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Sorpresas inesperadas

Un episodio en medio antes del festivalito.

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Con el festival cultural a la vuelta de la esquina, las chicas estaban decentemente ocupadas, ya habían organizado su vestuario, la canción y su respectiva coreografía, solían practicar primero con el vestuario para saber que no iba a estorbarles, aunque siempre escogían ropa apropiada.

Se dedicaron a ocupar una cancha callejera, aprovechando de darse un pequeño partido de basket para más tarde, no era como si realmente supieran jugar, más bien eran un poco malas, sabían las reglas y algunos movimientos cuando mucho, pero algo salvaban encestando.

- Oye Giomi... -Llamó su atención Mitsuru, en lo que se daban un descanso- Nunca entendí porqué el festival de Yosen es tan grande.

- Yo tampoco, es apenas mi segundo festival... -Guardó silencio unos segundos pensándolo- Supongo que son caprichos del director.

- Bueno no perdemos nada, lo importante es que nos podremos presentar -Sonrió Masaru mientras se secaba algo de sudor de la frente.

- ¡Yo quiero ver a Ashiwa en arquería! -Se animó Shin Bee, viendo que su amiga peliverde se sonrojaba.

- Es la primera vez que me verán... Me esforzaré -Se tapó el rostro avergonzada, enterneciendo a sus amigas.

- No solo de Ashiwa, también veremos tu nuevo diseño Chichi -La joven de lentes se rascó la mejilla con el dedo desviando la mirada, las chicas rieron.

- Espero que sea un buen show -Alzaron la voz a unísono ante este comentario, sería divertido.

- Bueno -La albina retomó la palabra, llamándoles la atención- ¿Qué les parece un tres contra tres?

Se dividieron dejándolo a la suerte, quedaron Chichi, Shin Bee y Masaru contra Giomi, Ashiwa y Mitsuru, la albina al ser la más alta lanzó el balón lo más arriba que pudo para hacer un saque justo, comenzando el partido.

No muy lejos de allí un par chicos daban un paseo, la entrenadora les daba un respiro antes de volver a practicar el día siguiente. Dado a que la tan aclamada fecha se acercaba, Atsushi también estaba con un horario muy medido, aunque debía admitir que el de Himuro era peor, la entrenadora no soltaba al equipo con tal de mantener el nombre de Yosen en alto, aún teniendo la confianza de que Hanakimi sería el único "reto", con suerte el chico pelinegro podía escaparse en caso de tener alguna reunión con el consejo.

Alcanzaron a pasar por el parque más cercano, el cual tenía algunas canchas públicas, al pasar vieron un grupo de chicas a la distancia, no les fué difícil reconocer la colorida aglomeración, tratándose de Giomi y sus amigas teniendo una especie de partido, aunque se veía que lo estaban disfrutando, como deportistas que lo veían, dejaban mucho que desear, aunque tenían algunas habilidades rescatables.

Primeramente Giomi, tenía una buena defensa pese a su tamaño y la capacidad de salto le sorprendía, podía llegar cerca del aro.

Masaru aunque no se movía tanto lanzaba buenos dobles y triples, con más práctica quizás podría hacer clavadas.

Mitsuru hacía bien engañando la vista, lograba escaparse de sus amigas con movimientos fluidos cuando lograban tenerla acorralada.

Shin Bee hacía de todo un poco, aunque era como si observara los movimientos para después hacerlos lo más parecido posible.

Chichi era algo similar a Mitsuru, aunque más que escapar, era como si observando pudiera predecir lo que harían.

Y finalmente Ashiwa, la chiquilla no era muy destacable, pero sus pases no estaban nada mal.

Pero siendo sinceros, el ver cómo a veces se caían y se reían era algo para reírse también, eran unas chicas algo torpes que se divertían en algo de lo que no sabían mucho.

Cuando parecieron cansarse se les ocurrió la idea de ir, aunque de cierta forma el pelimorado pensó en que no estaría mal darle un poco de espacio a su novia, pasaban bastante tiempo juntos y estaba bien acompañada, si se iba no haría mucha falta, por lo que siguieron de largo, o esa era su intención en primer lugar, hasta que empezaron a escuchar voces masculinas aproximarse, y no les habrían hecho caso de no ser porque después escucharon las voces de las chicas.

- Nena te estoy diciendo que deben desocupar el lugar, lindo que lo calentaran pero ahora nos toca.

- Llegamos primero y existen otras canchas públicas, pueden irse a buscar otra -La voz firme de la que pareció ser Masaru les hizo regresarse más por curiosidad que otra cosa.

- Bueno si existen más entonces largo -Físicamente eran más grandes, además de la misma cantidad de personas, pero igualmente no se veían intimidadas, aún con dos chicas tan tímidas.

- A una dama se le habla de por favor -El tono fuerte de Mitsuru les hizo acercarse con disimulo, estaban preparados en caso de que se pusiera feo.

