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Capítulo 47: Rescate

La cara de Nayeon se transformó en una mueca desagradable en cuestión de segundos...

—Lo lamento mucho... —murmuró Nayeon fingiendo tristeza.

—¿Qué es lo que lamentas?

—Que tengas que tomar a alguien por la fuerza porque nadie quiere estar contigo en su sano juicio —respondió Nayeon a lo que Ethan apretó fuertemente su mandíbula—. Seguramente solo has estado con prostitutas a las que tienes que pagarles por sus servicios ¿no es así?

—Escúchame Myoui Nayeon, será mejor que llevemos la fiesta en paz, no creas que me hieren tus comentarios y si yo fuera tú, no lo haría ¿sabes por qué? —preguntó Ethan viendo a Nayeon negar con la cabeza—. Porque yo podría lastimarte en donde más te duele y me refiero a Jeong.

—Eres un desgraciado...

—En este momento ya debe saber de tu supuesto accidente, ¿te imaginas que a la pobre le haya dado un ataque de asma? No quiero ni imaginarme como se habrá puesto, ella siempre fue débil, posiblemente no lo soportará.

A Nayeon se le paró el corazón por un instante, cuando su mente la hizo imaginar lo peor. Tenía que ser fuerte, tenía que encontrar la manera de salir de ahí, tenía grandes razones para hacerlo. No quería que Jeong sufriera y de solo imaginarlo su corazón dolía.

—¿Quieres dinero? Te daré lo que quieras si me dejas ir ahora mismo.

—No será tan sencillo, sé que el dinero no es nada para ustedes pero esto ya no solo se trata de eso. Jeong me golpeó, se atrevió a ponerme una mano encima y le juré que lo pagaría —contestó tomando su botella de vino para rellenar su copa nuevamente—. Dejaré que viva con la incertidumbre de saber si estás muerta o no, nada es peor que eso, porque la duda no la dejará dormir y eso terminará con ella.

—Vaya, perfecto plan malévolo señor Suk, usted si que sabe planear las cosas, mire que citarme en un lugar y después golpearme por la cabeza para luego tirar mi automóvil directo a un lago para hacerle creer a todos que estoy muerta es algo realmente ingenioso —dijo Nayeon sin despegar su penetrante mirada de Ethan quien la miraba un tanto confuso—. ¿en dónde estamos? ¿en una bodega solitaria donde por más que intente gritar nadie podrá escucharme?

—En efecto, podrías gritar hasta quedarte sin voz, nadie podrá escucharte —afirmó Ethan llevando su copa de vino a los labios.

—Dame un poco de eso.

—¿Quieres vino? —preguntó Ethan con una mezcla de impresión en su rostro viendo a Nayeon asentir—. ¿Cuál es tu juego? Te advierto que no podrás conmigo.

—Eso ya lo sé, solo quiero llevar la fiesta en paz, estoy resignada a que voy a pasar un largo tiempo aquí y yo soy inteligente, no me la quiero pasar sufriendo —contestó Nayeon sin ninguna emoción en su rostro—. ¿Me darás o no?

—Me sorprende tu respuesta pero para mí mejor si quieres cooperar, así será más fácil —murmuró Ethan tomando otra copa entre sus manos para servirle a Nayeon de su botella generosamente—. Vas a apreciar lo que es tomar de un buen vino.

—He probado de todo, así que no te sientas tan seguro de eso —comentó viendo como Ethan se acercaba a ella con la copa de vino—. No pensarás darme de beber en la boca ¿o sí? al menos desátame una mano, quiero deleitarme con tu dichoso vino y no podré hacerlo si estoy atada de pies y manos a una incómoda silla.

—Te desataría ambas manos, pero no me fío de tí, así que solo te desataré una sola mano —contestó Ethan procediendo a desatar la cuerda que sujetaba una de las manos de Nayeon—. Conozco a las chicas como tú, se creen inteligentes pero en realidad no lo son.

El menos inteligente aquí es usted, viejo asqueroso.

Pensó Nayeon limitándose a asentir con la cabeza. Comenzó a escanear el lugar rápidamente en busca de algo que pudiese ayudarla a escapar, pero era realmente inútil, solo estaban en una sucia bodega llena de cajas a su alrededor, lo único que logró captar su atención fue la mesa que estaba a unos pasos de ella donde se encontraba la botella de vino de Ethan y su celular a un lado de su copa.

—Agradezco que me liberes una mano, no estarás pensando que yo sola puedo escaparme de ti... ¿o sí? Soy más frágil de lo que te puedas imaginar, incluso el agarre en mis muñecas me ha irritado la piel —mencionó Nayeon con un puchero en el rostro mostrándole su muñeca lastimada a Ethan quien solo rodaba los ojos extendiéndole su copa—. Bien, veremos que tal sabe tu vino rosado.

—No hay nada mejor —expresó Ethan viendo como Nayeon tomaba un sorbo de su copa cerrando los ojos instintivamente—. Te lo dije, es lo mejor que podrás probar en tu vida.

Nayeon hizo una mueca de satisfacción al momento de tragar el líquido rosado aunque en realidad tenía ganas de escupírselo en la cara. No estaba mal, pero tampoco era la gran cosa, aún así tenía que fingir que si lo era.

—Me encanta... señor Suk, tienes muy buenos gustos en cuanto a bebida —murmuró Nayeon tomando hasta la última gota de vino de su copa—. ¿Hay un poco más para mí?

—Sabía que te gustaría. Tengo varias botellas de vino rosado en cajas.

—Entonces comparte conmigo...

[🍇]

Deplorable, esa era la palabra con la que Chaeyoung podía calificar el momento que sus ojos estaban observando.

Varios oficiales de policías, gente especializada tomando fotografías del lugar, buzos nadando en lo más profundo del lago sin encontrar nada más que cosas personales pertenecientes a Nayeon.

Jeongyeon sentada en el borde del acantilado abrazando una bolsa negra a su pecho con los ojos cristalinos y Mina sollozando en los brazos de Chaeyoung.

—No sé si sea lo más conveniente que sigamos aquí Minari, ver todo esto solo les hace más daño, a ti y a mi hermana —murmuró Chaeyoung fijando su vista en Jeong quien tenía la mirada perdida con pequeñas lágrimas bajando sobre sus mejillas—. Te llevaré a casa. Tu padre te necesita también, no debes dejarlo solo.

—No puedo creer que todo esto esté pasando Chaeyoung... yo hablé con ella antes de salir de casa, no me dijo nada, ella estaba normal y muy emocionada porque esta noche tendría una cena con Jeong y ahora pasa esto... —expresó Mina tratando de contener sus lágrimas—. Desearía saber por qué lo hizo, necesito saberlo, no puedo estar tranquila.

—Te entiendo Mina, por favor no pierdas la esperanza...

—¿Esperanza? ¿quieres que no pierda la esperanza de que Nayeon salga del lago como si nada hubiese pasado? ¿o prefieres que no pierda la esperanza de que los buzos encuentren su cuerpo? —cuestionó Mina sin medir el tono de su voz. Todo el asunto la tenía mal, no era consciente de sus palabras—. No esperes que tenga esperanza, porque no la hay.

—Yo... lo siento Mina, tienes razón —murmuró Chaeyoung cabizbaja abrazándose a sí misma y sintiéndose mal por no poder ayudar a su novia a sentirse mejor—. Tienes toda la razón.

—No... Chaeng, perdóname, no quise hablarte así, es solo que todo esto me tiene muy mal, quizás tengas razón y debería volver a casa —musitó Mina tomando las mejillas de Chaeyoung entre sus manos—. Perdóname ¿sí?

