UFO
Podía ver esa nave que ví hace tantos años renovada hasta la última pieza exepto que no emitía ese extraño fulgor de color verde, aún así solo verla traía esa sensación tan perturbadora que sentí hace varios años mezclada con un intenso frío casi sobrenatural el cual helaba mi cuerpo de forma violenta casi tan intenso como las bajas temperaturas de los hermosos bosques siberianos en los días donde las capaz de nieve eran tan grandes que aún recuerdo cómo al pasar de las horas la naturaleza reclamaba los cuerpos enterrando a los difuntos soldados en tres metros de una morgue natural la cual conservaba el cadáver de forma perfecta hasta que llegase el verano época en la cual los depredadores como carroñeros podían comer cuánto pudieran saciar sus barrigas todo sea por su supervivencia o cruel como violenta supervivencia, al darme cuenta al pasar de los años no estoy tan lejos de esos carroñeros que con constancia emplean cualquier artimaña con tal de salir vivos de los más violentos peligroso siendo el ingenio como estrategia la única delgada barrera entre tú y la muerte ansiosa por llevarse su alma, aún recuerdo..... Era una noche fría, había varios restos de un avión caído junto a vehículos de uso militar de la armada rebelde destrozados casi al punto de parecer metal fundido y los supervivientes eran muy pocos siendo entre veinte a cuarenta de ese accidente, prisioneros de guerra quince en total contando en ellos la hermana de Rumi Aikawa y por sobre todo en cada rincón más y más de esos horrendos muertos vivientes.
Habíamos llegado al área a las ocho de la noche habiendo un frío casi asolador a pesar de estar en los días más cálidos de verano quedando incauta cuando por algunos momentos había una neblina que evitaba que pudieras ver bien por dónde estabas e incluso parecía que dentro de esa niebla moran seres de formas amorfas, que por que tan solo unos pequeños segundos esos tan misteriosos seres parecían ser reales y no un efecto alucinógeno de la nave de esos alienígenas, puedo recordar con claridad sus casi amorfas formas tan pertubadoras que mi mente no les daba cabida más allá de describir a algunos de esos seres como arañas de tamaños colosales, langostas las cuales sus patas eran semejantes a la de un arácnido el cual caminaba en forma erguida, un ser de alturas demenciales que cuando pisaba el suelo parecían ocurrir grandes temblores con los cuales sus pisadas hacían casi ruidos tan fuertes como un relámpago, tentáculos que emergian de la tierra pareciendo querer tomar a mi grupo para así saborear su carne con total deleite y tantos horrores que nos seguirían sin duda alguna llegando a perturbar nuestra salud haciendo que quedará una sensación latente de que aunque sea una ilusión de la niebla eso que vimos es real de algunos forma y esos seres de otro mundo aún esperan para ser libres en nuestra tierra, aunque esa niebla jamás salía de las afueras del perímetro donde cayó esa nave, todo pasando adentro de esos cincuenta metros del área de impacto siendo ocultado por el inmenso bosque el cual será junto con nosotros uno de los pocos que vimos tales fenómenos, testigos de cada hecho que ocurrió allí cada cual jurando callar a cambio de que el gobierno no nos matará aceptando a regañadientes con tal de que en sus palabras no surgiera ningún caos público e incluso interrogantes de que sabíamos. En la misión toda comunicación quedo inutilizada una vez entremos solo habiendo estática en los walkie-talkie a lo que optamos por separarnos en distintos grupos y cuando creo que el horror había terminada en realidad sin darme cuenta había vuelto con más fuerzas, por lo menos Marco, Tara y Eri teniendo la suerte de haber dicho que se perdieron en una cueva contándome que terminaron en una cueva llena de monstruos probablemente fruto de experimentación militar de la armada rebelde los cuales describieron como corpulentos, ojos completamente blancos, un poco superiores a la estatura humana, labios gruesos como muy carnosos, colmillos similares a los de los gorilas, ellos decidiendo apodarles yetis y los soldados rebeldes que rescataron de esa cueva junto a Madoka como los prisioneros decían que no sabían mucho de ellos a la par que al no haber una vez volvieron a la cueva ninguna evidencia sólida de esos seres todo quedó archivado, pero sea real o no lo que vieron para quedar aterrados bendito sea Dios que solo tuvieron que lidiar con esos monstruos y uno que otro resurgido de la tumba.
Mi horror fue diferente, viendo a esos seres de un ojo de extremidades alargadas y a todo mi pelotón convertido en esos zombies con todo dolor matandolos sin piedad, aún preguntándome si hubiera estado a su lado todo hubiera podido ser diferente, pero a veces mi sentido común decía que en realidad mejor que viera su destino solo rellenando de plomo a cada uno viendo como sus cadáveres se expandían hasta explotar soltando un asqueroso hedor mientras sus asquerosos líquidos me salpicaban la ropa dando pequeños rodea con mi piel sintiendo como al hacerlo de alguna forma por pequeños instantes perdía mi humanidad convirtiéndome en esos muertos notando como mi piel se volvía algo grisácea a la par que mi temperatura bajaba a tal grado donde por leves segundos creí que moriría e incluso escuchaba voces las cuales decían que seguirá los mandatos y una vez mate a todos esos zombies llegué a ellos, los marcianos que salieron de ese asteroide y una ves todos volvieron donde salieron salió esa nave solo dejando ruinas, han pasado tantos años desde ese día ¿nueve o diez? Realmente no importa, todo lo que ví me lo tendré que llevar a la tumba junto a mis jefes y allí estaba esa nave otra vez.
Tras salir de mis recuerdos solté mi arma acercándome de forma lenta hasta tocarla sintiendo que algo me llamaba, una voz similar a la que decía que siguiera los mandatos, en ese momento todo el tiempo era inexistente estando yo junto a esa maquinación tan misteriosa reunidos otra vez sin nada que nos molestará y una vez lo toque sentí un intenso calor en mi vientre a la par que una gran calma, como si todo problema, dolor o temor que haya tenido ya no existiera sonriendo llena de satisfacción como si nada importará y pequeñas lágrimas de alegría salieron de mis ojos manchando mis mejillas preguntando que era está sensación tan calmante como alegre, para después sentir grandes dudas sobre mi futuro abrumando todos mis pensamientos, odio a mi misma por todos los errores que he llegado a cometer y al final tras esas sensaciones un sueño intenso para después ver un gran destello sintiendo como algunas partes de mi cuerpo sentían una especie de hormigueo y tras ello, caer en un letargo que mi cuerpo no fue capaz de resistir... ¿Acaso fue el destino que me recontrara con esa nave?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro