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Capítulo 5: Sentimientos

Habían transcurrido ya alrededor de 3 horas desde que Nayeon y Jeongyeon se habían decidido por tomar su tan preciado vino. Como era de esperarse, al terminarse esa botella siguieron con dos más.

Nayeon se encontraba durmiendo con medio cuerpo recostado sobre la mesa.

Jeongyeon estaba dormida en la alfombra abrazada a una botella de vino vacía.

Por otra parte, Chaeyoung dormía plácidamente abrazada de Mina sobre el sillón de la sala.

Escucharon un par de golpes en la puerta que solo hicieron despertar a Mina. Abrió los ojos con impresión al darse cuenta de que su cara estaba a escasos centímetros de la de Chaeyoung. Fijo su mirada en el brazo de Chae quien la mantenía abrazada de la cintura.

Oh Dios, ¿qué hice?

Con sumo cuidado retiró el brazo de Chaeyoung de su cuerpo con temor a despertarla, pero tal parece que su sueño era muy pesado, ya que ni se inmutó en mover un solo dedo.

Se frotó la cara y caminó hasta la puerta encontrándose con su chofer.

— Hey... Alfred - Saludó Mina con nerviosismo.

— Disculpe señorita Mina, yo solo... bueno, ya ha pasado mucho tiempo y yo solo venía a corroborar que todo estuviera en orden - Comentó Alfred.

— Sí.. todo esta en orden Alfred, no te preocupes, yo... bajaré en unos minutos ¿esta bien? -— El hombre asintió retirándose — Uff...

Mina sintió un dolor punzante en su cabeza, iba a caminar hacia la cocina por un vaso con agua cuando de pronto vio a un chico tirado en la alfombra. Se cubrió la boca para no gritar, estaba imaginándose lo peor pero de pronto vinieron a ella los recuerdos de su hermana llegando con aquel chico que ahora dormía plácidamente abrazado a una botella.

Entonces no fue un sueño.

— ¿Nayeon? ¿Estás aquí? — Mina recorrió la sala sin éxito, hasta que encontró a su hermana en la cocina durmiendo sobre la mesa — Nayeon, despierta... tenemos que irnos.

— ¿Hmm? - Nayeon seguía adormilada — Cinco minutos más, mamá...

— No soy tu mamá, soy Mina. Despierta, tenemos que irnos a casa, vamos... — Mina movió a Nayeon de un lado a otro. Pensó que simplemente no quería levantarse, así que la empujó con un poco de fuerza logrando que cayera al piso — ¡Nayeon! No se suponía que debías dejarte caer...

— ¡Ay! — Nayeon soltó un gemido de dolor mientras se frotaba la espalda baja — Diablos Mina... ten un poco más de consideración ¿quieres?

— Levántate... tenemos que irnos, es tarde, papá comenzará a preguntarse por nosotras. Ya tengo varias llamadas perdidas de mamá — Mina ayudó a Nayeon a levantarse del piso — Mira nada más como estás... ¿eso en tu ropa es vómito?

— ¡¿Vómito?! ¿Dónde? — Nayeon se escaneó de pies a cabeza encontrándose con una horrible mancha color marrón sobre su falda — Oh eso... sin querer derramé un poco de vino.

— ¿Alfred sabe que estás aquí?

— ¿Alfred está aquí? Creí que lo habías enviado a casa...

— Alfred nunca me dejaría sola - Afirmó Mina — Él está esperando afuera, él sería incapaz de regresar a casa sin nosotras.

— Pues a mi me dejó olvidada en el club — Murmuró Nayeon entre dientes — Excelente servicio. Oye... ¿qué hacías sola en el departamento de un extraño? y peor aún, ebria.

— Chaeng no es ningún extraño, es mi nuevo amigo — Comentó Mina con una gran sonrisa — Me mostró su bebida favorita y dios... tienes que probarla, sabe exquisita.

— ¿De dónde lo conoces? ¿Desde cuándo? ¿Qué te dio de tomar? y lo más importante... ¿Cuántos años tiene? se ve como de 18 — Cuestionó Nayeon tratando de hacer memoria de la cara del chico — ¿Que no te dijeron nunca que no debes salir con extraños?

— ¿Disculpa? Me lo dice la señorita responsable que vino sola hasta un departamento acompañada de un chico desconocido también - Rezongó Mina — Solo estoy siguiendo tu ejemplo de hermana mayor.

