Capítulo 19: "El sueño termina"
(Últimos capítulos)
Una peli azul y una pelinegra se miraban fijamente a los ojos mientras una rubia miraba con rabia a la pelinegra.
Padre, estás solo hablan por que están celosas, Gokú no es ningún cazafortunas, él no tiene culpa de nada como te dije el solo quería mi ayuda fui yo la que le pedí que se hiciera mi novio, fui yo la que me propuse seducirlo para que hiciera lo que yo le decía, fui yo la que me encapriche con él e hice que se terminara enamorando de mí a tal punto de seguir mi juego de amor, decía Milk mientras la peli azul y la rubia la miraban intrigadas.
Eso no puede ser cierto. Su majestad usted no puede permitir que ese miserable y la princesa,...., decía Lunch siendo interrumpida por el rey.
Les voy a pedir que se retiren, ¡gracias por venir a abrirme los ojos¡ déjenme con mi hija, los dos necesitamos hablar a solas, unos de mis carruajes las llevara a la estación para que vuelvan su pueblo, dijo el rey mientras la rubia y la peli azul se miraron entre si.
Como usted diga su majestad, dijeron Bulma y Lunch saliendo de la oficina con molestia dejando a padre e hija, no sin antes mirar a la pelinegra quien solo las miraba salir con la cabeza en alto.
El gigantesco hombre camino hacia la pelinegra que solo atino a decir papá antes de sentir la bofetada que su padre le dio en una de sus mejillas.
La pelinegra al sentir la mano de su padre en su rostro aguanto las ganas de llorar no por el dolor que el golpe pudo provocarle sino por la tristeza que sentía en ese momento pues veía su sueño de amor terminar aun cuando ella había tratado de hacer de todo para evitar que este llegue a su fin.
¿Cómo pudiste olvidarte de las normas?, ¿cómo pudiste portarte como una ramera ofreciéndote a un plebeyo?, tú eres una princesa, una princesa, dijo el rey tomando de los hombros a la pelinegra y zarandeándola mientras la pelinegra trataba de mantener la calma para no romper en llanto.
Lo hice por amor, por amor, acaso tú no amaste a mi madre, acaso tú no conoces ese bello sentimiento, dijo Milk con firmeza.
No metas a tú madre en esto, además como te atreves a comparar a tu madre que era de la realeza con ese estúpido plebeyo, dijo el rey con molestia.
Gokú no es ningún estúpido, es muy inteligente, además de bello, es un ser maravilloso, en todo caso los estúpidos son aquellas personas que nos dividen entre semejantes creando estúpidas normas, estúpidas clases sociales, dijo Milk con firmeza.
Cállate, te has vuelto una rebelde, no puedes blasfemar por lo que eres, las normas existen desde hace mucho, todos nuestros ancestros las respetaron, hasta hoy se respetan, tú no vas a intentar cambiar algo pues no puedes, no puedes, eres una princesa, y no puedes fijarte en un plebeyo, no puedes, dijo el rey con firmeza.
Mientras tanto:
Dentro de un carruaje dos chicas platicaban.
Sea como sea nuestro objetivo se cumplió el rey no permitirá esa relación, decía Lunch riendo.
Ojala y el castigo hacia Gokú no sea muy severo, después de todo me siento culpable yo lo empuje a que hiciera algo así de alguna forma, decía Bulma.
Bueno lo echo, echo está, ahora lo único importante es que Gokú no será para esa princesita, no lo será, decía Lunch riendo mientras la peli azul la miraba y bajaba la mirada del remordimiento que sentía.
Castillo:
Ya es tarde padre, yo amo a ese plebeyo, decía Milk mientras gruesas lágrimas de dolor salían de sus bellos ojos negros y resbalaban por las blancas mejillas de la pelinegra.
No vuelvas a decir eso yo me encargare de que ese chiquillo sea traído aquí para que reciba el castigo que merece, él y todos sus cómplices, como la princesa Mai y ese chiquillo que se hacía pasar por su sirviente, decía el rey.
