Capítulo 14: "Encuentros inesperados"
Un hombre de lentes estaba escondido tras un frondoso árbol mirando con unos binoculares hacia el castillo, cuando un par de jóvenes que salieron de este al jardín llamo su atención y el hombre saco de su bolsillo una foto que tenía y la miraba mientras miraba al par de jovencitos.
Son ellos, pero ¿qué hacen dentro del castillo?, no se supone que nadie puede entrar a él, salvo que seas de la realeza o empleado del castillo, ¿o es que vinieron a solicitar una audiencia por algo que necesitan?, no eso es imposible ¿qué pueden solicitarle ellos a un rey de un reino tan distante a la Capital Central?, pensaba el investigador sacando una pequeña cámara de largo alcance para tomarles algunas fotos a los jóvenes.
Dentro del Castillo:
El joven de cabello alborotado platicaba con el calvo.
No puedo creer que el rey se haya creído lo que le dijiste, decía el calvo.
Pues créelo, el no duda que sea un príncipe y ahora soy el prometido de Milk, decía Gokú con una amplia sonrisa.
Ojala y todo les siga yendo tan bien como hasta ahora pero no podremos seguir quedándonos más tiempo aquí, ¿no?, dijo Krilín.
No, volveremos a la Capital Central en 3 días, eso sí cada fin de semana vendré a ver a mi niña amada y los otros días me dedicare a seguir con mi entrenamiento, dijo Gokú.
¿Y qué va pasar si el rey quiere conocer tu reino?, decía preocupado el calvo.
En su momento ya veré como resolver eso por ahora no quiero pensar en ello solo quiero disfrutar del amor que mi niña y yo sentimos, decía Gokú sonriendo.
Y hablando de tu niña, los dejo solos, dijo el calvo al ver aproximarse a la pelinegra al lugar donde estaban ellos.
¡Vamos a entrenar¡ dijo la pelinegra dulcemente, mientras el investigador tomaba más fotos.
Ya tengo suficiente, volveré a la Capital Central, pensó el investigador guardando su pequeña cámara dentro del bolsillo de su chaleco.
Horas después: "Capital Central"
Una rubia de cabello ondulado y lentes oscuros entraba a un restaurante donde un hombre de bigote y lentes lo esperaba en una de las mesas.
¡Buenas tardes¡ dijo la rubia al llegar a la mesa que ocupaba el hombre.
¡Buenas tardes señorita Lunch¡ dijo el hombre mientras la rubia tomaba asiento.
¿Me tiene alguna novedad?, dijo la rubia.
Si señorita, ya encontré al joven Son y a su amigo, ambos están en Fri pan, precisamente en el castillo pero no pude averiguar los motivos por los que están allá pues los soldados reales no quisieron decírmelo, pero por lo que pude notar el joven Son conoce a la princesa de ese reino y le tiene mucha confianza, dijo el investigador entregándole a la rubia las fotos que había tomado.
La rubia miraba con molestia la foto en la cual aparecía Gokú dándole un beso en la mejilla a la princesa como si la conociera desde hace mucho.
Luego de algunos minutos más de plática y que el investigador se fue la rubia decidió comunicarse con sus amigas para comentarles lo que había descubierto.
Si es lo mejor, todas tenemos intereses comunes por ello es mejor que todas busquemos la forma de averiguar que hace Gokú y Krilín en ese castillo, pensaba Lunch al tiempo que sus amigas empezaban a llegar.
Fri pan:
Un par de pelinegros estaban sentados platicando en el jardín.
Un día me llevaras a conocer la Capital Central, decía Milk dulcemente mirando al joven de cabello alborotado.
Claro mi niña, cuando se pueda te llevare, decía Gokú tomando las manos de la pelinegra.
Sabes Vegueta me dijo que le parecías conocido, ahora que me acuerdo tú y él se encontraron una vez en el pasillo, ¿no?, dijo Milk sonriendo.
Así es, que buena memoria tiene ese príncipe, pensé que ya se había olvidado de mí, en aquella ocasión yo le dije que trabajaba en el castillo, dijo Gokú sonriendo.
Si, si lo sé, yo escuche su plática sin querer, dijo Milk dulcemente.
¿Crees que llegue a acordarse de mi?, dijo Gokú preocupado.
No lo creo, pero si en caso llega hacerlo, yo desmentiré todo, yo seguiré diciendo que tú eres un príncipe, dijo Milk dulcemente.
Gokú solo sonrió antes de besar las manos de la pelinegra mientras esta lo miraba con ternura.
Capital Central:
Un grupo de chicas platicaban en un lujoso restaurante.
Estás diciendo que mi hermoso está en un castillo, decía Marón.
Así es, pero no sé que está haciendo precisamente en el, decía Lunch.
¿Y Krilín está con él?, dijo Dieciocho preocupada.
Si, si está, dijo Lunch.
En un castillo, pensaba Bulma.
¿En que reino dijiste?, dijo Marón.
En Fri pan, dijo Lunch.
Pero nosotras estuvimos hace unos días por allá y no los vimos, ¿no Bulma?, decía Dieciocho.
Si es cierto, tal vez tu investigador tomo estas fotos un día que casualidad ellos fueron allí, dijo Bulma.
¿Pero que quiere mi hermoso en un castillo?, ¿además parece que le tuviera mucha confianza a esta princesita?, dijo con molestia Lunch dándole a Bulma la foto en donde Gokú besaba la mejilla de la pelinegra.
Bulma al ver nuevamente el rostro de la pelinegra sintió molestia.
No lo sé, pero podemos averiguarlo, dijo Bulma con firmeza.
¿Cómo?, el investigador que contrate dice que no se puede entrar al castillo si no eres de la realeza o empleado del castillo, a menos que tengas una audiencia o vayas a dejar algo solicitado por el rey, dijo Lunch con molestia.
No te preocupes yo se como podemos entrar, dijo Bulma sonriendo.
¿Qué piensas hacer?, dijo Dieciocho mirando a su amiga.
Ir de parte de la corporación de papá llevándole un pequeño presente al rey, no creo que nos nieguen la entrada, dijo Bulma.
¿Y cuándo iremos?, dijo Marón.
Mañana mismo, dijo Bulma.
Me parece bien, dijeron las jovencitas.
Fri pan:
Un gigantesco rey cenaba en compañía de su bella hija y de su prometido mientras platicaban.
Entonces pasado te vas, decías el rey.
Si su majestad, tengo algunos asuntos pendientes en mi reino pero vendré a visitarlos todos los fines de semana, decía Gokú.
Pues te estaremos esperando todos los fines de semana y en cuanto termine de solucionar mis pendientes mi hija y yo iremos a conocer tu reino, claro tú tendrás que venir por nosotros, decía el rey mientras el joven de cabello alborotado miraba a la pelinegra quien solo le brindo una calida sonrisa para que su amado mantenga la calma.
Así será, dijo Gokú sonriendo.
Luego de acabada la cena, el rey fue a su habitación dejando al par de pelinegros aún en el comedor.
¿Y ahora que haremos?; decía Gokú.
No te preocupes, yo ya me puse en contacto con la princesa Mai de la Capital Oriente, mañana vendrá a verme, yo hablare con ella para que nos ayude, parece una buena chica lo poco que la trate en mi fiesta pude notarlo, decía la pelinegra.
Pues espero y nos pueda ayudar, dijo Gokú.
Lo hará, yo se que lo hará, dijo la pelinegra dulcemente.
Al día siguiente:
La bella princesa del reino de Fri pan recibía la visita de la hermosa princesa del reino de la Capita Oriente.
¡Gracias por aceptar mi invitación¡ decía Milk mientras saludaba a la otra princesa.
Es todo un placer para mí que me hayas invitado nuevamente a tu castillo, decía Mai.
Milk y Mai platicaron por algunos minutos durante los cuáles la pelinegra le comentaba su historia de amor con el joven de cabello alborotado mientras la joven la escuchaba con atención.
Minutos después:
¿Quieren mi ayuda?, dijo Mai.
Si, para cuando sea el momento necesario, decía Milk.
Sabes que ese tipo de romances están prohibidos, decía Mai con tristeza.
Si lo sé, pero yo lo amo, ¡por favor Mai¡ ayúdanos, decía Milk en tono de súplica.
Se que este tipo de romance esta prohibido en nuestra clase social pero también se lo que se siente siempre estar rigiéndonos de tontas normas como si fuéramos esclavas, esta bien los ayudare, decía Mai mientras la pelinegra sonreía.
Mientras el par de princesas se encontraban dentro del castillo en las afueras de este un grupo de jóvenes hablaban con los soldados reales.
