Capítulo 20: "Los meses más tristes"
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3 meses después:
Un atractivo joven de cabello alborotado se encontraba por vigésima vez en la estación de trenes de su ciudad tratando de conseguir algún boleto para poder viajar a Fri pan como lo hacía desde hace tres meses.
Su credencial ¡por favor¡ dijo un hombre de bigote al joven de cabello alborotado que con temor le entrego al hombre lo que le pedía.
Gokú esperaba expectante la respuesta del hombre que parecía buscar en la pantalla de su computador algo.
Luego de algunos minutos de espera el hombre de bigote le devolvió su credencial al joven de cabello alborotado y le dijo: ¡Discúlpeme pero no hay pasajes para Fri pan¡.
¿Cómo qué no hay?, ¿y para otra hora?, dijo Gokú desesperado.
Lo lamento pero ya no quedan pasajes para ese pueblo para ningún horario durante este fin de semana, dijo el hombre.
Pero ¿por qué?, antes no era así pareciera que todos se pusieron de acuerdo para no venderme nada, entonces véndame un boleto para cualquier día de la semana, decía Gokú mientras pensaba: Lo extraño es que tampoco Krilín ha podido conseguir boleto.
Lo lamento pero no puedo vendérselo, dijo el hombre mirando con lastima al joven de cabello alborotado.
Pero ¿por qué?, siempre que vengo a comprar uno la persona que me atiende me dice lo mismo, siempre me lo niegan, tampoco me quieren alquilar un auto para irme por mi cuenta, ¿qué está sucediendo?, ¿acaso alguien lo esta presionando para que no me vendan nada?, me están tratando como un malhechor y yo no lo soy, decía Gokú con rabia.
Joven se lo diré porque tampoco me parece justo que lleve viniendo tanto tiempo a la estación en busca de un boleto y se le niegue pero prométame que no se lo dirá a mis superiores, este trabajo es lo único con lo que cuento para mantener a mi familia, decía el hombre.
No se preocupe no diré nada, pero de una vez dígame los verdaderos motivos por los cuales no puedo viajar a Fri pan, decía Gokú con nostalgia pues ya intuía quien podía estar tras lo que le estaba sucediendo.
El rey Ox del reino de Fri pan, le pidió al alcalde de la ciudad que se le prohíba a usted y a otro joven que es su amigo la salida de este lugar, por ello el alcalde se encargo de prohibirle a todos los medios de transporte que usted pueda ir en ellos a su reino, dijo el hombre mientras Gokú entristecía
Ya lo imaginaba, dijo Gokú con nostalgia.
Puedo hacerle una pregunta, dijo el hombre de bigote al ver el rostro entristecido de Gokú.
Claro, dijo Gokú.
¿Qué le hicieron al rey de ese reino para que tomara una decisión así de drástica contra su persona y contra su amigo?; dijo el hombre.
Mi amigo solo carga mi culpa, él no tiene nada que ver en mi problema con el rey. ¿Qué le hice?, yo a él no le hice nada, mi único pecado fue enamorarme de su hija y que ella correspondiera a mi amor, dijo Gokú con nostalgia.
Ahora comprendo, ¿le puedo dar un consejo?, dijo el hombre.
Si, por supuesto, dijo Gokú.
La realeza y la plebe somos muy distintos y así su amor sea correspondido por la princesa los de la realeza nunca les permitirán que sean felices ellos siempre se opondrá a ello pero cuando el amor es grande es capaz de soportarlo todo así se tenga todo en contra, déjalo al tiempo, el tiempo decidirá tu futuro, si la princesa es para ti, así será así todos estén en contra, por ahora creo que es mejor que ya no vuelvas por aquí ni que intentes buscar alguna otra forma de ir a por ella, si el rey cree que ya te diste por vencido tal vez en algún momento decida quitar estas absurdos impedimentos de salida hacia ti y tu y tú princesa puedan volver a encontrarse, mejor mientras tanto dedícate a construirle un futuro para ella y para ti, dijo el hombre de bigote.