No papá, no es justo que personas inocentes paguen por mi capricho, no lo es, la princesa Mai, Krilín y Gokú no tienen la culpa de nada, yo solo le pedí su ayuda a la princesa Mai y a Krilín, les suplique por su ayuda prácticamente los obligue a que me apoyaran aún en contra de su voluntad pues le dije que si ellos no me apoyaban serían culpables de mi muerte pues yo me quitaría la vida si no me apoyaban en mi relación con Gokú, ellos no son culpables de nada, tampoco Gokú, yo lo enamore, siempre le decía que si me dejaba me moriría por eso el seguía junto a mi y me seguía mi juego pues tenía miedo a que atentara contra mi vida, mentía la pelinegra con tal de proteger a su amado.
No puedo creer ello, decía el rey.
Es la verdad padre, es la verdad, yo soy quien lo busco, padre si quieres castigar a alguien hazlo pero dame el castigo a mi no a ellos, dijo Milk con firmeza mientras el rey miraba a su hija.
Capital Central:
Un joven de cabello alborotado timbraba el celular de su amada por vigésima vez sin obtener respuesta.
No contesta, decía Gokú mirando al calvo.
Tal vez está por el jardín y el celular lo dejo en su habitación, decía el calvo con calma.
Si tal vez tengas razón la llamare luego, dijo Gokú tomando asiento frente a su amigo con la mirada nostálgica.
¿Sigues con ese presentimiento?; dijo el calvo.
Sí, dijo Gokú.
Cálmate, ella está bien, dijo el calvo.
Fri pan:
Un gigantesco rey miraba a su hija a los ojos antes de decirle la decisión que había tomado.
Papá castígame a mí no a él ni nadie más, yo soy la única culpable de todo, decía Milk.
Por suerte aún no se me ocurrió casarte con ese infeliz, diré que por motivos de fuerza mayor él tuvo que viajar al extranjero y ustedes por mutuo acuerdo prefirieron romper el compromiso pues él no sabía exactamente cuando volvería, así no se formaran habladurías hacia a ti, pasado un tiempo considerable volveré a convocar a otra fiesta tal vez lo haga en cuanto cumplas los 19 años allí te elegiré yo un prometido y al mes te casarás con él, mientras tanto tú castigo será permanecer encerrada en tú habitación hasta que yo ordene tu salida, allí te llevaran tus alimentos, mandare sacar el teléfono de tú habitación y también me entregarás ese celular que él te dio, no tendrás más comunicación que conmigo y con tu nana, si me entero que te las ingenias para contactarte con ese chiquillo, lo mando traer para que se cumplan las normas reales que tu bien sabes cuales son ¿o quieres que te la diga?, dijo el rey mirando a la pelinegra que solo miro a su padre con tristeza.
Luego de algunos segundos de silencio el rey dijo: Si me entero que intentas contactarte con él lo mando traer para que lo fusilen.
No será necesario padre, dijo Milk con nostalgia.
Así me gusta que seas obediente, dijo el rey.
Padre solo te quiero pedir un favor, dijo Milk.
¿Cuál?, dijo el rey.
Déjame habar con él por última vez aunque sea por vía telefónica, él tiene que saber que lo dejo libre, dijo Milk con tristeza.
Está bien, pero lo harás frente a mí, creo que es lo mejor que tu misma le digas a ese que no quieres saber nada de él porque si llego a verlo por aquí ya sabes lo que sucederá, dijo el rey con firmeza mientras la pelinegra bajaba la mirada.
El rey mando sacar el teléfono de la habitación de la pelinegra, así mismo coloco resguardo fuera del balcón de su habitación y en la puerta que daba al pasadizo para así evitar cualquier intento de fuga de su hija.
La pelinegra antes de entregarle el celular a su padre delante de este le llamo al joven de cabello alborotado previo a ver borrado todos los mensajes y fotos que había de los dos en su celular.
Minutos después:
El gigantesco rey escuchaba la plática de su hija con el joven de cabello alborotado desde el umbral de la puerta de la habitación de la pelinegra.
Mi niña amada, ¿por qué no contestabas mis llamadas?; me tenías preocupado, decía Gokú a través de la línea telefónica mientras la pelinegra trataba de contener las ganas que sentía de llorar al escuchar su voz y más al pensar en todo lo que le diría.
No pude hacerlo, no me preguntes porque, solo quiero que sepas que te llamo para terminar lo nuestro, te dejo libre, ya eres libre nuevamente, decía Milk con voz quebrada mientras el rey la miraba.
¿Qué?, ¿por qué?, ¿no me digas que tú padre descubrió el engaño?, decía Gokú preocupado.
Mi sueño de amor contigo termino, ¡discúlpame por haberte obligado a quererme en contra de tú voluntad¡ ¡discúlpame por haber sido tan egoísta y arrastrarte en mi juego solo para satisfacer mi capricho¡ decía Milk mientras el joven de cabello alborotado la escuchaba sin comprender.
¿Está el rey contigo, verdad?, por eso estás hablando así, ¿estás en altavoz?, decía Gokú a través de la línea telefónica.
No te preocupes yo ya le explique a papá que tú, ni tú amigo, ni la princesa Mai tuvieron la culpa, no quiero que vuelvas por aquí, ya no es necesario, lo nuestro termino, gracias por seguirme mi juego, decía Milk mientras pensaba espero y este comprendiendo mis indirectas.
No estás en altavoz, entonces escúchame, si el rey ya lo sabe todo y está contigo comprendo que estés actuando así, pero quiero que sepas algo: yo nunca dejare de amarte, eres el amor de mi vida y eso no cambiara nunca, así pasen mucho tiempo, eso no cambiará, te esperare siempre, tú sabes a que gimnasio voy allí podrás encontrarme cuando tú decidas venir por mí, supongo que tú padre te quitará todo medio de comunicación para que no entres en contacto conmigo, dijo Gokú mientras sus ojos se nublaban de lágrimas.
Así es, es lo mejor, ¡gracias nuevamente y perdón¡ el tiempo se encargara de poner cada cosa en sus lugar, dijo Milk.
Te estaré esperando, siempre, no lo olvides, dijo Gokú antes de que la pelinegra cortara la llamada y le entregará el celular a su padre.
Muy bien, ahora te quedas aquí, ya sabes que no saldrás hasta que yo lo diga, dijo el rey mientras la pelinegra se sentaba en el borde de su cama y al ver salir a su padre de la habitación y cerrar la puerta con llave rompió en llanto.
El sueño termino, termino, decía Milk mientras sollozaba.
Capital Central:
¿Qué sucede amigo?, dijo Krilín preocupado al ver a su amigo de cabello alborotado sentarse en una silla mientras se tomaba la cabeza y lagrimas empezaban a salir de sus ojos.
El sueño termino Krilín, el rey lo sabe todo, Milk parece que se echo la culpa de todo para protegerme, me dio a entender que me olvide de ella pero yo no pienso hacerlo, tendré que buscar la manera de sacarla de allí, decía Gokú.
Ya no amigo, tal vez es lo mejor, ella es una princesa, lo más probable es que el rey la comprometa y la case con un verdadero príncipe, guarda todos los bellos momentos que pasaste a su lado como maravillosos recuerdos pero ya no vuelvas a meterte en problemas ella por suerte se echo la culpa de todo sino lo hubiese echo ahora, tú, la princesa Mai y yo estaríamos recibiendo la sentencia de la corte real, la princesa Mai y yo por el delito de complicidad y tú por haber seducido a una princesa, dijo el calvo mientras el joven de cabello alborotado lo miraba con nostalgia.
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