Larry
Narra Louis_
Llevaba saliendo con Harry tan solo tres horas y ya era el hombre mas feliz del mundo. Después de estar en el parque un rato más, volvimos a casa, Nialler se quiso venir también, así que le dijimos que no montara mucho alboroto con lo de Larry, por que tanto yo, como Harold, estábamos algo nerviosos, ninguno había tenido antes una relación con alguien de su mismo género y si Niall decía todo el rato Larry u otro tipo de cosas parecidas, Harry y yo no avanzaríamos en nuestra nueva relación por vergüenza, más mía que de él, eso estaba claro. Al llegar a casa lo primero que hice fue quitarme los zapatos y mojarme la cara para relajarme un poco. Después cogí un bol de helado de chocolate de la cocina y me senté en el sofá, al rato llegó Harry e hizo lo mismo, agarró el mando y puso una película cualquiera.
-Me encantan tus ojos -me susurró al oído el rizado y todos los pelos de mi cuerpo se erizaron.
-Gra...gracias -tartamudee y sonreí.
"Y a mi todo de ti Harold" le quise decir pero estaba muerto de vergüenza.
-No hay por que darlas, voy a dar de comer a Diva, ahora vengo -me anunció y se levantó del sillón.
La película estaba en anuncios así que tomé mi móvil y le mandé un mensaje de buenas noches a mi hermana. Unos minutos después, Harry volvió con Diva en sus brazos, le miré atentamente mientras bebía un poco de mi refresco.
-Una pregunta, ¿cómo lo hacen los gays?
Al oír aquello, me atragante con la Coca-Cola, el rizado al verme, me propinó unos golpes en la espalda haciendo que me pusiera a toser.
-No vayas tan rápido mujer, que yo soy virgen - le avisé y al darme cuenta de lo que había dicho, me puse rojo, pero al ver a Harry reír yo también lo hice.
-¿Mujer? ¿entonces yo también soy virgen?, como no lo he hecho con un hombre, todavía -añadió recalcando la última pregunta.
-¿De qué mierda habláis?, dejaros de guarradas que estoy comiendo -gritó Niall desde la cocina y nos callamos.
Ya me había olvidado de que el rubio estaba en la casa, estaba tan concentrado en devorar la comida, que no hacía ni un ruido para avisar de su presencia.
-Deja de poner el oído en todo y sigue comiendo -exclamó Harold y salió Niall con una barra de pan, dándose en la palma de la mano con el pico de esta.
-Venir y decírmelo a la cara, Larry.
Harry y yo nos miramos y rodé los ojos.
-Olvídalo Nialler, era una broma - pero al verle acercarse con la barra, Harry y yo salimos corriendo hacía su habitación, el rubio nos perseguía con el pan como un loco por la casa. Cerré la puerta del cuarto rápidamente, al no oír ningún ruido, fui a abrirla para ver si seguía fuera.
-¡Niall abre ahora mismo la puerta! -chillé al ver que no se abría.
¡No me jodan! juro que le iba a decapitar.
-No, ahora os buscáis la vida, Louis dormiré en tu cuarto -añadió al otro lado de la puerta.
Miré a Harry, el cuál no decía nada, estaba sentado en su cama mirándose las manos.
-Sabes Tommo, mi madre me matara cuando le cuente que soy gay -dijo por fin, aunque no era lo que me esperaba que dijera.
-Hazza me tienes a mi para lo que quieras -me acerqué a él y puse una de mis manos sobre su hombro.
-Se lo contaré en unos días, si no te importa -me pidió.
-Claro que no me importa, es tu decisión -le susurré y él se levantó y me plantó un pequeño beso los labios.
-Durmamos en mi cama y no te preocupes, que no te haré nada -comentó al verme la cara y me sonrió tiernamente.
-No tengo pijama.
Estaba todo en mi cuarto, y no iba a dormir con la ropa de la calle, eso estaba clarísimo.
-Mis pantalones te quedaran enormes, así que coge una camisa, seguramente te llegué por las rodillas.
-Gracias -tomé del cajón una camisa de pijama gris y entré al cuarto de baño de su habitación.
Como había dicho entre risas, la camisa me llegaba por encima de las rodillas, me hacía ver pequeño y algo afeminado.
-Te queda bien -me piropeo Harold al verme, pero sabía que se estaba conteniendo la risa -Yo duermo en bóxer, aviso -y esta vez si que rió al ver mi cara, creo que se había tornado de un rojo intenso.
Me metí en la cama rápidamente y después hizo lo mismo Harold. Esto era muy embarazoso, tanto como las veces que nos habíamos visto mutuamente sin ropa.
No hacía ni frío ni calor, aún así, me tape hasta la nariz, y me puse mirando al lado contrario que Harold, cerré los ojos con fuerza para olvidarme de que estaba en la misma cama que él, pero entonces, note unos dedos sobre la camisa haciéndome volver a la realidad.
-Tommo, si no quieres que te toque, dímelo -notaba su aliento sobre mi cuello.
Ahora teníamos una relación, no debía comportarme así, Harold era mi novio, guau ¿Quién diría que llegaríamos a ser esa palabra?, a lo que iba, es que nada había cambiado entre nosotros, debería sentirme mejor que antes, podíamos besarnos cuando quisiéramos y podía tocar esos rizos que tanto me volvían loco.
-¿Puedo abrazarte? -le pregunté de golpe, me moría de vergüenza, pero poco a poco debería ir dejándola atrás.
Me giré quedando a escasos centímetros de él, nos sonreímos mutuamente, mi novio tomó mis manos con delicadeza para luego pasar una por debajo de su cabeza y otra por encima de su espalda, mi mano tocaba su suave piel tatuada.
-Tenemos dos semanas Tommo, solo dos para estar juntos antes de que se lo cuente a mi madre -me miró a los ojos y pude percibir su preocupación.
Y era normal, sabía como se sentía, había vivido en mis propias carnes el rechazo de mi familia o al menos de uno de ellos, por ser yo mismo, un homosexual. Solo rezaba porque Anne entendiese y apoyase a su hijo.
Oí maullar a Diva y percibí un peso sobre mis piernas, poco a poco fue subiendo hasta quedar entre nosotros dos, donde luego se acomodo.
Ninguno la hicimos mucho caso ya que seguíamos hablando de lo nuestro.
-No te comas la cabeza Harold, cuando llegue el día yo estaré a tu lado, y Niall y Zayn también.
Le sonreí para calmarle un poco, me apoyé en su torso desnudo y el me hizo pequeños corazones en la espalda. Notaba levemente el tacto de sus dedos, por culpa de la tela gruesa de la camisa, pero si lo suficiente para que me quedase dormido y comenzase a soñar cosas raras.
Sueño_
-Papi, papi -oí decir detrás de mí, me giré y pude ver a una pequeña niña de cabello oscuro y rizado como el de Harry. Sus ojos eran tan azules como el cielo, debía de tener unos dos años, esta venía corriendo hacia mí.
Pero cuando justo la tenía lo suficiente cerca como para rozar su brazo, desapareció detrás mío.
-¿Qué quieres amor mío? -esa voz...
Miré detrás de mí de inmediato y vi a Harry, podía tener cinco años más, pero se veía aún mas perfecto de lo que ya era, la pequeña estaba frente a él.
-Papi Harry, pimo Theo no me deja el balón -le dijo la pequeña a Harry y éste se acercó a mi.
-Amor, di a Niall que Theo le deje el balón a Darcy, a ti te hace más caso -él rizado posó sus dos esmeraldas en mí.
Eché una ojeada en todas direcciones, pero entonces me di cuenta que de verdad me estaba hablando a mí. Así que así se llamaba la pequeña, Darcy, un hermoso nombre. No sabía que hacer, pero al ver que Harry me miraba raro, reaccioné.
-Claro Harold , ven Darcy, vamos a hablar con Theo -le dije en tono bajo a la niña y la cogí en brazos.
-Te quiedo, papi Louis.
Esperen un momento, ¿Cómo que papi Louis? Imposible, esto eran alucinaciones, ¿Harry y yo padres?, es de locos, si solo llevamos horas siendo novios.
-Y yo a ti pequeña -esas palabras salieron de mi boca como si nada.
Intenté tranquilizarme en silencio para que Darcy no hiciese preguntas, conseguí que el niño llamado Theo jugara con la pequeña en el jardín de la casa en la que me encontraba. Me senté en un sillón y miré todos los objetos del domicilio con atención.
-Eres el mejor padre que una niña pueda tener -oí decir a Harry con su voz ronca, posó su mano sobre mi hombro y me hizo un pequeño masaje con esta.
-Y tú el mejor marido que un hombre pueda tener -añadí y agachó su cabeza para que nos diésemos un pequeño beso.... esperen, yo dije, ¿Marido?
-Sabes, ya no me importa que mi madre me echara de su casa, te tengo a ti y a nuestra pequeña Darcy, con eso soy feliz.
Fin sueño_
Desperté sobresaltado y sudando como nunca antes lo había hecho.
"Esa hermosa niña" pensé, era realmente bonita, se parecía mucho a Harry y a mí, pero ¿cómo?, dos hombres no pueden tener un bebe, a no ser que sean trans, y no es nuestro caso. ¡Dios, me estaba volviendo loco!, ya soñaba con cosas que nunca pasarían.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro