Capítulo 10: Confesiones
— Que horror... soy la única cuerda en esta mesa — Dijo Jeongyeon mirando como Nayeon y Mina estaban recargadas sobre la mesa a punto de perder la conciencia — Chaeyoung.. Diablos, Chaeyoung ¡No te duermas! Necesito que me ayudes con ellas — Movió a su hermana de un lado a otro con el fin de quitarle la cara risueña — Pareces como si te hubieras fumado algo.
— Jeongyeon, no me sueltes... me siento mareada — Murmuró Chaeyoung sosteniendo sus manos sobre la mesa — Agárrame... me voy a caer.
— No vas a caerte, ni siquiera te has puesto de pie Chaeyoung — Mencionó Jeong con molestia — Recuerdame nunca volver a dejar que tomes.
— L-lo siento...
— ¿Crees poder ayudarme a llevar a las chicas al coche? — Preguntó tratando de levantar el cuerpo de Nayeon. Vio a Chaeyoung caerse al piso al momento de ponerse de pie y suspiró con poca paciencia — Olvídalo, espera aquí, yo las llevaré, no te muevas de donde estás.
— Qué... — Nayeon murmuró con los ojos cerrados.
— Nayeon, ¿podrías subir a mi espalda? Te llevaré al auto — Dijo Jeongyeon tratando de hacer que Nayeon se pusiera de pie — No te dejes caer, coopera por favor...
— ¿Co-cooperar? — Preguntó con una sonrisa risueña. De pronto le vino a la mente la escena de una película para mayores de edad en donde un chico le decía a la chica que tenía que aflojar y cooperar. Si Jeong le iba a hacer lo mismo que el chico le hizo a la chica, entonces por supuesto que iba a cooperar.
— Sí, por favor, no puedo sola.
— Aflojar y cooperar, aflojar y cooperar.. — Murmuraba Nayeon haciendo que Jeongyeon la mirara confundida — Aflojar y... —
— ¿Se le ofrece algo más joven? — Interrumpió un mesero con uniforme impecable.
— Eh sí... la cuenta, por favor — Contestó Jeong con Nayeon entre los brazos — No pediremos nada más, como verá tengo a mi compañía un poco pasada de copas — Añadió señalando a Mina durmiendo sobre la mesa y a Chaeyoung tratando de levantarse del piso con torpeza.
— Sí, ya veo — Contestó el mesero — Por favor permita que mi personal la ayude a llevarlos a su auto. Y en cuestión de lo otro... las señoritas Myoui cuentan con una membresía exclusiva con el restaurante, razón por la cual no hay tal cuenta que pagar — Explicó.
— Ah caramba, si que tienen dinero — Contestó Jeongyeon haciendo que el mesero elevara su ceja.
— ¿Perdón?
— No, nada... quiero decir que sí, le agradecería enormemente que me ayuden a llevarlos al auto.
— Voy a aflojar y cooperar... — Murmuró Nayeon logrando que a Jeong se le pusiera la cara roja de la vergüenza — Aflojar...— Jeongyeon le cubrió la boca enseguida.
— No es lo que piensa... ella no sabe lo que dice señor — Comentó Jeong tratando de que el mesero no malinterpretara su situación — No piense que me estoy aprovechando de ella, yo jamás haría eso. Lo juro.
— ¿Usted y la señorita... son algo?
— Si por supuesto, somos novios — Contestó Jeong con seguridad — Ella está diciendo eso por...—
— Entiendo, no es necesario que me de detalles — Interrumpió el mesero con una sonrisa incómoda — Ahora mismo mando a mi personal para que lo ayude — Dicho esto se retiró.
En cuestión de minutos Mina y Nayeon ya estaban en la parte trasera del auto y Chaeyoung en el asiento del copiloto. Jeongyeon se aseguró de que todas tuvieran su cinturón de seguridad puesto antes de poner el auto en marcha.
— ¡Oye! — Uno de los guardaespaldas de las hermanas Myoui se había acercado a ver a las chicas dormidas por la ventanilla del auto — Vimos que el personal del restaurante las sacó del lugar, ¿hay algún problema?
— ¿Por qué Mina y Nayeon están dormidas? ¿Qué les dieron para que se pusieran así? — Preguntó Song con firmeza. Cualquiera diría que estaba muy molesto.
¿Qué estaban insinuando?
— Solo se pasaron de copas, es todo — Contestó Jeong con las manos fijas en el volante.
— Pues yo a ti te veo bastante sobrio — Comentó Song con sarcasmo — Nosotros nos llevaremos a las señoritas a su casa — Jeongyeon vio como el chico intentaba abrir la puerta trasera por lo que decidió salir del auto enseguida.
