¿Caeré en la tentación?
Allen
Miré a Peter, el cual estaba sentado conmigo en el sofá, dejé que él entrara ya que sabía que armaria todo un show para los vecinos allá afuera. El muy desgraciado seguía tan sexy como siempre, su cabello negro estaba algo largo, tenía unos cinco pircings en una sola oreja, sus tatuajes estaban a la vista, llevaba una camiseta negra, unos pantalones de igual color al igual que las botas que tenía, gruñí, él estaba mirándome con una sonrisa divertida, seguro sabe lo que estoy pensando, dió una última calada a su cigarrillo y lo apagó en un platito que había sobre la mesa.
A mi mente llegaron recuerdos de cuando él entraba a escondidas en mi habitación en mitad de la noche, todas las noches lo hacía, nos besábamos y nos acariciabamos hasta quedar dormidos, sentí algo muy fuerte por él. Todo iba bien hasta que una noche yo estaba solo en la casa, él llegó borracho e intentó forzarme a tener sexo, en ese entonces yo solo tenía la experiencia de ver yaoi, me asusté como nunca esa vez, las cosas terminaron muy feas entre los dos, en cuanto salió de mi casa no lo volví a ver, hasta ahora.
—Será mejor que te vayas —dije cruzándome de brazos, él se rió y se acomodó en el sofá, vi que su mirada se dirigió a mis piernas desnudas, maldije por haberme puesto un short.
—¿Ni siquiera me preguntarás como he estado? —preguntó con burla cruzando sus brazos detrás de su cabeza, bufé y lo miré mal.
—No me interesa —le respondí de igual forma. Espero que él se vaya antes de que llegue Wes, sería un problema que se encontraran.
Peter arqueó una ceja y se inclinó hacia mí, tragué duro, cuando intenté alejarme un poco el agarró mi mano suavemente.
—No seas tan mentiroso —susurró a una corta distancia de mis labios. Su aliento olía a cigarrillos y a menta, una deliciosa ligacion, ¡¿WTF?! ¡¿Qué diablos estoy pensando!?
¡Wes ven rápido o caeré en la tentación! Yo iba a perder mi virginidad con Peter pero él se quizo adelantar así que las cosas no fueron bien. Admito que me da curiosidad saber qué ha estado haciendo estas últimas semanas.
—Seguro has estado vagando por todos lados —respondí con burla soltando su mano, él se puso serio de repente y negó varias veces, arqueé una ceja.
—Freddy se murió —dijo él con un tono triste, yo abrí mucho los ojos. ¿Freddy se murió?
—¿Estás bromeando? —le pregunté algo preocupado, él negó y miró hacia la pared.
—Lo encontré muerto cuando llegué a casa, un día después de que me mandaras a la mierda —contestó mirándome, me tapé la boca con ambas manos. —Tú lo mataste al decirme adiós —dijo mordiéndose el labio en un gesto nervioso.
No puede ser, no puede ser verdad, ¡maté al perrito de Peter! El amaba a ese perrito con locura, era una de las pocas cosas que lo hacia ver como un chico bueno, me levanté del sofá y me acerqué a él.
—Lo siento mucho —respondí poniendo una mano sobre su hombro, mis ojos se estaban humedeciendo mientras miraba a Peter, los de él me miraron fijamente.
—¿Te digo el último deseo de Freddy? —preguntó sin dejar de mirarme, yo asentí lentamente. —El quería que tuvieras sexo conmigo ¿cumplimos su sueño? Hagámoslo por Freddy —respondió ese gilipollas mirándome seriamente, sentí mi cara calentarse de la rabia, me aleje de él y lo asesiné con la mirada.
—Eres un mal nacido —le dije mirándolo mal, él comenzó a reírse.
—Vamos bebé, hagámoslo por Freddy —repitió él con burla mientras se reía, yo tomé uno de los cojines que estaban sobre el sofá y se lo tiré con fuerza.
—¡¡Te odio!! —grité irritado, él se rió, tomó el cojín y me lo tiró.
Yo indignado cogí otro y lo tiré, ambos comenzamos una guerra de cojines...
. . .
Riéndome tomé el cojín del suelo y lo golpeé con el, él sonrió con malicia y paró el cojín con una mano, yo retrocedí y tropecé con uno de los que estaban en el suelo.
—Joder —me quejé al caer de culo, Peter comenzó a reírse de mí, me sonrojé y lo miré mal.
Peter dejó de reírse y se puso sobre mí, yo lo miré sorprendido, él me miraba fijamente, tenía una sonrisa divertida en el rostro, miré sus rosados labios, tenía un sexy pircing en ellos, lo miré a los ojos, él estaba mirando mis labios, tragué duro, si él no se aparta ahora mismo sé lo que pasará a continuación.
—¿No me tienes miedo? —preguntó en voz baja, me encogí de hombros.
—Peter apartate —dije en voz baja, él sonrió aún más y negó, puso sus frías manos sobre mi cintura y me miró.
Sin más Peter se acercó y juntó sus labios con los míos, yo abrí la boca por la sorpresa y él metió su ágil lengua dentro de mí, cerré los ojos y le seguí el beso, él sonrió y manoseó mi trasero, me cargó y me llevó hasta el sofá, yo me puse sobre él y comencé a sobar suavemente mi trasero sobre su miembro, acaricié su cabello mientras nos besabamos con desesperación, sus labios tenían un sabor dulce, metálico por el pircing y a cigarrillos, sabía bien pero no tanto como los de Wes... ¡¡WES!! Me alejé rápidamente de Peter, ¡soy un puto!
Peter me miró con una ceja arqueada, yo lo miré y respiré hondo.
—Vete Peter —le dije mientras me arreglaba la ropa, él me miró confundido y suspiró pesadamente al ver mi mirada seria.
—Me voy porque tengo que bajarme esta erección y sé que tú no lo harás —dijo él bufando y mirando su paquete, yo no pude evitar reírme al ver como caminaba hacia la puerta, parecía un pingüino. —Vendré luego, bebé —afirmó guiñandome un ojo antes de salir por la puerta, suspiré y me senté en el sofá.
¿Qué voy a hacer? ¿Debería contarle a Wes? Ya sé que él y yo no estamos saliendo o algo así, y a mí supuestamente me gusta él.
Le contaré, después de todo él dejó de tener sexo con sus zorras desde que tiene este extraño arreglo conmigo. ¿Dónde estará? Me pregunté mientras terminaba mi desayuno, ¿por qué me gustó besar a Peter? ¿Aún siento algo por él? Suspiré y me puse a ver tv.
. . .
Es tarde y Wes no ha regresado, lo llamé varias veces a su celular pero no me contesta, ¿qué está haciendo?
Caminé con pasos lentos hacia mi habitación, me tiré en la cama y me quedé dormido...
. . .
Cuando desperté ya era de noche, miré la hora en mi celular, era bastante tarde, bajé al primer piso mientras revisaba si me había llegado algún mensaje.
—Wes —lo llamé en voz alta al ver que no estaba ni en la sala ni en la cocina, fruncí el ceño y fui hacia su habitación, toqué varias veces, a la tercera vez abrí la puerta, él no estaba allí.
¿No ha llegado desde que salió en la mañana? Lo llamé a su celular. Sonó tres veces y luego contestó.
—¿Dónde rayos estás? —le pregunté preocupado, escuché una risita al otro lado de la línea, fruncí el ceño, era una risita de mujer.
—Mmm... Habla Tiffany, Wes dejó su celular en mi casa —dijo la puta esa, ¿qué hacía Wes en casa de esa zorra?
—¿Y qué hacía Wes en tu casa? —pregunté agudizando la voz para que no se diera cuenta de que soy yo.
—Jeje... Mmm... Como decirlo ¡es que me da pena! Hacíamos cosas de parejas —dijo la puta haciéndose la tímida, sentí mi rostro calentarse de la rabia, apreté el celular en mi mano y le colgué.
Tranquilo Allen, seguro es un mal entendido como la última vez, escuché la puerta principal abrirse, caminé hacía allá con pasos lentos, cuando llegué vi a Wes allí parado, él me miró con una sonrisa nerviosa, lo miré de pies a cabeza, su cabello estaba desarreglado, su camisa estaba arrugada, en su cuello tenía un chupón, me mordí el labio con mucha fuerza.
—¿Dónde has estado en todo el día? —le pregunté sintiendo un nudo en la garganta.
—Con un amigo.
Sentí algo clavarse en mi pecho al escuchar tal mentira. Me reí amargamente, y yo sintiéndome culpable por haber besado a Peter.
—¿Estabas con Tiffany? —pregunté mirandolo, él me miró sorprendido y se pasó la mano por el cabello.
—Si —respondió mirándome arrepentido, él se acercó a mí pero retrocedí.
—¿Tuvie-eron sexo? —pregunté sin dejar de mirarlo, mis ojos se humedecieron.
—Allen, yo...
—DIME SI O NO —le grité enojado, él apretó las manos en puños y asintió con duda...
Sentí que me sacaban el corazón y que lo rompían en pedazos, miré a Wes sin expresión alguna, a pesar de que las lágrimas salían sin control de mis ojos.
—Yo en verdad lo lamento, no sé muy bien qué pasó, cuando desperté estaba en su cama desnudo, no recuerdo nada —dijo él mirándome con súplica, vi que sus ojos estaban aguandose.
—¿Esperas que me crea eso Wes? —pregunté mirándolo con tristeza. —¿Sabes qué? No me importa, despues de todo tú y yo no somos nada —dije con una sonrisa rota, él me miró con dolor. Caminé hasta la puerta.
—¿Allen a dónde vas? —preguntó preocupado, yo lo ignoré y salí de la casa.
Caminé hacia la casa de en frente, cuando llegué a la puerta toqué tres veces, me encogí al sentir el frío mortal que hacía, la puerta se abrió y un sorprendido Peter apareció frente a mí en pijama, frunció el ceño al ver mis ojos. Lo miré, se había quitado todos sus pircings.
—¿Qué pasó? —preguntó haciéndose a un lado para dejarme pasar.
—¿Podemos ir a tu habitación? —le pregunté en un susurro, él sonrió de lado y asintió.
—Sígueme —respondió subiendo las escaleras, yo lo seguí en silencio. —¿Me contarás lo que pasó? —preguntó él cuando llegamos a su habitación, yo negué lentamente, no quería hablar de eso.
Me acerqué a él, me puse de puntillas y devoré sus labios, él me siguió de inmediato, llevándome hacia la cama.
—Quiero que me hagas olvidar —dije cuando nos separamos, él asintió sonriendo levemente, comenzó a besar y a morder mi cuello...
Me mordí el labio para no llorar otra vez, Peter me quitó la camiseta y comenzó a morder mis pezones, gemí levemente mientras sentía la primera lagrima recorrer una de mis mejillas.
. . .
Cuando Peter estaba por bajar mis boxers me miró, se detuvo y suspiró, yo lo miré confundido. Él hizo algo que jamás habría imaginado, Peter me abrazó, yo me quedé tieso.
—¿Por... Por qué te detienes? —le pregunté con voz débil, él se alejó un poco y acarició mi rostro.
—Estás llorando —respondió él secando las lágrimas que ni yo sabía que estaban saliendo, suspiré y escondí mi cara en su pecho, Peter se acostó a mi lado y me abrazó nuevamente.
Yo lo abracé y comencé a sollozar en silencio. Así me quedé dormido...
. . .
Sentía mis ojos pegados, casi no podía abrirlos, eso me pasa por llorar tanto, bufé y me pasé una mano, un minuto después pude abrirlos normalmente, miré a mi alrededor con confusión pero luego recordé que estoy en la habitación de Peter, él no estaba a mi lado, me miré, yo estaba vestido, pero no con mi ropa, sino con una camiseta gris que me quedaba grande, me sonrojé y me levanté de la cama, con algo de vergüenza fui al baño, allí me lavé la cara, en el lavamanos vi un cepillo nuevo de dientes que tenía una nota pegada.
Usa este cepillo bebé ;)
Me reí un poco y me cepillé los dientes, desde que nos conocimos él no ha dejado de llamarme bebé, lo cual me da algo de risa, ya que esos apodos no pegan con su imagen de chico malo, Peter es muy dulce en el fondo, aunque no quiera admitirlo.
Recordé todas las veces que se metió en problemas por golpear a los que me molestaban.
Después de cepillarme bajé al primer piso, Peter vive solo, al igual que mis padres los de él trabajan en el extranjero, mientras bajaba las escaleras escuché un ladrido provenir de la cocina, entrecerré los ojos y fui hacia allá.
En la cocina estaba Peter cocinando mientras cantaba el ending de Sekaiichi Hatsukoi, a Peter también le gusta el yaoi, el es todo un chico malo, pensé sarcasticamente, el estaba solo en boxers, al lado de el estaba Freddy.
—¿No que estaba muerto? —pregunté con burla al ver al lindo perrito rubio, Peter se giró y me sonrió coquetamente, aun no tenía puestos sus pircings.
—Revivió al saber que estás aquí —dijo él haciéndose el sorprendido mientras miraba a su perrito, el cual comenzó a mover la cola.
Lo tomé en brazos y me senté en uno de los banquillos, comencé a acariciar su suave pelaje, Peter puso un gran desayuno delante de mí.
—Gracias —dije algo apenado, la verdad es que yo iba a irme pero me entró el hambre al ver ese delicioso desayuno. Comencé a comer evitando pensar en el idiota que estaba en mi casa.
Peter se sentó frente a mí y comenzó a desayunar, le di un pedazo de salchicha a Freddy.
Mientras desayunabamos y charlabamos escuchamos fuertes toques a la puerta, Peter frunció el ceño y yo me puse pálido. Algo me dice que es Wes quien está allá afuera, mi corazón comenzó a latir desquiciado.
—Iré a ver quién es —dijo Peter levantándose y caminando hacia la puerta, yo lo seguí unos cuantos pasos atrás.
Cuando Peter abrió la puerta sentí mi corazón saltar, allí estaba Wes, tenía grandes ojeras bajo sus ojos, su ropa estaba desgarrada y sucia. ¿Qué le pasó?
—Hola, ¿has visto a un chico algo enano, con cabello negro y ojos azules? —le preguntó Wes a Peter, al parecer no me ha notado.
Peter miró disimulamente hacia mí, yo suspiré y caminé hacia la puerta.
—¿Qué quieres? —le pregunté a Wes mientras lo miraba, él me miró sorprendido y bajó la vista por todo mi cuerpo, luego miró a Peter el cual estaba solo en boxers.
—Ya veo... Te has acostado con él —dijo Wes mirándome con tristeza, yo sentí algo romperse dentro de mí al ver su mirada.
—No, no lo hice —respondí mirándolo a los ojos, él me miró sorprendido y sonrió levemente, Peter nos miraba en silencio.
—¿Puedes salir un momento? Quiero que veas algo —dijo Wes jugando con sus manos, yo arqueé una ceja y suspiré.
Los tres salimos a la calle, abrí los ojos y la boca como platos al ver lo que había frente a nosotros, el auto de Tiffany estaba rayado, totalmente arruinado, ella estaba mirando enojada a Wes, su maquillaje estaba corrido, toda su ropa mojada. ¿Qué pasó aquí?
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