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Capítulo 22

Otro plan de Sakura había fallado, la noticia del rubio cantando en la universidad se esparció tan rápido como el viento. Creía que por fin tendría éxito en separarlos, pero en vez de eso, solo generó que se unieran más de lo que ya estaban. ¡Era tan frustrante! Y no solo por eso, sino, que un día Naruto la había citado a un punto privado, precisamente por el tema de identidad y todo eso, ella fue creyendo que todo entre ellos sería como antes, pero no... lo único que recibió fue una clara advertencia sobre alejarse de sus vidas, principalmente de Sasuke. Eso había logrado enojarla mucho más, además, ¿qué tan malo podía ser Sasuke? Para ella, solo era un chiquillo inmaduro incapaz de matar a una mosca, perfectamente podría enfrentarlo frente a frente y salir con éxito. Pero no, aún no es hora eso, quizá por el momento no hará nada, para que ese par piense que las aguas se calmaron, pero cuando menos lo esperen....

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—¡Sasuke, ¿estás listo?! —gritó Naruto desde la planta baja de la casa Uchiha

—Ya voy, no presiones. —dijo bajando las escaleras

Ambos chicos tenían planeado hacer un pequeño paseo, para así pasar más tiempo juntos -además de solos-, y a la vez para olvidarse de todos los problemas de la ciudad y por todo lo que han pasado por cierta muchacha. Su destino sería la playa, aunque Sasuke estuvo negándose en un principio, ya que odia el calor... la arena por todas partes... y sudar, pero al final aceptó. Ya tenían todas las maletas en el auto, solamente que el menor revisaba la segunda planta en busca de que haya dejado algo olvidado.

Ya en el auto, estaban listos para partir. Otra cosa que Sasuke odiaba de ese viaje, es que durarían como 4 horas en llegar a su destino, eso en caso que no topen con presa o algún contratiempo.

Sasuke se dedicaba a mirar únicamente por la ventana, de por si, no tenía más que hacer. Se habían levantado bastante temprano, ya para las 5:30 iban camino a la playa.

—¿Qué te gustaría hacer allá? —preguntó Naruto al notar el aburrimiento de su novio

—Lo que sea menos estar en el sol.

—Entonces... ¡no podrás hacer casi nada! Tenemos que hacer recorridos por la playa, lanzarte al mar, comer helado en la sombra, y...

—Y que te estén acosando y no poder hacer nada de eso. —cruzó sus brazos molesto, también era por eso que no quería ir a ese paseo

—Mm... ya encontraremos una solución para eso, además que hay algo que me gustaría hablar contigo.

—¿Algo? ¿Qué es? —lo miró de reojo

—Te lo diré allá, ¿si?

—¿Por qué no me lo dices ahora?

—Porque... ¡no! Te esperas. —sonrió

A la llegada del hotel, la playa estaba casi al puro frente de este, la costa podía verse claramente más el golpeteo de las olas contra la arena. Su habitación estaba en el último piso, ya que la que Naruto había reservado era de una de las más lujosas, y lo hizo por el simple hecho que tenía un Jacuzzi con burbujas y agua calentita. Era apenas medio día, tenían toda la tarde para dar un pequeño paseo por el lugar. Ya con sus trajes de baños puestos, estaban casi listos para salir.

—¡Vámonos! —dijo Naruto con un paño blanco en el hombro

—Si quieres... ve tú, yo no... quiero ir así. —miró su propio paño sobre sus rodillas

—¿Eh? ¡¿Por qué?! —se acercó a él y se sentó a un lado

—No, no es por nada, solo no me gusta la playa.

—Pero hace tiempo me habías contado que te gustaba venir con tu hermano cuando eras pequeño , por eso elegí este lugar.

—Pues si dije eso... pero no quiero.

—A ver, te conozco y sé que no quieres ir solo "porque no te gusta", hay algo más, ¿no? —lo miró fijo a los ojitos negros, Sasuke soltó un suspiro —¡Te ves bien! Tienes buen cuerpo, luego de que te recuperaste de la anemia, cualquiera quisiera estar de tus zapatos... o en los míos por tener a un novio tan lindo. —sonrió

—¡No es por eso! —dijo sonrojado por esas palabras —Pero, aún se notan algunas cicatrices de... aquello, y no quiero que nadie las vea.

—¿Es eso? —ladeó la cabeza —Mm... eso no es ningún problema, hay que verte con mucho detalle para darse cuenta de que tienes cicatrices en el abdomen, además, yo no voy a permitir que la gente te esté comiendo con la mirada, ¡eres mío y de nadie más! —lo abrazó por completo —Te ves bien y sexy por donde sea, además de ser mío, no tienes de que preocuparte por eso, nadie se dará cuenta... y mío... todo estará bien, ¿ya te dije que eres mío?

Sasuke sonrió un poco, Naruto ahora era el único capaz de sacarle esas sonrisas cuando se sentía inseguro de sí mismo.

—Si, ya lo dijiste, idiota. —le besó la mejilla y se levantó de la cama —¿Vamos?

—¡Oye! Merezco un beso aquí... —señaló sus labios

—Está bien, te lo daré... —se acercó lentamente hasta estar a unos cuantos centímetros —...cuando yo quiera, ahora camina. —volvió a alejarse

—¡¿Ehhhhhhh?! ¡Eso no es justo!... Sasuke... ¡Sasuke! —salió de la habitación y cerró la puerta tras de sí

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Los dos pasaron toda la tarde recorriendo la playa, el único seco fue Sasuke, ya que...

—¡Sasuke, mira esa ola! —señaló al frente —¡Vamos!

—Ve tu solo. —le dio la espalda alejándose de él, apenas Naruto lo abrazó por la espalda empezó a arrastrarlo

—¡Dije... que... vamos! —cada palabra iba a cada tirón que hacía

—¡Dije... que... NO! —apoyó sus dos manos en la arena dando una patada a la quijada del Namikaze empujandolo directo a la ola

En la noche, ambos decidieron hacer uso del Jacuzzi y relajarse. Era de un tamaño circular no muy grande, pero tampoco muy pequeño, los dos estaban frente a frente.

—Me sigue doliendo la patada que me diste. —hizo un puchero

—Tú te lo ganaste, idiota.

—Para mi que en tu vida pasada eras una especie de luchador, o mínimo alguien que sabe pelear.

—Hmp.

Se hundió hasta cubrir su boca y cerró los ojos. Naruto estaba en un silencio para nada normal en él, pensando en todo lo que ha sucedido entre ambos.

—Sasuke...

—¿Mm...? —unas burbujitas salieron

—¿Has vuelto a saber algo de Sakura?

—No —salió un poco para poder hablar —Y la verdad, tampoco me importa, ¿por qué?

—No sé, me da miedo que se atreva a volver a hacerte algo.

—No creo que lo haga, es un poco estúpida pero no para tanto.

—Me aterra que se acerque a ti, ya te puso al borde de la muerte una vez... perfectamente podría hacerlo una segunda.

—No te preocupes por eso, no creo que lo haga.

—Pero también...

—¿Qué?

—¿No has notado que está muy callada? No la he vuelto a ver ni por las calles las pocas veces que logro salir.

Sasuke apegó su espalda en la borda del jacuzzi apoyando sus codos en este, miró el techo y soltó un corto suspiro.

—En eso tienes razón, pero es mejor así.

—Mmm... puede que si.

Hubo silencio un tanto incómodo, lo único que se hacía presente en la sala era el sonido de las burbujas. Naruto miró a Sasuke con una sonrisa para luego tirarle un poco de agua en el rostro.

—¡¿Q-qué te pasa?! —devolvió el agua con el mismo movimiento de mano

—¡Estabas muy serio! Al menos ahora te vas a reír.

—Y según tú, ¿cómo? —cruzó sus brazos bajo el agua y siguió con la mirada al rubio que se iba acercando a él poco a poco

—Pueeees... ¡así!

Sumergió sus manos en el agua hasta los costados del torso del Uchiha y así empezar a provocarle un ataque de cosquillas. Sasuke trataba de aguantar sus ganas de reír, no era algo que le gustara mucho. Mordiendo su labio a punto de estallar, optó por tomar a Naruto de las mejillas y plantarle un beso, eso, si que había logrado distraerlo de lo suyo.

—Eres un idiota. —dijo ya una vez al separarse, sintiendo los brazos del rubio rodearle el pecho

—Pero soy tu idiota. —le besó la mejilla y empezó a bajar poco a poco hasta llegar al cuello del pelinegro, quien corrió un poco su cabeza del lado contrario dando más espacio a su novio

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—Sasuke, si yo te pidiera matrimonio, ¿cómo te gustaría que lo hiciera? —el rubio acariciaba la desnuda espalda de su amor

—De cualquier forma, menos que media humanidad se entere. —lo fulminó con la mirada

—¿Lo dices por lo de la universidad? ¡Pero casi no fue nada!

—Animal, lo pasaron por las noticias, "el cantante Naruto Namikaze se reconcilia con su novio". —dice imitando la voz de la ejecutora

—¡Fue lo que Hinata propuso! Tenía pensado ir a tu casa e intentar hablar contigo, pero ya ves como terminó...

—Eso te pasa por celoso.

—Ese tipo no me cae bien, eso es todo.

—Hmp, como si quisiera a alguien más. Yo si había aceptado salir a comer un helado, pero no contaba con que él llegara con flores pensando que todo sería una cita. —hacía círculos con su dedo en el pecho Namikaze

—Si lo vuelvo a ver, juro que...

—No le vas a hacer nada.

—¡Exacto!... ¡espera, ¿qué?!

—Ya lo juraste. —dio un tierno beso en la mejilla morena —Iré a darme una ducha, me siento rubio.

—¡Bien que te gustó! —sonrió al ver la puerta del baño cerrarse

Esta era la primera vez que hacían el amor estando totalmente conscientes, amaron esos minutos en los cuales sentían sus cuerpos desnudos, dándose besos por todo lado marcandose como de su propiedad. Naruto de verdad estaba enamorado de Sasuke, y es algo que nunca pensó. Desde un principio creyó que las cosas serían como sus padres le habían dicho, que su vida estaría siempre al lado de Sakura... que su familia sería con ella, los dos juntos en el mismo sendero. Pero al parecer, el destino le tenía algo nuevo, conocerse con el Uchiha a pesar de nunca saber de su existencia, adoraba el día en que aceptó realizar el concierto en Konoha, de no haberlo hecho, no estaría tan fascinado con él. Esos ojos de un profundo color negro, ese cabello tan suave, ese carácter tan bipolar, para él, Sasuke es simplemente perfecto, lo amaba, y nadie le quitaría ese sentimiento. Lástima que aproximadamente en dos meses tendría que salir del país, y coincidía con unos exámenes del Uchiha, así que no les quedará de otra más que separarse en ese tiempo.

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Mes y medio pasó luego de tan relajante paseo, su relación había cambiado para bien, eran más unidos que antes. Naruto cada vez que tenía la oportunidad, iba a la casa de su novio o lo buscaba en la universidad, estando tan cerca su salida del país, quería aprovechar todo lo que fuera posible y compartir tiempo con él. Pero, a causa de trabajos de universidad por obvia parte de Sasuke, y además de que Naruto tenía sus propias ocupaciones, no pudieron verse desde hace 4 días. Hinata volvía a su antigua amistad con el pelinegro, volviendo a los engaños para que así le comprara revistas de su Yaoi.

—¡Debieron de divertirse mucho en el paseo! Aunque solo fueron 3 días... ¡pero igual! —chilló la muchacha

—Si, no es para tanto. —miró a las personas en la mesa a su derecha —Hace bastante tiempo no iba a un lugar así, la última vez que lo hice fue con mi hermano... y para eso que yo tenía siete u ocho años.

—¿Y cómo les fue? —apoyó sus codos sobre la mesa con una sonrisa

—Si debo admitir que fue divertido, sobre todo con ese imbécil... si hubieras visto lo celoso que se puso solo porque el camarero del restaurante del hotel me dio un postre, disque "cortesía de la casa".

—Naruto es tan tierno, ¡eres muy afortunado!

—Estás con su gemelo, ¿no? —la miró con una sonrisa de medio lado al notar los nervios en la muchacha

—N-no... menciones eso.

—Ya dime, ¿cuánto llevan?

—¡No es nada formal! —se sonrojó —Apenas vamos en eso...

—Y pensar que se conocieron por un paquete de harina. —suspiró —¿Menma sabe que eres una pervertida?

—¡Yo no soy pervertida! Solo...  tengo mente sexy. —cruzó sus brazos y miró en otra dirección "indignada"

—Si, claro, ni te la crees. —rió

—Por cierto, ¿has comido bien? —preguntó logrando desviar el tema

—Si, ¿por qué?

—Esque... he notado que comes más de la cuenta, ¿seguro que no me estás mintiendo?

—Ya te dije que si.

—Mmm... si tu lo dices, ¿nos vamos ya? —Sasuke asintió y ambos se pararon de su lugares dispuestos a irse de la universidad —¿Sabes? Esto de que los miércoles salgamos a la misma hora me agrada, ¡amé el cambio de horario en el nuevo cuatrimestre!

—La verdad, el mío tampoco está tan mal.

—¡Oye! ¿Me acompañas a comprar una cosita a la farmacia?

—De por si, no tengo opción... —rodó los ojos

—De hecho, solo te estoy preguntando por educación.

Hicieron el pequeño mandado de la Hyūga para luego irse a la casa de Sasuke. La visita de Hinata ya estaba planeada, algo que la tenía bastante feliz.

—¿Para qué quieres eso? No me vayas a salir con que tu y Menma...

—¡No, para nada! E-es para la esposa de mi primo... quería dársela hace tiempo pero siempre se me olvidaba, ¡así podrá saber cuando estará embarazada! —sonrió

—Ya ve-...

Sasuke se vio interrumpido al sentir una vibración en su pantalón, sacó el celular de la bolsa, tenía una llamada de un desconocido, según indicaba la pantalla. Dudó un poco en contestar, pero al final lo hizo pensando en que podría ser algún conocido con alguna emergencia.

—¿Hola?

¿Te divertiste en el paseo con Naruto? Sé que ya fue hace un tiempito, pero yo también quería tomarme mi descanso antes de volver a hablar contigo.

—¿Sakura? —frunció el ceño y apretó los puños —¿Qué rayos quieres?

Ay, solo saludarte y saber como estás. —soltó una risa

—Pues estoy de maravilla, mejor dicho... ¡estamos de maravilla desde que te alejaste! —su amiga lo miraba un tanto preocupada, pero siempre en silencio

Bueno, alejarme del todo no, solo lo hice por un pequeño tiempo, de hecho... seguirá siendo así un poco más. Aún no he renunciado a mis planes.

Escuchame bien, porque te lo voy a decir una sola vez, ¡te exijo que te alejes de nosotros de una vez por todas! Ya está más que claro que Naruto no quiere nada contigo, ¡déjanos en...! —puso su mano sobre su cabeza —...paz...

—¡Sasuke! —la muchacha agarró en brazos al pelinegro, que había caído inconsciente

Claramente era un tanto difícil la situación, a como pudo, Hinata llevó a Sasuke al sillón para poder acostarlo. Escuchó la voz de la otra muchacha por medio del parlante del celular preguntando por alguien, lo agarró y solo cortó la llamada.

—Ay, Dios... ¿qué hago? —tocó la frente del Uchiha en busca de signos de fiebre alta, pero no —Emmm... ¡ya sé!

Se alejó del sillón directo a la cocina, de vuelta traía un vasito con agua fría.

—Por favor no me mates. —dijo en voz baja lista a lanzarle el agua, pero unas gotas cayeron al piso al detenerse de golpe cuando notó que Sasuke se movía

—¿Qué... rayos...? —abrió los ojos

—Ay, gracias a Dios despertaste rápido. —puso el vaso sobre la mesita central  —¿Cómo te sientes?

—Esa... maldita, ¿cómo se le ocurre llamarme...?

—Bien, le sientes te maravilla. —se sentó a un lado de él —Te debiste de alterar mucho, si quieres puedo hacerte un té o algo así.

—No, no, no es necesario. —se sentó llevando su mano a su abdomen —Agh, esas malditas náuseas de nuevo.

