Capítulo 31
-Sasuke...
El menor no respondió ante el llamado de Hinata, él permanecía sentado en su cama con las piernas cruzadas mirando nada en particular, Naruto le sostenía la mano mientras con la otra le acariciaba la cabeza. No hallaban ninguna forman de que el Uchiha levantara los ánimos.
-Te traje algo de comer, ya que... no quisiste almorzar. -el rubio la miró parada en la puerta con una bandeja en sus manos, con un movimiento de cabeza le indicó que entrara
-No... -se negó otra vez a querer comer
-Sasuke, tienes que comer algo, nos preocupamos por ti. -dijo Naruto en voz baja
-No quiero nada... -repitió
-¿Cómo te sientes? -preguntó Hinata colocando la bandeja sobre la mesita al lado de la cama, para luego sentarse al otro lado de Sasuke.
-Culpable... -bajó la mirada, estiró las piernas fuera de la cama para levantarse
Sasuke Salid de la habitación sin decir una sola palabra. Cuando los dos jóvenes se quedaron solos, Naruto se tapó el rostro con ambas manos. Sentía lo mismo que su novio, pero trataba de la medida de todo lo posible intentar no quebrarse delante de Sasuke, lo único que quería era darle fuerza, pero una vez se hallaba solo... le era imposible ocultar lo que verdaderamente sentía.
-¿No has tenido noticias? -le preguntó Hinata posando su mano sobre el hombro del contrario
-Aún no logran encontrar rastro de alguna de las dos... te juro que me voy a volver loco si no recuperamos a Yumi. -miró a la Hyūga - Sasuke no ha descuidado ni un solo momento a Daisuke... pero se está descuidando él, he intentado que duerma y que coma, pero no hay forma de que lo haga.
-Está muy dolido, sé que te preocupas por él, pero su mente está tan enfocada en sus bebés que... simplemente no quiere nada, por más que alguien lo intente convencer.
-De verdad no entiendo como es que no han logrado encontrarla, ¡la han buscado por todos lados!
-Confía en que mínimo Sakura va a cuidar de Yumi. -dice con una sonrisa
:::::
Sin ningún rumbo fijo, Sakura caminaba por las calles pasando desapercibida por todos aquellos que avanzaban a un lado de ella. Ha tenido que irse por distintos caminos evitando toparse con algún oficial que logra ver a la distancia. La pequeña que llevaba en brazos iba dormida, de una u otra forma, pude alejarse por completo de su prima. Estaba muy segura de que está seguía buscándola.
-Todo va a estar bien, pequeña. -le dice a la bebé en voz baja -Vas a volver con tus papás, pero tienes que tener paciencia, eh. Si me ven... no podrás regresar rápido con ellos.
En los ojos de Sakura se podía reflejar el arrepentimiento y todo el dolor que sentía en esos momentos. Estaban hinchados y rojos por el llanto que ha tenido desde que se escapó de su prima. Ella también se sentía culpable, demasiado, para su gusto. Fue directo a un parque, donde se sentó en una banca cualquiera. Sonrió al notar que aquellos ojitos azules empezaban a abrirse poco a poco.
-De verdad que eres muy bonita... ¿sabes?... espero que si algún día te enteras de esto... puedas perdonarme. Ni yo me entiendo, no sé por qué hice todo esto...
Escuchó a un grupo de pequeño de mujeres hablar sobre la fugada de prisión, claramente hablaba sobre ella. Así que no tardó muchos segundos en levantarse para irse lo antes posible.
-No pienso regresar a prisión sin antes arreglar lo que hice.
:::::
Para ese mismo día, el sol ya se había ocultado por completo. El cielo estaba pintado con unos hermosos colores oscuros, más la luz de la luna, era algo que podía contemplarse por horas. Las personas empezaban a irse a sus hogares, o mínimo, se alejaban de las calles. Los ahora siete miembros del hogar se encontraban en la sala en un pequeño silencio no muy incómodo para todos. Deidara tenía al pequeño rubio sobre sus piernas mientras este permanecía con sus ojos bien abiertos mirando a su tío con una sonrisa.