—No tengo nada que perdonarte, entiendo por lo que estas pasando y desearía saber como puedo ayudarte, nada me gustaría más que aminorar tu dolor Minari —contestó Chaeyoung enredando sus brazos alrededor de la cintura de su novia. Mina juntó sus frentes soltando un pesado suspiro, quería ocultar su sufrimiento frente a Chaeyoung, pero no podía—. Te amo...

—Yo también te amo, gracias por estar aquí... —Mina sonrió tristemente entre lágrimas para luego dejar un beso sobre la frente de Chaeyoung—. Te esperaré en el auto.

—Iré contigo —Chaeyoung hizo el amago de caminar tras ella pero Mina la detuvo señalándole a Jeong con la mirada.

—Ella te necesita también.

Entonces Chaeyoung entendió que Mina le estaba dando la oportunidad de hablar con su hermana a solas. Solo asintió viendo a Mina dirigirse a su auto para abordar en el asiento del copiloto.

Su vista se posó en Jeongyeon quien continuaba en la misma posición de antes, simplemente observando como la gente hacía todo lo posible por encontrar el cuerpo de Nayeon. Por primera vez se le formó un nudo en su garganta, no sabía que decir, razón por la cual optó por sentarse a un costado de ella y permanecer en silencio un par de minutos que a Chaeyoung le parecieron eternos.

Inconsciente sus ojos se llenaron de lágrimas al observar a Jeongyeon tan devastada. Verla así le rompía el corazón, realmente fueron muy pocas veces las que la había visto tan vulnerable, ella siempre fue de esconder sus sentimientos. Casi nunca la vio llorar, porque ella siempre lo hacía en silencio y a escondidas, pero esta vez ya no le importaba que su hermana menor la viera así, ya no le importaba nada.

—Nunca creí poder amar de verdad hasta que apareció Nayeon en mi vida... ella me mostró que de verdad tengo un corazón, ella pintó de colores el mundo que siempre vi de blanco y negro, ella me enseñó a amar —murmuró Jeongyeon cubriendo su cara con las manos intentando retener sus sollozos—. A-ahora ella ha roto mi corazón, ha roto todas mis esperanzas de volver a sentir, ha roto mi vida...

—Jeongyeon, no digas eso, ella...—

—¡Ella no va a volver! Me dejo, ¿que no te das cuenta? —gritó Jeong apretando fuertemente sus puños—. Me abandonó aún sabiendo que yo sin ella no soy nada ¡No quiero estar más aquí!

Tan pronto como Chaeyoung vio a Jeongyeon ponerse de pie para caminar hacia una dirección opuesta a la de su auto, fue tras ella intentando retenerla.

—¿A dónde vas? —preguntó Chaeyoung sosteniendo a su hermana del brazo—. No dejaré que te vayas en ese estado, trata de tranquilizarte.

—¡Suéltame Chaeyoung! Dejame ir, quiero estar sola, necesito estar sola —Jeong levantó la voz rompiendo todo tipo de contacto con su hermana—. No quiero angustiarte más con mi dolor, no estoy bien, quiero llorar, quiero gritar, quiero desaparecer, por eso necesito estar sola, entiende...

—Y tú debes entender que yo no pienso dejarte sola por más que me lo pidas, no voy a dejarte, no cuando más me necesitas, estoy aquí... soy tu hermana y te amo, me duele verte así —murmuró Chaeyoung enredando sus brazos alrededor del frágil cuerpo de Jeongyeon, se aferró a ella abrazándola fuerte y tratando de transmitirle todo su afecto—. Dejame ayudarte, no me apartes de ti, somos tú y yo... siempre hemos sido tú y yo contra el mundo, eso no tiene por qué cambiar.

—Me duele Chaeyoung... —murmuró Jeongyeon cerrando sus ojos y correspondiendo al abrazo de su hermana—. Me duele mucho.

