Yull

La canción cargaba un significado especial para mí. Muy en el fondo, pero muy en el fondo de mi pequeño corazón. Yo anhelaba un amor así, de esos que te sacan el aliento y te hacen sentir feliz. Aunque no sea eterno, pero real y sincero. Lastimosamente jamás tendré algo así, chicas como yo. No tenemos un final feliz.

Cuando la canción termina. Mi vista se enfoca en unos ojos verdes preciosos. Mi corazón se acelera al verlo allí. ¿Qué rayos hace el aquí?

<< Tu le dijiste que viniera por ti, tontita. >>

Su mirada era de asombro. Lo cual no me sorprende, solo canto cuando estoy con los niños. Nunca fuera de aquí.

- Bien amores míos, es todo por hoy nos vemos la próxima clase.

Mis alumnos eran su mayoría ciegos. Al estar incapacitados por su ceguera, agudizaron su oído. Y es sorprendente como muchos de ellos con motivación e iniciativa. Aprenden a tocar instrumentos, cantan maravilloso. Estoy tan orgullosa de mi grupo.

-Adiós seño - Me saluda Mica. Es una niña encantadora tiene siete años, esta lamentablemente ciega por un accidente cuando era más pequeña. Es mi alumna preferida y muy talentosa. Me acerco hasta ella y beso con cariño su mejilla.

- Nos vemos Mica- me pongo a su altura y la abrazo. Al pararme miro a sus padres. -Adiós señores Mikelson.

- Adiós, Yull cuídate.

Termino de saludar a algunos de los niños. Cuando salen todos lo veo.

Allí esta él, con una sonrisa genuina en sus labios. Sus preciosos ojos demostraban fascinación. No sé por qué razón pero su reacción me hizo sonreír de una forma boba.

Me acerco a él y lo saludo con un beso en la mejilla.

- ¿Me esperas? Busco mis cosas y nos vamos. - Digo de forma brusca.

No me estaba gustando para nada, esta sensación de alegría que tenía al estar cerca de él.

- Claro, tomate tu tiempo - dijo sarcástico.

- ¿Siempre llegas tan temprano a los lugares?

- Claro, soy muy puntual.

- ¿Cómo es que eso no me sorprende? - pregunto con sarcasmo.

Tomo mi mochila y la pongo en mi hombro.

- A mí me sorprende el hecho de que enseñes con amor y cariño a unos niños. - comenta poniendo sus manos en los bolsillos de sus pantalones de vestir.

- Es que me gusta.

El me mira sorprendido y asiente con la cabeza. Lo miro extrañada.

- Es que nunca pensé que serias así... - dice haciendo señas con su manos.

- ¿Cómo crees que soy? - pregunto cruzándome de brazos.

- Sinceramente pensé que eras una bruja.

<<Auch.>>

Sus palabras me habían dolido. Y me había llamado de la forma más "buena" por así decirlo, me han dicho de peores formas. Relajo mi expresión y le muestro una sonrisa cínica.

- Seguramente esas ideas te las metió tu noviecita.

Veo en su mirada que tenía razón. ¡Maldita perra! Ahora más que nunca le voy a quitar el novio.

- Hay mucho de mí que no sabes. Pero no es mi culpa que hablen mal de mí.

- Tu reputación te precede - comenta encogiéndose de hombros.

Él debe creer que soy una perra que se acuesta con todos. Y eso es mentira, me acuesto con los que me gustan y me atraen. Pero nadie tiene derecho a juzgarme por hacer de mi vida lo que quiero.

- Lo sé- respondo resignada.

- ¿Vamos? - pregunta intentando salir del momento incómodo.

Salimos de la sala de música, para ir a la recepción esta mi amiga Cata. - Si quieres ve al auto, voy a saludar.

- Te espero.

Veo como aleja. No puedo evitar mirar a sus pantalones de vestir verde oliva. Odio admitirlo pero tiene el mejor culo que he visto.

- Cata - chillo al acercarme a ella por detrás del mostrador.

Ella salta en su lugar y me devuelve de forma efusiva el abrazo.

- Yull, no me dijiste que el nerd es un dios griego con lentes. - Comenta.

Ni siquiera es tan guapo. << O tal vez un poco sí. >>

- Tiene su encanto. Pero es muy común.

<<Mentirosa, eres mentirosa. >> Me recrimina mi sub consciente.

- Claro... pero igual te lo vas a follar.

- Si, como te dije su novia se metió conmigo.

- Tendrías que dejar de ser así. Pensé que habías cambiado - me reprocha.

Ella me conoce desde hace diez años y sabe todo de mí. Sabe todo de mi vida y me paree injusto que me critique. Si ella era igual que yo.

- Amiga, no voy a cambiar. Esa chica se lo merece habla mal de mí todo el tiempo. Se jacta de ser mejor.

