Capítulo 9: "Mi secreto"
Un par de pelinegros estaban sentados en la gigantesca mesa de comedor mientras una de las empleadas les colocaba varios cubiertos y les empezaban a servir su cena.
El joven de cabello alborotado observaba disimuladamente a la pelinegra coger uno de los cubiertos y el hizo lo mismo sin darse cuenta que la pelinegra observaba también de manera disimulada cada movimiento suyo.
¿Y cómo la pasaste con tus amigos?, dijo Gokú para romper el silencio entre los dos.
Bien, ¿Y tú te divertiste entrenando?, dijo Milk dulcemente.
Si, pero te extrañe mucho, dijo Gokú.
Yo también te extrañe, decía la pelinegra tomando otro de los cubiertos mientras el joven de cabello alborotado hacía lo mismo.
Como no me di cuenta, él no es un príncipe aunque lo parece, es tan bello y dulce que ningún príncipe puede compararse con él, no se porque motivos mentiste, confío en que en algún momento me lo digas mientras tanto yo no diré nada, será mi secreto, lo que menos quiero es que mi padre me aparte de ti, eso si tendré que evitar que Gokú mencione ese reino que no existe, nadie debe descubrir que finges ser un príncipe, nadie, tú seguirás siendo el príncipe Son y tu acompañante tu asistente tal como dijiste, pensaba la pelinegra.
Luego de degustar la cena, el joven de cabello alborotado acompaño a la pelinegra a su habitación y se despidió de ella con un dulce beso.
¡Te amo¡ dijo Milk antes de entrar a su habitación mientras el joven de cabello alborotado sonreía.
Al día siguiente:
Un joven de cabello alborotado platicaba con su amigo en el jardín.
Entonces ¿saldrán de paseo por el bosque del castillo?, decía Krilín.
Si, así quede con mi niña amada, decía Gokú sonriendo.
Tengo miedo Gokú, decía Krilin.
¿Miedo a qué?, decía Gokú intrigado sin notar que a unos metros de distancia tras una columna una bella pelinegra escuchaba la platica del par de amigos.
A todo lo que sufrirás cuando tú sueño acabe, ella se casará con un príncipe de verdad, no contigo, decía Krilín con tristeza.
Ya te dije que no acabara, yo pienso seguir junto a ella, así sea de empleado, decía Gokú.
Te volviste loco, ahora piensas seguirla a donde vaya así este casada, decía Krilín alarmado.
Si lo tengo que hacer si, dijo Gokú.
¿Te convertirás en su amante?; dijo Krilín aún más alarmado.
Si eso tengo que hacer para no alejarme de ella, lo haré, ya no podría vivir sin ella, decía Gokú.
Ni yo podría vivir sin ti mi amado Gokú, pensaba la pelinegra mientras seguía escuchando la plática del par de amigos.
Te estás oyendo, echaras tus sueños a la basura por seguir a su lado, ya no piensas en seguir entrenando para ser el mejor luchador de artes marciales del país, para tener dinero y dejar la miseria de vida que te toco vivir, ya no piensas en ello, ahora te conformaras con ser el amor prohibido de una princesa, dijo Krilín con reproche para hacer reaccionar a su amigo.
No lo digas así, solo estamos suponiendo ya te dije que antes de que a ella la casen sin amor con alguien a quien no ame me la robo porque ella me ama a mi, solo a mi, decía Gokú.
Eso es cierto yo solo te amo a ti, solo a ti, ya se me ocurrirá algo para que papá te acepte como mi prometido y que no se entere que no eres un príncipe pensaba la pelinegra mientras veía al par de jóvenes seguir discutiendo entre ellos.
Mejor dejemos esto así, ya no quiero seguir discutiendo contigo Krilín, mi bella princesita ya debe estar por llegar para irnos a pasear por el bosque, dijo Gokú.
Esta bien, tendré que seguir apoyando tus locuras, disfruta tú día con tu niña amada, dijo Krilín dejando solo al joven de cabello alborotado mientras entraba al castillo.
Minutos después:
La pelinegra se acerco a un pensativo joven de cabello alborotado y le dio un beso en la mejilla para hacerlo reaccionar.
Milk, dijo Gokú abrazándola.
Ya estoy aquí, dijo la pelinegra dejando un pequeño canasto en el piso para colocar sus delicados brazos alrededor del cuello del joven de cabello alborotado que la sujeto de su delgada cintura con sus manos y la apego a él antes de besarla dulcemente.
Después de algunos minutos el par de pelinegros rompieron el beso, el joven de cabello alborotado tomo el canasto en una de sus manos y con la otra tomo la mano de la pelinegra y juntos ingresaron al bosque.
Capital Central:
Un hombre mayor de cabello lavanda platicaba con un grupo de hombres mayores elegantemente vestidos.
No se preocupen llegaron al lugar indicado, yo me encargo de crearles lo que me pidieron, cuando lo tenga listo se los haré llegar a sus reinos con mi hija, dijo el hombre de cabello lavanda.
¡Muchas gracias señor Brief¡ sabíamos que podíamos confiar en usted, decía un hombre rubio.
No agradezcan servir con mi corporación a sus reinos es una gran alegría para mí, decía el hombre.
Restaurante:
Un par de chicas platicaban mientras degustaban un delicioso platillo.