Si tal vez tenga razón, aunque me duela tendré que dejar de seguir buscando la manera de volver a Fri pan por algún tiempo, tal vez sea lo mejor por ahora, aprovechare este tiempo para entrenar más y hacerme cada vez más fuerte para demostrarles no solo a mi país sino también al mundo entero quien es Gokú Son, dijo el joven de cabello alborotado con firmeza.
Fri pan:
Una bella jovencita pelinegra que se encontraba ojerosa por el insomnio y tristeza además de estar adelgazada miraba a su nana mientras recogía la fuente que horas antes le había llevado con sus alimentos.
Niña, no comió nada de nuevo decía su nana con tristeza.
No tengo hambre nana, dijo Milk con voz entristecida.
Mi niña tienes que comer solo con agua no vas a vivir, has adelgazado mucho, te veo deprimida, no comprendo porque el rey fue tan drástico contigo el encerrarte aquí te esta haciendo más daño, decía la anciana mujer.
Papá me dio ese castigo, yo solo tengo que acatarlo, así el estar encerrada me ponga triste, así este encierro me deprima cada día más y me haga extrañarlo más lo prefiero antes de que papá le vaya hacer daño, viviré solo de mis recuerdos, recordando aquellos días en los que fui tan feliz junto a él, sabes nana su recuerdo es lo único que me mantiene viva, yo me aferro a ellos todas las noches para seguir viviendo, no comprendo porque la vida es tan cruel, porque el amor no puede prevalecer ante cosas absurdas como las normas reales, dijo Milk con nostalgia.
Mi niña, no sé que decirte, sé que el rey actúo mal, pero él no es malo, él te ama, te ama mucho, eres su única hija, por eso busca protegerte, por eso busca para ti lo mejor, él solo se rige de las normas que lo formaron, mi niña eres muy joven aún tal vez con los años comprendas que la decisión de tú padre fue la correcta ese joven de alguna forma no te abría dado todo lo que tú estás acostumbrada a tener y en algún momento hubieran tenido problemas con él pues no solo de amor podrían vivir, mi niña, el tiempo te ayudara a superar esto, ya lo verás, dijo su nana dejando la fuente sobre una mesa de noche y abrazando a la pelinegra que solo sollozo en sus brazos.
Llora mi niña, llora, es mejor desahogar todo ese dolor que llevas dentro, ya verás que cuando ya no tengas más lágrimas que derramar te sentirás mejor, decía la anciana mujer.
Nana nuestro amor es verdadero, sobrepasa cualquier barrera social, a mi no importaría vivir con él así sea en una cabaña, solo quiero estar junto a él y yo se que él piensa igual, decía Milk sollozando.
Entonces dejémoslo al tiempo mi niña, el tiempo es sabio, el tiempo se encargara arreglar todo ya lo verás, dijo la anciana acariciando el cabello de la pelinegra con su mano.
Al día siguiente:
Un calvo y un joven de cabello alborotado platicaban mientras guardaban en sus maletines sus guantes de entrenamiento luego de haber estar por algunas horas entrenando en el gimnasio.
¿Eso te dijeron?; decía Krilín sorprendido.
Si, dijo Gokú con tristeza.
Pues es era lo más lógico ese rey no se iba a confiar de ti, por ello de seguro actúo así, decía Krilín.
Si, pero ni siquiera imaginas como se siento, llevo más de tres meses sin saber de ella, ¿cómo estará?, ¿qué castigo le daría el rey?, pobre mi princesita, pobre mi niña amada, dijo Gokú sin darse cuenta que una rubia de cabello lacio había entrado al gimnasio junto a una a peli azul.
¡Dieciocho, Bulma¡ dijo Krilín que fue el primero en darse cuenta de la presencia del par de jóvenes.
¿De qué princesita hablaban?, dijo Dieciocho intrigada.
De la mujer que amo, la princesa de Fri pan, dijo Gokú ya no queriendo ocultar más su amor por la pelinegra.