-Chicos...
Hinata se vio interrumpida cuando sonó el timbre. Ella fue la primera en levantarse antes que cualquier otro, ya que sabe perfectamete que ante los nervios que tienen los varones, no se comportarían de manera correcta frente a cualquier otro que fuera quienes ellos quisieran. En su mente imaginaba a algún oficial con noticias sobre la bebé, o mínimo sobre el paradero de Sakura.
Pero vaya que estaba equivocada.
Sus ojos se abrieron en par en par al ver a aquella pelirosa de pie al frente de ella, en sus brazos cargaba a la bebé que tanto han anhelado encontrar.
-Yo... -intentó hablar la Haruno, pero el llanto que Yumi empezó a mostrar la interrumpió
En el interior de la casa, los hombres se miraron entre sí al escuchar aquel llanto. Sasuke se levantó e inmediatamente fue hacia la puerta siendo seguido por Naruto. Al ver a Sakura frente a él con su bebé, sintió como su corazón volvía a latir y unas nuevas lágrimas de felicidad salían.
-Yumi... -apenas pudo decir al tomar a su bebé en brazos, Naruto sonrió al verificar que era realidad lo que sospechaba
La niña miraba a sus dos papás atentamente, sus ojitos estaban cristalizados por el antiguo llanto que había amenazado con salir, en su boquita se formó una leve sonrisa.
Cuando Sasuke levantó su vista al frente para mirar a Sakura, se percató de que esta ya no estaba. Su sonrisa se borró por un momento pensando en ella, volvió a la sala aún con Yumi en sus brazos, los otros tres hombres se acercaron felices a dar la bienvenida a la Namikaze-Uchiha. Naruto notó la mirada de Sasuke, por lo cual también dejó de sonreír.
-¿Sucede algo?
-Es Sakura... se fue, y...
-Déjala, ya devolvió a nuestra hija, ya no importa. -dijo serio
-Lo sé, pero se arrepintió y... -tomó una bocanada de aire antes de pasar a Yumi a brazos de Naruto
El menor se levantó de su asiento llamando la atención de los presentes allí. Sabía que lo que haría esa algo estúpido, pero tampoco olvidaba tan fácil las enseñanzas que su madre tardó años en enseñarle. Caminó hacia la puerta.
-¿A dónde vas? -pregunta Naruto
-Empieza a hacerse más tarde, lleva a los bebés a dormir.
Eso, fue lo único que dijo antes de salir de su casa. Se posicionó en la acera mirando a ambos lados, si era sincero, no sabía por donde comenzar a buscar. Las nubes empezaban a tapar la luna, provocando que todo estuviera oscuro, solamente le ayudaba las luces de los postes. Algunas gotas de lluvia comenzaron a caer, las cuales poco a poco empezaron a ser más. Caminaba a paso rápido por la acera, deseando encontrar alguna señal de Sakura, sabía que ella no podría estar muy lejos.
Unas cuantas cuadras lejos de su casa, la encontró caminando sin rumbo fijo, ella ya llevaba su cabello mojado, y ni mencionar su ropa. Ambos estaban en las mismas condiciones.
-¡Sakura!
La muchacha se detuvo por completo y miró a sus espaldas, su rostro mostraba total sorpresa al ver a quien tanto odio le tenía corriendo hacia ella.
-¿Sasuke... qué haces acá? -le preguntó en voz baja
-Eso ahora no es importante... ven conmigo. -le tomó de la muñeca para comenzar a caminar devuelta
-¿A dónde?
-Solamente camina.
Pasaron en silencio las cuadras hacia la casa, hasta que una vez llegaron, entraron. Los otros miembros del hogar abrieron sus ojos como platos al ver a la pelirosa a un lado de Sasuke.
-¿Qué significa esto? -pregunta Naruto con una notoria molestia en su mirada
-Ven, Sakura.
