mis hijas se casan y lo tiene que saber todo el mundo. No me importa lo que los medios digan, solo me importa lo que ustedes quieran.

De pronto Nayeon se levantó de su sitio para correr a abrazar a su padre haciendo que Mina hiciera lo mismo. Escuchar esas palabras es lo que Nayeon siempre había querido y ahora finalmente podía declararse completamente feliz por ello. 

[🍒]

La fiesta de compromiso se realizó una semana después. Sachiko, Hye y Cheon se habían encargado de la organización.

El jardín de los Myoui lucía esplendoroso, adornado con flores por todas partes. Habían varios meseros ofreciendo bebidas y bocadillos a las personas. Incluso una chica se encontraba tocando el arpa dando una perfecta ambientación.

Todos se encontraban bastante curiosos, puesto que en la invitación no mencionaba a quienes serían los futuros esposos de las señoritas Myoui.

Sin duda sería una gran sorpresa.

—Nayeon, Mina ¿han visto a Chaeyoung y a Jeongyeon? Las he buscado por toda la casa pero no las encuentro —comentó Hye adentrándose a la habitación de Nayeon acompañada de Sachiko—. Akira dice que es momento de pasar al cetro para anunciar su compromiso, todos los invitados han llegado y se encuentran ansiosos.

—Sí, ellas están aquí —contestó Nayeon abriendo la puerta del baño para dar paso a Chaeyoung y Jeongyeon—. ¿A caso no se ven guapísimos?

Hye y Sachiko fruncieron el ceño instintivamente al ver a Chaeyoung y Jeong portar un smoking negro. Sobre su cabeza tenían una peluca de cabello corto dándoles el perfecto look de un par de chicos apuestos.

—¿Qué es ésto? —preguntó Sachiko sin comprender—. Lucen como chicos, pensé que...—

—Cheon tuvo una idea, déjenos manejar esto a nosotras, sabemos lo que hacemos —mencionó Mina con una sonrisa plasmada en sus labios—. Díganle a nuestro padre que en un momento salimos.

Hye prefirió no opinar nada al respecto, porque quizás tenía una idea de lo que planeaban hacer, así que se limitó a asentir mientras se llevaba a Sachiko de la habitación.

—¿Estamos listas? —preguntó Nayeon con nervios observando a toda la gente a través de su ventana.

—Estamos listas —afirmó Jeongyeon acomodándose la incómoda peluca sobre su cabeza.

Las cuatro se tomaron de la mano formando un círculo. Cerraron los ojos por un par de segundos antes de fundirse en un fuerte abrazo y salir tomadas de la mano con su respectiva pareja.

No tardaron mucho en hacer acto de presencia en el centro del jardín donde se encontraba su padre con un micrófono en la mano. Al verlas se quedó mudo y frunció el ceño sin comprender lo que estaba pasando. Enseguida Nayeon se aproximó a quitarle el micrófono.

—¡Hola! Agradecemos a todas las personas que están aquí. Hoy tenemos la dicha de presentarles a dos personas muy importantes —dijo Nayeon posando sus ojos sobre Jeongyeon quien no dudo ni un segundo en acercarse y entrelazar su mano con ella—. Quiero confesar aquí enfrente de todos que he encontrado al amor de mi vida. Son Jeong es el amor de mi vida y quizás la mayoría no haya escuchado su nombre antes porque no es alguien quien pertenezca a las grandes familias de renombre, sin embargo no tiene nada que envidiarles porque tiene lo que ustedes y posiblemente un poco más.

Los murmullos de las personas mayores no tardaron en aparecer, todos en su mayoría escaneando de pies a cabeza a Jeongyeon y Chaeyoung. Algunos otros solo se limitaban a permanecer en silencio con profunda atención. El resto pertenecía a los amigos y conocidos cercanos quienes ya tenían conocimiento de la noticia y que miraban con total admiración la valentía de las chicas al exponer su vida ante la sociedad.

—Aparte de las maripositas en el estómago, el amor de nuestra vida es con quien tenemos intereses comunes, con quien compartimos propósitos y prioridades —expresó Nayeon sin despegar su mirada de Jeong—. Es con quien  haces realidad los sueños de tu vida, los de la suya y los mutuos. Es donde hay una relación de compromiso y confianza.

—El amor de tu vida es con quien enfrentas los conflictos tanto individuales como familiares porque él no les huye, sino que esta dispuesto a manejarlos junto a ti —mencionó Mina apretando fuertemente el micrófono al observar todas las miradas esta vez sobre ella—. También se torna hacia ti en los momentos difíciles, en vez de darte la espalda y correr en dirección opuesta.


—Con el amor de tu vida compartes admiración y un cariño profundo y firme —prosiguió Jeongyeon tomando el micrófono de Nayeon entre sus manos—. Y sabes que ese amor que empezó solo como un flechazo, se va a consolidar a diario.

—Con esa persona te atreves a hablar porque te escucha y tú la escuchas a ella —añadió Chaeyoung posando su brazo alrededor de Mina en modo protector—. Velas por las necesidades mutuas. Y te encargas todos los días de recordarle que la quieres.

—Y por último, pero no menos importante, disfrutas de una vida íntima plena, tanto a nivel sexual como emocional —agregó Nayeon con una media sonrisa—. Quizás se preguntaran... ¿por qué nos dicen todas estas cosas? Y la verdad es que solo queríamos expresarles lo que nosotras sentimos. Porque no siempre tenemos que seguir los estereotipos a los que la gente está acostumbrada.

—El verdadero amor se puede sentir por cualquier persona, no importando el género, la edad, el color o clase social —expresó Mina con seguridad —. Hoy me siento orgullosa de decir que... mi novio es una chica.

Los murmullos de los presentes se hicieron todavía más grandes.

Mi novio es una chica, no un chico como muchos de ustedes pensaban. Y me siento orgullosa de poder gritarlo a los cuatro vientos —comentó Nayeon esta vez observando como Jeongyeon y Chaeyoung se desprendían de la peluca y dejaban al descubierto su cabello largo—. Estamos conscientes de que en esta sociedad "ésto" no esta bien visto. Pero francamente... eso no nos importa.

—Por primera vez estamos pensando en nosotras... en nuestra felicidad y nada ni nadie podrá separarnos —aseguró Mina—. Por su atención, gracias...

El lugar se encontraba ahora en un profundo e incómodo silencio, la mayoría quizás tratando de procesar el discurso de las hermanas Myoui. Akira mantenía la mirada baja sabiendo que estaba rodeado de todas sus amistades, pero en un impulso de valentía levantó la cara en alto y se aproximó hasta sus hijas en el centro para abrazarlas a las dos en cada lado murmurando un...

"Estoy orgulloso de ustedes".

El primero en reaccionar fue Vernon quien gritó "¡Vivan las novias!". Seguido de eso, Momo, Dahyun, Sana, Tzuyu y muchos de sus amigos comenzaron a aplaudir fuertemente y a esos aplausos se le unieron otros más.

Al final, la gente lo tomó mejor de lo que imaginaban. Las Myoui no podían sentirse más felices. Esperaban esa boda con ansias.

(••)

Capítulo de relleno antes del final.

Muchas gracias... ❤

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro