Nancy era hija del encargado de la gasolinera y su madre la encargada del restaurante, Había una empleada que tenía un hijo de la misma edad de ella, eran inseparables los dos jugaban en el estacionamiento de la gasolinera.

Los padres de su amiguito eran divorciados cada dos semanas venía su padre por él para llevarlo con él, uno de esos días ella jugaba sola, cuando vio un camión estacionarse.

A ella le gustaba subirse en el estribo y se imaginaba que subía al camión con sus padres y se iba lejos, no sabía a donde pero se iban.

Ella estaba sentada soñando con los ojos cerrados cuando se acercó el joven chófer tendría 17 o 18 años, ella no sabía si era guapo o feo, simplemente no le dio miedo como otros conductores que eran gordos, feos y olían mal, cuando ella los veía huía rápidamente de allí junto con su amiguito Alan.

Esta vez ella se quedó sentada en el mismo lugar sonriéndole al joven, él se puso a su altura y le pregunto

- ¿Cómo te llamas?

 - Nancy.

 -Tu nombre es tan bonito como tú.- le dijo mientras le acariciaba una mejilla.

El traía una cadena colgada al cuello con su nombre ella le pregunto

- ¿Qué dicen estas letras?

-Estas letras dicen mi nombre.