Sasuke comienza a caminar hacia el segundo piso ignorando por completo a los otros, la muchacha caminaba no muy segura de si hacerlo o aprovechar la distracción para irse, pero tenía que hacer lo que desde un principio debió de haber hecho.
Sakura se quedó en una de las habitaciones para invitados del hogar. Una vez Sasuke volvió a bajar, lo atacaron con preguntas.
-¿Nos puedes explicar por qué la trajiste? -esta vez es Menma
-No la iba a dejar ahí afuera con esta lluvia.
-Sasuke, por Dios, ¿acaso no fue suficiente todo lo que ella hizo como para que al final decidas ayudarla? -le reclama su novio
-Soy muy consiente de lo que estoy haciendo, pero si ella devolvió a Yumi por su propia voluntad es porque se arrepintió. De igual forma, tiene que volver a prisión, ¿no? -cruzó sus brazos
-¿Y qué sucede si aprovechando que está aquí adentro nos hace algo? ¡O a los bebés! -dice Deidara
-No quiero escuchar ni una sola palabra, ¿entendido? -dice con voz firme -Voy a alistar el cuarto de los bebés, ya casi es hora que se vayan a dormir.
-¡No, un momento, Sasuke!
Naruto entrega a Yumi a su cuñado para irse detrás del azabache. Estaba molesto por la decisión que este había tomado, y no tenía planeado dejar las cosas así. Al entrar al cuarto de sus hijos, lo miró yendo de un lado a otro con cobijas o almohadas.
-¿Te volviste loco? -Sasuke lo mira con seriedad -En este mismo instante pienso llamar a la policía.
-¡No, aún no! -alza la voz
-¿Estás consciente de lo que estás diciendo? ¡Ella tiene que estar presa, ¿o ya se te olvidó todo lo que nos hizo?! ¡Sasuke, puso en peligro la vida de nuestra hija, ¿y tú la quieres cuidar?! -tomó aire intentando relajarse, nunca le ha gustado tener que gritarle a la gente, mucho menos a su novio -Entiendo que de vez en cuando se te sale lo bondadoso, ¿bien? Pero ella está loca, tiene que irse a prisión lo antes posible.
-Sé que tiene que regresar a prisión, pero aún no.
-Sasuke, ¿qué quieres con todo esto? Yo no pienso quedarme con los brazos cruzados mientras ella está aquí.
-Solo... solo por esta noche, ¿si?
-En una noche puede hacer cualquier cosa, ¡entiendelo!
-¡Lo entiendo perfectamente! Se supone que de los dos tú siempre has sido el que sabe perdonar, ¿no? ¿por qué no puedes hacerlo ahora?
-Porque cada cosa tiene su límite.
-Mira, no quiero pelear contigo por algo así, ya te lo dije, solo una noche, ¿si?
Naruto lo miró en silencio por unos segundos, soltó un suspiro antes de volver a hablar.
-Está bien, pero si ella hace algo, ¡por pequeño que sea!... vamos a tener que hablar seriamente.
El rubio salió de la habitación sin decir nada más. Sasuke era muy consciente de lo que estaba haciendo, y del riesgo en que estaba poniendo a su familia, pero también es consciente del verdadero cambio en la Haruno.
:::::::::::::::::::::::::
Cuando el sol volvió a aparecer, al medio día todos permanecían tranquilos en la sala con la compañía de los dos bebés.
En la segunda planta, Sakura apenas iba despertando. Por la noche apenas sin pudo dormir, pensado en todo lo que había sucedido y lo que ahora tenía que hacer. Había escuchado la discusión entre Naruto y Sasuke, se sintió de lo peor al ver que a pesar de todo, el Uchiha la defendía. Salió de su habitación procurando dejar todo como lo encontró el día anterior, al menos no sin antes hacer una rápida llamada con el teléfono del cuarto. Bajó las escaleras lentamente, estaba algo nerviosa, sobre todo cuando los muchachos empezaron a mirarla no muy amigablemente.
