Capítulo 36
—Ni se te ocurra empezar a gritar defendiéndola —me paró mamá—. ¡Ella ha arruinado todo! —alzó la voz—, ¡¿te das cuenta que nuestra reputación ahora está en el piso?!
—¡¿De qué hablas?! —pregunté enojado—. ¿No dirás algo? —miré a papá.
—Si ella se queda todo será peor —dijo él.
—¡¿Pero de qué mierda hablan?! —grité— ¡Acaso no conocen a su hija que no se dan cuenta que no es la de las fotos! —grité nuevamente pero ahora más enfurecido—, ¡solo les importa su maldita reputación!
Los dos cerraron la boca.
—¿Qué tipo de padres son? —inquirí con indignación imaginándome las tantas cosas que mi madre le habrá dicho a mi hermana—. ¡Laura tiene un maldito tatuaje en la espalda! —grité sin obtener respuesta—. ¿Dónde está? —pregunté tranquilizándome.
—Ella... se ha ido hace casi una hora al aeropuerto —respondió papá sin poder creer.
Corrí hacia el garaje subiéndome al auto y arrancando hacia al aeropuerto.
Aún hay tiempo para detenerla.
Por favor Laura no te vayas.
Estaba tan cabreado, tan enojado, y la razón era no solo porque ni siquiera se habían dado cuenta que esa no era su hija, sino porque más les preocupaba su "reputación", les importaba el que dirán y no les importaba si su hija estaba bien.
Estaba tan harto de esto... pensé que todo estaba mejor, que todo había cambiado, pero ellos siempre lo arruinan todo.
El dolor de aquella vez cuando se fue a Londres por más de un año nuevamente surgió en mí. No quería que otra vez sufra, no quería que de nuevo llore por culpa de mis padres.
Perdóname por no protegerte.
Después de casi media hora manejando a una alta velocidad llegué al aeropuerto.
Al entrar al estacionamiento frene de golpe cuando vi a Benjamín acercándose a su auto, me baje del mío y fui hacia él.
—¿Dónde está Laura? —pregunte angustiado.
—Ya es tarde Ethan —respondió él—, ya embarcó hace más de 15 minutos.
No podía creer que llegué tarde así que corrí a detener a Laura dejando atrás a Benjamín.
Intentaba comunicarme con mi hermana pero su celular estaba apagado. Corrí por todo el aeropuerto y llegué hacia donde se suponía que estaban embarcando.
—El vuelo que sale a Londres —dije jadeando a la mujer que estaba parada en la entrada.
—Ahora mismo está despegando señor —respondió y mi corazón se fue al suelo—, pero otro vuelo saldrá al medio día.
Llegué tarde.
Me alejé de aquella mujer acercándome a la gran ventana donde se podía observar a los aviones despegar, y sí, un avión justo acababa de despegar.
Dos lagrimas cayeron de mis ojos.
Maldita sea.
Pero no me iba a quedar de brazos cruzados, después de comprar un boleto para Londres que salía al medio día fui hacia casa. El novio de mi hermana había estado esperándome pero lo ignoré.
(...)
Entré a casa, mis padres estaban sentados en el sofá, no habían dormido, mi padre con la columna inclinada, sus codos apoyados en sus rodillas y sus manos en su cabeza que estaba baja mirando al suelo, mi madre con las piernas cruzadas y su espalda recta apoyada al sofá.
—Ethan —me nombró papá con delicadeza.
—No me hablen —interrumpí caminando hacia las escaleras—, lo han arruinado todo —solté melancólico—, de nuevo —agregué.
—Laura se ha enterado que tú padre tuvo una aventura y por eso tuvo un hijo —soltó mamá y me congelé.
—¿Qué? —la fulminé con la mirada.
—Alessandro habló con Laura —contó papá.
Abrí mi boca para poder decir algo pero no pude.
Me lleve las manos a la cabeza jalando mi cabello.
Dios mío.
Laura se ha enterado qué hay otro hermano.
Debe estar tan mal...
—Buenos días hermanito —saludó una voz desconocida desde la puerta de la cocina.
Regresé a ver y ahí estaba él, apoyado en la pared con un vaso de agua y con una gran sonrisa en su rostro.
—Hijo de puta —solté antes de ir hacia él para golpearlo.
—¡Ethan! —gritó mamá cuando vio que le estampé un golpe en la cara.
Papá de inmediato me tomó de los brazos separándome de Alessandro.
—¡Basta! —alzó la voz.
—¡¿Sabes cómo debe sentirse Laura?! —le pregunté a papá soltándome de él—. ¡Él no tenía el derecho para decirle algo!
—Se tenía que enterar tarde o temprano —dijo Alessandro y mi madre lo miró desafiándolo.
Lo tomé de su camiseta con rabia, —Tú lo hiciste por querer hacerle daño —acerté soltándolo—. ¡¿Y éste que está haciendo aquí?!
Nadie respondió y entendí que no querían hacerlo.
Me alejé de ellos a zancadas subiendo hacia mi habitación.
—Ethan —me nombró mamá pero lo la regresé ni a mirar.
En una maleta metí las primeras prendas que ví, cogí mis documentos y en un par de minutos salí de mi habitación echando chispas.
—Ethan ¿a donde iras? —preguntó mamá con preocupación.
—Si es que él se queda aquí yo me iré de la casa junto con Laura —amenacé observando que mi hermanastro ya no estaba en la sala.
—Él también es mi hijo —respondió papá ya notándose enojado.
—Yo también lo soy, Laura también lo es y sin embargo parece que lo prefieres a él —ataqué sin pensarlo.
—Ethan por favor —rogó mamá acercándose a mí—, no te vayas, esta es tu casa —afirmó.
—No —tomé la manija de la puerta abriéndola para salir—. Han echado a Laura de la casa por algo que no hizo y la han herido, y tu hijito —miré a papá— aparece como si nada, ¿ahora ya no se conforma con el dinero que le mandas cada día? —le pregunté a papá—, ¿qué quiere ahora tu hijo?, ¿otro departamento?, ¿la casa?, ¿la herencia? —solté sabiendo que lo único que ha hecho Alessandro es pedir dinero para gastárselo en cualquier mierda.
—¡Basta! —Jack alzó la voz poniéndose de pie—. Alessandro también es mi hijo y se quedará en casa —avisó con su tono de voz neutro—, así que respetarás esa decisión.
—¡Ja! —solté una risa irónica—. ¿Cómo harás para explicarle a Laura que decidieron ocultarle por tantos años que tiene un hermano?, ¿cómo le explicarás que muchas veces preferiste a tu otro hijo antes que a ella?, ¡¿cómo le dirás que toda tu puta vida pusiste a tu otro hijo primero?! —grité explotando—. Laura siempre te rogó para que fueras a sus presentaciones —le recordé con dolor—, pero tú te marchabas a Londres por "trabajo" —hice comillas con mis dedos—, te marchabas para ir a ver a tu otro hijo —aseguré—, ¡cuando Laura mendigaba por un poco de amor!
—Él no se quedará en esta casa —contradijo mamá mirando con enojo a Jack pero sin alzar la voz—, así que te quedarás aquí Ethan.
—Amelie —dijo papá.
—Yo tengo únicamente dos hijos —aclaro ella con rabia—, dos hijos que son Ethan y Laura.
Intente irme pero mamá me miró desafiante cogiéndome de la muñeca.
—Alessandro se quedará aquí —volvió a contradecir Jack con calma.
—¡Está es mi casa! —alzó la voz Amelie casi matándolo con su mirada fría y calculadora—, ¡esta es mi casa y de mis dos hijos! Yo no quiero a ningún bastardo en mi casa, en mi hogar —agregó calmándose y hablando con más tranquilidad—. Desde siempre has intentado defender a tu hijo de cualquier cosa que a hecho, pero esta vez no —negó con fuerza—, él buscó a mi hija solo para causarle daño —enfatizó—, causarle daño por tú culpa —siguió mirándolo—. Piensa muy bien que vas hacer Jack —amenazó—, porque he aguantado muchas cosas pero esto no —termino ella subiendo las escaleras para dirigirse a su habitación dejándonos solos.
Papá me miró y yo a él, no pude decir nada más y salí de casa, pero él salió atrás de mí.
—Vuelve con Laura, por favor.
—Está bien —pude responder caminando rápidamente hacia mi auto.
Conduje hasta el aeropuerto de nuevo, logré dormir un poco en una de las sillas de ese lugar mientras esperaba impacientemente a que pudiera embarcar.
Benjamín
No sabía aún quien publicó e hizo virales esas fotos y videos, pero no tardaría mucho en obtener una respuesta.
Y así fue..., camino a casa después de haber dejado a Laura en el aeropuerto supe quien fue el imbécil que lo hizo.
Daniel Stone.
Logré localizarlo, no espere a que amanecería y fui a buscarlo.
Lleno de enojo por su culpa entre a ese departamento donde estaba todo tipo de personas, no logré visualizarlo pero sí a Alex.
—¿Dónde está? —pregunte emanando rabia.
—En la alcoba —señaló él con sus ojos, de inmediato lo empujé haciéndolo a un lado y caminando hacia allá.
Lo vi rápidamente pero él no se percató de mi presencia porque estaba concentrado fumando marihuana. Sin advertencias fui hacia él cogiéndolo del cuello y empujándolo, y él quedando al borde de la baranda que lo sostenía con la espalda hacia atrás.
—¡Eres un cabrón! —grité ahorcándolo.
