(Últimos capítulos)

Un pequeño helicóptero aterrizaba en medio de un espeso bosque mientras cuatro jóvenes esperaban que se abriera su pequeña puerta del mismo para bajar.

Los cuatro jóvenes bajaron pero no pudieron caminar mucho pues vieron varios soldados reales que portaban armas caminando por el bosque.

Creo que no podremos avanzar más, dijo Dieciocho con tristeza.

Si es cierto, creo que el rey tiene vigilado no solo su castillo sino también los alrededores, dijo Krilín con tristeza.

Ahora no podré verla, dijo Gokú con frustración.

¡Vamos al helicóptero¡ allí estaremos más seguros, tú me escribes una nota y Dieciocho y yo entramos al castillo para dárselo a tú princesita, dijo Bulma.

Está bien, dijo Gokú.

Los cuatro jóvenes fueron al helicóptero y subieron a él, mientras el joven de cabello alborotado escribía algo en un papel, los otros tres chicos platicaban entre ellos.

Luego de algunos minutos Gokú le dio el papel doblado a la peli azul y esta junto a la rubia se dirigieron al castillo mientras el calvo se quedaba en el helicóptero junto al joven de cabello alborotado.

No estés triste si no logran encontrarla Bulma nos comento a Dieciocho y a mí que ella se ha vuelto buena amiga del príncipe Ouji y que ella le pediría a él que nos ayude, decía el calvo.

¿El príncipe Ouji?, dijo Gokú.

Sí uno de los cortejaban a la princesa Milk, pero parece que ahora él y Bulma son muy buenos amigos, decía Krilín.

Mientras los chicos platicaban la peli azul y la rubia llegaron al castillo y solicitaron platicar con la princesa.

La princesa no se encuentra, dijo un soldado real.

¿Viajo?, dijo Dieciocho.

Sí, mintió el soldado real.

¿Cuánto demorara en volver?, dijo intrigada Bulma.

No lo sé señorita, dijo el soldado real.

¿Y el rey está?, dijo Bulma mientras pensaba: Tal vez no las está ocultando.

Si, si está pero está atendiendo unos asuntos con otro rey, dijo el soldado real.

¿Podemos pasar para esperarlo?, dijo Bulma.

Es que no sé cuanto tiempo demore el rey, decía el soldado real.

Solo lo esperaremos unos minutos si no se desocupa en ese tiempo nos vamos, dijo Bulma mirando a la rubia en complicidad.

Esta bien, pasen, ¿prefieren esperarlo en el jardín o en la sala?, dijo el soldado real.

¿En el jardín está bien?, dijo Bulma mientras la rubia miraba sorprendida la cantidad de guardias que caminaban de un lado para otro en el jardín.

¿Por qué hay tanta vigilancia?, dijo Dieciocho.

Ordenes del rey, el soldado real.

¿Algún ladrón entro al castillo?, dijo Bulma mientras que buscaba con la mirada a la princesa?.

Algo de eso, dijo el soldado real.

Luego de algunos minutos de espera y viendo que el soldado real no las dejaba solas, la peli azul y la rubia decidieron salir del castillo no sin antes dejar el papel que habían llevado con el recado de Gokú entre unas rosas que había en el jardín.

El par de jovencitas salieron del castillo platicando entre ellas.

¿Por qué dejaste el papelito allí?, dijo Dieciocho.

Gokú nos dijo que a su princesa le encantan las rosas, pensé que tal vez ella puede acercarse a los rosales y lo encuentre, dijo Bulma.

¿Y si no es así?, dijo Dieciocho preocupada.

Confío en que así sea, dijo Bulma.

El par de chicas llegaron junto a los chicos les comentaron todo lo que les dijo el soldado.

¿De viaje?, dijo Gokú intrigado.

Yo no creo eso para mí que es una mentira del rey, dijo Krilín.

Nosotras pensamos igual, dijo Dieciocho mientras Bulma asentía.

¿Y mi recado?, dijo Gokú.

Se lo deje entre los rosales, dijo Bulma.

Ojala y nadie más lo encuentre, dijo Gokú.

Confiemos en que ella lo encontrará sin en todo caso no resulta ya me encargare de que alguien nos ayude a que lleguen tus recados, dijo Bulma mientras encendía al helicóptero para que vuelvan a la Capital Central.

Castillo:
Así como le digo su majestad creo que está siendo muy severo con la princesa al menos una vez a la semana déjela salir al jardín, usted sabe como le gusta a la princesa cultivar las rosas y yo creo que los rosales la extrañan no solo los del invernadero, sino todos los que están en el jardín pues las rosas no están tan resplandecientes como cuando la niña las cuidaba, decía la anciana.

Esta bien, que salga por una hora un día de la semana al jardín, eso sí, ella tiene que estar vigilada, dijo el rey.

¡Gracias su majestad¡ en nombre de mi niña, ¡gracias¡ dijo la nana mientras salía del despacho del rey para darle la noticia a la joven princesa.

Minutos después: "Habitación de Milk"

¿Al jardín?, dijo Milk sorprendida.

Si al jardín mi niña, él rey dio la autorización de que una vez por semana salga por una hora al jardín a cultivar sus rosales, dijo la nana de la pelinegra.

Mis rosales, dijo Milk.

Si mi niña, los rosales la extrañan, no se ven tan resplandecientes como cuando tú las cuidas, ¿te gustaría bajar de una vez para verlas?; decía la anciana.

Si nana, dijo Milk.

Entonces ¡vamos mi niña¡ dijo la mujer saliendo con la pelinegra de su habitación mientras un par de soldados reales la seguían.

Ellos estarán tras de mí, dijo Milk mirando disimuladamente a los soldados reales que venían tras ella.

Así lo dispuso el rey mi niña, pero lo importante es que al menos ya esta saliendo de su habitación así sea un día a la semana, decía la anciana mujer.

Milk no dijo nada solo camino en silencio entre los rosales.

Helicóptero:

Un atractivo joven de cabello alborotado con la vista nublada por las lágrimas miraba a través de la pequeña ventana del helicóptero las nubes mientras pensaba: Mi niña, ojala encuentres el papel y leas mi recado, yo te estaré esperando siempre porque nuestro amor será más fuerte que la distancia, más fuerte que cualquier obstáculo que se interponga a el.

Castillo: "Jardín"

La pelinegra se encontraba podando sus rosas cuando un pequeño papel doblado llamo su atención.

¿Qué es esto?, pensó la pelinegra tomando el pequeño papel doblado con cautela y guardándolo en el bolsillo de su vestido sin que nadie lo notase.

La pelinegra continuó podando sus rosas mientras un hombre mayor le ayudaba a regar las mismas.

Las rosas la extrañaron princesa, decía el hombre.

Y yo a ellas, dijo Milk dulcemente mientras un gigantesco rey miraba la escena desde la puerta principal del castillo.

Luego de algunos minutos la pelinegra volvió a su habitación acompañada de su nana.

Voy a traerte algo de comer, dijo la anciana mujer.

Esta bien, ¡gracias¡ dijo Milk antes de que su nana saliera de la habitación.

La pelinegra al ver salir a su nana inmediatamente saco el papel que había guardado en su bolsillo y lo desdoblo para leer su contenido la pelinegra conforme leía la nota y la fecha que venía en la misma su vista empezó a nublarse de felicidad.

"Nuestro amor es más fuerte que la distancia"

Era una de las frases que Gokú había escrito en la pequeña carta que le había enviado a su amada.

Eso es cierto, nuestro amor es más fuerte que todo, que todo, no puedo creer que estuviste aquí, ¿pero cómo?, yo no quiero que te arriesgues así, no quiero que mi padre te haga daño, no quiero eso, pensaba la pelinegra mientras sentía al mismo tiempo alegría al saber que su amado seguía pensando en ella como ella seguía pensando en él.

1 semana después:

Una peli azul platicaba con un joven cabello de flama en el castillo de este.

¿En que quieres te ayude?, decía Vegueta intrigado mirando a la peli azul.

Quiero que me ayudes a ayudar a dos seres que se aman, dijo Bulma.

¿Ayudar a dos seres que se aman?, dijo Vegueta aumentando su intriga.

Si, yo sé que tú no eres prejuicioso, por algo me brindas tú amistad a pesar de no ser una princesa, por ello me atrevo a pedirte este favor, decía Bulma.

Tú sabes que a pesar de no ser una princesa eres una chica muy refinada y millonaria por ello mis padres me dejan tratarte y yo la verdad así ellos no quisiesen también hubiese buscado la forma para seguir tratándote porque me caes muy bien, decía Vegueta.

Pues gracias, pero este es un favor muy especial, es para un amigo que debido a los prejuicios fue separado del amor de su vida, tú los conoces a ambos......., decía la peli azul platicándole a Vegueta sobre el romance que habían tenido la pelinegra y el joven de cabello alborotado y lo que ella y Lunch hicieron para separarlos.

Minutos después:

Ya tenía mis sospechas, sobre ese joven, pero si el rey ya descubrió todo y los separo, ¿qué piensas hacer?, ya que el amor de los dos es imposible, pues el no es millonario siquiera, además tú no tienes porque sentirte culpable, solo actuaste por rabia pero lo importante es que te arrepentiste de ello, decía Vegueta.

Así es me arrepentí y estoy tratando de repara mi error y el dinero no importa Vegueta sino el amor y ellos dos se aman, se aman, ¡por favor si eres mi amigo, ayudamos¡ dijo Bulma en tono de súplica tomando las manos de Vegueta.

Está bien, ¿dime que tengo que hacer?, dijo Vegueta mientras la peli azul empezaba a explicarle lo que el haría.

Luego de algunos minutos el joven cabello de flama respondió: Es sencillo, no hay problema, yo me encargare de ser el nexo entre los dos, dijo Vegueta.

¡Gracias¡ dijo Bulma.

No agradezcas solo quiero que dejes de sentirte culpable, yo te ayudare y los ayudare a ellos, solo espero que el rey no se de cuenta, dijo Vegueta.

No lo hará porque el no sospechará nada, dijo Bulma.

Si tienes razón, dijo Vegueta sonriendo.

Horas después: "Capital Central"

En un café Bulma le comentaba a Gokú su plan mientras este escuchaba con atención todo.

¡Gracias¡ dijo Gokú luego que la peli azul terminará de hablar.

No agradezcas solo estoy tratando de arreglar mi error, dijo Bulma.

Ya no digas eso, dijo Gokú mientras pensaba: pronto sabrás más noticias de mí, mi amor.