— Yo voy a llevarlas, ustedes pueden seguirnos desde atrás si gustan — Contestó Jeong tratando de permanecer tranquila — Justo estaba por arrancar el auto.
— Dije que nosotros las llevaremos — Se exaltó Song siendo detenido por Jae Bum — Es nuestro trabajo.
— Song tranquilo, éste chico es el novio de la señorita Nayeon, yo mismo los vi eh... — Jae se rascó la cabeza con vergüenza al haber hablado de más — Solo regresemos al auto y sigámoslo desde atrás.
— Bien... — Murmuró Song con los puños cerrados dirigiéndose al auto junto con su colega.
— Cielos, que tipo más enojón — Susurró Jeongyeon girando los ojos — Ya estoy harta, quiero dormir.
Se dispuso a poner el coche en marcha rumbo a la casa de las Myoui. Tardó aproximadamente una hora en llegar debido al inminente tráfico de la ciudad. Por un momento Jeongyeon pensó que esta sería su oportunidad de venganza en contra de Nayeon por la mordida que le dio ésta tarde, ella ahora se encontraba tan indefensa debido a los efectos del alcohol.
Se lo pensó por alrededor de dos minutos en los que aún permanecía dentro del auto estacionada frente a la casa de las Myoui.
Ella me mordió, es justo que yo tome mi venganza.. ¿no?
Sí, si lo voy a hacer.
Jeongyeon se bajó del auto y abrió la puerta trasera de lado donde se encontraba Nayeon plácidamente dormida. Sonrió sin darse cuenta al verla arrugar su nariz.
— Voy a dejar una pequeña marca en tu cuello, es lo mínimo que te mereces por la dolorosa mordida que me diste... aún duele — Susurró Jeong acercando su cara al cuello expuesto de Nayeon — ¿Cómo puedes oler tan bien incluso después de estar completamente ebria? — Se preguntó al aspirar su agradable aroma. Posó sus labios en el cuello de Nayeon logrando que se removiera un poco.
— ¿Qué está haciendo? — Preguntó Jae por detrás causando que Jeongyeon diera un salto asustada golpeándose con el techo del auto.
— Ouch.. — Jeong se llevó las manos a la cabeza tratando de reprimir un grito de dolor — Nada, no estoy haciendo nada.
— Solo venía a preguntarle si necesitaba ayuda para llevar a las chicas adentro.
— ¿Y dejar que toques a mi novia ahora que esta inconsciente? Nunca — Contestó Jeong sin pensar. Se avergonzó enseguida al procesar lo que había dicho — Yo... bueno..—
— Entiendo — Asintió el guardaespaldas retirándose.
¿Qué acabo de hacer? Ahora yo misma tendré que cargar a Nayeon y a Mina hasta su habitación... ¡Maldición!
Pero no pienso hacerlo sola.
— ¡Chaeyoung! — Jeongyeon le dio una pequeña bofetada a Chaeyoung para despertarla — Despierta.
— ¿Eh? ¿Q-qué? — Respondió abriendo los ojos asustada observando a su alrededor — ¿En dónde estamos?
— En la casa de las Myoui, ¿quisieras ayudarme a llevar a Mina a su habitación? — Contestó con molestia — Yo llevaré a Nayeon, anda vamos.
— Sí... — Chaeyoung se frotó la cara y con cuidado salió de auto. Estaba comenzando a sentir un pequeño dolor de cabeza — Creo que bebí de más.
— No bebiste mucho, en realidad Mina y tú bebieron muy poquito, la única que si se excedió fue Nayeon — Dijo Jeongyeon con gracia — La única diferencia es que ustedes no saben tomar y ella sí — Agregó cargando a Nayeon sobre su espalda.
— ¿No pesa? — Preguntó Chaeyoung al ver la facilidad con la que su hermana sostenía a Nayeon.
— No mucho... — Respondió mirando como Chaeyoung abría la puerta para sacar a Mina — ¿Estás segura de que puedes con ella? Si no mejor espera a que vuelva y te ayude.
— Ya no estoy ebria, se me ha bajado con lo poco que dormí en el transcurso del camino, no te preocupes yo puedo — Chaeyoung pasó el brazo de Mina sobre su hombro y la sostuvo de la cintura — Hey Mina...
— ¿Mmmh? — Murmuró Mina adormilada — ¿Ch-chaeng?
— Sí, soy yo — Chaeyoung la hizo ponerse de pie con un poco de torpeza — Ya estamos en tu casa, te llevaré a tu habitación...
— Vamos Chaeyoung — La apuró Jeongyeon. Aunque Nayeon no era muy pesada, no podría aguantarla por mucho tiempo.