— Jeong no es ningún desconocido, acostumbrate a él porque lo verás muy seguido — Nayeon se dirigió hasta la sala en busca de su ahora novio. Lo encontró tirado en la alfombra con una botella vacía en brazos — Jeong...

— ¿Qué quieres decir? — Preguntó Mina siguiéndola por detrás.

— Jeong es mi novio — Mina abrió la boca con sorpresa — Mi novio de mentiras, claro.

— ¿Cómo que tu novio de mentiras?

— Jeong es gay, fingirá ser mi novio, se lo presentaré a papá y así él dejará de presentarme a los hijos de sus amigos — Respondió Nayeon moviendo a Jeongyeon de un lado a otro queriendo despertarlo — Ya sé que vas a decirme que es una..—

— Locura... ¡Es una locura! Por Dios Nayeon, ¿en qué estabas pensando?

— No lo entiendes Mina, me vi obligada a hacerlo, estoy harta de que papá trate de emparejarme con alguien que no quiero — Murmuró Nayeon con sinceridad — Con Jeong a mi lado, él me dejará en paz.

— Nayeon... no tienes que hacer esto, yo puedo hablar con papá, estoy segura que..—

— No vas a hablar con nadie Mina. Ya lo he decidido, Jeong será mi novio y eso no está a discusión.

— Ouh... mi cabeza duele... — Susurró Jeongyeon sintiendo náuseas.

— Jeong... arriba, levántate — Nayeon tomó las manos de Jeongyeon para ayudar a levantarlo — Creo que nos pasamos de copas.

— ¿N-nayeon..? — Preguntó Jeong aún con los ojos ligeramente cerrados.

— Sí, soy yo... — Nayeon hizo el amago de llevar las manos sobre el pecho de Jeongyeon para acomodar su camisa pero antes de que ella pudiera tocarlo, él retrocedió un par de pasos — Solo quería abotonar tu camisa... tienes un par de botones abiertos.

— Ah... — Jeongyeon se cubrió la parte expuesta con sonrojo. Sintió su respiración agitada ante lo sucedido.

"¿Qué iba a pasar si veía mis pechos?"

"Bueno... estaban cubiertos por una venda pero... ¿qué le diría si me pregunta por que la tengo?"

"¿Se daría cuenta?"

"Lo echaría todo a perder..."

— Eh... ¿qué está diciendo? — Preguntó Mina al escuchar los bajos murmullos de Jeongyeon — No logro entender lo que dice.

— El suele hablar solo... — Susurró Nayeon con una sonrisa en los labios. Sonrisa que se borró cuando se dio cuenta de que Mina la observaba con detenimiento — Es muy bobo, pero aún así es buen tipo.

— T-te... ¿te llevo a casa? ¿las llevo a casa? — Preguntó Jeongyeon luego de haber salido de su trance.

— No es necesario, nuestro chofer nos espera afuera — Contestó Mina observando a Jeongyeon de pies a cabeza — Soy Myoui Mina, un placer.

— El placer es mío — Dijo Jeong con una risa nerviosa — Mi nombre es Son Jeong.

— ¿Hermano de Chaeyoung? — Preguntó Mina recibiendo un asentimiento por parte de Jeong — Vaya.. que pequeño es el mundo. Bueno... nosotras ya tenemos que irnos, ¿podrías despedirme de Chaeyoung?

— Por supuesto — Afirmó Jeongyeon fijando la vista en su hermana quién se encontraba plácidamente dormida sobre el sofá. Ella si que tenía el sueño pesado — Yo le diré cuando despierte.

— Muchas gracias...

— ¿Podrías esperarme un momento afuera? — Preguntó Nayeon a su hermana — Quiero despedirme de mi novio a solas.

— Ah... claro — Contestó Mina sin comprender los verdaderos motivos del porqué su hermana quería despedirse a solas si bien lo de su relación era una mentira — Te espero en el auto, no tardes.

Una vez Mina estuvo fuera del departamento, Jeong solo permanecía estática viendo como Nayeon daba un par de vueltas a su frente con la mirada pensante.

— ¿Pasa algo? ¿Hice algo.. malo? — Preguntó temerosa de la respuesta. Seguramente Nayeon había visto sus pechos y ahora ya sabía que ella no era un chico.... O tal vez ella misma se lo haya confesado hace unas horas debido a su estado de ebriedad — ¿P-por qué no me dices nada?

— Ven aquí — Nayeon la jaló de sus manos llevándola hasta uno de los sillones de la sala — Sientate... — Jeong solo obedeció y se sentó sobre el sillón.