-Yo...
-¿Acaso no te habías ido ya? -pregunta Deidara molesto
-Dejen que ella hable... por favor. -pidió Sasuke
Sakura tomó un poco de aire al pie de las escaleras, el resto se había levantado de sus asientos, solo uno la miraba con tranquilidad.
-No tengo que preguntar para saber que todos ustedes me odian, y la verdad es que les doy toda la razón del mundo para que lo hagan. Sé que tengo que regresar a prisión, pero no quiero irme sin antes hacer... lo que de verdad tengo que hacer. -miró en otra dirección ocultando sus ojos cristalizados -Dei, verdad que eres un buen hermano mayor, siempre quisiste mantenerme alejada de Naruto con la única intención de cuidarlo, te pido perdón por todo lo que pude haberte dicho o hecho en tu contra. Menma... contigo casi no me relacioné, pero en el fondo sé que también estabas preocupado por tu hermano, si alguna vez te hice algo, perdóname...
Los dos hermanos se miraron sin saber exactamente que decir ante aquellas palabras.
-Itachi... contigo tampoco me relacioné mucho, pero te pido perdón por casi quitarte a tu hermano y por todo lo que tuviste que hacer para mostrar mi culpabilidad. Hinata, perdón por haberte engañado, por mi culpa... casi pierdes la amistad de Sasuke y te deje delante de él como una mala amiga... cuando eres todo lo contrario. Naru... perdón por haber sido tan interesada y tan egoísta... a causa de eso, no permitía que estuvieras con la persona que en realidad amas.
Sakura miró a Sasuke, una lágrima comenzó a brotar de sus ojos.
-Sasuke... yo... -su voz se quebró -No tengo cara para pedirte perdón por todo lo que te hice, seré muy sincera contigo... te tenía envidia. El ver como a pesar de todo lo que pasaste... seguías en pie, me hizo darme cuenta que en el fondo soy una persona débil. La muerte de tus padres, estuviste en peligro de tener leucemia, la veces que yo intenté matarte... nada de eso te impidió continuar con tu vida. En mi vida yo no pasé ni el cincuenta porciento y mirame hasta donde he llegado... a nada... De verdad, te pido perdón por todo, también por haber secuestrado a tu hija, espero que si ella llega a saber de mi existencia y de esto que le hice... también pueda perdonarme.
-No te preocupes por nada de eso... yo... te perdono. -dice Sasuke
Unos toques en la puerta interrumpieron el momento, Itachi se acercó a esta para abrir, y dar paso a un policía.
-Hace poco nos llamaron para notificar que en esta casa se encontraba la fugitiva Sakura Haruno. -informa con voz demandante
-Si... -responde ella -Yo... ya me voy.
Ella caminó hacia el oficial, el cual le colocó las esposas antes de empezar a caminar nuevamente a la puerta. Sasuke quiso detenerlos, pero Naruto le tomó la mano y negó con la cabeza, lo cual provocó que desistiera del intento.
-Sakura... -le llama Sasuke, a lo que ella voltea justo en el marco de la puerta -...nos vemos.
Con una sonrisa y un asentimiento de cabeza, la muchacha salió de la casa.
:::::::::::::::::::::
Un rato más tarde, Sasuke se encontraba de su habitación en compañía de sus dos hijos, ambos acostados en la cama y él arrodillado de frente a esta.
-A ver... hoy los veo bastante despiertos, eh. -sonríe -Mientras les voy caminando la ropa les iré contando algunas cosas sobre sus abuelos, ¿si?
Antes de comenzar a hablar, Naruto estuvo a punto de entrar a la habitación, pero al escuchar a su novio decís aquello se detuvo en el marco de la puerta en total silencio.
