Capítulo 23: "Mi decisión"
(Penúltimo capítulo)
Ya habían pasado varios meses desde que Gokú y Milk llevaban su romance a través de cartas que Vegueta se encargaba de llevar cada vez que él iba a visitar a la pelinegra supuestamente para cortejarla. A pesar de que era un romance a larga distancia de esta forma el par de pelinegros habían podido seguir manteniendo su amor y ellos eran muy felices cada fin de semana que era generalmente el día en que ellos recibían sus cartas.
Gokú además entrenaba cada vez más duro pues al ver sido ganador de un torneo realizado en su ciudad el ahora participaría en el campeonato nacional y su objetivo era ganarlo por él y por la amada princesa pues con el premio que recibiría el podría seguir construyendo la casita que el había empezado a construir para los dos y para la familia que formasen.
El cumpleaños 19 de la pelinegra casada vez estaba más cerca y el rey se encontraba preparando todo para ese día, pues él pensaba anunciar el compromiso de su hija con el príncipe que él había elegido para ella de todos los príncipes que habían estado yendo nuevamente al castillo a cortejar a la princesa.
Fri pan: "Castillo"
Una bella pelinegra miraba a través de su balcón todo el movimiento que había por parte de sus empleados en el jardín mientras pensaba: Papá piensa hacerme una fiesta por mi cumpleaños e imponerme un compromiso en ella pero yo no lo voy a permitir, no lo voy a permitir, haré lo que ya tengo pensado.
La pelinegra dejo de mirar a la ventana y camino hacia su cama en donde había un pequeño libro que decía: "Normas reales", la pelinegra abrió el mismo en una página que ella había estado leyendo minutos antes y empezó a leer la misma mientras una amplia sonrisa se iluminaba en su rostro.
Capital Central:
Un joven de cabello alborotado recibía una noticia de su maestro en la oficina de este.
¿Entonces tengo que viajar hoy?, decía el atractivo jovencito de cabello alborotado.
Si Gokú, el campeonato nacional se adelanto y tienes que ir ya para la preselección, ya te compre tus boletos, el de retorno no tiene fecha de regreso pues espero y llegues hasta la final, decía el anciano sonriendo.
Así será maestro, así será, decía Gokú feliz mientras recibía sus boletos.
Minutos después:
El joven de cabello alborotado salió de la oficina de su maestro y se encontró con su amigo calvo.
¿Ya te dio la noticia el maestro?, dijo Krilín.
Sí, dijo Gokú con nostalgia.
Pensé que estarías feliz, pues ya llegó el momento de demostrarles a todos lo bueno que eres, decía Krilín.
Si es cierto, pero ya no tendré tiempo de escribirle una carta a mi princesa, además este fin de semana es su cumpleaños y no podré ni siquiera saludarla a través de una carta, pues mi tren sale en 40 minutos a las justas me alcanza el tiempo para ir a empacar mi maleta, decía Gokú.
No te preocupes le diré a Bulma que le comente a su amiguito los motivos por los cuales no pudiste escribirle este fin de semana pero que le mandas muchos besos, dijo Krilín.
¡Gracias¡ dijo Gokú mientras se dirigía a tomar su maletín para salir del gimnasio.
1 hora después:
El joven de cabello alborotado se encontraba dentro de un tren que lo llevaba a la ciudad donde se llevaría a cabo el campeonato nacional de artes marciales.
Este solo es el primer paso para demostrar todo mi talento, pensaba Gokú mientras observaba el paisaje a través de la ventana.
Días después:
Un calvo, una rubia y una peli azul platicaban en una heladería.
¿Entonces está semana no irás a ver a tu amiguito?, decía el calvo con tristeza.
No Krilín, como te dije no tiene caso que vaya, Vegueta está de viaje y volverá el fin de semana para el cumpleaños de la princesita, pero no te preocupes yo me comunico con él por teléfono y le doy el recado, decía la peli azul.
Si Bulma ¡por favor hazlo¡ Gokú me lo pidió de favor, decía Krilín.
No te preocupes lo haré y hablando de Gokú, ¿cómo le está yendo?, dijo Bulma.
Muy bien, ya esta entre los 16 mejores, dijo el calvo.
Tenemos que ir a verlo, dijo la rubia.
Claro Dieciocho, pero será cuando este en las finales porque mi amigo llegara a la final, yo lo sé, dijo el calvo.
Si yo también pienso lo mismo, ¿pero por que esperar hasta las finales?, dijo la rubia.
Es que el maestro me dejo encargado del gimnasio, ya que el viajo para apoyar a Gokú pero me dijo que si él llega a las finales de libre ese día a todos y vaya a ver el combate, dijo el calvo riendo.
Fri pan:
Una bella pelinegra miraba un hermoso vestido que estaba sobre su cama mientras su padre la miraba a ella.
Ese es el vestido que usarás en dos días, dijo el rey.
Esta muy lindo, pero no era necesario, yo no quiero una fiesta padre, dijo Milk.
Pues aquí no se hará lo que tú quieras si no lo que yo diga, dijo el rey con firmeza.
¿Qué pretendes haciéndome una fiesta?, dijo Milk con ironía.
Ya te lo dije una vez, allí te comprometeré con el príncipe que ya elegí para ti, dijo el rey.
¿Y se puede saber a cuál de todos elegiste?, dijo Milk con ironía.
No, lo sabrás el día de tú fiesta y pobre de ti si se te ocurre hacerle algún desaire, dijo el rey.
¿Vendrá el consejo real?, dijo Milk expectante por la respuesta de su padre.
Claro que sí, ya sabes que siempre que hay un compromiso ellos tienen que estar presentes, dijo el rey.
Pues me alegro, dijo Milk.
Pues me da gusto ver que lo tomas bien, ahora me retiro, tengo que ir a supervisar como va todo en el jardín, dijo el rey.
Al ver salir al rey la pelinegra doblo el vestido y lo guardo en una gigantesca caja mientras pensaba: Estás muy lindo pero es una lastima que mi padre me lo haya comprado pues no pienso usarlo.
Corporación Cápsula:
Una peli azul platicaba por celular con un joven cabello de flama.
Al fin contesta su majestad, llevo horas tratando de localizarlo, decía Bulma sonriendo.
Bulma, ya sabes que no me gusta que me trates así, solo Vegueta y disculpa estuve en una zona en donde la señal no es muy buena, ¿pero dime que se te ofrece?, decía el joven cabello de flama a través de la línea telefónica.
Lo que sucede es que..........., decía la peli azul platicándole el pedido de Gokú al joven cabello de flama.
Minutos después:
Pues el día de su cumpleaños se lo diré y no sabes cuanto me alegra que le este yendo también, aunque no lo e tratado solo cruce algunas palabras con él, por todo lo que tú me has hablado de él, me doy cuenta que es un chico que sabrá hacer feliz a Milk y me da alegría saber que su talento está siendo reconocido, decía Vegueta.
Así es, dijo Bulma.
Dos días después:
El día del cumpleaños de la pelinegra llego, las rejas del castillo se abrieron para recibir a las familias reales de diferentes reinos.
Vegueta y su familia habían llegado al castillo y fueron recibidos por el gigantesco rey.
¿Y Milk?, dijo Vegueta.
Aún se está arreglando, dijo el rey Ox.
Claro, dijo Vegueta mientras pensaba: Tendré que esperar para darle el recado.
El pensamiento de Vegueta fue interrumpido por la presencia de otros jóvenes príncipes que se acercaron a donde estaba el rey Ox y preguntaron: ¿Su majestad a cuál de nosotros eligió para ser el prometido de su bella hija?.
Vegueta giro su rostro expectante para saber la respuesta del rey.
Ya lo sabrán jóvenes, en cuanto sea el momento lo sabrán, voy a recibir al consejo real, dijo el rey dejando al grupo de príncipes platicando entre sí.
Mientras tanto:
Una bella pelinegra se encontraba en su habitación vestida con ropa sencilla mientras se sujetaba su cabello en una coleta alta.
Esta es la quiero ser a partir de hoy, una chica común de pueblo que pueda amar sin impedimentos al hombre que eligió para ella, por suerte en mis visitas a la Capital Central con Gokú, pude comprarme ropa común, pensaba la pelinegra mientras terminaba de atarse su coleta.
Minutos después:
Las trompetas sonaban anunciando la llegada de la princesa al lugar donde se llevaba a cabo la fiesta en su honor y la elección de su prometido, los príncipes solteros de los reinos invitados así como el consejo real se ubicaron frente a la puerta principal del castillo por donde saldría la princesa quien sería recibida por su padre y llevada frente al príncipe que le rey había elegido para prometido de su hija.
Los murmullos entre los príncipes no se hacían esperar, Vegueta miraba expectante la salida de la pelinegra mientras pensaba con nostalgia: ¿A quien abra elegido el rey para prometido de Milk?; ojala y sea yo, ya que yo la seguiré apoyando en su romance secreto pero si es otro su romance terminara aquí.
Luego de algunos minutos de espera y luego de que el redoble de tambores sonara posterior al sonido de las trompetas la pelinegra salio por la gigantesca puerta dejando atónitos a todos los presentes por su manera de vestir.
El rey al ver a su hija vestida como una pueblerina sintió molestia y quiso llevarla a la fuerza dentro pero la pelinegra fue más ágil que él y camino a prisa ante el consejo real y se arrodillo frente a ellos aumentando los murmullos.
¿Qué haces Milk?, dijo molesto el rey.
Padre, e tomado una decisión y quiero darla a conocer al consejo y a todos las personas aquí presentes, dijo Milk con firmeza mientras permanecía arrodillada bajo los 5 hombres que eran parte del Consejo Real.
No le hagan caso, está aterrada es todo, decía el rey intentando tomar de los brazos a la princesa.
Déjela su majestad, dijo Vegueta acercándose a ella.
Si Ox, déjala, queremos saber que nos quiere decir esta bella niña, dijo uno de los hombres del consejo haciendo que el gigantesco rey soltara a la pelinegra y se pusiera junto a ella.
Estuve revisando las normas reales una y otra vez buscando alguna norma que me libre de ser una princesa y la encontré, en la página 519 el artículo 85 menciona: Que toda persona de la realeza que quiera dejar de ser parte de ella por voluntad propia puede acceder a ello siempre y cuando haya motivos que justifiquen su renuncia a la familia real, pues todos sabemos que solo se quita el titulo de nobleza en caso de acto vergonzoso: sea robo, asesinato, maltrato, violación de derechos de un príncipe o princesa hacia cualquier miembro de la familia real, claro estos casos casi nunca se dan, pues la mayoría de personas de la familia real no quieren dejar de ser parte de la realeza, pues están acostumbrados a todas sus comodidades pero ese no es mi caso, yo ya no quiero seguir siendo parte de la realeza, yo quiero ser libre, yo quiero ser feliz con la persona que amo y esa persona no está aquí entre ninguno de estos príncipes, decía Milk mientras los murmullos se incrementaban aún más.
Se que estarán pensando que rompí una de las normas que me enamore de un plebeyo, que algún plebeyo se atrevió a poner sus ojos en mí y querrán encontrarlo y castigarlo, pero no sería justo, ¿por qué castigarlo a él?, ¿si yo me enamore de él también?, el amor no debe castigarse a mi él no me obligo amarlo, mucho menos me sedujo, el amor surgió y no es pecado, solo quería que lo supieran, yo renunció a ser parte de la realeza y pido perdón a todos los presentes por ello pero es mi decisión y las decisiones se respetan, querían una norma que ampare mi amor por un plebeyo, ya la encontré ahora ya no puedes decirme nada padre, ¡gracias por todos estos años a tú lado¡ pero déjame buscar a mi sola mi felicidad, déjame construir mi futuro sola, déjame amar y sentirme amada, déjame ser tan feliz como tú lo fuiste con mamá, dijo la pelinegra poniéndose de pie y tomando las manos de sus padre mientras los presentes bajaron las miradas y empezaron a reflexionar acerca de sus normas que muchas veces eran muy crueles.
Luego de algunos minutos en que padre e hija se miraron a los ojos en completo silencio el rey hablo: Ve a buscar tú felicidad, no opondré más a ella.
La pelinegra sonrió antes las palabras de su padre y se fundió en un fuerte abrazo con él antes de salir corriendo del castillo al tiempo que Vegueta salió tras de ella.
Espera Milk, yo te llevo a la estación de trenes, decía Vegueta indicándole a un hombre que manejaba su carruaje que los llevara a ambos a la estación de trenes de Fri pan.
Voy en tu búsqueda amor, ahora nada ni nadie se opondrá a nuestro amor, nada, ni nadie, pensaba lapelinegra mientras una amplia sonrisa se plasmaba en su rostro.
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