El Uchiha tuvo una pequeña arcada, Hinata del susto se levantó dando la oportunidad para que Sasuke fuera lo más rápido que pudo al baño.

Ella se quedó allí parada un tanto confundida por la situación. Notó a su mejor amigo más pálido de lo normal apenas despertó, y ahora estaba en el baño de la segunda planta vomitando. Subió rápido hasta llegar a la puerta, tocó unas dos veces.

—Sasuke, ¿cómo te sientes?

—Bien... —contestó al lado adentro —Ya pasó...

—¿Seguro?

—Si, si.

La muchacha por su lado arrugó un poco el rostro al escuchar como con otra arcada, salía un poco más de vómito.

—¿Seguro que no quieres que te haga un té?

—No, estoy bien... estoy bien. —otra arcada más

Eso ya no la estaba convenciendo más, empezaba a tener sus sospechas del asunto.

—Sasu... para mi que esto es otra cosa.

—¿A que te... refieres?

—Últimamente he notado que comes más de lo que acostumbras, hace poco te desmayaste y por lo que dijiste, esta no es la primera vez que... —otra arcada, luego de esa, Sasuke tiró de la cadena —...no es la primera vez que vomitas.

—Pues es cierto, ¿pero eso que tiene...?

—Puede que estés... embarazado.

La puerta del baño se abrió inmediatamente, Sasuke salió con un pañito cubriendo su boca.

—¿Que dijiste?

—¡Que puede que estés embarazado!

—No, no puede ser. —salió del baño directo a su habitación —Eso no tendría sentido.

—¿Y por qué lo dices? No me vayas a decir con que tú y Naru no lo han hecho porque eso es de fijo. —lo siguió por detrás hasta adentrarse también en el cuarto

—¡Pues si, si, lo hemos hecho pero...! Pero con protección.

—¿Todas las veces...? —levantó una ceja

—Bueno... casi todas, ¡pero ese no es el caso! Ya te dije, es imposible que esté embarazado.

—Entonces si no lo estás, debes de estar bastante enfermo.

—Pues si, es lo más seguro. —miró a otro lado

—Pero, ¿qué te parece si te haces la prueba de embarazo? Ya compraré otra... cuando me vuelva a acordar.

—¿Para qué, Hinata?

—¡Pues para salir de dudas! —puso ambas manos en su cintura

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Naruto miraba por la ventana del auto de Konan pensando en una gran variedad de cosas. Hoy por fin tendría libre la noche, y quizá tenga oportunidad de ver a Sasuke. Podría llamarlo... o simplemente llegar de sorpresa. Conociendo a su pareja, posiblemente se enojaría al principio, pero luego se le pasaría y al final la pasarían de maravilla.

—Naruto, recuerda que en 15 días nos vamos del país. —la mujer miró al nombrado por medio del retrovisor, este andaba por las nubes, pero aún así sabía que la estaba escuchando con claridad —Volveremos en poco más de una semana, pero dependiendo de como se den las cosas puede que sea menos, o incluso más del tiempo estimado.

—Prefiero que sea menos. —suspiró

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—¿Cómo te fue? —volvió a preguntar la muchacha desde el otro lado de la puerta

—Espera... no, no sé.

—¿Cómo que no sabes? ¿Cuántas rayas te marcó?

Sasuke salió del baño tratando de hallarle sentido a lo que marcaba la prueba y según lo que decían las instrucciones.

—No, no marca nada, ni una... ni dos, ni azul, roja, rosada, verde, ¡nada!

—¿Y si fue que lo hiciste mal?

—No creo, de fijo es que no estoy esperando ningún bebé y ya... eso es todo, nos hicimos ilusiones para nada.

—De igual manera, podrías decirle a Naruto.

—No sé... con todo eso de que tiene que andar de un lado a otro por los conciertos o esas cosas, no creo que quiera tener un bebé...

—Si no le dices pues no te darás cuenta, además, por como él es... seguro le alegrará. Recuerda que tu mismo me dijiste que él te preguntó cuando tendrían hijos en el momento que le contaste que eres doncel.

—Bueno... eso si, pero, ¡pudo haber cambiado de idea!

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