<< Lo es. >>

Mis pensamientos hoy están más autodestructivos que nunca

- ¿Desde cuándo te importa lo que dicen de vos? - pregunta poniendo una mano sobre mi hombro en forma comprensiva. -, aparte el chico parece muy bueno. No da para que lo lastimes jugando con sus sentimientos. Por qué ese chico tiene toda la pinta der esos que se enamoran.

Miro por la venta y lo veo esperando en su auto. Es lindo, muy dulce, bueno, con un cuerpazo e inteligente. Pero yo soy destrucción y no puede amar ni ser amada. Soy como soy y por eso no quiero nada con nadie.

- Amiga, es un hombre ante todo. No sienten cuando piensan con el pene.

Aparte ¿Cómo alguien tan perfecto se enamoraría de un desastre como yo?

- ¿Y si la que se enamora sos vos? - pregunta moviendo las cejas de arriba abajo.

- Solo quiero tener sexo con él y nada más. - Le recuerdo.

- Pero y si pasa a algo más...

- No creo que eso suceda nunca. Me conoces.

- Tienes razón nena. Y seguro que con ese cuerpo de modelo, en tres días ya está contigo. Si no es que esta noche.

- Eso espero. Ya quiero ver la cara de esa Barbie cuando le diga que tiene más cuernos que bambi.

- Espero que todo salga como tú quieras.

- Tranquila que saldrá todo a la perfección.

Nos despedimos con un fuerte abrazo.

Salgo de la fundación hacia la calle y me llevo las manos a los brazos, hacia frio. Me dirijo al auto y entro.

- Perdón por hacerte

- No importa.

Arranca y pone la radio suena "Sweet child o mine"

El conduce y no puede evitar mirarlo. Su pelo es un rubio claro y sedoso, parecido al oro. Sus lentes negros hacen juego con su cara, tiene una nariz común y sus carnosos labios son perfectos para morder y saborear.

Él se da vuelta y sus ojos chocan con los míos. << Pillada.>>

- ¿Qué pasa? - pregunta mirándome.

Luego rápidamente vuelve la vista hacia la ruta.

- ¿A mí? Nada - digo acomodando me en la ventanilla.

Lo que menos quiero es hablar con él .No sé por qué pero su presencia me altera tanto. A estas alturas estaría besándolo o jugando con su entrepierna mientras conduce.

Pero estoy como una puberta de quince años mirándolo como si fuera la cosa más hermosa del mundo.

Cuando menos me doy cuenta estamos en la entrada de mi edificio, por una extraña razón prefiero estar en el auto, que en mi departamento solitario.

- Gracias de nuevo.

- No fue nada. La próxima no seas tan "sangrona" y estaremos a mano.

Suelto una carcajada, recuerdo haberlo llamado sangrón hoy en la tarde. Él se une a mi risa, nunca había escuchado algo tan lindo.

- ¿Quieres quedarte a tomar algo?

El me mira como dudando de mi propuesta. Por un instante creo dirá que no, estoy segura.

- Bueno ¿Porque no?

Con mi corazón latiendo acelerado en mi pecho, salimos los dos del auto. No puedo evitar sentirme ¿Feliz? No claro que no, seguro son gases.

Entramos al departamento, estaba caliente gracias a la calefacción.

- ¿Tus padres todavía no llegan a casa? - me pregunta mientras observa que están todas las luces apagadas.

No puedo evitar sentir una punzada en mi pecho, es como una herida que creí cerrada pero que está abierta y aun duele, paso por alto su pregunta.

- ¿Coca o agua? - le pregunto.

- Coca - dice.

Sirvo en dos vasos y la guardo en la heladera para que no se caliente .Siento su mirada en mi levanto mi cabeza y lo veo, se rasca la cabeza.

- No respondiste mi pregunta.

- Es que no quiere hacerlo. - Le digo encogiéndome de hombros. Me tiro en el sillón, prendo mi televisor para que haya ruido de fondo.

- ¿Por qué no? - pregunta.

- Porque no lo sé...

- Me debes una por levarte y traerte.

- Pero si te invite a tomar algo. Ya mi deuda esta saldada.

- Mmmm lo dudo. Yo digo que tienes que responderme.

¿Por qué pregunta tanto? Es un niño, si tiene una cara de niño pero a la vez de grande .Por qué quiere saber tanto de mí.

<<Es solo una pregunta me dice mi cabeza. >>

-Para responderte esa pregunta. Voy a necesitar algo más que coca.

Y me voy a buscar el ron, no puedo contarle nada a menos que tenga unas copas arriba.

Lo que no sabía era que soltaría varias cosas de más esa noche.

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Espero que les haya gustado.

Un beso y un abrazo...

Jaz...