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Capítulo 13


—No hay problema, ¿él está de acuerdo? —pregunté curiosa.

—Claro que está de acuerdo —habló Valentina obvia que seguía con su sonrisa de cómplice.

Alex cogió el bolso que tenía Rocío.

—Gracias Rocío, nos vemos el lunes —dije amablemente y ella solo entró a la casa.

Nos acercamos al auto de Benjamín y él se bajó abriendo la cajuela del carro.
Llevaba puesto una pantaloneta negra junto con una camiseta blanca de cuello en V y unas zapatillas.

Ni para que, el condenado estaba guapo.

—Hola —me saludó Benjamín caminando hacia mi y  dándome un beso en el cachete, solo reí—. Los snacks no alcanzan ahí, ponlos acá —señaló Benjamín abriendo la puerta trasera del auto.

Los puse donde dijo.

—¿Con quién irás Benjamín? —pregunté volviendo mi mirada hacia él.

—Contigo —respondió cerrando la cajuela, regresando su mirada hacia mí— ¿Quieres?

Obvio que quiero papi chulo, creación del diablo, ¿o de los dioses?

Ángeles negó con la cabeza y Valentina con su mirada me dijo "hazlo".

No respondí y solo me acerqué a Ángeles y a Valentina.

—Suerte con tu diablito —dijo Valentina mirando a Benjamín.

—Ten cuidado —me aconsejó Ángeles virando los ojos y después soltando una pequeña sonrisa.

—Nos vemos allá —di media vuelta rodeando el carro de Benjamín y subiendo de copiloto.

El auto tenía un olor especial, a perfume de hombre y si mi sentido del olfato no me estaba fallando, también había un olor dulce, un olor a puta, estaba segura que era perfume de mujer, un perfume barato.

Benjamín sonrió y se subió al carro.
Los demás se regresaron al auto de Alex.

Benjamín regresó a mirarme y recorrió todo mi cuerpo lentamente con sus ojos, después regresó su mirada al camino y arrancó el auto.

Conecté el Bluetooth del auto a mi celular poniendo música.

Ninguno de los dos hablaba , nos quedamos callados por algunos minutos.

—¿Me extrañaste estos días? —preguntó Benjamín regresando a mirarme por un instante.

—Mucho —contesté juguetona—. ¿Cómo sacaste la licencia si eres menor de edad? —Pregunté cambiando de tema.

—Desde los 16 puedes sacarla solo que es más tramitado, y yo también te extrañe mucho pequeña diablita —afirmó Benjamín sonriendo.

"Pequeña diablita"

—Yo sé que siempre me extrañas —contesté viendo el camino a través de la ventana, ya estábamos saliendo de la cuidad.

Nos detuvimos en el último semáforo de la autopista aunque aún estaba en verde. Desde aquí todo era vacío. No era la misma autopista por la que vas a la casa de Alex, era otra, esta autopista tenía cinco carriles de cada lado.

Benjamín bajo la ventana, al lado estaba Alex.

—¿Estás listo para perder? —preguntó Alex desde su auto con una sonrisa.

—Estoy listo para verte perder —corrigió Benjamín sonriendo de dientes.

—¿Eh? —interrumpí al no entender nada.

—Vamos a competir, el primero que llegue a la quinta curva se lleva setecientos —me dijo Benjamín mientras hizo una seña saludando al otro carro que estaba a mi lado.

Lucifer ya me quiere tener en el infierno. Pero hoy no, déjame hacer sufrir a Benjamín un poco y después si llévame a reinar el infierno.

—No quiero morir aún —confesé directa.

—No vas a morir sin antes haber probado un platillo llamado "Benjamín Castelblanco", mejor sube el volumen y grábalo —me ordenó atento del semáforo.

Debe ser un platillo exquisito.

Cogí el celular de Benjamín y le hice caso, empecé a grabar.

En menos de cinco segundos salimos volando, las llantas rechinaron, los únicos carros que habían éramos nosotros.

Al principio Alex, Benjamín y el carro de al lado estaban primeros, a la primera curva Alex pasó a Benjamín y el otro carro se quedó un poco atrás.

Sentía la adrenalina corriendo por mis venas, de un rato al otro ya estábamos yendo a 140 k/h y se sentía genial.