— ¿Qué pas...— No terminó de formular su pregunta cuando sintió el peso de Nayeon sobre sus muslos. Parpadeó un par de veces y llevó sus manos hacia arriba negándose a tocar — Q-que... ¿Qué haces?

— Estás muy tenso Jeong, relájate — Nayeon acomodó sus piernas a los costados de Jeongyeon — En nuestro momento de borrachera me puse a pensar en cosas... Mi padre no es ningún tonto, no va a creer que de la noche a la mañana yo tenga un novio.

— Eh... no entiendo a donde quieres llegar...

— Lo he planeado todo en mi cabeza Jeong. Haré que mi padre nos vea en pleno acto cariñoso — Dijo Nayeon logrando tensar a Jeongyeon — Haremos justo ésto, con ayuda de Mina haré que mi padre vaya a mi habitación y ¡Pum! él nos encontrará besándonos apasionadamente y con eso te aseguro que no le quedarán más dudas de lo nuestro.

— No podemos hacer eso... tu padre.. él me verá con malos ojos y no.. — Jeongyeon mantenía ahora las manos a los costados intentando evadir la mirada de Nayeon. La situación la hacía sentirse incómoda — No creo que sea apropiado.

— Esta bien.. — Contestó Nayeon jugando con los botones de la camisa de Jeong — Tampoco es lo más bonito del mundo que tu padre te encuentre en pleno acto — Admitió.

— Sí... es un poco incómodo — Murmuró Jeongyeon cabizbaja. Sintió la atenta mirada de Nayeon posada sobre ella y tragó en seco cuando sintió como tomaba sus manos para posicionarlas sobre su cintura — Emm Nayeon...

— ¿Tanto trabajo te cuesta mantener contacto conmigo? — Preguntó Nayeon sintiendo una mezcla de sentimientos encontrados. Ella jamás se había topado con alguien que se negara rotundamente a estar con ella, en cualquier sentido — Es decir... comprendo que seas gay, pero... ¿no te llamo la atención ni tantito?

— Me dijiste que los hombres no te iban... no sé porqué comienzo a dudar de ello... — Musitó Jeongyeon sin apartar el ligero agarre que ejercían sus temblorosas manos sobre la cintura de Nayeon — Ahora estás montada sobre mi... ¿tomo esto como un coqueteo de tu parte?

— No me gustan los hombres — Afirmó Nayeon y entonces Jeongyeon pensó que si ella en verdad fuese un hombre, eso lo habría herido — Quiero decir... ya sé que tú eres un hombre pero... hay algo diferente en ti, tu cara es tan... tan suave — Nayeon acarició la mejilla de Jeong con su pulgar con total delicadeza — Tus rasgos son tan finos, tus ojos... tus labios... incluso tu cabello es realmente sedoso y brillante.

Lo sabía... ¡Mierda! Se esta dando cuenta...

— Eso... ¿eso está mal? — Nayeon negó repetidas veces y se abrazó a Jeongyeon escondiendo la cara entre su cuello — Entonces no entiendo...

— Me preocupa el hecho de que no me seas tan indiferente — Confesó Nayeon aún sin despegar la cara del cuello de Jeong. Se tomó el atrevimiento de aspirar un poco del perfume que emanaba su cuerpo y llegó a la conclusión de que nunca ninguna escencia le había parecido tan agradable como la que desprendía Jeongyeon — Por Dios... ¿qué me está pasando? — Alejó su cara soltando un pesado suspiro.

— Nayeon...

— Jeong ¿podrías besarme? — Preguntó Nayeon de la nada y Jeongyeon sin querer intensificó su agarre — Necesito que lo hagas... necesito sacarme todo éste lío que traigo en mi cabeza.

Puedo hacerlo, puedo besarla...

Ya lo hice dos veces antes.

Demonios... su mirada me hace ponerme tan nerviosa.

Jeongyeon pasó saliva dejando pasar un par de segundos con la esperanza de que Nayeon desistiera de la idea pero a cada segundo que pasaba su mirada se tornaba más brillante y expectante de una respuesta.

— Yo... — Jeongyeon no podía formular palabras.

Hoy todo su día había estado lleno de cosas totalmente nuevas y desconocidas, comenzando por el hecho de que jamás había besado antes a una chica y ahora se encontraba con una sobre ella a la espera de un beso suyo.