No quería ver su cara porque lo quería matar.
—¡¿Qué te pasa?! —gritó intentando soltarse de mí.
Lo cogí de los hombros estampándolo en la pared y junto con eso levante mi rodilla rápidamente golpeando su estómago.
—¡Te odio hijo de puta! —grité de rabia golpeando su cabeza contra la pared.
Intentó defenderse pateándome pero eso no me detuvo, golpee su cara cerca de su pómulo derecho y así por tres veces seguidas.
Con mi brazo izquierdo envolví su cuello atrayéndolo hacia mí y con mi mano derecha empecé a golpear su abdomen.
Solté a Daniel para tirarlo al suelo pero una persona me tomó del brazo jaloneándome hacia atrás y junto con ello tomándome el otro de inmediato antes que me suelte.
—¡Tranquilízate! —gritó Alex sosteniéndome los brazos con fuerza e intentándome sacar de ahí.
—¡Suéltame! —grite moviendo mis brazos pero Alex me los sostuvo con más fuerza.
Me sacó de aquel departamento y me soltó.
—¡¿Qué mierda pasa contigo?! —le grite a Alex empujándolo.
—¡¿No entiendes que te puede denunciar?! —preguntó enojado.
—¡Ese imbécil lo ha cagado todo! —grite llevándome las manos a la cabeza de la desesperación que tenía—. ¡Lo quiero matar a ese hijo de puta!
—Tranquilízate Benjamín —dijo con un tono de voz amenazante.
Tomé aire bajando las manos y mirando hacia otro lado.
—Laura se ha ido a Londres —solté—, bien sabes lo que significa.
Me miró y entendió porque estaba tan desesperado.
—¿Qué harás ahora?
—Iré tras ella —confesé—, ella la única salida que tengo. He hecho tantas cosas para que Laura esté conmigo y no botaré todo lo que he tenido que aguantar a la basura por culpa de ese imbécil.
—Ella tiene que estar aquí máximo en un mes —aclaró Alex después de unos minutos—, debes demostrar a Raffaele que tienes una relación seria con ella y su familia, si quieres que te deje ir, pero tú sabes lo que significa.
—No me importa —negué—, ella es mi único boleto de salida así que intentaré que no se involucre en nada.
—¿Y sí no funciona todo esto? —inquirió dudoso.
—Tiene que funcionar porque yo no me involucraré con la mafia de Raffaele —indiqué ya más tranquilo.
—Ya estás involucrado Benjamín —recordó Alex alzando sus cejas.
—Por tú jodida culpa Alex —le recordé—, por tu jodida culpa estoy haciendo todo esto, por tu jodida culpa estoy metiendo a Laura en esta mierda —lo empujé cabreándome.
—Porque quieres Benjamín —corrigió—, porque tienes otra opción.
—¡¿Que opción?! —alce la voz—, ¿crees que vendiendo droga es una opción?, ¿crees que después me dejaran salirme de esta mierda? ¡No! —respondí—, no me dejaran salir, y todo por tu culpa —volví a mencionar.
—Ja —fingió una risa—, a mí no me culpes cuando violen o secuestren a tu noviecita por haberla metido en todo esto —enfatizó haciéndome enojar—, o aún peor, no me culpes cuando maten a Laura por haberle mentido respecto a la mierda en la que tú con tus propias manos la estás empujando a meterse.
—¡Cállate Alex! —alce la voz acercándome a él para golpearlo pero me detuve.
—¡¿Por qué quieres que me calle?! —preguntó sin dejarse intimidar—, ¿por decir la verdad? Ay Benjamín tú y yo sabemos que eso pasará por mucho que la protejas —escupió—, tú mismo estás contribuyendo a que le pase algo a esa niñita por meterla en donde no le correspondía solo para poder salvarte el culo.
—¡Cállate Alex! ¡Cállate! —grité sin querer escuchar la cruda verdad.
—Escúchame bien Benjamín —me miró desafiante—, tú podías salirte de esto desde el principio pero no quisiste —espetó enojado—, te gustó el dinero que empezaste a ganar en las carreras y no quisiste salirte cuando te lo dije, ahora afronta las putas consecuencias, o vendes droga o buscas a otra tonta como Laura que te pueda sacar de esto —soltó rudo—. Pero a mí no me culpes de nada porque tuviste la oportunidad —terminó entrando al departamento ese y dejándome afuera.
—¡¿Qué mierda hago?! —grité desesperándome.
No quiero dañar a Laura, pero ella es mi única salvación aunque puede que se hunda conmigo.
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Bueno..... solté una pequeña bomba 😬, espero ya entiendan el porqué de algunas cosas.
De verdad gracias por el apoyo, les quiero mucho. Siempre me sacan una sonrisa con sus comentarios u ocurrencias🥺.
Besooos.
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