Tras esas palabras el silencioso abundó, con solo decir la palabra tu eres mi génesis sentí como si una chispa de distintas emociones se mezclaran en mí recordando cómo en esa playa de arena rojiza volví a encontrarme con ese mecanismo sintiéndonos conectados uno del otro como si necesitaríamos con urgencia la compañía mutua de ambos para no caer en una locura que nos corroya cada día con más fuerza hasta caer en un delirio dónde nos preguntamos en que momento estamos vivos y en cual muertos siendo tan solo una cáscara hueca que vaga por allí, estando ese niño como la prueba constante de que realmente yo y el mecanismo que vino de un mundo que apenas seremos capaces de entender que estaremos conectados hasta el final de nuestros días sin importar que, él siendo de alguna manera de dicha unión su fruto.

Nos dirigimos a la costa en busca de comida viendo como cerca habia árboles notando que aparte de las palmeras también había unos de hojas azules con semejanzas a los arces quedando curiosa de como funcionaba su biología si es que crecían en arena no siendo acta para sembrar casi nada excepto por algunas excepciones aunque ya me podía hacer una leve idea de su biología al acercarme notando como tenía sus raíces expuestas en forma creciente teniendo algunas semejanzas a los árboles que crecen en los manglares y por su tamaño podían ser jóvenes apenas empezando a crecer aunque tome la mano de ese niño el entendiendo que estuviera a mi lado una vez noto el peligro que esas cosas eran junto a mi, reforzando así en mi mente que este lugar será uno de las mayores como más violentas luchaz que tenga en mi vida. Sus ramas como raíces se empezaron a mover de forma violenta hasta que algunas hojas salieron esparcidas por el viento liberando un dulce aroma por todo el lugar similar a fresa con leves toques de miel junto a una sutil fragancia a camarones al ajillo con salsa de oliva de una calidad perteneciente a los viñedos más selectos como estrictos, además algo de limón, eso provocando que junto con el niño levantara los ojos con asombro cuando varios cangrejos de distintos tamaños salieron de todas direcciónes atraídos por ese olor caminando rumbo hacia el árbol cada uno rodeándolo mientras con desesperación buscaban ese olor, pero el olor después cambio a una mezcla de menta, incienso de vainilla y pétalos de rosa todos los cangrejos, mangostas voladoras gigantes e incluso una especie de larvas del tamaño de mi mano ambos insectos llegando unos minutos después aunque en menor cantidad quedaron dormidos mostrando un rostro lleno de relajación mezclado con calma para después esos árboles sacudirse violentamente sus raíces saliendo de manera sagaz del suelo distintos tallos llenos de capullos semejantes a plantas carnívoras estos acercándose mientras acariciaban de manera tranquila a sus víctimas sintiendo una especie de sensación de que eso más lo hacía por placer que por instinto hasta que note como una de esas parecía observar mis movimientos con detención alejándome de forma lenta junto con el infante, pero antes de hacerlo ese tallo que parecía observar me se abrió parcialmente pareciendo emular una sonrisa pícara llena de malicia como si deseara con placer mi carne para después de forma sagas arrancarle de forma violenta a una libélula dando leves risas e incluso sintiendo que había una ironía en su forma de matarla recordando cómo esas molestias voladoras tienen la tendencia de asesinar a su víctima arrancando la cabeza, después de ese sedienta espectáculo me retire a la costa para ver qué podía pescar mientras a lo lejos aún seguía oyendo los ruidos de esas plantas masticar presa tras presa aterrando mi mente de las tantas maneras que podía morir aquí, pero di un ondo respiró calmando mi mente recordando las lecciones de supervivencia de mi padre, mis tíos, abuelos junto a distintos miembros de mi familia llenando mi mente de determinación.

Al final llegamos al mar casi llegando a las áreas más profundas por pocos segundos la arena dejando de hacer contacto con nuestros pies, viendo como había varias crías de cangrejo en su pleno apogeo los más grandes llegando al tamaño como ancho de mi mano mientras los más chicos si acaso llegaban a superar el tamaño de una anchoa a lo que di rápidas estocadas con mi lanza empalando uno tras otro haciendo fila en la misma mientras su sangre carmesí se desbordaba recorriendo el grueso como ancho del palo en todas direcciónes en forma descendente llegando a gotear haciendo que ese calor del agua casi celeste ahora fuera un tono escarlata que me resultaba tan familiar por pequeños momentos recordando mis primeros días en la batalla en los cuales había tantos cadáveres que casi llegaba a vomitar, en realidad ahora que lo pienso siempre evite pensar que en esas filas estuvieran mis compañeros aunque es un temor constante que sabes que va a estar allí siempre día tras día y noche con noche por la eternidad. Tras los últimos minutos decidiendo que ya había recolectado suficiente el niño me imitó casi imitando a la perfección la forma en que daba las estocadas ambos llegando a una cuantiosa cantidad de tres decenas sumando la cantidad que atrapó cada uno a lo que exclamé con una sonrisa sabiendo que por lo menos los esfuerzos del día de hoy no serían en vano, ambos caminando de vuelta a la playa aunque justo en ese momento cuando creí que todo sería tranquilo uno de esos cangrejos nos vió la furia siendo notoria en esos ojos de tonalidad carmesí, deseando con ferocidad vengar la muerte de sus compañeros caídos

En un acto rápido le trate de dar una estocada directa a su cabeza, pero esa bestia la esquivo y el trato de darme un golpe con sus tenazas para así tirarme al suelo yo eludiendo sus ataques ahora siendo una guerra de posición donde el primero en perder la postura moriría reclamando su carne como trofeo aunque esa bestia apenas vio al niño fue corriendo con velocidad hacia él perdiendo todo interés en mí sabiendo que sería una presa mucho más fácil, pero resulta curioso que ese fue su mayor error ya que él en un acto rápido le clavo su lanza algo asustado esa bestia tratando de acercarse hacía el con todas fuerzas aunque la lanza lo penetrara con cada vez más fuerzas hasta matarlo y al final la lanza se quebró partiendoce a la mitad, pero la bestia ya había muerto en sus últimas segundos ni si quiera siendo capaz de levantar su tenaza para atacar o defenderse dando un rostro de decepción a lo que para asegurarme de que estubiera muerto di más estocadas hasta que ambos dimos una serie de respiros exhaustos, le dije que traería algo de leña y que me seguirá mientras decidíamos dónde instalar nuestro refugio y si era seguro volver por el cadáver de esa bestia, se está haciendo tarde.