Pequeños Detalles
Pequeños Detalles
Asushin
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No era extraño para Asuka Langley Soryu llegar tarde a casa, muchas veces, por culpa de la gran cantidad de gente que se había mudado a Tokio-3 en el último par de años.
Era un milagro que este día, lejos de navegar entre un mar de personas como usualmente solía hacer, terminara dentro del metro de Tokio sentada en uno de los tantos asientos que usualmente estaban ocupados por toda la gente que venía a trabajar de fuera. Tenía que ser agradecida, no siempre podía darse el lujo de ir temprano a casa.
El tiempo pasó y cuando se percató de esto, ya se encontraba a unas cuantas cuadras de su casa. Tras bajar del tren, se acercó a una de las tantas máquinas expendedoras que había en la estación buscando alguna golosina que pudiera serle de utilidad más tarde.
Esta era su rutina, una que tenía desde niña y que compartía con su mejor amigo, Ikari Shinji. Tras escoger el dulce de este día, tomó su tarjeta bancaria ingresando así el código de la misma con el fin de que se efectuara el cobro.
Pasaron un par de segundos y antes de darse cuenta , las dos golosinas que escogió cayeron directo a la esclusa dónde las tomó de inmediato. Las observó, buscando alguna imperfección que pudiera arruinarle su tarde, sin embargo, y como era de esperar, el sistema automatizado de Japón seguía siendo muy superior al de Alemania en esta clase de cosas.
Reanudando su camino, observando su teléfono de vez en cuando, Asuka, inmersa en su pensamiento, no pudo evitar recordar con melancolía la primera vez que llegó al país.
Su vida, hasta hace una década, fue relativamente sencilla. La niñez que recordaba con alegría, se manchó de repente en un recuerdo borroso que apenas lograba recordar. Sabía que su madre falleció durante ese tiempo, pero todo el mundo repetía lo mismo cada vez que intentaba indagar sobre el tema.
—Tú madre falleció en un [Accidente de Contacto], el mismo que la madre de Shinji tuvo hace un par de años.
Ikari Gendo, el padre de Shinji, no tuvo reparos en contarle la "verdad" en su momento. Yui, su madre adoptiva y la madre de su mejor amigo, también sufrió un accidente similar al perder por un tiempo su cuerpo siendo declarada muerta, hasta que los dos Ikaris formularon un plan para traerla de regreso de aquel sitio donde su cuerpo y su alma quedaron sellados.
Fue ese mismo día, viendo a su madre adoptiva resurgir de aquella criatura gigantesca, que logró entender parte de su pasado.
Su madre, quien fue la genio detrás del programa de NERV: Alemania, sufrió un accidente similar meses atrás, el cual terminó ligado a su muerte. De alguna manera, aquella criatura gigante donde Shinji se montó alguna vez, fue la causante de la mayor desgracia de su vida.
—Podría ser...
Asuka, hilando todo lo que sabía de su pasado hasta ese momento, pudo ver en un poste de luz un hilo colgando de lo que alguna vez fue un globo rojo. Sus ojos se centraron en la extraña figura que se había formado del plástico deformado, recordando una escena similar que en su niñez, fue la causante de que hasta el día de hoy siguiera siendo incapaz de dormir en su habitación.
Estiró su mano, intentando alcanzar sin éxito aquel hilo blanco teñido de naranja por el ocaso. De alguna manera, se sentía obligada a bajarlo, casi como si fuera su deber hacerlo, aún cuando esto era algo de lo que se debía encargar el gobierno japonés que administra el barrio.
—¿Asuka?
—¿Eh? ¿Shinji? ¿Qué haces aquí? —murmuró con suavidad, extrañada de ver a su mejor amigo en la calle cuando este usualmente estaba en casa esperando su llegada.
—Venía en el mismo tren que tú, solo que me desvíe a comprar algunas cosas para la cena—explicó él un tanto apenado, cosa que ella no entendía—. ¿Quieres un globo?
—Yo...
Asuka renegó moviendo su cabeza de lado a lado.
Sentía pena por lo que hizo, agradeciendo que fuera Shinji quien la vio y no otra persona como Mari o Misato.
—Bueno, entonces vamos a casa. Esta noche prepararé lasaña—anunció el castaño quien tomó su mano apretándola con suavidad provocando en ella un sonrojo que intentó evitar al mirar hacia otro lado—. Por cierto, mi madre viene esta noche, creo que quiere hablar sobre la [Segunda Niña] con nosotros.
—¿Una chica? Vaya, parece ser que tú serás el único hombre de ese grupo raro—mumuró Asuka, molesta por tener que ver a Shinji rodeado de mujeres durante los entrenamientos que su madre supervisa en el Geo Frente—. A todo esto. ¿Yo no puedo ser una elegida? Vi un anime muy lindo llamado "Darling in The Franxx", seguramente podemos ser como los protagonistas dentro de ese robot tuyo.
—Asuka, Kensuke ya me dijo de que trata, y no creo que debamos hacer-
—¡No me refería a conducirlo de esa forma! ¡Me refería a ser tu copiloto! —corrigió ella—. ¡Por Dios! ¿Acaso crees que soy una pervertida en potencia como tus amigos?
Shinji estaba dispuesto a decir algo, pero al ver ceño fruncido de Asuka, pensó mucho mejor las cosas.
—Tienes razón. Ellos son una mala influencia para mí—dijo Shinji de forma rápida, librando así una bala.
—Me alegra que recapacites, después de todo, seré la futura señora de Ikari y hasta donde sé, tu padre obedece a tu madre—sentenció ella, dejando así a su mejor amigo en silencio.
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—¿Estás segura de esto, Yui?
—Asuka merece saber la verdad. El experimento de contacto no fue la causa de que Kyoko hiciera todo eso.
Ikari Yui observó a su marido quien veía con atención la imagen de su hija adoptiva, pero en cuyo perfil tenía un nombre completamente distinto.
—Mutiló a su propia hija e intentó acabar con su vida... Ella merece tener paz después de todo esto. ¿No lo crees? —expresó Gendo, quien no podía evitar sentir algo de pena por el pasado que su esposa cargaba tras hacerse cargo de la primogénita de Kyoko—. El comité ya se encargó del tema de la segunda niña, no es necesario que-
—Asuka no será piloto de la [UNIDAD 02], al menos no mi hija—declaró Yui quien presentó en el monitor un diagrama que su marido reconoció de inmediato el cual le trajo amargos—. Sé que no quieres exponer a Shinji a un evento similar, pero la [UNIDAD 01] reconoce a ambos niños como sus pilotos. Si algo llega a suceder, la copia de mi alma se hará cargo... Tienes que confiar en mí.
Soltando un suspiro, Gendo finalmente cedió a la insistencia de su esposa.
Tomando una pluma, firmó los documentos necesarios para que Asuka Langley Soryu, la hija que ambos adoptaron en Alemania, tomara lugar como copiloto de la tan afamada [UNIDAD 01]. Tras sellar el papel, se los extendió a su mujer quien le dedicó una sonrisa tan bella que este buscó ver hacia otro sitio con el único fin de ocultar su rostro avergonzado.
—Eres igual de lindo que Shinji—declaró Yui, quien camino hacia la salida dando pequeños saltos de alegría que resonaban en toda la habitación a causa de sus tacones—. Por cierto, habrá lasaña esta noche. No llegues tarde.
—Ya ve a entregar eso—le reprochó Gendo con una sonrisa.
—Que amargado.
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