Gokú, necesito decirte algo, dijo Bulma.
Yo contigo no tengo nada de que hablar, dijo Gokú rápidamente.
¡Por favor Gokú¡ es sobre tú amada princesita, dijo Bulma.
¿Qué sabes de Milk?, dijo Gokú preocupado.
Aquí no, vamos a un restaurante, yo invito, dijo Bulma.
¡Vamos?, dijo Krilín.
Si vamos los cuatro, creo que Dieciocho también tiene derecho a saber todo, pues es mi amiga, dijo la peli azul.
Gokú miro a su amigo quien asintió y luego dijo: ¡vamos¡
Minutos después:
Los cuatro jóvenes estaban dentro de un restaurante en completo silencio mirándose unos a otros esperando ver quien se animaba a dar inició a la platica.
Gokú, quiero pedirte disculpas por todo lo que te e hecho, por ser tan egoísta por haberme permitido llevar por la maldad de Lunch, llevo meses sin poder conciliar el sueño tranquila, sin no dejar de auto culparme por tú separación con la princesa Milk, decía Bulma con tristeza.
¿Qué estás diciendo?, dijo Gokú intrigado.
Solo la verdad, Lunch y yo tuvimos que ver en tú separación de la princesa Ox, Lunch me convenció para que la acompañase hace más de tres meses a hablar con él rey, ella te vio con la princesa en un restaurante de la aquí besándote con ella, llevada por sus celos me busco y me lleno de rabia hacia ti y yo llevada por esa rabia la acompañe a Fri pan para que hablemos con el rey para hablarle mal de ti........, decía Bulma comentándoles a todos que fue lo que le dijeron al rey y a Milk sobre él.
Minutos después:
Lo envenenaron en mi contra, le llenaron la cabeza de mentiras, dijo Gokú con tristeza.
¡Perdóname¡ yo estaba dolida por tu desprecio pero tu princesita no permitió que siguiéramos con el engaño, ella me desenmascaro yo no sabía que tú le habías hablado sobre mi, sobre tu pasado, ella me puso en mi lugar a mi y a Lunch, te defendió con todo su ser, allí fue donde me dí cuenta cuan grande era el amor que ella te profesaba pero el rey a pesar de ello no quiso hacer caso a sus súplicas, ella se echo la culpa de todo lo que respecta a la relación que tenían, ella dijo que ella te sedujo, claro yo no creí en ello, pero ella insistía con ese argumento con tal de librarte de un castigo real y por lo visto lo consiguió, dijo Bulma.
Si, si lo consiguió, pero mi peor castigo fue perderla, estar separado de ella, estos meses han sido los meses más tristes de mi vida, no puedes imaginar cuanto la extraño, decía Gokú con voz entrecortada.
Se que debes odiarme por la forma como actúe, pero en aquel momento como te dije actúe guiada por el odio ahora me doy cuenta de ello y quiero tratar de reparar mi error, déjame ayudarte, dijo Bulma.
¿Qué puedes hacer?; su padre me prohibió el ingreso a su reino, ningún medio de trasporte me quiere llevar a el, decía Gokú.
Y a mí tampoco por ser cómplice de su amor, dijo Krilín.
¿Por qué no me lo dijeron antes?, yo les hubiese ayudado, dijo Dieciocho.
¿En serio me ayudarías a volver a comunicarme con mi princesita?, dijo Gokú.
Por supuesto que sí, dijo Dieciocho.
Yo también los ayudaré, pongo mi helicóptero privado a tú disposición, dijo Bulma mientras Gokú sentía una pequeña esperanza en su corazón de solo imaginar que podría volver a ver a su bella princesa.
Horas después: "Fri pan"
Una bella pelinegra se encontraba mirando a través de su ventana el anochecer mientras pensaba: Estos meses han sido los más tristes de mi vida, estoy presa en mi propia casa, me siento tan desdichada, tan desdichada.
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