En la segunda nos alcanzó un carro, quiso pasar a Benjamín pero no pudo.

Benjamín aceleró más alcanzando a Alex pero él le cerró.

Aún faltaba para la siguiente curva.

170 k/h. Pasamos a Alex. La velocidad para mi ya era mucha, y si nos chocábamos dudo que saldríamos vivos.

Como estúpida estoy poniendo mi vida en manos del imbécil de Benjamín.

En la tercera curva no había problema, seguíamos primeros pero Alex nos seguía pisando los talones.

No veía aún la cuarta curva, un auto estaba atrás de nosotros y si Benjamín frenaba un poco nos pasaba e igual Alex, quería gritarle que acelere pero me tranquilice.

Se aproximó la cuarta, me tensé un poco porque era un poco cerrada.

No quería interrumpir pero tampoco quería morir.

Benjamín frenó un poco segundos antes de pasar la curva, para después acelerar nuevamente.

Él tomó ventaja porque la mayoría frenó mucho.

Enseguida vi la última curva.

La quinta.

—Benjamín esta curva no la pasas con esa velocidad —hablé al ver que era muy cerrada.

—Lo sé —dijo el con un tono de voz tranquilo.

Aceleró un poco más antes de llegar y después frenó entrando a la curva tomando con sus dos manos el volante para poderlo girar, las llantas rechinaron un poco.

Pasamos sin problema.

Quedando en primer lugar, ganó setecientos en menos de 10 minutos.
Suspiré fuertemente apoyándome al asiento y dejando de grabar poniendo el celular en mi regazo.

Benjamín bajo la velocidad esperando a que llegaran los otros.

Después de algunos segundos llegó Alex.

—No sé para que compites conmigo si sabes que voy a ganar —afirmó odiosamente Benjamín.

—El domingo no fue así —habló Alex regresando a ver a Benjamín desde su auto.

¿El domingo? Con que andas compitiendo.

—Fue un descuido —aclaró Benjamín—, quiero los setecientos al llegar al campamento —guiño el ojo volviendo a acelerar y dejando atrás a Alex.

—¿Qué tal te pareció? —me preguntó refiriéndose a las carreras.

—Yo lo hubiera hecho mil veces mejor —escupí con incredulidad, directo a su ego.

—Demuéstralo, mi amor.

Ahora era su amor.

—Estoy muy cansada —mentí—, mejor cuéntame, ¿desde cuándo participas en carreras? —mostré interés en mi pregunta.

—Sostén el volante —ordenó y lo mire con una cara de confusión—. Toma el volante —volvió a repetir y cogí el volante, él se extendió un poco para atrás sacándose la camiseta que llevaba puesto... Dios mío, he llegado al paraíso de los abdominales ...aventó la camiseta para el asiento trasero y volvió a tomar con una de sus manos el volante y yo volví a acomodarme en mi asiento—. Respondiendo a tu pregunta, solo es por juego.

Mi mirada era un poco indiscreta, estaba un poco bronceado, las venas de sus brazos seguían sobresaliendo, y ahora que lo veía manejar semidesnudo, se veía bien sexy el imbécil.

—Sé que te encanto pero tampoco lo demuestres tanto, Laura, disimula un poquito —volvió a hablar Benjamín con su ego al mil, vire mis ojos molesta regresando mi mirada hacia mi ventana.

—Tampoco es que sea mucho —ataqué.

Una pequeña vibración provino del celular de Benjamín.

—¿Qué dice?

Cogí el celular viendo quién era, una mensaje de una tal Nayeli.

Nayeli:

¿No piensas llevarme al campamento contigo?

Otra perra en celo atrás de Benjamín.

—Dice una tal Nayeli que si no piensas llevarla al campamento, algo así —informé aburrida.

Pásame el celular —ordenó estirando su mano hacia mí.

Le di su celular y el respondió a ese mensaje con una mano y la otra estaba en el volante, ya no me importo que chocáramos, total, mi auto no es.

Después de un buen rato sentada ya me dolía mi culo, necesitaba que fuera liberado porque ya estaba acalambrada.

Desconecté el Bluetooth del auto y automáticamente fue a una carpeta de músicas de una USB que estaba conectada, baje el volumen.

Me puse de lado bajando el asiento hasta el tope, con mi mirada hacia el papi chulo que tenía al lado.

—Ya estoy cansada —murmuré viendo los abdominales de Benjamín.

—¿De qué? Si no haces nada —admitió riéndose.

—Llevo más de 40 minutos sin moverme y ya me duele el culo —confesé odiosamente.

—¿Me dejas revisarte? —preguntó coqueto regresando a verme—, es para verificar si tú culo está bien.

Regrese a mirarlo con incredulidad para después soltar una carcajada.

—¿Quieres tocarlo?

—Tocarlo y verlo, tener una vista clara y concisa ayudaría mucho —espetó pervertidamente.

—Claro —respondí con una sonrisa falsa poniéndome boca arriba—, mi culo es todo tuyo.

—Y por si las dudas, ¿también no te duele los senos? Podría igual revisarlos sin ningún problema —alzó una ceja haciéndose el preocupado.

—Sabes que si me duele también eso —afirme neutra—, ¿A ti, un por si acaso, no te duele el pene? Digo, para arrancártelo, no tendría ningún problema en castrarte, mi querido Benjamín.

—Si me lo arrancas con la boca no tengo problema —dijo encogiéndose de hombros—, pero sería mejor si lo lames.

—¿No te importará quedarte sin tu preciado amigo?

—Es que será con tu boca, y pues algo tan grande no cabe en una boca tan pequeña —contestó con su ego en las nubes estirando su mano hacia mi quijada y acariciandola—, además sería como arrancarle un pelo a un gato. Y sería como una mamada, así que la disfrutaría.

Este si tiene el puto ego por los cielos y más.

No sabía que a algo de cinco centímetros lo llamaras grande.

En tu puta cara, Benjamín.

¿Por qué mientes tanto, Laura? Puedes verlo en HD, también puedes tocarlo, sentirlo —enfatizó "sentirlo"—, dentro o fuera de ti —dijo pausando en cada palabra.

—Yo no miento —negué mirándolo—, pero para comprobar tus preciados cinco centímetros estaría encantada de tocarlo —acabe de decirlo y Benjamín regresó a mirarme por unos segundos con una sonrisa pícara.

—Cuando quieras, mi amor, soy todo tuyo.

—Bien ofrecido que eres —pensé en voz alta.

—Solo contigo —confesó vacilante.

Me reí, él estaba mintiendo.

Es un perro ofrecido.

Entró una llamada al celular de Benjamín pero este lo ignoró.
Yo cerré mi ojos para tratar de dormir, aunque con la vista que tenía me apetecía tocar hermosos abdominales.

El celular empezó a vibrar de nuevo, abrí nuevamente mis ojos y Benjamín cogió el celular del tablero donde lo había dejado viendo quién era, ignoró nuevamente y canceló la llamada.

¿Quién será la que jode tanto a el amor de mi vida?
Estoy segura que es una mujer.

Otra vez empezó a vibrar el celular.
—Contesta esa llamada —ordené molesta señalando al celular.

Él me regresó a ver con una cara de pocos amigos y contestó la llamada.

—¿Qué pasa? —preguntó Benjamín irritado.

Quería escuchar que decía la otra persona pero no podía.

—No quise llevarte, y aún si hubiera querido ya estoy a más de una hora de la cuidad, no puedo y tampoco quiero regresarme —aclaró Benjamín neutro.

¿A quién no quiso llevar?
Huele a celos de alguna novia de Benjamín.

No seas dramática. Nos vemos el domingo —se despidió Benjamín colgando la llamada con odiosidad.

Decidí cerrar mi boquita y no decirle nada, ni me importaba.

Me volví a sentar apoyando un brazo en el tablero del carro y buscando alguna carpeta de música que llamara mi atención, una logró hacerlo, entré a aquella carpeta, todas eran canciones de "Two feet".

Estás listo para follar, ¿no? Benjamín —habló el pequeño diablo que estaba en mi hombro izquierdo cerca de mi oreja.

Empezó a sonar la canción "Love is A Bitch". Subí el volumen echándome hacia atrás.

El amor es una perra, toda la razón. El amor es una perra que juega bien sus cartas, pero no tan bien como yo.

Cerré los ojos escuchando la melodiosa música.

—Your mama —canté alzando la voz—, your mama says I'm a fool. And yeah, maybe that's true, 'cause I can't stop thinkin' 'bout you.

Me sabía la letra a la perfección.

Note que Benjamín empezó a mirarme pero yo seguía en mi mundo y no pararé de cantar.

Esta canción es tan perfecta.

—I'm tryin' —cante largando la palabra—, I'm tryin' not to forget my words —dijimos Benjamín y yo al unísono.

Pare de cantar para escuchar su voz y el siguió.

—'Cause when I'm around you —entonó regresando su mirada hacia la mía que estaba observándolo—, I tend to keep changin' my mind.

Dios mío —fue lo único que pensé al escucharlo cantar.

Su voz estaba un poco más ronca y el igual se sabía la letra, la pronunciaba bien. Daba un toque perfecto.

—I promise —canté junto con el—, I promise myself not to slip back into old habit.

—'Cause heartbreak is savvy and love is a bitch —enfatizó clavando sus ojos en los míos para después regresar la mirada al camino.

Sentí que esa frase me la estaba dedicando.

Yo también soy una perra, Benjamín, una que no evitara hacerte daño si sigues jugando conmigo.

No pensé que sabías hablar inglés —confesó.

—Mi papá es británico —dije obvia— y viví con mis abuelos por dos años en Londres, ¿Y tú? —pregunté odiosamente.

—No sé mucho pero me defiendo —contesto con su mirada en la pantalla tablero del auto para después aplastar botones.

—¿Qué buscas?

—Una gasolinera, ya se me acalambro el culo —dijo viendo la pantalla.

—¿Me dejas revisarte? —repetí las mismas palabras que Benjamín hace un rato pero en todo burlón.

—¿Puedo tocarte algo? —preguntó frunciendo el ceño volviendo su mirada hacia la autopista.

—¿Qué quieres tocarme? —inquirí curiosa.

—Tú corazón —dijo directo y yo me paralice, hice una cara de no entender nada—. Quiero tocar tu corazón pero no es mi culpa que tus preciosos senos estén en medio —se excusó alzando los hombros para después carcajear.

Benjamín el toca senos lo llamaré desde ahora.

Enterré mis ojos sin hacerle caso.

—Yo también quiero algo —dije dudosa.

—¿Qué quieres?

—Quiero arrancarte el corazón para después venderlo en el mercado negro —aclaré directa.

—Arráncame el corazón y todo lo que quieras, Laura —sonrió.

—¿Piensas entregarte a mi?

—Ya lo estoy haciendo, soy todo tuyo —admitió suave—, pero no pienses que me harás daño, no lo harás, aunque quieras no podrás —dijo tocando con sus dedos mi boca—. Para que puedas hacerme daño tengo que amarte, y tú y yo sabemos que eso no pasará.

Sonreí lamiendo mis labios, por mi parte no iba a cometer semejante estupidez.

No puedes enamorarte de una persona que está más que claro que solo te hará llorar, eso es algo estúpido e innecesario.

No trates de cambiar a alguien, deja que su vida siga siendo una mierda, deja que siga haciendo lo que hace, no le prohíbas nada, no malgastes tu tiempo para que después termines llorando con ganas de querer suicidarte.

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¡Holaaaa!
¿Cómo se encuentraaaan?

Yo estoy súper bien, ayer este libro quedó en el primer lugar los Wattpad Stars 2020. Realmente me he desanimado un poco pero ya estoy mejor, trato de hacer lo mejor posible con la ortografía y redacción pero pues no soy tan buena en eso, así que lo siento mucho, trataré de ir mejorando.

Dejando ese tema a un lado, este capítulo va dedicado a @TodoACuentaDePoe ¡Feliz cumpleañooooos!

(No soy tan buena en esto)
Jennifer, tu cumpleaños es el domingo pero bueno jajaja, eres una gran persona, tienes una personalidad única, me alegro mucho de conocerte, de conocer a una persona tan linda como tú. ¡Mexicana bella! Es una nueva etapa de tu vida, disfrútala mucho, disfruta todos los días de tu vida, se feliz y has lo que te gusta.

Te deseo todo lo mejor, un gran y enorme abrazoooo❤️.

¡Feliz cumpleaños!

Besooos.

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