Así como te digo Bulma, Lunch contrato un investigador privado para que le ayude a dar con el paradero de Gokú, decía Dieciocho.
No lo puedo creer, no se ni para que pierde su tiempo si el no quiere nada con ella, mejor debería darle el si a Ten, decía Bulma sonriendo.
Bulma, a veces creo que a ti ni te importara el pobre de Gokú, el pobrecito esta por allí haciendo lo que sea con tal de darte gusto y tú ni te preocupas por él, dijo Dieciocho con molestia.
¿Acaso a ti si te preocupa lo que este haciendo Gokú o es por Krilín tanta preocupación?, dijo la peli azul con ironía.
Pues estoy preocupada por los dos, nadie sabe de ellos, yo los considero mis amigos así no sean de nuestra clase yo los considero así, en cambio a ti parece que ni siquiera como amigos los consideras, dijo la rubia con tristeza.
Claro que los considero mis amigos, pero ellos dos son muy fuertes y más Gokú, yo se que están bien, dijo Bulma mientras llevaba su tenedor a la boca.
Pues espero y así seas, dijo Dieciocho.
Fri pan:
En medio de una gran cantidad de árboles se encontraban sentados sobre un mantel un par de pelinegros abrazados mientras mariposas de colores revoloteaban a su alrededor y el trinar de las aves hacía que ese lugar parezca aún más maravilloso.
Como diste con este lugar, ni yo que vivo aquí desde que nací lo vi alguna vez, decía la pelinegra dulcemente.
Buscando un lugar para entrenar me encontré con este maravilloso lugar, dijo Gokú sonriendo.
Ya veo, cuéntame, ¿cómo es tu reino?, dijo la pelinegra acariciando el rostro del joven de cabello alborotado con sus manos.
Mi, mi reino, decía nervioso Gokú.
Si tu reino, háblame de el, de tus padres, dijo la pelinegra dulcemente antes de darle un fugaz beso en los labios al joven de cabello alborotado.
Pues mi reino no es muy grande como el tuyo pero es muy bello rodeado de mucha naturaleza, decía Gokú siendo interrumpido por la pelinegra.
¿Tú castillo está dentro de las montañas?, dijo Milk dulcemente poniendo más nervioso al joven de cabello alborotado.
¡Eh¡ si, si, ¿cómo lo sabes?, dijo Gokú.
Lo supuse, pues Paoz es muy conocida por sus bellas montañas, dijo la pelinegra dulcemente.
Si es cierto pero no solo hay montañas, también hay mucha vegetación y animales silvestres, dijo Gokú dulcemente.
Me encantaría conocerlo cuando mi padre sepa lo nuestro ¿me llevarías allá?, dijo Milk mientras el joven de cabello alborotado no sabía que más decir.
Si, si, dijo Gokú sin pensarlo mucho tratando de no parecer nervioso.
¿Y tus padres?, ¿a que se dedican a parte de encargarse de los deberes de su reino?, dijo la pelinegra.
Pues papá y mamá se dedican a cultivar las tierras, ellos a pesar de ser reyes más les gusta que los traten como personas comunes, además el cultivar las tierras les permite estar más cerca de las personas del pueblo, decía Gokú nervioso.
Comprendo amor, dijo Milk dulcemente mientras acercaba su rostro al del joven de cabello alborotado para darse un dulce beso.
Mientras la pelinegra besaba a su amado pensaba: Ya no quiero ponerte más nervioso, por ahora lo dejare así, por lo visto no piensas aún decirme la verdad.
Luego de algunos minutos el par de pelinegros rompieron el beso y decidieron empezar a comer los deliciosos pastelitos que habían llevado.
Minutos después:
¿Dónde te gustaría que viviéramos cuando nos casemos en tú reino o en el mío?, decía la pelinegra dulcemente mientras estaba abrazada al cuerpo de su amado.
En ninguno de los dos reinos, yo quisiera que viviéramos en nuestro propio hogar, así sea en una modesta cabaña pero tú y yo solos con los hijos que tengamos en un futuro sin pensar en reinos, decía Gokú dándole un beso en la cabeza a la pelinegra.
Pues me encanta esa idea, dijo Milk feliz.
Luego de pasar un agradable día el par de pelinegros retornaron al castillo.
Horas después: "Habitación de Gokú"
¿Cómo te fue?; decía un calvo.
Bien, la pase increíble con Milk, decía Gokú feliz.
Me alegra saberlo, dijo el calvo.
Sabes a Milk no le importaría vivir conmigo en una cabaña, dijo Gokú sonriendo.
¿Le propusiste algo así?, dijo Krilín sonriendo.
Pues le dije que me gustaría vivir con ella solos en una cabaña alejados de nuestros reinos y ella apoyo mi idea, dijo Gokú feliz.
Pues me alegra oír eso aunque no creo que ese sueño llegue a hacerse realidad, dijo Krilín con tristeza.
Krilín al menos déjame soñar, dijo Gokú con nostalgia.
Esta bien sueña, sueña, mientras puedas hacerlo hazlo amigo que yo estaré para darte apoyo cuando despiertes de tu sueño de amor, dijo el calvo sonriendo.
Habitación de Milk:
Tú secreto ahora es mi secreto, nadie sabrá que no eres un príncipe, nadie lo sabrá mi amado Gokú Son, pensaba la bella pelinegra mientras miraba a través de su balcón de su habitación el anochecer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro