Max tenía un pequeño problema y fue descubrir una parte de su naturaleza o bueno su nueva naturaleza que aún desconocía.

Las semanas posteriores al incidente de la mordida fue más un juego de atrapar al ratón, o en como Max lo ve, escóndete y evita a Oscar.

Ella no lo admitía pero sentía una especie de culpa haber transformado a su amigo en lo que muchos describen como esclavo vampiro que no era otra cosa que transformar a tu mejor amigo en otro vampiro.

— Bueno no sería nada malo — Pensó Max — Poderes de vampiro y todo lo demás, pero por qué tuvieron que agregar este apartado sobre las parejas — Max estaba avergonzada.

Para Max fue más un balde de agua helada, y más por su historial, en su casa ella pues sí tenía muchos pretendientes, ser una estrella en el deporte trae su mérito, pero nunca fueron del interés de Max, ya sabes, deportistas, intelectuales e incluso uno que otro creído . todos terminaban donde mismo, la banquilla del rechazo.

Fue tal su situación que en el enfrentamiento contra el equipo de básquet local se comportó como una mala estrategia y queriendo agradar a Oscar nubló su juicio y lo terminó invitando, un error fatal, será muy bueno en algunos deportes, pero en basquet apesta.

En los primeros partidos con Oscar en el equipo dorado las cosas se veían prometedoras e incluso en un momento ella se ilusiono, cuando salió la luz que Oscar estaba recibiendo una ayuda mágica de parte de la pelota, fue la perdición para Máx, las críticas y quejas llegaron de todas partes, sobre todo de Alice quien había apostado sus ahorros, tan mal se había sentido que decidió dejar ese lugar y la recompensas que le había ofrecido Susie.

Oscar había nublado su sano juicio, a pesar de tanto desastre no pudieron entablar una plática decente, ahora el equipo no le molestaba, si no otra cosa muy dentro de su naturaleza que no podía comprender y que el libro no explicaba.

Por otro lado, Oscar trataba de ser un buen amigo como siempre pero a su perspectiva Max estaba molesta con él, será porque siempre lo trato como chico, o las tantas Oscar había perdido la cuenta de cuantas veces la había regado por así decirlo, sin olvidar las fracturas de los últimos días le había provocado, y más recientemente el fiasco de los eventos deportivos.

El día parecía ser uno más pero Erizo parece entusiasmada pidiendo ayuda para su gran proyecto científico, bien no tenía nada mejor que hacer, no había actividades.

— Si todo sale bien en la elaboración de esta posicion sera uno de los más grandes logros de la humanidad — Declaro Erizo.

— No dijiste que es una prueba de alquimia que te dejo Betsy — Cuestiono Max.

— Si es casi lo mismo — Se jacto Erizo — Además las reservas del campamento se agotaron mucho antes de lo previsto y quiero ayudar—

— O quedar bien y ser la preferida de la maestra — Max se rio un poco — Aunque seas su única alumna —

— Acaso no es genial eso — Erizo respondió emocionada.

Oscar también fue citado por su amiga, ella requería toda la ayuda o al menos más conejillos de indias.

— Erizo en que necesitabas ayu, ...da .. hola Max — Oscar respondió nervioso.

— Oscar que bueno que llegaste necesito probar esta fórmula para los granos — Erizo casi sin preguntar casi hecha su fórmula sobre Oscar.

— Espera, uno de los monstruos tiene ese problema ... ya vuelvo — Oscar salió corriendo tropezando con varios objetos.

— Que raro Oscar está un poco más nervioso de lo normal — Erizo pensó un poco — espero no lo estén molestando de nuevo.

— Lo dudo Oscar sabe defenderse — Comentó Max seguro.

—Hablando de eso — Erizo sin ninguna pena comenzó a frotar las mejillas de Max — Como es que tienes una piel tan perfecta —

— Erizo basta — Max miro de mala gana — Estoy aquí para ayudar no para terminar como conejillo de indias —

— Bien, bien, que delicado — Erizo se quejó — Esperemos regrese Oscar.

— Estamos seguros que no eres tu quien lo esta intimidando, no vayas arruinar su perfecto cutis — Max se quejó nuevamente.

— Si, solo bromeaba — No bromeaba, se tendrá que conformar solo con el monstruo.

Los experimentos de pociones no pudieron ser más frustrantes, sobre todo para erizo que no tenía paciencia, había repetido la receta durante horas sin ningún resultado, excepto la autoestima de un pobre monstruo, que después de 7 intentos fallidos ya estaba destrozado.

— Tal vez necesites un descanso — Comento Max — Un cerebrescanzo. ok se oye fatal —

— Sabes que no hay descanso para la ciencia — Exagero Erizo.

El monstruo no se lo tomó nada bien y terminó escapando de ese lugar de pruebas, claro Oscar quería no podía quedarse así como siempre se ofreció para ayudar y decidió sacrificarse por la causa.

— Yo conseguiré otro voluntario o yo seré el voluntario — Oscar salió corriendo mientras su frustrada amiga seguía quejándose de como es posible que una porción tan simple no le funcionara al primer intento.

Oscar sin haberse fijado había arrastrado unas de las series que iluminaba su laboratorio improvisado.

.

— Noooo— Gritaron ambas tratando de atrapar el material, pero fue muy tarde este se había derramado y sus efectos afectaron a ambas.

— Que paso — se quejó Max— Somos diminutos , Haaaa!! Oscar... —

— No hay tiempo que perder necesitamos buscar una solución a esto — Erizo se adelantó perdiéndose fuera del laboratorio improvisado.

— No puede ser Max— miró asombrada — Mira el tamaño de esas galletas —

Max se había dado cuenta muy tarde que Erizo estaba entrando en esa escuela de alimentos, lo cual le pareció a final de cuentas un fastidio, decidió que lo mejor era explorar las diferentes posibilidades, comenzó a saltar entre los pequeños obstáculos, escalar la mesa y deslizarse por el mantel.

Cuando llegó al final del mismo se encontró con un ratoncito.

— Hola pequeño, que bien se te ve el sombrero — Comentó burlonamente Max.

— Max qué haces en este lugar — El ratoncito comentó apurada.

— Jugando, oye yo te conozco. Betsy qué haces — Max habló con plena seguridad.

— Cuidando que Erizo no provoque un accidente, ella está aprendiendo pero la seguridad es primero, solo no le digas que me viste ok, no quiero presionarla — Betsy le comentó al pequeño Max

— Ammm, ella salió hace un momento a la escuela de enfrente — Max señaló la ruta.

— Genia, solo te distraes 5 minutos y... bien solo no te vayas de este lugar — Betsy en su forma de ratón salió a toda prisa tras su pupila.

Justo en ese momento Oscar estaba llegando.

— Erizo no encontré más voluntarios pero si me unto la grasa de estas donas en el rostro es cuestión de nada a que tenga granitos en el rostro — Oscar volteo a todas partes buscando a su amiga — Erizo mmm—

— Hey Oscar por aquí — Máx mando señales a Oscar —

— Pero qué te pasó — Oscar estaba perplejo y se acercó al pequeño Max.

— Ya sabes los gajes del oficio — Max le comentaba tranquilamente.

Oscar se veía visiblemente nervioso — Y Erizo ella estará ... —

— Oscar ven aquí — Max le ordenó

Oscar de mala gana se había detenido algo nervioso por la posible reprimenda que recibió de su amiga, aunque.

— Oscar, ¿estás enojado conmigo? — Max preguntó seriamente mientras evitaba la mirada del enorme Oscar.-- No es que me interese solo que es molesto que no me estés evitando todo este tiempo, sabes antes era más divertido, si hubo muchos accidentes pero oye es divertido—

Oscar se sentó en el suelo — soy un tonto, yo pense que tu estabas enojada conmigo— Suspiro un momento.

— pero por que deveria de estar enojada — Grito Max

— hace unos días me enteré que bueno eres una chica y ... — Oscar fue interrumpido

— ¡Solo por ser chica! — Max se escuchaba molesta — sabes lo machista que se oye eso—

— No espera, espera— Oscar retrocedía un poco ante el avance de su amiga — En casa siempre me han dicho que debo ser amable con las mujeres, que debo ser educado —

— Aaaaa!!! — Max grito amenazante — Así que ahora no me hablas por ser una mujer — Max se encarrero y comenzó a trepar por la ropa de Oscar.

— No espera no entiendes — Oscar suplicaba mientras retrocedía con su amiga trepando su ropa — es que por mi culpa te has lastimado, una y otra vez ... . y ... y — Oscar no podía avanzar con Max casi en su cara de dejó caer al suelo — es que ... yo te veía como mi primer amigo—

Max se detuvo justo en la frente de Oscar — Eso se escucho tan cursi — Max le pateo la nariz a Oscar.

—Auu!! — Se quejó Oscar

— Esto es por ignorarme estos días — Max se quejo.

— Me lo merezco, pero podrías bajarte de mi cara, tengo miedo de hablar y termines en mi boca por accidente — Oscar suplicó en voz baja.

Max volvió a patearle la nariz.

— Au!! y eso por que? — Oscar se quejó.

— Por que es divertido — Max se rio — Vamos a que te laves la cara o realmente terminaras con granos en toda la cara.

Se había dado una tregua, al menos Max y Oscar ahora estaban menos incómodos uno cerca del otro.