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Capítulo 14

-¡Sasuke! -el rubio se acercó al menor hasta sentarse a un lado de él

-¿Qué pasa?

-¿Que es eso de que tenías algo que decirle a Sakura? -preguntó serio

-¿Yo a ella?

-¡Si, eso fue lo que me dijo!

-¡Yo no tenía nada que decirle, ella fue la que me llamó y me dijo...! -
prefirió quedarse callado y mirar a otro lado

-¿Y te dijo...?

-No, nada. -suspiró -¿Te fue bien al final?

-¡Claro que si! -dijo con una sonrisa, había logrado desviar el tema con éxito

-Me imagino, lamento no estar hasta el final, ¿que te parece si lo celebramos? -se levantó y le extendió la mano

-Sasuke~, estoy cansado. -dijo con un puchero

-No te hace daño salir de vez en cuando, vamos. -sin esperar a nada, le agarró la mano y empezaron a caminar -Ponte esto. -mientras avanzaban, el menor se quitó la chaqueta dándosela a Naruto

-¿No tienes frío? Es algo tarde.

-No importa, prefiero eso a que te estén persiguiendo. -rió bajo

Emprendieron su camino hacia uno de los bares más populares de la zona en que se encontraban. Naruto llevaba puesta la capucha, por lo tanto, cada persona que les pasaba a la par, no los determinaba. Llegaron al lugar, estaba algo lleno para gusto del Uchiha. Entraron tratando de evitar hacer contacto visual con los clientes del local.

-Vamos allá.

Naruto tomó la mano de Sasuke para evitar que se separaran por toda la cantidad de personas. Se sentaron en la mesa que estaba casi en una esquina, allí nadie los iba a volver a ver, pudiendo así disfrutar tranquilos de la noche.

-¿Qué te gustaría comer? -preguntó Naruto

-Tu conoces más la comida de Estados Unidos que yo, así que elije por mi. -apoyó su mentón sobre la palma de su mano

-Bien, pero luego no te quejes. -lanzó una miradita graciosa

Justo en ese momento, el mesero del local se acercó a su mesa con libreta en mano.

-¿Qué les gustaría ordenar?

-Emmm... nos gustaría unos nachos, nada más. -seguía con la capucha, al pedir su orden, ni siquiera volteó a verlo

-En un momento se los traigo.

El rubio cerró el menú y dirigió su mirada al Uchiha.

-Créeme, con solo uno bastará, las porciones de aquí comparadas a las de Japón... son muy grandes. -agarró una servilleta arrancando pedacito por pedacito -¿Te gustaría algo de beber? Ya sabes...

-No creo que sea buena idea.

-¡Ah, vamos! Solo un poco. -el pelinegro rodó los ojos

-Esta bien, pero a la primera que estés borracho... te mato.

El celular del rubio vibró en la bolsa trasera de su pantalón, se inclinó un poco al frente para tener más facilidad al sacarlo.

~~Menma~~

Hoy no llegaré a dormir, cuiden la casa y no hagan estupideces.
[11:46]

¡No te preocupes!
[11:46]

Esperaron solo unos cuantos minutos para la llegada del mesero a la mesa nuevamente con aquel platón de nachos. Naruto hizo su pedido de bebida alcohólica y a los 5 minutos el hombre volvió con la botella y dos vasitos pequeños.

-¿Sabes? Me gusta ver como te has mejorado desde que estas conmigo, hasta... volviste a ser tu.

-No digas... tonterías. -no pudo disimular la pequeña sonrisa en su rostro -Hay algo que me gustaría decirte, es un secreto bastante... íntimo.

-¿Qué es? -arrugó un poco la cara al beber su primera copita, el efecto amargo se pasó rápido dejándolo volver a sonreír

-Bueno... esque yo... emm... es algo un tanto complicado... yo puedo tener...

-¿Ese es...? -el rubio miró con atención a la puerta del bar -No, no era... ¿qué decías?

-Mejor te lo diré después. -bebió su segunda copita

-¡No, dímelo ya! -se quejó con un leve puchero

-No, mejor cuéntame con detalle el concierto. -nuevamente, cambió de tema con éxito

Pasaron el resto de la noche y parte de la madrugada en aquel bar, hablaron tanto que no midieron la cantidad que habían bebido. Casi a las 2 de la madrugada se dispusieron a irse a casa, no les quedaba muy lejos, solo unas cuantas cuadras. De los dos, Naruto era el más ebrio. Sasuke lo llevaba con su brazo sobre sus hombros.

-Esto... ¡hay que repetirlo! -dijo con entusiasmo y levantó su puño al cielo

-Eres un estúpido. -lo soltó y empujó a unos arbustos

-¡Oye! Ayúdame a salir. -extendió la mano

-Hazlo tu solo. -debía admitir que le daba gracia verlo en aquella situación

-¡Sasuke! -gritó

-¡Ya, ya, esta bien! Solo no grites, tarado. -le agarró ambas manos y lo jaló con fuerza, de manera que Naruto quedó totalmente apoyado sobre su cuerpo -Quítate.

-Nooo~~

-Vamos, ya falta poco.

::::::::::::::::::::::::::

En la ciudad de Konoha, un rubio de cabello largo dormía plácidamente en su cama. Apesar que tenía todo el cabello en el rostro, seguía cómodo. La madera de su mesita de noche empezó a generar ruidos cuando a su celular le entraba una llamada. Entre el mundo de los sueños y la realidad, Deidara agarró el aparato y contestó.

-¿Quién es...? -preguntó con pereza

-¿Dei? Lamento si te desperté, pero es urgente, ¿sabes donde está Sasuke? Llevo intentando llamarlo hace casi media hora.

-¿Itachi? Nah, no me despertaste... a ver, Sasuke... Sasuke... ¿cuál Sasuke?

-Mi hermano. -el pelinegro de la otra línea se sentía desesperado, sabía que su amigo estaba más allá que acá

-¡Ahhhh, ese! Si... está en Estados Unidos con mi hermano.

-¡¿Estados Unidos?! Mierda, ¡necesito que me hagas un favor!

-Dime señorita, digo... Itachi.

-Trata de comunicarte con él, yo voy camino a Japón, me acaban de notificar que...

~~~~~Al día siguiente~~~~~
(Todo lo que tenga esta letra son los recuerdos de la noche anterior)

La luz se colaba por las ventanas de aquella habitación, en la que dos jóvenes dormían plácidamente luego de una noche tan agotadora y poco normal. La casa estaba en su máximo esplendor del silencio, el dueño de aquella mansión no estaba en ella, llegaría casi a la noche. Por las escaleras podían verse distintas prendas de ropa, algunas como la chaqueta negra del Uchiha, o cerca de la cama la camisa de Naruto.

Este último, abría sus ojos lentamente al sentirse incómodo por el sol en su rostro. Al percatarse del sitio en que estaba, se sentó de golpe bastante alterado, ¿qué había pasado la noche anterior? Sentía una corriente de aire debajo de las sábanas recorrer todo su cuerpo. Agarró la sábana y la levantó con rapidez topando con algo que en definitiva no era bueno... estaba desnudo. A su derecha veía el claro levantamiento de una suave respiración debajo de las cobijas, igualmente lo levantó con algo de cuidado y en ese momento su corazón se detuvo. Sasuke estaba a un lado de él, igualmente desnudo. Casi al borde de sus pies, el Namikaze topó con los paquetitos ya abiertos de unos condones. Buscó rápidamente su pantalón, el cual estaba en el piso, sacó su billetera y en definitiva, los condones que él siempre andaba, por recomendación de sus mayores, no estaban ahí.

Salió de la cama con cuidado de no despertar al Uchiha, dándose cuenta que para colmo estaba en la habitación de sus padres. Fue a la suya en busca de algo de ropa, una camisa negra sin mangas y unos pantalones blancos fueron lo que lo cubrieron. Se dirigió a la escaleras, al notar la chaqueta de Sasuke en el suelo se sentó en una grada y tapó su rostro con ambas manos.

-...y desde ese entonces, Deidara no me deja tocarle el cabello. -bebió su... otra copita, ya había perdido la cuenta

-Hasta yo lo haría, ¿cómo pudiste cortarselo? -el menor salió una risa imaginando al rubio de cabello largo casi pelón

-Creí que cortar cabello era algo fácil, ¡además, tenía 4 años!

-Eres un idiota.

-No más que tu. -lo miró con una sonrisa

Las mejillas estaban coloradas por las bebidas, muestra de que ya no estaban en sus 5 sentidos.

Fue a la cocina en busca de algo de beber, aún no sabía de que forma sentirse, todo era tan... confuso.

-¡Adelante, señorito! -dijo el Namikaze señalando el interior de la casa

-Cierra la boca. -el chico entró rodando los ojos

Lo primero que tenían pensado era quitarse los zapatos, ahora que estaban en casa quería un poco de comodidad.

-¡Este... maldito no quiere salirse! -el rubio tenía agarrado su zapato jalandolo de todas formas, incluso terminó yéndose de espaldas.

-Yo lo hago, eres demasiado inútil para hacer esto.

El rubio se sentó sobre la mesa con su taza con jugo de naranja, aún tratando de recordar todo lo sucedido la noche anterior.

-¿Sabes? Eres el chico más lindo que he visto en mi vida. -dijo Naruto sentado en una grada con su espalda apoyada en la pared, asintió decidido al decir aquello

-Cállate idiota. -al desaparecer la sonrisa del rubio, Sasuke pasó su mano por la nunca del Namikaze con intención de acercarlo a él, sin previo aviso lo besó con pasión

Naruto no se negó a aquello, más bien, le siguió el paso. Sasuke agarró el cuello de la camisa del rubio para jalarlo más hacia él. Ninguno tenía la intención de separarse. Entre beso y beso, se pusieron de pie y caminaron sin rumbo fijo a una de las habitaciones del segundo piso. La primera era la de los padres de Naruto, así que entraron en esa.

Sasuke ya se había despertado, al igual que Naruto, se sorprendió bastante al encontrarse en aquella situación. A diferencia del otro, recordó por completo lo sucedido sintiéndose culpable, ya que sea como sea, él inició todo. Él lo llevó a aquel bar, y él fue quien lo besó primero

La mano del rubio iba entrando por debajo en la camisa de Sasuke, sintiendo con lentitud aquella suave piel que tanto le gustaba tocar. Ahora más que nunca tenía la oportunidad de experimentar con otras partes de aquel blanco cuerpo que ansiaba sentir con todo su ser. Con ambas manos, dejó al descubierto el torso del Uchiha, deleitandose con aquel cuerpo ya mejorado luego de aquella situación que lo tuvo al borde de una desgracia. Naruto se acostó sobre su espalda, Sasuke pasaba sus manos por brazos, pecho y lo poco que podía de la espalda del rubio. En ese momento, ambos estaban en un proceso de descubrir el cuerpo del contrario.

Ya vestido, Sasuke bajó las escaleras al primer piso sabiendo que Naruto estaba en la cocina, podía escuchar un golpeteo contra la alacena.

-Na-Naruto~~ -dijo en medio de un gemido al sentir aquella hombría dentro de si

Al principio fue muy doloroso, después de todo, le estaba entregando su virginidad. Solo tuvo que esperar unos segundos para acostumbrarse a ese intruso. Hubiera sido mejor, si el Namikaze no hubiese empezado a moverse lentamente aún sintiendo punzadas allí.

-Ahhh~~

Naruto volteó a ver al marco de la puerta, su corazón se comprimió al ver a Sasuke allí de pie. Ninguno sabía que decir, solamente se miraban en silencio, claro, uno muy pero MUY incómodo.

-Yo... voy a salir... un rato. -dijo Sasuke en voz baja

-Claro...

El Uchiha dio media vuelta y caminó directo a la puerta principal de la casa. La abrió y al salir se apoyó en la puerta dejándose caer al suelo tapando su rostro.

Ambos se encontraban en una situación un tanto difícil, habían tenido sexo, y ninguno fue consciente de eso. ¿Y ahora qué? Era la pregunta que se repetían en su mente.

Sasuke decidió ir a caminar un poco, obvio no muy lejos de la casa para no tener oportunidad de perderse. Necesita despejar su mente y pensar bien las cosas, ¿qué podría decirle?

Su celular empezó a sonar en la bolsa de su pantalón, lo sacó y levantó una ceja al ver el nombre del mayor de los Namikaze allí.

-¿Si?

-¡Al fin contestas, carajo! Te he llamado mil veces junto con tu hermano.

-¿Itachi? Pero... no me ha entrado ninguna llamada. -miró a su alrededor esperando que no haya nadie cerca

-¡Eso no importa! Tienes que regresar a Japón hoy mismo.

-¿Hoy? ¿Pero... pero por qué? -bien, se sentía confundido... y ahora un tanto preocupado

-Itachi me dijo que tus padres tuvieron un accidente automovilístico ayer en la noche de camino a casa, los llevaron de emergencia al hospital y... no creen que logren sobrevivir...

Le fue imposible a Sasuke articular palabra alguna, su cuerpo se quedó estático y él en un estado de shock. El miedo empezó a invadirlo y rápidamente empezó a correr a la casa Namikaze en busca de sus cosas.

Entró con desesperación dejando la puerta abierta, Naruto estaba sentado en el sillón de tres espacios y al verlo entrar de esa forma dio un salto del susto.

-¡Sasuke, ¿qué te...?! -calló al verlo subir al segundo piso a gran velocidad, lo siguió por detrás

Naruto se paró en el marco de la puerta viéndolo caminar de un lado a otro. La expresión que tenía en el rostro era de total terror.

-¿Qué... qué sucede?

-Me devuelvo a Japón. -metió unas ropas en la maleta que estaba sobre la cama

-¿Qué...? ¿Por qué? -se atrevió a entrar

-Son mis padres, están muy graves en el hospital, ¡tengo que ir con ellos!

-Si quieres voy contigo. -Naruto entendía a la perfección lo que Sasuke estaba sintiendo en ese momento, y sabía que puede necesitar apoyo emocional

-No, aún tienes cosas que hacer aquí, quédate. -lo miró serio

-Pero...

-¡Naruto, por favor, quédate! -le repitió casi en una súplica

Naruto quedó bastante sorprendido ante la reacción del Uchiha, incluso podía jurar ver sus ojos cristalizados. Soltó un suspiro y puso sus manos sobre los hombros de Sasuke, sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo al recordar lo sucedido.

-Vete sin tus cosas, yo te las llevaré.

Sasuke no dijo nada, intentó dar una pequeña sonrisa, bajó la mirada y salió de la habitación. Naruto se quedó allí de pie, tenía intención de hablar con él lo de la noche anterior, pero si sus padres estaban en riesgo, eso debía esperar.

:::::::::::::::::::::::

En la noche de ese mismo día, Menma llegó a la casa. Le extrañaba el hecho de que la casa estuviera tan tranquila, siempre que Naruto iba todo era un desorden que luego él tenía que recoger solo. Pero hoy, estaba solo sentado en el sillón viendo la pantalla de su celular, que estaba sobre la mesita del frente, como si estuviera esperando algún mensaje o una llamada.

-¿Te sientes bien? -dejó sus cosas sobre el sillón y se sentó mirando un tanto preocupado a su gemelo

-Si, todo en orden. -dijo sin ganas

-¿Dónde está Sasuke?

-Se fue a Japón, tuvo... un pequeño problema de emergencia. -soltó un suspiro

-¿Y estás triste porque se fue? -levantó una ceja

-No, no es por eso... y no estoy triste, es solo que... no tengo ánimo para nada. -lo miró por primera vez desde que acababa de llegar

-¿Entonces?

-Nah, no me hagas caso, son... enredos míos.

-¿Crees que voy a pasar por alto el hecho de verte ahí todo muerto sin mostrar interés? Esta bien que no siempre tengo sentimientos, pero de vez en cuando no hace daño.

-Esque... ayer...

Y con un poco de dificultad y pena, empezó a contarle todo con detalle. Menma solo lo miraba en silencio, por su mirada parecía que en cualquier momento sacaría un cuchillo de quien sabe donde y se lo calvaría sin compasión. A pesar de eso, se limitaba a mirarlo en silencio y con atención, desde un principio sabía que el problema de su hermanito no era cualquier cosa.

-Entonces... no sé que hacer, no sé que decirle... -agarró con fuerza el cojín del sillón

-Intenta acercarte a él, en parte el normal.

-¿Que hayamos tenido relaciones?

-¡No, tarado! Que ambos se sientan incómodos al hablarse. -trató de no perder la paciencia, con su hermano siempre se le facilitó el hecho de que su instinto asesino saliera a flote

-Ahhh, ¿qué hago...? -repitió su pregunta

-Ya te dije, además, dijiste que tuvo que irse porque sus padres están muy graves en el hospital. -Naruto asintió algo triste -Entonces ve con él, a pesar de que te haya dicho que te quedaras aquí. Necesitará apoyo, y tienes que estar ahí para dárselo.

-Pero aún tengo que...

-¡Que no te importe! Tienes algo mucho más importante que hacer en vez de esas entrevistas.

Naruto sonrió un poco, puede que su gemelo tenga razón. Él sabe lo que se siente tener esa preocupación de no saber si se perderá a un ser querido, y quería estar al lado de Sasuke.

-Me iré hoy mismo, ¿puedo dejarte nuestras cosas aquí?

-Si, si... de por si, hace tiempo estoy pensado en ir a Japón, así que les llevaré sus cosas. -trató de sonreír

El menor le dio un pequeño abrazo y subió a la segunda planta en busca de algo para cambiarse.

-¡Yo te llevaré al aeropuerto! -gritó Menma desde el primer piso

-¡Gracias!

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