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Capítulo 28

6 meses después

El tiempo había pasado volando para Sasuke y Naruto. El hecho de que ya fueran 8 meses de embarazo los tenía emocionados, como forme pasaban los días se acercaba el gran momento. También varias cosas sucedieron, como la graduación de cierto Uchiha. Todo salió de maravilla, excepto por el momento en que Naruto terminó dejando ver su identidad al no aguantar la felicidad. El rubio se había levantado de su asiento aplaudiendo como si su vida dependiera de ello, gritando principalmente "¡Ese es mi novio!". Esa fue la primera y última vez en que Naruto asistiría a un evento en el cual deba mantenerse callado, ya que con esto, Sasuke lo veía como algo imposible.

El embarazo en general había avanzado bastante bien, el bebé estaba muy sano, nada de que preocuparse. Para Sasuke todo era perfecto, a excepción de que habían ciertas cosas que lo fastidiaban a cada rato, como por ejemplo, el tener que ir al baño tan seguido. Su principal antojo había sido cosas dulces. Por lo general, el menor siempre evitaba comer dulces, ya que es algo que desde niño nunca le gustó. Pero ahora con el embarazo, este se había convertido en su delirio. Tanto así, que sería capaz de comerlo en cualquier forma, y una muestra de ello son los tomates con dulce de leche.

Ahora, por petición del mismo Uchiha, Naruto se había quedado en casa decorando una habitación de color azul. Ambos estaban completamente seguros que serían padres de un hermoso niño. Sasuke deseaba que tuviera cabello rubio y los hermosos ojos azules de su novio, mientras que Naruto se imaginaba a un niño como Sasuke corriendo por toda la casa. Hoy, el Uchiha iba camino con su obstetra, una doctora de confianza de los hermanos Namikaze.

-¿No estás nervioso? -preguntó Hinata al frente de Sasuke mientras este permanecía sentado en la camilla, ambos en espera de Kurenai

-Si, ¿estará bien? ¿habrá algo malo?

-Ay, vamos, no te preocupes, ¿quieres saber que será?

-Naruto y yo estamos muy seguros de que será niño, es demasiado tranquilo... casi como yo, espero que en el físico se parezca a él. Aunque la doctora ya sabe el sexo del bebé, no he querido saberlo... pero ahora ya no me puedo contener.

-Buenas tardes. -dijo la mujer entrando por fin a la habitación con una sonrisa -¿Listo?

-Si, solamente espere un momento para llamar a mi novio y decirle como van las cosas.

Hinata sacó de su bolso el celular de Sasuke, este no tardó muchos segundos en llamar a su rubio. Mientras que este estaba en una habitación totalmente vacía en muebles, pero con compañía de sus dos hermanos y su cuñado.

-Esto va bastante bien, me gusta. -sonrió satisfecho teniendo ya tres paredes completamente pintadas

Aunque si había algo más pintado, eran Naruto y Deidara. Estos, en sus peleas, terminaron hasta con el pelo un poco pintado.

-¿Están seguros que es un niño? Mira que no han querido saber el sexo del bebé para que sea "sorpresa" a la hora del parto. -dijo Menma sentado en el suelo

-Completamente seguros, ya verán con habrá otro miembro masculino en la casa.

Su celular comenzó a sonar en la bolsa de su pantalón. Naruto se limpió la mano derecha en la camisa y así, sacó su celular. Al ver el nombre de su novio en la pantalla, contestó sin dudarlo.

-¡Sasuke!... ¿cómo va todo? ¿Todo está en orden?

-Si, no te preocupes, ya lo estoy viendo... es tan hermoso, aunque casi sigo sin entender las ecografías, si no fuera por la doctora... -al fondo se escuchó la risa de la Hyūga -Ya verás como se parecerá a ti.

-Oh, vamos, se tiene que parecer a ti, para que sea igual de hermoso.

-Pues ya lo veremos, espera... ¿qué es...?