Dígale al rey quien soy y verá que él mismo autorizará mi entrada y la de mis amigas, decía Bulma con firmeza.
Está bien, permítame comunicarme con el rey dijo uno de los soldados reales al tiempo que una de las jovencitas logro ver en el jardín a uno de los jóvenes que andaban buscando.
Krilín, pensaba Dieciocho mientras veía al calvo caminar hacia la parte trasera del castillo.
Luego de algunos minutos el soldado miro al grupo de jóvenes y dijo, esta bien el rey dice que pasen, yo las llevare a su oficina, dijo el soldado.
No es necesario ya se como llegar no es la primera vez que estoy aquí ya e venido acompañada por el príncipe Ouji, dijo Bulma con orgullo.
De igual manera es mi deber acompañarlas, dijo el soldado.
Está bien, dijo Bulma con molestia mirando a sus amigas que solo levantaron los hombros.
Minutos después:
El grupo de chicas estaban dentro de la oficina del rey mientras una de ellas le daba una bolsa de papel al rey.
Es un obsequio de mi padre, es una de sus nuevas creaciones y quisiera que usted la ponga a prueba en su castillo, yo vendré cada fin de semana para ver si el invento esta cumpliendo a cabalidad la función para lo que fue creado, decía Bulma.
Pues gracias por su amabilidad y me gustaría invitarlas a quedarse a almorzar, dijo el rey.
Aceptamos gustosas la invitación, dijo Bulma, mientras las demás jovencitas asentían.
Pues siendo así mientras esta el almuerzo las invito a conocer mi castillo, llamare a mi hija para que las guíe, dijo el rey.
Luego de algunos minutos Milk estaba frente al grupo de jovencitas mirándolas mientras pensaba: ¿Qué hace ella nuevamente aquí?, tendré que avisarle a Gokú, pero en que momento.
Hija muéstrales el castillo a las señoritas, ellas serán nuestras invitadas el día de hoy, se quedaran a almorzar con nosotros, dijo el rey.
Esta bien padre, antes de que se me olvide mi prometido esta un poco indispuesto, no almorzara hoy con nosotros, dijo Milk dulcemente.
Que lastima, ojala y se recupere pronto, dijo el rey.
La pelinegra llevo al grupo de jovencitas a conocer el castillo, ellas iban mirando lo hermoso que era el mismo cuando a la distancia una de ellas logro ver a un par de jóvenes que bien conocían.
Hermoso, dijo Marón echando a correr en dirección al lugar donde estaba el joven de cabello alborotado al tiempo que las demás jóvenes giraron sus rostros y al ver a las personas que buscaron fueron a su encuentro.
No puede ser, pensó Milk echando a correr también.
Gokú y Krilín de un momento a otro se vieron rodeados del grupo de jovencitas que empezaban a hacerles muchas preguntas.
¿Qué hacen ellas acá?, ¿este es un encuentro inesperado?, pensó Gokú mientras miraba a la pelinegra.
Ya acabaron con su trabajo, dijo Milk con firmeza mirando al par de jóvenes que solo asintieron mecánicamente.
¿Están trabajando aquí?, dijo Dieciocho intrigada mirando al par de jóvenes.
Si, los jóvenes realizan labores de jardinería por días aquí, dijo Milk con seguridad mientras pensaba: Por suerte ambos están con sus gi de entrenamiento.
Pero Gokú siendo jardinero no serás el chico perfecto nunca, dijo Bulma con reproche mientras Lunch miraba disimuladamente al par de pelinegros que se miraban entre si antes de dar alguna respuesta.
Pues aquí me pagan muy bien, dijo Gokú rápidamente.
¿Y se quedan aquí?, dijo Marón.
No ellos trabajan de entrada por salida, dijo Milk rápidamente mientras el joven de cabello alborotado y el calvo asentían.
Hay Gokú cada día me decepcionas más, dijo Bulma con reproche.
Pues tú a mi también, dijo Gokú.
¿Qué has dicho?, dijo Bulma sin importarle que más personas escuchen su platica.
Que si estoy trabajando en el castillo lo hago por mí, no por ti, ya no me interesa ser el chico perfecto para ti, dijo Gokú mirando a la peli azul mientras la pelinegra sonreía y la rubia de cabello ondulado la miraba como si estuviera meditando algo.
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