Su corazón comenzó a latir con fuerza al momento de ver a Nayeon agachar la mirada con decepción dispuesta a apartarse de ella pero por impulso la hizo impedírselo ejerciendo más fuerza sobre sus caderas. Acercó su cara y se inclinó hacia ella besándola con suavidad. Nayeon jadeó perpleja ante el acto pero segundos después cerro los ojos y se dejó llevar sintiendo que algo estallaba en su pecho, estaba aterrada... nunca había sentido algo si quiera parecido.

El beso era tierno, apenas un roce de labios que hacía a Jeongyeon sentir un extraño hormigueo que recorría todo su cuerpo.

No puedo parar...

Jeong envolvió la boca de Nayeon en un beso voraz logrando que la respiración de ambas se acoplara convirtiéndose en una sola. Jeongyeon nunca había sido amante de los besos pero ahora mismo estaba amando la sensación de sentir la lengua de Nayeon adentrarse en ella acompañada de pequeñas caricias que ejercía sobre su cuello.

El sonido de un cuerpo caer sobre el suelo las hizo despegar sus bocas. Nayeon inmediatamente se puso de pie tratando de acomodar su falda torpemente mientras que Jeongyeon no podía ni articular palabras permaneciendo en el mismo lugar.

— Lo... lo siento, no quería interrumpir — Se disculpó Chaeyoung con las mejillas coloradas. El despertar con resaca y mirar que su hermana estaba besándose con otra chica a unos pasos de ella la hizo colapsar tanto que intentó huir del sitio pero tropezó estúpidamente con una botella vacía logrando caer al suelo en un golpe seco — Yo...

— Esta bien, no pasa nada, yo... tengo que irme ya — Nayeon tomó su bolso tratando de ignorar la mirada de Jeong a toda costa — Yo... te veré después — Dijo antes de salir sabiendo que eso iba dirigido hacia Jeongyeon.

El departamento se quedó en completo silencio. Chaeyoung permanecía en el suelo observando como Jeong rozaba sus labios con la punta de sus dedos.

— Maldición... — Chilló Jeongyeon esta vez cubriéndose la cara con las manos — Maldición, maldición, maldición...

— Jeong... — Chae por fin se levantó del suelo — Eh... lo estás haciendo bien.. vas muy bien con ella.

— Lo estoy haciendo todo mal Chaeyoung... todo esta mal — Dejó ver sus ojos cristalinos y Chae sintió que se le encogía el corazón — Es el primer día y ya estoy hecha todo un torbellino de sentimientos. Chaeyoung... yo nunca había besado a una chica antes y.... y hoy lo hice tres veces... ¡Tres veces!

— Esta bien, ya es suficiente... Vas a volver a Japón — Afirmó Chaeyoung. No podía seguir mirando a su hermana en ese estado, no — Yo sola me haré cargo del trabajo de Ethan, yo lo haré.

— No... — Contestó Jeongyeon alzando el tono de su voz — Dije que no te dejaría sola en esto y no lo voy a hacer solo porque me estén aterrorizando los sentimientos que estoy sintiendo ahora.

— Pero Jeong... mírate, estás llorando — Chae señaló sus húmedos ojos recalcando lo obvio — Tú jamás lloras y hoy lo estás haciendo... esto es demasiado para ti y te juro que yo lo entiendo. No tienes que hacer esto, deja que yo me haga cargo y vuelve a casa, por favor...

— No lo voy a hacer Chaeyoung. No cuando ya soy novia de Nayeon — Murmuró Jeongyeon limpiando las lágrimas que escurrían de sus ojos — Ella cree que soy gay... seré su novio de mentiras porqué ella es lesbiana.

— ¡¿Lesbiana?! P-pero... si acabo de ver como se comían sus bocas hace unos momentos...

— Solo estábamos ensayando para que su padre vea creíble nuestra relación...

— Pues si un simple ensayo te ha dejado hecha un mar de lágrimas, no quiero ni imaginarme cuando...—

— ¡Ya Chaeyoung! Déjame sola por favor... necesito pensar en muchas cosas.

— Bien... estaré en mi recámara por si necesitas algo... — Respondió Chaeyoung sintiendo lástima por ver a su hermana en ese estado.

Jeongyeon no dejaba de pensar en aquel beso que había compartido con Nayeon... No le había disgustado, pero no... ella no era lesbiana. Las mujeres nunca le habían llamado su atención por muy hermosas que fueran, pero con Nayeon... era diferente.

¿Qué soy si no me gustan todas las chicas?

¿Qué soy si solo me gusta una chica en especial?

¿Qué soy..?

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