-¿Qué es que...? ¿Pasa algo? ¡¿Hay algo malo?! -los otros tres muchachos se acercaron al rubio al verlo un tanto alertado

En aquel consultorio, los tres presentes miraban con detenimiento la pantalla donde se mostraba al bebé. La doctora esbozó una sonrisa, mientras que Sasuke y Hinata no entendían lo que pasaba.

-¿No se le debería de ver...? -volvió a preguntarle a la mujer

-Es un niña...

-¿C-cómo?

Hinata tapó su boca ahogando un pequeño chillido, y el pelinegro no pudo evitar abrir los ojos con gran sorpresa.

-¡Espera, espera...! Mira bien... -la doctora señaló una parte de la pantalla

-¿Sasuke?... ¡Sasuke!... ¡¿qué sucede?!

Sasuke y Hinata se miraron con una sonrisa ante tal noticia, y podían comprobarlo en aquella pantalla, ¡sí resultó ser una sorpresa! Naruto desde su lado estaba que se comía las uñas de los nervios, Sasuke parecía haberse quedado mudo, y eso lo estresaba a niveles que creía que nunca alcanzaría.

-¡¿Qué es lo que sucede?!

-¿Naru...? -este suspiró al volverlo a escuchar, dejó caer la brocha sobre la cubeta de pintura -¿Siguen pintando la habitación de azul?

-Emmm... si, ya solo nos falta una pared para tenerla lista, ¿por qué?

-En ese caso... hay que hacer un pequeño cambio.

-¿Cómo... por qué? -levantó una ceja volviendo a mirar la habitación en busca de algún error, pero no, todo estaba perfecto

-Porque no solo vamos a tener una niño. -Sasuke sonreía al darle esa noticia a Naruto, podía imaginarse su reacción

-¿Qué? -miró a los otros tres sin poder creérselo, ellos, con gestos, exigían una respuesta -¿C-cómo que no solo un niño? ¿Qué quieres decir?

-Porque también vamos a tener una niña, Naruto, son mellizos.

Naruto se quedó totalmente paralizado, no sabía si reír primero... o desmayarse. Su mente estaba en otro plano totalmente distinto, su corazón se detuvo, casi al borde del infarto. Su estado de shock era tal, que hasta Deidara pudo quitarle sin problemas el celular de las manos para saber por su cuenta lo que estaba sucediendo.

-¿Hola?... Sasuke, ¿qué está pasando? Naruto se quedó paralizado, ¿qué le dijiste?... -ahora era el mayor de los Namikaze que abría los ojos con gran sorpresa, con la diferencia, que él si reaccionó al esbozar una sonrisa -...¡¿mellizos?!

Itachi y Menma se miraron igual de sorprendidos.

-Si señor, mi hermanito le hace honor al apellido Namikaze. -puso su mano libre sobre su cintura -Si... nos vemos aquí... adiós.

Deidara cortó la llamada y miró a su hermano menor, este seguía igual de quieto incapaz en articular alguna palabra.

-Oye, ¡Naruto!... ¿qué esperas para reaccionar?

-¿Sigues aquí? -Menma chasqueó los dedos frente al rostro de Naruto

-Me... melli... zos... -era lo único que podía balbucear en esos momentos

-Yo me encargo de esto.

El cuñado de Naruto tomó uno de los baldes de pintura azul y lo derramó por completo sobre la cabeza de este, sacándole de su trance.

-¡SON MELLIZOS!

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Para cuando Sasuke regresó junto a Hinata, lo primero que recibió fue una gran cantidad de besos en sus mejillas y labios por parte de Naruto. Este no paraba de decirle lo contento y emocionado que estaba con la nueva noticia. ¡También tendrían una nena!

Casi unos días después, Naruto y Sasuke se encontraban solos en la casa, ambos en silencio en la sala principal. Exactamente, cada uno sintiendo las patadas de los mellizos.

-¡Ya no puedo esperar a que nazcan!

-No seas impaciente, falta menos.

-Es que ya quiero conocerlos, ¿verdad, bebés? Papá ya quiere ver lo lindos que serán, y también ya quiere jugar con ustedes dos. -decía mientras acariciaba el vientre suavemente -¿Tienes hambre?

-Un poco.

-Iré a traerte algo de comer. -antes de levantarse, dio un beso a sus bebés y a la frente del pelinegro

El Uchiha menor se quedó solo en la sala dando leves círculos sobre su vientre con un dedo, imaginando como serían sus hijos. Quiso ir a la cocina a hacerle compañía a Naruto, pero al levantarse, no se sintió para nada cómodo. A como pudo, miró el suelo notando como se empezaba a forma un charquito a su alrededor. Su corazón se aceleró, y lo primero que dijo fue lo primero que a su mente llegó.

-¡Naruto, se rompió bolsa!

Claramente pudo escucharse como alguna taza o plato se quebró en la cocina.

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-Sa-Sasuke, vuelvo en un momento, ¿si? -cuando Naruto trató de alejarse de su novio, este le agarró la mano con más fuerza

-¡Ni se te ocurra que me vas a dejar solo, ¿entendido?! ¡O si no, juro que te corto la bolas! -gritó en medio pasillo del hospital -¡Kurenai!

La mujer, que ya había escuchado los gritos cerca de su consultorio, fue de inmediato al reconocer esa voz. Se acercó a los dos muchachos estudiando la situación.

-¡¿Dónde estabas?!

-Estaba tomando mi descanso, vine porque pensé que era una emergencia.

-¿Cómo que pensaste que era una emergencia? ¡ES una emergencia! ¡Vamos a la sala de parto!

-¿Cada cuánto tienes contracciones?

-Ay... dos por tres, tres por cuatro, todo el tiempo, ¡apuresen!

-Naruto, por favor ayudalo a entrar al consultorio. -la mujer se acercó a la puerta para abrirla

-¡¿Cómo que consultorio?! ¡No, sala de parto, YA!

-Uchiha, al consultorio, ahora.

Casi que más por la mirada de la doctora, Naruto obedeció a la orden de la mujer sin siquiera pensarlo mucho. El menor acabó acostado sobre la camilla de siempre, él seguía en sus ideas, Naruto al borde de los nervios, y Kurenai... tranquila, luego de revisarlo con más calma y detalle.

-Todo está en orden, no rompiste bolsa.

-¡¿Cómo?! ¡Estoy a punto de tener a mis bebés!

-¡Está a punto de tener a nuestros hijos! -le apoyó Naruto

-Eso no fue la bolsa, fue simplemente pis.

-¿Pis? -preguntaron ambos -¡Eso es mentira! ¡Tenemos que ir a la sala de parto!

-No es necesario.

-¡Escuchame una cosa! ¡Yo sé perfectamente que mis mellizos están por nacer, y no pretendo tenerlos en un consultorio! ¡Así que ya sabe a donde tenemos que ir, YA! -la doctora suspiró, no era la primera vez que pasaba por algo así

-Está bien, iremos a la sala de parto para que estés más tranquilo.

Sin mucha demora, trasladaron al Uchiha, pero no a una sala de parto, sino, a una de maternidad. La doctora sabía perfectamente que no era necesario. Nuevamente, lo acostaron en otra camilla, allí, una enfermera se acercó.

-Enfermera, toma las contracciones.

Al calmarse un poco, se podía escuchar cerca de allí como una madre sí estaba dando a luz. La estaban animando, como siempre suelen hacer. Eso, lo único que provocó, es más pánico en cierto azabache.

-¡No, ya me contagie, vamos, vamos que ya vienen!

-Doctora, no hay contracciones. -los dos muchachos la miraron

-¿Cómo que no? -el de ojos negros se sentó en la camilla, ya empezando a calmarse -Entonces... ¿fue solo pis?