-Mikoto... así se llamaba su abuela, mi mamá. Ella era una mujer... increíble, tan amorosa y cariñosa, siempre estuvo velando por mi seguridad y por la de su tío. Yo la admiraba mucho.. para ella no importaba como estuviera la situación... siempre sabía confrontarla con una sonrisa y la mejor de las actitudes. Claro, cuando se lo proponía, podía dar mucho miedo... y no había ser humano que pudiese salvarse de ella. -acaricia las mejillas de los bebés -Fugaku es el nombre de su abuelo, mi papá. Siempre fue un hombre muy serio... y ni qué decir de lo estricto. Mi relación con él no era muy buena, pero la verdad es que pasara lo que pasara... de igual forma lo quería, tenía una forma extraña de demostrar su cariño hacia nosotros, pero en el fondo nos amaba.
Le daba cierto sentimiento hablar de sus papás, hacía más de un año de su muerte, le hubiese encantado que sus hijos pudiesen haber disfrutado de sus abuelos. Escuchó unos pasos en la habitación, al mirar en dirección a la puerta, topó con aquellos ojos azules que tanto le gustan. Naruto lo miraba con una sonrisa.
-¿Llevas... mucho tiempo ahí parado?
-No, solo lo suficiente para poder escucharte. -el rubio se arrodilló a un lado de Sasuke -Hablando de abuelos, ¿eh?... creo que yo también podría hacerlo.
Sasuke no apartó su mirada de los bebés, cada día que pasaba, Daisuke le recordaba a su novio, mientras que Yumi a su madre.
-Veamos... su abuelo se llamaba Minato, un hombre como ningún otro... si necesitabas algo, por más pequeño que fuera, siempre ayudaba sin dudarlo. La mayor parte del tiempo sonreía, pero si tenía que ponerse serio... simplemente lo hacía. Su abuela... ay... de solo recordarla hasta me dan escalofríos. -hace una pequeña pausa -Se llamaba Kushina, siempre fue una mujer valiente y luchaba por lo que quería hasta poder conseguirlo, si se enojaba... es... es mejor omitir esa parte.
-Y por lo que me contaste, tu madre tenía un... ¿cómo decirlo?... ¿un tic?... algo así, ya que al final de cada palabra solía decir... -miró a Naruto esperando que este terminara de hablar
-"Dattebane..." -sonrió con algo de tristeza
-Y no solo ella... -prosiguió Sasuke -Ya que su padre también tuvo uno, pero por su trabajo, lo fue dejando atrás hasta que dejó de decirlo por completo, decía... -antes de que Naruto lo dijera, Sasuke le tapó la boca de inmediato -Cállate, de este si me acuerdo... emmm... Datte... ¿bayo?
-Ese mismo. -suspiró -Al principio se me hacía extraño no decirlo, pero me terminé acostumbrando... Oye, Sasuke, ¿por qué no salimos los cuatro? -el Namikaze toma en brazos al otro rubio
-¡E-espera, hace poco...!
Tarde...
Cuando Naruto tomó en brazos a Daisuke, parte del rostro del rubio quedó cubierto de un vómito blanco.
-...comieron...
-Y-yo... iré a limpiarme, en un momento vendré para... irnos.
Sasuke tomó a su hijo en brazos y observó como Naruto salía de la habitación a paso casi mecánico. No dudó en reírse, le daba gracia la situación, mientras que ahora su hijo sonreía.
::::::::::::::
Sasuke sabía que a partir de ese día, su vida y la de su familia, iba a cambiar por completo. Ya no había nadie que pudiese hacerles daño, Sakura y Ayame fueron arrestadas de nuevo, esta última fue delatada por su prima el mismo día que se despidió de los Namikaze-Uchiha. Aunque Sakura se había arrepentido, y esta vez en serio, la muchacha estaba dispuesta a completar sin quejas el tiempo que le hacía falta tras las rejas. De una u otra forma, sabía aprovechar su tiempo allí en compañía de las otras mujeres.
Una etapa en su vida se cierra...
Y otra nueva empieza..
~~~~~
Sé que el capítulo es corto para el tiempo que duré en publicarlo, pero ahora para el siguiente se empieza con algo nuevo ;)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro