Ellos no lo saben
Allen
Suspiré pesadamente, han pasado varios minutos desde que un exaltado Wes entró por las puertas, ya le explicamos la condición de James, obviamente no le dijimos sobre lo que nos contó.
Wes estaba sentado a mi lado agarrando o más bien estrangulando mi mano. Josh había ido a comprar algo de beber.
—Wes —lo llamé suavemente, él me miró con atención. —James está bien —dije acercándome y acariciando su rostro con la otra mano, él cerró los ojos ante mi caricia, algo dudoso me acerque más y lo besé en los labios dulcemente.
Él me siguió el beso tomando mi rostro con delicadeza, sentí un cosquilleo en el estómago, cuando nos separamos, lo miré a los ojos, él me sonrió con cariño, yo me sonrojé y aparté la mirada hacia el suelo.
Josh ya había llegado, se acercó y nos dio dos batidos de fresa, se sentó al lado de Wes y comenzó a beber su batido rápidamente, Wes y yo lo miramos con las cejas arqueadas, Josh se veía muy nervioso.
Cuando el doctor salió de la habitación en la cual se encontraba James, Josh se levantó de un tirón y se acercó a él rápidamente.
—¿Cómo está? ¿Qué va a pasar? ¿Ya despertó? ¿Necesita algo? —le preguntó Josh mirándolo con los ojos muy abiertos.
Wes y yo nos levantamos y caminamos hacia el doctor.
—¿Es usted un familiar? —le preguntó el doctor, Josh asintió rápida y convincentemente.
—Soy su hermano —añadió con seriedad, hasta yo me lo creí por un momento.
Miré a Wes y él miraba a Josh con una sonrisa burlona al ver que le había robado el papel.
—Bueno, él está bien, ya despertó, el ataque no fue muy grave, es preferible que se quede esta noche aquí, mañana podrá irse —respondió el doctor acomodandose los lentes, los tres suspiramos de alivio.
—¿Podemos pasar a verlo? —pregunté, el doctor asintió y se retiró.
Caminé hasta la puerta y me giré al no escuchar los pasos de esos dos siguiendome, los dos parecian tener dudas de si entrar o no.
—Entren idiotas —ordené cruzandome de brazos, abrí la puerta y entré.
James estaba mirando al techo y se giró a verme en cuanto abrí la puerta, le sonreí y me acerqué a la cama, tomé sus manos entre las mías.
—Idiota casi nos matas del susto, me alegro de que estés bien —le dije mirandolo mal pero con una gran sonrisa en el rostro, James se rió levemente y acarició mi mano.
—Lo siento —se excusó en voz baja, yo me reí.
La puerta se abrió y por ella entraron unos ¡¿tímidos?! Wes y Josh, me reí internamente al ver las mejillas sonrojadas de Josh, Wes se acercó a James y lo miró mordiendose el labio, James lucía sorprendido al verlos aquí, yo me aparté para que pudieran hablar.
—¿Te sientes bien? —preguntó Wes con voz suave, James asintió lentamente. —Perdóname James...
Yo me fui hasta una esquina con Josh y hablamos en susurros para darles más privacidad a ellos.
—¿Y ese sonrojo? —pregunté con burla. Solté una pequeña carcajada, no pude evitarlo al ver que él se sonrojó aún más.
—No me jodas —respondió apenado tapándose el rostro con ambas manos.
—No sabía que querías ser el de abajo, sólo tenías que pedirlo, yo te lo hubiera metido con gusto —me burlé rojo como un tomate por aguantarme la risa, es obvio que a Josh le gusta James, pero está más claro que el agua quien va a ser el de abajo.
Josh me asesinó con la mirada, escuchamos una tos falsa, miramos hacia la cama, James tenía una sonrisa deslumbrante al igual que Wes, sonreí, espero que hayan arreglado sus diferencias, James miraba a Josh extrañado al ver sus mejillas rojas, luego me miró a mí y frunció el ceño. Yo no pude aguantarme la risa por más tiempo, comencé a reírme como desquiciado al ver que James ahora cree que le gusto a Josh. Todos me miraron con las cejas arqueadas. Dejé de reírme de golpe y miré a James.
—James, vendremos a visitarte mañana, Josh se quedará contigo esta noche, Wes vámonos —dije mirando a Wes ahora, de reojo vi a Josh revolver sus manos nervioso y a James sonreír.
—Está bien, adiós Allen, Wes —dijo James sonriendonos.
Agarré a Wes del brazo y lo saqué de ahí, miré como Josh se iba acercando a James con vergüenza, solté una risita perversa.
—Que malo eres, a Josh parecía que le daría un infarto —dijo Wes en cuanto salimos del hospital y caminamos hacia el auto. Yo me reí. Al parecer no soy el único que notó lo que siente Josh.
—No importa, están en un hospital. Además, les acabo de hacer un favor —respondí mirando por la ventana, bostecé y le sonreí de lado a Wes. Él comenzó a conducir.
—¿Por qué odias a James? —le pregunté con auténtica curiosidad, James parece ser una buena persona. Wes suspiró y me miró de reojo, arqueé las cejas al verlo sonrojado.
—Verás... Yo tenía un perrito... Era muy buen perrito, yo lo amaba... James era un chico malvado... Un día se enojó conmigo, ¿y sabes lo que hizo? Ahogó a mi perrito... Nunca me había sentido tan mal, ese perro era como mi otra mitad, ¿cómo querías que perdonara a James después de eso?
Yo lo miré boquiabierto, él se veía muy serio. James era un psicópata. ¿Qué clase de niño tiene el corazón tan oscuro como para matar a un animal indefenso?
—Tu hermano mató a tu perrito porque se enojó contigo... —repetí mas para mí que para él mismo sin poder creérmelo. Wes hizo un puchero y asintió, vi algo más en su mirada.
—Aunque, también está el hecho de que mis padres lo quieren más a él, le dan todo lo que él quiera, yo tengo que trabajar para comprar mis cosas, para ellos fue un alivio que tus padres me contrataran como niñero, así no tiene que verme todos los días, supongo que eso influyó en mi odio por James.
Yo me quedé en silencio después de que dijera eso con tanta amargura. Sabía que existía más de una razón. Al ver a Wes cualquiera piensa que su vida es perfecta, ahora comprendo mejor que las apariencias engañan.
—¿Culpas a James por la actitud de tus padres? —pregunté en voz baja. Wes debería estar molesto con sus padres, no con su hermano pequeño.
—No, ya no. No es su culpa —dijo resignado mirando al frente, le sonreí un poco.
Quizás ahora que comprende eso pueda ser feliz. Bostecé y mientras miraba por la ventana fui quedándome dormido...
Cuando llegamos bajé lentamente, caminando como borracho a causa del sueño, Wes cerró la puerta de la casa con seguro cuando entramos y me cargó hasta mi cama.
—Eres un caballero —le dije burlonamente al ver como me cargaba, él arqueó una ceja mirandome mientras entraba a mi habitación.
Yo acerqué mi nariz a su cuello sin vergüenza alguna.
—Y hueles bien... Sexy —dije subiendo y bajando mis cejas. Cuando estoy por quedarme dormido hablo muchas babosadas de las que me arrepiento al rato. Wes soltó una suave risa y me acostó en la cama.
Él me quitó la ropa dejándome en boxers, tomó un pijama y me lo puso.
—Duerme conmigo —dije al verlo caminar hacia la puerta, él me miró con una sonrisa.
—Eso pensaba hacer, primero déjame apagar las luces —respondió guiñandome un ojo y saliendo por la puerta.
Dos minutos después Wes regresó, se quitó todo dejándose solo un boxer, cerró la puerta, apagó las luces y se acostó conmigo, abrazandome.
—¿Sigues despierto? —pregunté en un susurro al cabo de unos minutos, no escuché respuesta así que abracé aún más a Wes.
—Te quiero, idiota —confesé en un bostezo.
—Yo también te quiero, enano pervertido —escuché decir a Wes, abrí los ojos como platos pero luego sonreí y me hice el dormido...
Josh
El desgraciado de Allen me había dejado solo en una situación como esta, y se hace llamar amigo. Tragué duro y miré a James, él estaba mirándome con una sonrisita divertida.
—Jamás me esperé que te preocuparas por mí —dijo haciéndose el conmovido. Yo me sonroje aún más de lo que ya estaba, Allen boca floja.
—No lo estaba... —negué apartando la vista de sus penetrantes ojos.
—Josh ven acá —me llamó él suavemente, yo dudé un poco pero terminé acercandome.
—¿Por qué estás tan sonrojado? —preguntó inocentemente, me puse nervioso y me quedé callado.
—Siéntate —dijo señalando la cama, yo negué y me quedé parado donde estaba, él arqueó una ceja.
Luego comenzó a toser y a respirar de manera desesperada, lo miré con duda durante unos segundos, ¿estará fingiendo?
Al ver que se veía grave me alarmé y me acerqué tocando su rostro.
—¡¿Estás bien?! ¡Iré a llamar al doctor! —dije mirándolo asustado, cuando me iba a girar para ir a la puerta, él me tomó del brazo con fuerza y me acostó en la cama quedándose arriba de mí. Me sonrió salvajemente.
—Ahora estoy bien, no necesito al doctor sino a ti — respondió, acariciando suavemente mi rostro.
Yo estaba pálido por la sorpresa pero luego me puse más rojo que nunca al ver nuestra posición. Mi corazón se aceleró notablemente, James puso su mano sobre éste y me sonrió con cariño, acercó su boca a la mía y me besó lentamente, yo abrí los ojos muy sorprendido, pero luego abrí boca y dejé que su lengua entrara, nos besamos con pasión y deseo. James metió una mano por debajo de mi camiseta y tocó mis pezones suavemente, yo gemi y me sonrojé cuando los frotó, él sonrió y esta vez metió una mano por mis pantalones acariciando mi miembro...
—Ja-ames... ahh... —gemí su nombre cuando mordió mi cuello sin dejar de acariciar mi miembro.
La puerta se abrió de repente y por ella entró una enfermera que se sonrojo y abrió mucho la boca y los ojos al vernos, yo me puse pálido y miré a James, él miraba con fastidio a la enfermera.
—Mm... lo sie-ento... adi-ios... —tartamudeó sin saber ni para donde mirar hasta que salió por la puerta sin mirar atrás. Yo quité a James de arriba de mí y me bajé de la cama, él me miró arqueando las cejas.
Me arreglé la ropa y lo miré.
—Tienes que descansar –dije sentandome en el sillón, él bufó e hizo un puchero, yo miré la hora, ya es bastante tarde.
James me miró mal y se tapó completamente con la sábana. Que infantil, pensé sonriendo. Y eso que es más grande que yo. Suspiré, hago esto porque lo quiero, si lo admito, me gusta mucho James, aunque yo tenga que ser el de abajo quiero estar con él...
Apagué las luces, me quité los zapatos y me acosté a su lado en la cama, él me miró sorprendido en medio de la oscuridad.
—¿Qué? ¿A caso esperabas que durmiera en ese incómodo sillón? —pregunté fingiendo molestia aunque por dentro mi corazón no dejaba de latir frenéticamente.
James se rió y me atrajo hacia él, poniendo mi cabeza sobre su pecho. Suspiré feliz y me quedé dormido al instante...
. . .
—¡Konnichiwa! ¿La pasaron bien anoche? Si lo hicieron en un hospital son mis héroes, estoy orgulloso de ustedes —dijo Allen con una sonrisa entrando por la puerta junto con Wes.
Al ver que teníamos ropa puesta frunció el ceño y nos miró mal. Ay Dios, ese pervertido, James y él se pusieron a hablar sobre yaoi, James también es un pervertido al que le gusta ver eso.
Esta mañana James me dijo que yo le gustaba, yo también lo admití, se podría decir que estamos saliendo. De reojo lo miré, él estaba riendo y comiendo de los chocolates que les habían traído Allen y Wes.
Me miró en ese momento con su mirada seductora, yo me sonrojé y aparté la vista rápidamente, mi mirada chocó con la burlona de Wes, aparté la mirada de él también y miré a Allen quien tenía una de sus manos agarrando la de Wes.
Wes ha dado un cambio radical desde que es niñero de Allen, al igual que Allen, para todos los que los ven ambos parecen estar enamorados el uno del otro pero eso ni ellos lo saben...
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