No tardaron en echarse a reír, enojando un poco más al grupo de chicas- ¿Damas? ¿Por favor? Vaya chiste barato que son, si tanto se creen damas mejor vayan a cuidar niños y limpiar la casa, o en su defecto a chupársela al profe, lo que se esperaría de una gyaru.

A más de una se le saltó una vena, especialmente a Giomi y Mitsuru.

- Es entendible... -La más baja tomó la palabra, si así querían jugar- Que sean incapaces de reconocer a damas de alto calibre, no importa cuántos diamantes le tires a un cerdo... Igual seguirá comiendo basura.

Esta vez, los enojados fueron ellos mientras las chicas se reían, el que se encontraba al frente alzó a la morena por la ropa, Murasakibara más que listo le entregó sus pertenencias a Himuro antes de aproximarse a ellos con tal de que la soltara.

Aunque no se esperó en lo absoluto que se le colgara del cuello aprovechándose de su postura para hacerlo caer, usando su peso para empujarlo y tirarlo al piso haciendo que se golpeara. Logró soltarlo al momento justo para evitar la caída y volver con sus amigas, ante la molestia otro estaba más que listo para irse en su contra, la pelota que estaban usando le impactó el rostro golpeando su nariz haciéndolo sangrar, su vista se desvió a Ashiwa que aunque temblaba, tenía el brazo extendido en su dirección antes de volver a atrapar la pelota, era como ver a Kuroko... Pero mujer... Y moreno... Y con cabello verde.

- Largo de aquí o no volveremos a ser tan amables -La advertencia severa de Masaru los puso tensos.

En un intento de fingir valentía uno del fondo se hizo al frente arrastrando a otro por la chaqueta- Vamos chicas no hay necesidad de enojarse, solo tienen que irse.

- Mejor guárdate tu intento de enfrentar a mujeres que no te temen ¡Estúpido intento de hombre, que te jodan! -Una enojada Shin Bee alzó la voz aunque solo su amiga pelinegra fué capaz de entender la última parte.

- ¿Ah? -Con mayor atrevimiento, se acercó a la rubia con una mirada despectiva- ¿Una extranjera? Si vas a estar en Japón aprende a hablar -Rió- ¿No sabes japonés o qué? -A cada palabra le soltaba un empujón en la cabeza , cosa que la despeinó y en parte le dolió.

Al saber lo que se vendría, sus amigas le dieron espacio, extrañando al sujeto.

- Para tu desgracia ¡Sé japonés y también taekwondo! -Con un elegante giro le soltó una patada en las costillas que le hizo doblarse sobre si mismo, sacándole el aire y haciéndolo caer arrodillado.

- Vámonos de aquí, estas niñas están locas -Los que aún quedaron de pie, hartos con la humillante situación, salieron lo más rápido posible arrastrando a los demás.

Tanto Murasakibara como Himuro no cabían de la impresión, si bien Atsushi sabía que su novia podía defenderse, el hecho de que sus amigas también lo hicieran con tanta firmeza les había dejado más que impresionados, vaya que su chica era fuerte... Aunque la impresión no duró mucho, porque apenas los perdieron de vista, todas juntas empezaron a llorar, en verdad sí les había dado algo de miedo.

- ¡Casi me desmayo tiré el balón por accidente! -Ashiwa estaba en el suelo con las manos en el rostro, de los puros nervios se le escapó el tiro.

- ¡Dímelo a mí, me alzaron como una piñata! -Giomi hizo el gesto, el único que no la asustaba al levantarla era Atsushi y era porque le tenía cuidado.

- ¡Creí que acabaría llamando a papá! -Y la dura Mitsuru, ahora era una masita llorona.

- ¡Yo les tomé fotos por si nos pasaba algo, ya iba a llamar a la policía! -Chichi, lloraba junto a Ashiwa en el suelo, casi se le salía el alma por la boca.

- ¡Me dolió cuando me hizo eso, creí que de verdad iba a golpearme! -Shin Bee además de llorar con ellas, estaba al teléfono, llamaba a su hermano.

Masaru estaba agachada con las manos en el rostro, casi le daba un ataque de pánico- ¡¿Qué se supone que le diría a mi abuela si me terminaba recogiendo en la estación de policía?!

Sintiéndose mal por la situación se acercaron apresurados, viendo la sorpresa en los rostros femeninos, aunque poco les importó su presencia y siguieron llorando, estaban en su derecho habían pasado un mal rato.

- Gio-chin escuché gritos cuando venía ¿Qué pasó, porqué lloran?

- ¡Sushi! -Saltó a sus brazos de la misma forma que Momoi hacía con Kuroko, aunque claramente no lo tiró, más bien, él la alzó con cuidado para abrazarla- ¡Tenía mucho miedo, nos quisieron golpear por usar la cancha!

- Ya pasó chicas ¿Ustedes están bien? -Himuro se arrodilló cerca del resto del grupo recibiendo una respuesta positiva- Bueno es lo importante... ¿Necesitan un...? -Antes de terminar las cinco chicas restantes le saltaron encima abrazándolo- Iba a decir poco de ayuda pero si las hace sentir mejor -Habló casi sin aire por el peso que lo rodeaba.

El hermano de Shin Bee no tardó en llegar, encontrándose la escena, afortunadamente antes de cualquier conclusión su hermana menor le saltó encima tratando de explicarle lo que había pasado, afortunadamente fué suficiente como para agradecer a sus amigas y a los chicos por haber estado allí y prestar un poco de consuelo, la rubia se despidió de sus amigas por medio de gestos y voz baja antes de irse acompañada del adulto quien hizo todo lo posible para que se calmara, ya luego hablarían.

Quedándose con ellas hasta que se les pasó un poco el llanto tomaron la decisión de ir a comer algo, pasarían aunque fuera a comprar helado en el Maji Burger o una tienda de conveniencia, pero al menos ayudarles a sentirse mejor.

Al parar en el Maji Burger pasó lo esperado, primero que nada aunque ellas quisieron pagar sus helados, al final por palabra y acción voluntaria, salieron del bolsillo de Himuro. Comieron un poco de helado para calmar los nervios, mientras que Atsushi... Bueno por el tamaño de las porciones él se estaba comiendo cinco vasos, claramente pagados por él mismo.

Himuro buscó las palabras adecuadas, tratando de que no hacerlas sentir mal de nuevo y tratando de mantener lo que habían dicho- Y... Exactamente ¿Cómo sucedió? Si no les molesta.

- No pasa nada, estamos mejor -Las demás asintieron, dándole la razón a Mitsuru- Solo estábamos practicando para el festival de Yosen, Giomi nos inscribió como equipo.

- Entonces... Entonces quisimos jugar un poco, y llegaron esos tipos -Chichi se había llevado la mano al pecho, su corazón seguía acelerado- Quisimos hablarles para que se fuera pero... Se... Se...

Masaru le dió un par de palmadas en la espalda, tratando de que no perdiera la compostura- Se pusieron peor... Se burlaban y nos insultaban.

- Aunque duró poco y no escaló a mayores -La pelinegra guardó silencio unos segundos, respirando hondo- Igual fué horrible... Tenía miedo.

- Todas tuvimos miedo -Habló Ashiwa mirando su helado con cierta tristeza- No está bien esperar que lo primero que hará alguien es golpearte, y aunque nosotras lo empezamos... Pudo no haber sido así.

Un poco golpeados por ese último comentario, decidieron tomarlo con calma, las apoyarían en caso de que se presentara una denuncia, aunque muy posiblemente no sucedería, dado a que los pleitos callejeros casi nunca pasaban de unos insultos.

Una vez salieron del lugar decidieron dejar a cada una en su hogar, fué una caminata larga, Atsushi se fastidió más de una vez, y claramente apenas hubo oportunidad, Himuro regresó a las instalaciones de Yosen antes de tiempo, nuevamente, quería darles un poco de espacio.

- Gio-chin... Eso que dijo tu amiga... -Buscó las palabras adecuadas, su novia también sabía que a veces le costaba expresarse- Me hizo pensar.

- ¿Pensar en qué?

- Que debe ser difícil ser una chica.

Sorprendida por sus palabras, desvió su mirada en su dirección, él nunca había dicho algo así- Sushi...

- Aunque digo que me molesta que te miren... Seguro a ti te molesta más... Y hoy... En realidad ví todo con Muro-chin, pero no me acerqué... -Detuvo su andar, tenía el ceño fruncido- Te fallé.

- ... -También se detuvo para voltear a verlo- Pero... ¿Porqué lo dices?

- Dije que daría la cara por ti, y solo me quedé quieto, debí hacer algo.

- Pero Sushi -También quería entenderlo, no quería que se sintiera culpable- ¿Qué sentiste al verlo todo?

Guardó silencio, iba a ser honesto- Primero me preocupé... Luego me sorprendí al ver lo que hacías.

- Sushi, sabes que no siempre podré depender de tí -Lo abrazó de forma reconfortante, subiendo la cabeza para verlo- Y que muchas veces tendré que hacer las cosas sola.

Le regresó el abrazo, no quería admitirlo- Pero... Yo pude hacer...

- Aunque estés presente, habrá situaciones en las que debo dar la cara sola -Hundió la cara entre su abdomen y pecho- Nunca me has fallado.

Apretando los labios la alzó del suelo para abrazarla, siguiendo lo que les restaba de camino de aquella forma.

Aunque estuviera un poco enojado o frustrado, tampoco era su culpa, y quería dejárselo en claro, era su chico después de todo.

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Ay lo terminé en poquito tiempo wiiii, siguiente el festival, que tiene un par de sorpresitas jue jue jue.

Dejo a las amigas por aquí, ya que tendrán que acostumbrarse a verlas.

No es la imagen mental que me hice pero es lo más aproximado.

¡Bye~ bye~!

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