—Lo sé —contestó Chaeyoung sintiendo una puñalada en el corazón. Porque para su desgracia no podía decirle nada que la hiciera sentir mejor—. Estoy aquí para ti, llora todo lo necesites que yo me encargaré de limpiar tus lágrimas y con el tiempo reparar tu lastimado corazón.

—Llévame a casa Chaeyoung, necesito un abrazo de mamá...

[🧀]

Dahyun regresaba a la sala con los ojos enrojecidos después de que Momo se quedara dormida en el cuarto de invitados de las hermanas Son. Sorbió rápidamente su nariz y limpió todo rastro de lágrimas en su cara al ver Hye de pie observando la ventana con la mirada perdida.

—Señora Hye... —murmuró Dahyun haciendo que Hye diera media vuelta instantáneamente.

—¿Cómo está Momo?

—Mal —respondió la chica de piel pálida—. Después de un largo rato de tanto llorar por fin se quedó dormida. Comenzaba a preocuparme de verla así, le está afectando mucho todo lo sucedido. Agradezco que la haya dejado ocupar su habitación.

—No tienes nada que agradecer, están en su casa. Deseo de todo corazón que pronto se sienta bien...

—¿Quiere que le prepare un té? La noto muy preocupada —ofreció Dahyun amablemente. Hye negó con la cabeza limitándose a tomar asiento en uno de los sofás—. Me imagino la gran impotencia que siente en estos momentos y es compresible que esté preocupada por Jeong.

—Jamás vi a mi hija tan feliz por alguien, esa chica cambió a mi hija y la cambió para bien —expresó Hye con una sonrisa triste—. No puedo ni imaginarme todo el dolor que mi hija esta sintiendo en estos momentos y lo peor es que cuando la vea no tendré las palabras adecuadas para decirle algo que la haga sentir mejor.

—Nada esta dicho señora Hye, todo lo que pasó es tan confuso... pero tenga por seguro que Tzuyu y yo la vamos a apoyar, no le dejaremos la tarea a usted sola —comentó Dahyun posando una de sus manos sobre el hombro de Hye tratando de reconfortarla—. Por cierto... ¿en dónde está Tzuyu?

—Fue a ver a su novia, según me dijo que ella también era allegada a Nayeon, pero dijo que volvería pronto, aunque me pidió que le avisáramos al teléfono por si algo pasaba—explicó Hye llevando un pañuelo a sus ojos para remover todo tipo de lágrimas—. Solo espero que Chaeyoung me llame pronto, necesito saber como esta Jeongyeon.

Antes de que Dahyun pudiera contestar, alguien había llamado a la puerta con insistencia. Ella se dirigió rápidamente a la puerta para atenderla encontrándose a Vernon con expresión preocupada.

—¿En dónde está? —preguntó—. Yo... vi la noticia en internet, el accidente que sufrió Myoui Nayeon, esta por todas partes, me asusté... ¿cómo esta Jeong? Estoy preocupado por ella, muy preocupado.

—No está, ella fue a casa de los Myoui y no se veía nada bien —contestó Dahyun cediéndole el paso a Vernon quien entró confundido dirigiendo sus pasos hasta Hye—. Chaeyoung fue tras ella, estamos a la espera de noticias pero aún no hay nada.

—Vernon, que bueno que estás aquí, a Jeongyeon le hará bien verte, a mi hija le hará bien tener a todos sus amigos cerca —murmuró Hye—. Muchas gracias a los dos por estar aquí.

—Señora Hye, yo tuve la dicha de conocer a Jeongyeon y Chaeyoung, no sabe lo feliz que me encuentro por eso, yo las quiero mucho, las quiero como las hermanas que nunca tuve —contestó Vernon tomando las manos de Hye entre las suyas—. Le prometo que haré todo lo posible por ayudarla a salir adelante, vamos a salir de este doloroso bache, se lo prometo.

—Vernon tiene razón, estamos con usted y juntos sacaremos a Jeong adelante, aún no pierdo la esperanza de que todo esto se trate de un malentendido —comentó Dahyun tratando de animar a la mayor.

—Mis hijas tienen tanta suerte de tener amigos como ustedes, no me cansaré de agradecer por eso.

El sonido del teléfono de la casa retumbó en el lugar haciendo que Hye se alarmara para luego tomar el aparato entre sus manos y contestar rápidamente con el alma en un hilo.

—Sí, diga...

¿Bueno? ¿Hablo con Jeong?

Hye sintió quitarse un terrible peso de encima al escuchar la voz de Nayeon, no podía estar equivocada, la había escuchado las veces suficientes como para poder reconocer su voz.

—Dios mío, estás bien... Habla Hye, la madre de Jeong.

Señora... he tratado de llamar mil veces al número de Jeong pero no me contesta, después me acordé del número de su casa... —dijo casi en un susurro—. Señora necesito ayuda, Ethan me tiene secuestrada, por favor ayúdeme...

¿Cómo? —preguntó Hye observando las caras confusas de Dahyun y Vernon a su frente—. ¿Cómo es el lugar en donde estas? Dame una pista, te ayudaré, pero necesito que me digas...

Es... es una bodega, no lo sé... hay cajas por doquier, no hay casas cerca, ayúdeme por favor, tengo mucho miedo —murmuró con sollozos.

—Oh Dios, trata de tranqui...— antes de que pudiera terminar, la llamada ya se había cortado.

—¿Qué pasa? ¿hay noticias? ¿quién era? —preguntó Dahyun con nervios.

—Era... Nayeon. Me dijo que Ethan la tiene secuestrada, que tenía miedo....

—Ese maldito... no sé cansa de hacer daño —exclamó Dahyun con furia corriendo hasta la habitación de Chaeyoung en busca de su laptop para luego volver a toda velocidad—. Deme el número de donde le llamo, voy a localizar a ese desgraciado enseguida.

Hye le dictó el número a Dahyun y luego de eso se dedicó a verla teclear cosas en su computador que ella no entendía. Vernon por su parte solo estaba dando vueltas alrededor con los puños apretados y la mandíbula tensa, nadie jamás volvería a dañar a sus hermanas del corazón, nadie.

—Lo tengo, ya tengo una ubicación aproximada, no esta tan lejos puesto que el celular tiene señal y el sistema de posicionamiento global encendido, hasta para planear un secuestro es tan idiota —mencionó Dahyun mostrando las coordenadas del mapa—. Debemos llamar a la policía enseguida.

—Los llamaré en este preciso instante —contestó Hye intentando comunicarse a la estación policial—. Esta vez Ethan se las verá conmigo, lo haré pagar por todo el daño que ha hecho.

—Debo salir un momento, olvidé que tengo algo pendiente por hacer —avisó Vernon saliendo casi disparado del apartamento.

Luego de un pequeño rato pudieron terminar con la llamada explicando la situación y los hechos para que la policía pudiera iniciar con el rescate.

—Señora Hye... ¿no cree que deberíamos llamarle a Jeongyeon para avisarle? —preguntó Dahyun sin escuchar como la puerta de la entrada era abierta—. Ella debe estar devastada, esta noticia le haría mucho bien.

—¿Qué noticia? —preguntó Chaeyoung quien venía sosteniendo a Jeongyeon del brazo en un estado deplorable.

—Chaeyoung, que bueno que trajiste a tu hermana con bien —expresó Hye corriendo hacia sus hijas para darles un fuerte abrazo, especialmente a Jeongyeon quien comenzó a llorar en los brazos de su madre sin poder contener más sus lágrimas—. Hija, todo estará bien, te lo prometo, no llores más.

—M-mamá... me duele aquí —murmuró Jeongyeon entre sollozos tocando su pecho con las manos—. Me duele mucho, no puedo más...

—Hija, Nayeon esta bien, ella está viva —comentó Hye logrando que Jeong levantara la mirada.

—No me mientas mamá, solo me lastimas más...

—Ethan... él fue quien la secuestró.

—¿Qué... estás diciendo? —Jeongyeon se apartó rápidamente. Sus puños se apretaron a tal forma que podían verse sus nudillos blancos.

[🕘]

Un golpe, dos golpes y otro más.

Eran las veces que la mejilla de Nayeon había sido azotada fuertemente después de que Ethan la descubriera con su celular en la mano. A pesar de estar ligeramente ebrio debido a todo el vino que había ingerido, estaba consciente de que esa llamada podría significar su perdición.

Del labio inferior de Nayeon bajaba un pequeño chorro de sangre, las lágrimas comenzaban a salir, nadie jamás la había golpeado de esa manera tan brutal y estaba asustada, asustada por que las descripciones que le dio a Hye no habían sido suficientes para dar con ella.

Tenía mucho miedo de lo que Ethan en estado de ebriedad pudiera hacerle. 

—¿Te crees muy lista? —preguntó Ethan tomando a Nayeon de la barbilla con brusquedad—. Traté de ser amable contigo, pero no lo supiste aprovechar, ahora pagarás por eso.

Nayeon comenzó a sollozar observando como Ethan a base de tropezones se dirigía hasta una de las tantas cajas que había en el lugar para luego sacar un afilado cuchillo.

Su respiración se volvió pesada y su corazón empezó a latir con fuerza temiendo lo peor.

Ethan llegó hasta ella con una descarada sonrisa en el rostro y comenzó a pasear el afilado cuchillo sobre todo el cuerpo de Nayeon hasta posicionarse cerca de su pecho y seguido de esto rasgar su ropa hasta dejarla totalmente expuesta frente a él.

—No lo hagas... por favor —dijo Nayeon en tono suplicante y con lágrimas en los ojos tratando de cubrir su cuerpo con ayuda de sus manos—. T-te lo pido....

—Vas a saber lo que es estar con hombre de verdad —murmuró Ethan relamiéndose los labios antes de desabrochar y bajar el zíper de su pantalón.

Nayeon no pudo hacer nada más que cerrar sus ojos con fuerza a la espera de un milagro que la salvara de ese asqueroso hombre que estaba a punto de abusar de ella.

Para su sorpresa, ese milagro llegó.

Escuchó a alguien derribar la puerta de la bodega a base de patadas. Al final pudo encontrarse con Vernon quien se abalanzó derribando a Ethan sobre el suelo para luego molerlo a golpes.

Nayeon lloró asustada siendo testigo de la escena. Con dificultad logró arrastrase hasta un rincón abrazándose a sí misma.

La cara de Ethan estaba llena de hematomas, Vernon no paraba de golpearlo una y otra vez con mucha fuerza. Sus manos habían terminado empapadas de sangre.

—Todo va a estar bien, ya pasó —murmuró Vernon despojándose de su chaqueta para poder cubrir el cuerpo de Nayeon quien lloraba desconsolada sin poder superar lo sucedido—. Todo está bien, lo prometo, ya todo esta bien...

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Yo amo a Vernon, tú amas a Vernon, todos amamos a Vernon. 👊🏻

En un grupo de fb vi este meme que hizo una lectora de la historia y quise compartirlo con ustedes...


En el capítulo anterior vi como una persona comentó que le aburría que yo tardara 'meses' en actualizar y que si me daba 'flojera' que mejor ya diera fin a la historia.
No soy una persona que le guste ventilar de sus problemas, pero solo por esta ocasión quisiera decir que no estoy pasando por un buen momento en mi vida, lamento a todas las personas que hago esperar y agradezco el doble a todas aquellas que esperan por mis actualizaciones. A esta historia solo le quedan dos capítulos más y los escribiré a la brevedad posible, sin más por el momento, gracias...❤

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