-Así es, aún falta un poco de tiempo, llevas pocos días de haber empezado el octavo mes. Sé que eres, lógicamente, primerizo y que todo esto te asusta, pero tienes que calmarte.

-Si... si... está bien, solamente me alteré un poco.

-Y a mi casi me da un ataque.

::::::::::::::::

El camino a casa fue algo silencioso, luego de la bomba de emociones que sufrieron, sus cuerpos se habían vuelto a relajar. No quita que estaba ansiosos de que si fuera la hora del parto, pero si ahora tenían que esperar un poco más, no podían hacer nada.

Al llegar a casa, como si todo estuviera medido, Naruto recibió una llamada.

-¿Hola?

-¡Hasta que por fin contestas, ¿dónde rayos estabas?! Te estoy intentando llamar hace una hora.

Naruto terminó alejando el celular de su oreja en espera de que los gritos de su representante cesaran. Aquellos, hasta pudieron ser escuchados por Sasuke, que miraba al rubio con una ceja levantada. Ambos sentados en la cama.

-Lo siento, hubo una falsa alarma con el nacimiento de mis hijos, obvio no iba a tener cabeza para atender el celular.

-Como sea, te llamo para decirte que te he conseguido una entrevista muy importante, será transmitida en vivo y esto puede ser de gran beneficio para tu carrera.

-¿Cuándo es?

-Pasado mañana, un día antes de tu cumpleaños. Es en la noche.

-Ese día yo ya lo tenía apartado para ir a comprar unas cosas para mis hijos junto con Sasuke.

Un suspiro por parte de Sasuke le hizo perder la concentración de la llamada, dirigió un mirada a él y con su mano libre tapó el altavoz de su celular.

-¿Sucede algo?

-Si quieres puedes asistir, vamos a comprar las cosas en la mañana y en la noche te dedicas a eso.

-¿Estás seguro? No vaya a ser que luego me quieras matar por tus cambios de humor. -sonrió

-¡Estoy bastante cuerdo! Así que ve, no hay ningún problema.

-Conste que lo estás diciendo, debí de haberlo grabado para tenerlo como seguro de mi vida. -volvió a destapar el altavoz -Si iré.

-Bien, te espero en el punto de siempre a las 7 de la noche, ¡no te vayas a arrepentir al último minuto!

La llamada se cortó y el cuarto volvió al silencio. A los minutos se escuchó la puerta principal de la casa cerrarse, seguramente alguna de las dos parejas, que había salido desde la mañana, llegó.

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Las cosas empezaron a transcurrir muy normales, bastante, para su gusto. Todo estaba tranquilo, Sasuke no tenía más dolores, así que todos estabas relajados.

Para cuando iniciaron las compras, se tomaron casi toda la mañana y parte de la tarde. Compraron todo tipo de cosas, dos cunas -una con diseños azules y otra rosados-, chupones, baberos, juguetes, pijamas, ropa, cobijas, etc.

Al regreso a casa, los otros cuatro presentes ayudaron a acomodar todo, ninguno pudo evitar sentir emoción al saber que los bebés estaban cerca de formar parte de la familia. Las paredes ya estaban multicolor, las cunas en el centro, juguetes en los estantes, ropa en el armario.

Durante el día, Sasuke sentía pequeños dolores, suponía que se trataba de leves patadas... aunque su idea se descartaba al ser tan fuertes. A no ser que tenga un canguro. Las molestias le empezaban a preocupar, ya llevaba varias horas así, antes de que pudiese decirle a Naruto, este lo interrumpió.

-Ya debo irme, volveré más tarde. -le dijo antes de darle un beso en la frente y salir del cuarto de los bebés

Sasuke no dijo nada, sabía que esa entrevista podía ser importante para él, y no quería arruinarle eso por quizá otra falsa alarma. Decidió descansar en la habitación, quizá sus bebés solamente querían dormir... o algo así.

Dirigió su mirada a la puerta cuando escuchó que la tocaban, era Hinata, su expresión no era para nada tranquila.

-¿Te sientes bien?

-Si, si... solamente son pequeños dolores.

-Desde la mañana he visto que haces muecas de dolor, ¿te duele mucho?

-Solo un poco, ahorita se me pasará el dolor.

-Deberíamos ir donde Kurenai, es mejor salir de dudas.

Quería negarlo, pero la muchacha tenía razón, estaba preocupado. ¿Algo malo le estará pasando a sus hijos?

Con ayuda de la muchacha, se levantó de la cama directo al primer piso. No solo ella lo había notado, también los otros tres muchachos estaban preocupados.

En compañía también de Deidara, fueron al hospital más rápido que un gallo al cantar al amanecer. Fueron directo al piso de la doctora, Deidara y Hinata se quedaron afuera, mientras que el azabache entró.

-¿Sasuke? ¿Ocurre algo? -le levantó de su asiento y caminó hacia el muchacho

-Perdón por venir sin avisar, pero desde la mañana estoy sintiendo dolores y la verdad me tienen bastante... AHH... -se inclinó un poco tomando su vientre

-Ven, tranquilo.

La doctora lo ayudó a acostarse en la camilla, tocaba con cuidado el vientre del azabache, sintiendo a los bebés un tanto inquietos. Sabía lo que eso significa.

-¿Cada cuánto sientes dolores?

-No sé, pero son desde la mañana. Supongo que fue porque hoy anduve en varios lugares sin descanso, ya sabes, comprando las cosas para los mellizos. -antes de querer levantarse, Kurenai lo detuvo y acostó nuevo

-Quédate ahí tranquilo. -se acercó al escritorio, por medio de un teléfono habló -Por favor, necesito que me alisten la sala de parto. -volvió a acercarse a Sasuke, la respiración de este ya era más tranquila poner -¿Y Naruto? ¿Quieres que lo llame?

-No, él ahora está ocupado con esas cosas de entrevistas y no quiero molestarlo por... ¿sala de parto? -la miró con una ceja levantada

-Si, no te preocupes, todo va a estar bien.

-Mis mellizos aún no van a nacer, hasta que el padre no esté ellos no van a aparecer. Solamente me agité con todo lo de la mañana. -al intentar bajarse de la camilla, notó a una enfermera entrando con una silla de ruedas -No, gracias, no es necesario, allí afuera está mi cuñado y una amiga, ellos me van a... ¡AHHH!

Kurenai lo ayudó a sostenerse, para seguidamente sentarlo en la silla de ruedas. Debía estar muy tranquila con Sasuke, sabía perfectamente que en este estado, el azabache se altera muy fácil. Y más considerando el hecho de que Naruto no está.

-Sasuke, no estás así por el agitamiento... -dijo seria

-¿Entonces...? -levantó un poco la mirada con expresión preocupada

-Tus hijos están a punto de nacer.

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Holi, vengo a avisarles que hoy en la mañana publiqué el prólogo de un nuevo fic NARUSASU. Está en un ámbito paranormal, aquí les dejo las descripción:

Uchiha Sasuke, un chico de 16 años que trata de vivir su vida lo más normal posible. Debe lidiar a diario los rechazos de sus padres adoptivos, ciertas dificultades en su colegio, constantes maltratos e insultos, etc. No solo eso, sino también lidiar con su pequeña y poco conocida habilidad, aquella de ver y sentir lo que ningún humano puede.

Constantemente vive al lado de uno de estos entes, el cual, está unido a él desde nacimiento y lo cuida de todo, o bueno, casi todo. Esto y más, ha hecho de su vida un tanto complicada y a la vez... miserable.

Al conocer a Naruto Namikaze, sus pensamientos sobre la vida empiezan a cambiar. Al principio ninguno logra simpatizar, pero con ayuda traviesa de aquel ente, estos dos empezarán a unirse atravesando un casi sin fin de problemas antes de recuperar la antigua sonrisa del Uchiha.

Espero vayan a leerlo♡

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