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Soy Gay∞

Narra Louis_

En cuanto la chica rubia se fue corriendo de mi habitación me abroché los pantalones, esto no debería haber pasado. Salí de mi cuarto y divisé como toda la gente comenzaba a salir por la puerta con bastante prisa, los amigos de Harry estaban hablando con él, pero no tardaron mucho en hacer lo mismo que la multitud. No tenia ganas de hablar en estos momentos así que me encerré en el cuarto, pero no duró mucho cuando oí la puerta de la calle cerrarse de golpe. Bajé al salón y desde la ventana de este vi al rizado hablando por teléfono, lo que oí a continuación era algo que me esperaba. Antes de que entrará a la casa corrí hacia arriba de las escaleras y desde la barandilla vi su reacción, parecía ser que la madre le dijo algo que le cabreó ya que tiró su teléfono. No necesitaba ver más, me di la vuelta y volví a mi habitación, cerré la puerta con cuidado y  apagué la luz, me senté en el suelo mirando hacia la ventana, podía ver la enorme luna blanca que había justo enfrente.

-¿Louis?

En ningún momento me di la vuelta, este trabajo era mi única salida para poder alquilar una casa, Anne, la madre de Harry, me pagaba casi tres mil libras por cuidar a su hijo, y yo lo había fastidiado, ¿Y si Harry era homófobo y yo le daba asco? Me temía que fuese de verdad por su reacción al enterarse.

-¿Qué quieres Harry?

Seguía mirando hacia la ventana, oí como sus botas hacían ruidos en el suelo avisándome de que se estaba acercando.

-Es cierto, ¿no?

Se colocó frente a mi y apoyó su espalda y uno de sus pies en la pared, cruzó sus brazos y me miró.

-Si -me limité a decir.

El chico se pasó una de sus manos por su largo cabello rizado y comenzó a dar vueltas por la habitación, los dos nos mantuvimos en completo silencio hasta que él se echo a reír.

-Un niñero gay -me miró sin expresión alguna- No puedo creérmelo, esto es para hacer una película o algo parecido, ¡es de locos!

-¿Odias a los homosexuales? -las palabras salieron de mi boca como si nada.

-¡No los odio! -hizo una mueca- Pero prefiero ver antes a dos tías echando un polvo que a dos maricones, lo que hacen ellos es repulsivo, me da asco.

-Eso a sonado muy homófobo, Harry -le avisé, seguía sin mirarle, era lo mejor, porque ahora mi rostro era de decepción.

Era cierto que a muchos de los tíos les ponía ver a dos lesbianas, pero la palabra maricón sobraba en esa frase, al igual que las otras nueve.

-No lo soy, solo digo...¡¿Y yo para que te doy explicaciones?! -exclamó y en ese momento si que le miré, estaba nervioso, se le notaba.

Se dirigió a la puerta, la abrió y después la cerró de un portazo, ¿Qué debía hacer ahora?

Narra Harry_

"Dios, estoy viviendo con mi niñero gay" pensé. Me había paseado durante toda la semana tan solo en calzoncillos por la casa sin saber que tenia a un tipo al que le gustaban los penes mirándome.

Me senté en la silla de mi escritorio y saqué mi cuaderno junto con el lápiz y la goma. Llevaba unos cuantos años intentando diseñar unos tatuajes que me quería hacer, y por fin casi los tenia todos, ya tenia unos cuantos tatuados, entre ellos dos pequeños pájaros en mi pecho con una mariposa debajo, un barco en el hombro derecho con un corazón encima... 

En unos días me haría una pequeña jaula, un ancla y un candado con su llave, si, tantos a la vez, eso se debe a que como mi madre no estaba en casa, debía aprovechar a tatuarme todos lo que pudiera, para así luego, no dar explicaciones, porque no es que la hicieran mucha gracia los tatuajes.

-¿Qué haces? -oí preguntar a Louis y me giré rápidamente.

-¿Quién te dio permiso para entrar? -le pregunté y se cruzó de brazos, seguidamente se sentó en la cama.

-Nadie, pero es que esta es la única habitación de la casa que no he visto y ya se porque -dijo admirando mi cuarto, las paredes estaban llenas de grafitis que hacia Zayn, junto a mi cama había un enorme armario y en una esquina del cuarto tenia todas mis botas, al lado del baño estaba el escritorio, y junto a este una estantería llena de libros con una ventana a su lado.

-No te he dejado entrar porque este bien ordenada, si no ¡Por qué es mi habitación! - alcé la voz, pero él ni pestañeó. Se acercó a mi y bajó la mirada.

-Dibujas muy bien -admitió Louis y cogió los dibujos sin pedirme permiso.

-Lo sé, son tatuajes para hacerme -le arrebaté los dibujos.

-Yo me quiero hacer unos, ya tengo, pero quiero mas -añadió a la vez que se quitaba la camisa. Yo me eché para atrás.

"¿Pero por que coño se desnuda?" pensé, pero al ver sus tatuajes, me acerqué. En su clavícula había una frase, en la parte superior de su brazo tenía un ciervo con un corazón en los cuernos, era bastante bonito, también tenia varios pequeños, una taza, un muñeco patinando, una herradura, un avión de papel y luego una flecha algo mas grande que los demás.

-Son la hostia, ¿Y cuáles te quieres hacer? -pregunté intrigado y volvió a coger la hoja con los dibujos, pero esta vez no se la quité.

-Una cuerda, un pájaro y una brújula -contestó y me devolvió la hoja.

-¿Por qué quieres eso?

-Me gustan, nada mas.

Después de unos minutos hablando sobre tatuajes, nos bajamos a hacer la cena. Vale, a lo mejor tener un niñero gay no era tan malo, si no me lo hubiera dicho, no hubiera sabido que lo era, y tampoco es que fuese a pasar algo entre nosotros, porque yo soy al noventa y nueve por ciento heterosexual, el otro uno por ciento es uno entre un millón, de que sea homosexual y es no imposible, pero bastante improbable. Tras terminar de hacer unos tacos, nos los servimos en un plato y nos sentamos a ver la televisión, en ese momento llamaron al timbre y Louis fue a abrir, al ver que tardaba, decidí ir a buscarle para ver que pasaba, le vi que estaba parado en el marco de la puerta.

-¿Qué pasa Louis? -este se agachó, cuando se levantó llevaba una manta en las manos con algo dentro, me la paso a mis manos y noté algo caliente en ella, subí una parte de la tela y vi en ella un pequeño gatito.

-¡Qué mono! ¿Quién a sido el cabrón que lo a dejado en el suelo? -comenté con malas palabras y saliendo de la casa a inspeccionar el lugar.

-¿Te lo vas a quedar? -miré a la cría de gato, era totalmente negro, menos en el pico de la cola que era blanco.

-Si, le cuidare yo y le daré todos los mimos que pueda querer un animal -Louis se alejó -¿Dónde vas? -pregunté pero no contestó.

Cerré la puerta de la entrada y volví al salón para dar calor al pobre gato.

-Toma, leche caliente -dijo volviendo de la cocina minutos después y dándome una jeringa y un baso con leche.

-Gracias.

Mi niñero me sonrió y se encogió de hombros.

-¿Cómo la o le llamaras? -rápidamente levanté al gato para ver sus partes.

-Diva, la llamaré Diva -respondí sin pensármelo.

-¡¿Qué nombre es ese?! -exclamó Louis horrorizado y yo me eché a reír.

Cuando terminé de dar de comer a Diva, de ponerla unas mantas en mi cama para que durmiese y de yo terminar de cenar, me dirigí a la cocina y cogí un plátano. Mi vida era un constante paseo hacia esa parte de la casa, como me pasaba la mayor parte del tiempo en casa, lo único que hacia era comer.

-Tienes una forma muy peculiar de comer el plátano -oí decir a Louis desde el sofá y se echó a reír dejándome con la duda.

-¿Qué?- no entendía nada, el castaño se acercó.

-Te he visto comer unas cuantas veces un plátano y lo haces de dos maneras o mordiendo poco a poco desde la punta -señaló la fruta -Como el otro día o a lo bruto como ahora -me explicó y me le quedé mirando con cara de asco al comprenderlo.

-Eres un asqueroso, yo no soy gay, si es lo que piensas -repliqué y tiré el plátano a la basura, se me acababa de quitar el apetito, sobre todo de plátanos.

Narra Louis_

Después de pensar en mi habitación sobre lo ocurrido recordé que Harry se comportaba de una manera algo afeminada, eso no le hacia gay, ni mucho menos, pero tampoco había que descartar aquella posibilidad. También le encantaba arreglarse, en si, estar guapo y para colmo, comía de una manera muy graciosa los plátanos, por no decir que acababa de poner a un gato Diva como nombre cuando la podía haber llamado de otra forma más masculina. Todas esas conclusiones me hicieron ver que no tendría problemas en convivir con el rizado, ya que yo como gay que era, detecté que muy, pero que muy dentro de él, había una pizca de homosexualidad.

-Ya... eso lo dices ahora Styles -murmuré cuando él subía las escaleras y solté una carcajada. 

Este capítulo lo cambié casi por completo, espero que os guste y no os olvidéis de comentar vuestra opinión, es muy importante para mi.

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