— Sí, te sigo atrás — Respondió Chaeyoung mientras caminaba lento junto a Mina — ¿Y si nos ven sus padres? ¿Qué les vamos a decir?
— Mierda... no había pensado en eso — Jeongyeon paro en seco — Mejor hay que llamar a los guardaespaldas para que sean ellos quien las lleven a su habitación...
— No podemos hacer eso Jeong...
— No quiero ni pensar en lo que nos haría su padre si nos ve llegando así con sus hijas — Murmuró con miedo — Hay que huir Chaeyoung...
— Por supuesto que no. Sea lo que sea lo enfrentaremos — Chaeyoung tocó la puerta de la entrada encontrándose con una mujer — Eh... hola.
— Buenas noches — Saludó abriendo completamente la puerta — ¡Oh! Mis niñas... ¿qué les pasó?
— ¿Usted es la señora Myoui? — Preguntó Jeongyeon al ver la notable preocupación de la mujer.
— No... yo soy Tita, su nana — Respondió acomodando el despeinado cabello de Mina quien mantenía los ojos entrecerrados — Veo que han tomado de más. Tienen suerte de que los señores Myoui hayan salido de viaje repentinamente.
— ¿Osea que no están? — Preguntó Jeong recibiendo una negación por parte de Tita — Oh que maravilla — Suspiró con tranquilidad.
— Mi nombre es Chaeyoung y él es mi hermano Jeong — Chaeyoung intentó extenderle la mano pero cuando lo hizo sintió a Mina tambalearse — Oh dios, no puedo soltar a Mina...
— Tú eres el famoso Chaeyoung — Respondió Tita con una amplia sonrisa — Me da gusto conocerte — Dijo con alegria.
— ¿Mina le habló de mi? Lamento que nos hayamos conocido en estas circunstancias... — Contestó Chaeyoung con pena — Me hubiese gustado que...—
— Oigan... no es por querer ser grosero pero, ¿podrían decirme dónde está la habitación de Nayeon? — Murmuró Jeongyeon con las piernas temblorosas debido al peso.
— Ah sí, está en el tercer piso, al fondo se encuentran dos habitaciones, una es de Nayeon y la otra es de Mina — Explicó Tita.
— ¿Tercer piso? — Jeongyeon soltó un pesado suspiro mientras se dirigía hacia las escaleras — Ay dios mío, dame fuerzas...
— Gracias Tita, las dejaremos en su habitación y nos iremos — Comentó Chaeyoung dirigiéndose a la mujer quien veía con diversión a Jeongyeon descansar un par de segundos cada que subía un escalón.
— Sí, sí por supuesto — Respondió Tita soltando un risita — Gracias por traer a mis niñas.
— No es nada.
Después de casi 10 minutos de tortura al fin habían llegado al tan anhelado tercer piso. Jeongyeon cayó de rodillas con Nayeon aún sobre su espalda.
— Me rindo... ya no puedo más — Jeongyeon se dejó caer al piso sintiendo como Nayeon la aplastaba — La dejaré aquí, cuando despierte se irá a su habitación.
— Claro que no, levántate, no puedes dejarla a medio pasillo — La regañó Chaeyoung — Ya estamos cerca, solo métela a cualquier habitación. Yo entraré a ésta — Avisó antes de adentrarse en una habitación.
— Ay maldición — Jeongyeon se puso de pie y arrastró a Nayeon de los pies hasta la primera habitación que encontró — ¿Qué necesidad tengo de cuidar borrachos?
— M-mi cabeza... — Escuchó a Nayeon murmurar con molestia.
— Ah, al fin despiertas amorcito — Dijo Jeong con sarcasmo — Vamos a la cama, tienes que dormir, es tarde.
— No quiero...
— ¿Cómo que no quieres? — Jeongyeon la ayudó a levantarse con torpeza — Vamos coopera, no me dejes todo el trabajo a mi sola...
— Jeong.. ¿p-por qué no te gusto? — Murmuró Nayeon haciendo tensar a Jeongyeon — ¿Por... por qué no me quieres?
— No sabes lo que dices... — Jeongyeon la arrastró hasta dejarla recostada sobre la cama — Aún estás bajo los efectos del alcohol...
— Jeong... — Nayeon abrió ligeramente sus ojos y extendió sus brazos — Ven...
— N-no... yo debo irme — Jeongyeon se dio media vuelta pero se arrepintió al momento. Su cerebro le ordenaba que se fuera de ahí inmediatamente pero su corazón le decía que no podía ser tan desalmada — Bien... me quedaré hasta que te duermas — Jeongyeon se subió a la cama justo a lado de Nayeon.
— Me gustas...
— ¿¡Eh!? — Jeong casi se atraganta con su propia saliva al sentir el peso de Nayeon sobre sus muslos — Q-que... ¿qué haces?
— Q-quiero un beso... tuyo.
— No, no está bien, Nayeon estás ebria... — Jeongyeon intentó apartarla colocando sus manos sobre sus hombros. Escuchó a Nayeon sollozar bajito y se alarmó — ¿Qué pasa?
— S-si fuera un h-hombre... ¿me querrías? — Murmuró Nayeon con los ojos cristalinos. El corazón de Jeongyeon comenzó a latir desenfrenado logrando así derrumbar todas sus barreras — A-aunque sea un poco...
— Eres preciosa... — Jeongyeon le acarició la mejilla a Nayeon suavemente — ¿Quieres que te confiese algo? Creo que tú me gustas también... — Nayeon no respondió con palabras, simplemente acercó su cara para poder dejar besitos sobre el labio adolorido de Jeong.
— Lamento haberte lastimado... — Dejó nuevamente un beso sobre sus labios y después recostó su cabeza sobre el pecho de Jeong. Poco a poco su respiración se volvió menos pesada, fue ahí cuando Jeongyeon se dio cuenta de que Nayeon se había quedado profundamente dormida.
Nayeon... ¿qué me has hecho?
[🍓]
Chaeyoung se encargó de quitarle las zapatillas a Mina con el fin de que pudiese dormir cómoda. Cubrió su cuerpo con una sábana y por un momento se dedicó a admirar la belleza de la chica que tenía a unos escasos centímetros de distancia.
Definitivamente era bonita.
Chaeyoung sin poder evitarlo acarició sus mejillas con ternura y delineo sus finos labios con su pulgar. Retiró su mano enseguida al ver a Mina arrugar su nariz y abrir sus ojos con dificultad.
— ¿Chae, eres tú?
— Sí... - Chaeyoung se levantó de la cama con nerviosismo — Ya me iba...
— Espera...
Oh no... seguro me gritará por tocarla mientras duerme.
— ¿S-sí?
— ¿Dónde está Nayeon?
— Jeong la llevó a su habitación — Respondió Chaeyoung.
— Gracias por traernos a casa... ¿cómo puedo pagarte?
— ¿Pagarme? Oh no, no es nada, soy tu cita, era mi deber cuidar de ti...
— Me la he pasado muy bien hoy — Contestó Mina — Claro, sin contar la parte del vino... Lamento si te causé problemas.
— No me causaste problemas, de ninguna manera — Chaeyoung se acercó para acomodar un mechón de su cabello — ¿Te sientes bien? ¿No te duele la cabeza? Puedo ir a traerte algo...
— Si duele un poco... pero no te preocupes, ya pasará ¿A ti te duele?
— Hace rato me dolía, pero ya no...
— Ven aquí — Mina le hizo un espacio a un lado de su cama. Chaeyoung la miró dudosa — No temas, no voy a comerte — Chae se sentó a su lado con nerviosismo.
— No me importaría si lo haces — Dijo sin pensar y después cubrió su cara con sus manos sintiendo una horrible vergüenza — No.. yo quiero decir...—
— De acuerdo... — Mina asintió y se mantuvo en silencio un par de segundos que a Chaeyoung le parecieron eternos.
— ¿Estás molesta por lo que...— Chaeyoung se quedó sin habla cuando sintió las manos de Mina atraerla a ella para juntar sus labios — Mina...
— Shh... no hables — Mina la hizo callar volviendo a sellar sus labios. Ambas podían sentir ligeramente el sabor a vino que sus bocas desprendían.
Se siente tan bien...
¿Por qué siento un cosquilleo en el estómago?
Chaeyoung sintió lo cálidos y suaves que eran los labios de Mina, no sabía explicar como pero sus bocas se amoldaban perfectamente. De a poco su beso fue volviéndose apasionado. Chaeyoung se tomó el atrevimiento de atrapar su labio inferior entre sus dientes para tirar un poco de el, sentía que los labios de Mina eran la combinación perfecta para los suyos.
Al cabo de un par de segundos Mina se separó del beso por falta de aire y con la respiración agitada, levantó su mano y acarició la mejilla de Chaeyoung con dulzura.
— Quédate... — Murmuró Mina sintiendo la respiración de Chaeyoung todavía sobre sus labios — Quédate conmigo esta noche.
— Me quedaré - Contestó Chaeyoung esbozando inevitablemente una sonrisa — Ésta y todas las noches que me lo pidas... — Añadió antes de abalanzarse nuevamente a los labios de Mina.
Que hermoso todo.. 😍
Quiero agradecer a Lelouch_Of_Kamari por recomendar mi historia, un millón de gracias, considérame tu nueva fan, escribes arte.❤
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