Capítulo 45.{Una propuesta, no tan indecente.}
Capítulo 45.
{Una propuesta, no tan indecente.}
William.
12 de enero de 2018.
Eh visto demasiado tensa a Yull últimamente. Siento que algo me está ocultando. Pero no quiero presionarla.
Así que decidí dejar a Su con mi madre esta noche. Y hacerle una cena romántica. Ella necesita relajarse. Entre la fundación, estudiar para el ingreso a la facultad. Casi no tiene tiempo de eso.
Pero para eso estoy yo. Para alegrarle el día, mejor dicho la noche.
Aunque la entiendo es complicado estar relajado estos días. Mi madre está en una pelea por su divorcio, intentando que el bastardo, que antes llame papá, deje de querer quitarle todo. Hasta intento quitarle la custodia de los mellizos, pero ella sabía que no había nada de qué preocuparse. Ya que ambos decidieron vivir con mamá.
También estaba el otro tema. Que dentro de cuatro meses me iré a Buenos Aires, a la villa olímpica. Para ir entrenando durante seis meses para competir. No sé cómo voy a hacer para estar tanto tiempo separado de mis chicas. Pero tampoco puedo pedirle a Yull que se vaya conmigo, ya que tiene su fundación.
Así que ambos decidimos, no dejar nuestros sueños. Porque pensé en quedarme, pero no me dejo. Aún recuerdo sus palabras.
Cariño, soy feliz estando todo los días contigo. Pero sería afortunada viéndote cumplir tus sueños. Son solo seis meses. ¿Qué son seis meses, comparado con toda la vida juntos?
Ese día había entendido algo realmente importante. Que amar no es solo compartir todo con tu pareja, sino es apoyarlo y hacer que cumpla sus sueños. Aunque eso implique estar separados un tiempo.
El amor es dar y recibir.
Saco las llaves de mi bolsillo y abro la puerta de nuestro hogar. Yull me había dicho que siempre estén cerradas las puertas, porque estaban robando mucho. La verdad creo que está un poco paranoica.
— Hola mis.... ¿En dónde está Su? — pregunta Yull.
Ella aparece en el recibidor descalza con un vestido floreado.
— Con mi mamá — respondo acercándome a ella. La tomo por la cintura y la acerco a mí. Beso su boca, la cual me corresponde enseguida. — Hola amor.
— La dejaste con Valeri ¿Para poder hacer cosas de adultos? — pregunta sonriendo de forma pervertida.
— También — digo besando sus labios.
— ¿También? ¿Qué planeas nerd?
— Sí, quiero que hoy te relajes y disfrutes — ella me mira como si no entendiera nada. — Te eh visto muy tensa estas semanas. Quiero hacer algo por vos.
— ¿Darme orgasmos?
Suelto una carcajada. No se puede ser romántico con esta mujer.
— Aparte de eso, primero ten — saco de mi mochila una bolsa de velas y sales aromáticas. — Tomaras uno de estos baños relajantes. Mientras yo hago una cena romántica y luego te hare el amor toda la noche.
La cara de Yull paso por varias emociones. Primero por la intriga, luego por el asombro, para terminar mirándome con amor.
— Wow ¿Planeaste todo esto para mí? — pregunta incrédula.
— Si Yull, sé que estas bajo muchas cosas. Aunque no me lo digas — ella se muerde el labio. Sé que había algo que no me estaba contando. — pero ya que no sé qué es. Solo hare lo que mejor me sale, apoyarte, cuidarte — tomo sus manos para besar sus nudillos. Sé que eso le encanta. — amarte. Sé que no es mucho, pero daría todo porque estuvieras bien.
Se le llenaron los ojos de lágrimas. De pronto tenia los labios de Yull sobre los míos, besándome como si la vida se le fuera en ello.
— Debí ser muy buena en mi otra vida. O si no, no entiendo como termine teniendo un ángel de novio. Will sos todo lo que siempre quise y nunca creí merecer.
Sus palabras llenan mi corazón. Me hicieron sentir tantas cosas que necesitaría mil páginas o más para escribir todo lo que siento por ella.
— Te mereces todo Yull. Así que, dale ve buscar tu bata. Iré preparando el baño.
Ella asiente feliz, me da un beso y sale corriendo hasta nuestro cuarto.
Yo voy al baño para preparar todo. Una vez que esta el agua, pongo las sales y las velas. Doy gracias a que tenemos de esas tinas antiguas y puedo hacer esto. No diré que se me ocurrió a mí solo, esto fue gracias a un capítulo de Friends.
Prendo las velas, por ultimo pongo el parlante con una larga lista de reproducción de todas las canciones que Yull ama.
— Wow — siento atrás mío.
Me doy vuelta y juro todo el aire de mi cuerpo se escapó de mis pulmones. Yull estaba completamente desnuda, con su bata en la mano. Ella miraba todo el baño encantada y yo, solo la miraba a ella, completamente encantado.
— ¿Hiciste esto para mí? — pregunta ella sonriendo.
No podía responder, no encontraba mi vos por ningún lado. Al estar en silencio ella me mira, nota lo que está causando en mí. Ya que no es solo mi ojos lo que se han alegrado con esta maravillosa vista.
— ¿Te comió la lengua el ratón? — pregunta acercando se a mí.
— Emm... yo...
¿Por qué demonios estoy tartamudeando?
<< Ni me lo digas, yo me iría a otra conciencia. >>
— ¿Te gusta lo que ves?
Su tono es seductor, ella me hace un gesto para que me levante. Hago lo que ella me pide, me acerco hasta ella.
— Si — recupero mi vos. Pero esta suena ronca y excitada.
— ¿Por qué no lo tocas? — pregunta ella.
El ambiente era denso y lleno de intensidad. Pienso en todas las partes de su cuerpo que quiero tocar.
No lo respondo, simplemente actuó. Mis manos van a su trasero desnudo y la atraigo a mí. Haciendo que su cadera se presione con mi entrepierna que está demasiado animada.
Comienzo a besarle el cuello, mientras masajeo la zona en donde están mis manos.
— Will...— suspira, cuando llevo mi boca uno de sus rosados y endurecidos pezones.
Succiono, muerdo, lamo. Repito la misma rutina en el otro pecho. Sus gemidos inundan el baño.
— Sabias...
—No Will, no un dato curioso en este momento — pide, tomando mi cara y llevándola a sus pechos.
— Te va a gustar — dije, paso mis manos hasta sus senos y los masajeo mientras hablo. — Sabias que a las reinas, se las honra de rodillas...
Antes de ella diga algo, la pongo contra la puerta del baño (la cual cerré), y me arrodillo. Pongo su muslo sobre mi hombro. Tenía una muy buena vista.
— Sos mi reina, tengo que honrarte.
Vuelvo mis ojos hasta mi objetivo.
***
Mientras Yull toma su baño relajante. Preparo mi segunda sorpresa, podría decir que esta es mi sorpresa principal.
Acomodo sobre la cama, unas cartas en forma corazón. Todas decían algo que pensé, o un recuerdo o algo de nosotros. Forme cuatro filas, de nueve cartas cada una. Menos en una fila en la cual puse una caja de terciopelo negra en forma de cofre. Es pequeña, pero tiene algo sumamente especial.
Algunos dirán que es una locura. Que somos jóvenes, que nos falta "calle". Acumular experiencias.
Pero si estoy seguro de esto. Seguro de lo que quiero. De a quien quiero.
¿Cuál es el problema?
<<Que ella diga que no. >>
No quiero pensar eso, pero si ella me dice que no. No me voy a desilusionar, porque eso no significa que no me ame. Sé que es una locura.
Siento sonar el timbre del hombro. Eso quiere decir que la comida esta lista. Me apuro a ir hasta la cocina.
Me pongo los guantes del horno y saco la comida. Carne con papas al horno. Se supone que estoy a dieta por los entrenamientos. Pero un permitido nunca es malo.
Acomodo la mesa y pongo velas como en las películas. Mejor dicho como En la dama y el vagabundo. Gracias a mi hija, se me ocurrió esta idea.
— William, me voy a volver una pasa de uva — dice Yull. Camina por la cocina, con su pijama de seda celeste. — Huele delicioso.
— Gracias, es que me bañe— respondo.
Ella rueda los ojos y suelta una carcajada.
— Estas muy mal de la cabeza — dice.
Veo cómo camina hacia la heladera y saca una botella de agua. ¿Cómo es que haciendo algo completamente normal se ve tan sexy?
Dejo de mirarla y acomodo la mesa.
— ¡Ta da! — digo riendo. — Su cena está servida mi reina — digo haciéndola reír.
Siento sus manos rodear mi cintura. También siento sus labios sobre la tela de mi remera.
— Me siento tan afortunada de tenerte.
— Yo soy afortunado de tenerte en mi vida, de que compartas todo conmigo y de estar a tu lado.
La oigo suspirar.
Me doy vuelta y la miro sonriendo.
— Te amo nerd, te amo muchísimo.
Sus palabras están cargadas de tanto sentimientos que me hacen un nudo en la garganta.
— También te amo.
— Ahora vamos a comer — dice ella feliz. — Tengo un hambre.
— Bueno dale. Puedes elegir una película — digo mientras sirvo la comida en ambos platos.
— Bueno — dice ella. Se la ve feliz mientras baila en su silla. Come una papa, parece una niña riendo.
Me encanta verla feliz.
En cuanto aparece el logo de Netflix en la pantalla. El celular de Yull comienza a sonar un montón de veces.
— ¿Qué pasa? — pregunto cuando veo que las llamadas entran con rapidez.
— Mira es Cate — dice con extrañeza. — Hola... ¿Qué sucede? — los ojos azules de Yull me miran asombrados. — ¡William! ¡Pone el canal de noticias! — me ordena.
Rápidamente pongo el canal indicado.
El alma se me sale del cuerpo en cuanto veo el noticiero. No puede ser verdad, no puede estar pasando eso.
Debe ser una maldita broma.
El noticiero enfoca el edificio de la fundación. El cual está pintado con aerosol. Pero eso no fue lo que me impacto. Sino ver a Damián frente a las cámaras.
— SUBE EL PUTO VOLUMEN WILLIAM.
— ¿Nos puede decir que paso señor Marian? — pregunto la reportera.
— Simplemente es que mi hija es una inútil, alcohólica y drogadicta. Se puede ver como dejo que la fundación, que era de mi difunta esposa. Parece una pocilga, ella se gastó todos los fondos. Por esa razón lamentablemente tuve que cerrar la fundación.
Yull.
Mi cabeza giraba y giraba, mis oídos pitaban. No lograba escuchar nada todo era como voces lejanas.
Sentía los latidos de mi corazón en mis orejas. No, no es cierto. No puede ser. Tiene que ser una puta pesadilla.
William, Cate al teléfono, la televisión. Todos hablaban pero no entendía nada.
No puedo creer esto que esta pasan ando.
¿Cómo es qué pudo ser capaz de cerrar la fundación?
Creo que sentí nauseas al ver el estado de mi fundación. Maldito hijo de puta, ¿Por qué daño todo lo que me quedaba de ella?
Ahora todo tenía sentido el hombre con la cámara, que no me buscara más para hacer eso trabajos sucios que tenía que hacer para él, que no me viniera a buscar. Ahora la llamada de Zack tenía sentido.
En mi cabeza iban muchos pensamientos, iban como un rayo. Sabía que era demasiada suerte que no volviera. Sabía que ese hijo de puta iba a lastimarme.
Él estaba planeado el golpe, estaba esperando mi momento de debilidad para atacarme.
Me levanto de mi silla gritando. Haciendo que mi garganta duela.
— Es un terrible hijo de puta — grite. — ¿Por qué siempre me lastima? ¿Qué hice yo para merecer esto? ¿Qué culpas tengo que pagar?
Solté otro grito. Haciendo que William, me tome en brazos antes de que me caiga al suelo.
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? No merezco esto, no lo merezco.
Sentía sus brazos intentando contenerme. Pero no podía, nadie puede contenerme. Nadie nunca va a poder.
Me zafo de sus brazos y salgo corriendo hasta nuestra habitación. Cierro de un golpe la puerta. No me olvido de echarle llave.
Quiero estar sola.
No puedo soportar el dolor que tengo en mi pecho, es como si la volviera a matar justo frente a mis ojos. No entiendo hasta dónde puede llegar su odio contra mí.
Sentía una opresión en mi pecho. La misma que sentí tantas veces, la bilis subiendo por mi garganta y el dolor atormentando mi alma.
— ¡Que pare! Dios que pare — implore a la nada.
Sentía que me quedaba sin aire. Sentía que no podía respirar.
— Yull por favor abre la puerta — pidió William desde afuera.
Pero lo ignore. Él no puede hacer nada, nadie puede hacer nada por mí.
Pienso en los niños, esos pobres niños que ya no tienen su lugar feliz. Que ya no van a tenerlo. Pienso en mi hija, la cual es muy seguro que esté en peligro. Pienso en Will, sabe que estamos juntos. Y seguramente sabe de mi hija.
Seguí llorando y gritando, agarre un florero de arriba de la repisa y lo tire contra el suelo, veo la cama llena de notas en forma de corazón.
Llore más fuerte sabiendo que estaba arruinando la sorpresa de Will, el me arruino todo me arruino mi infancia, mi adolescencia, toda mi vida.
Es un destructor todo lo que toca lo rompe todo lo que es importante lo hace añicos. Nunca me dejo ser feliz y cuando creí que podía hacerlo el me lo arrebato.
Agarro las sabanas de la cama y tiro todo con fuerza.
Me tire al piso de rodillas, poniendo mis manos en mi cabeza. Grite y grite, hasta que mi garganta ardió.
— Yull, por favor amor. Abre la puerta — grito desesperado.
Yo solo quería acabar con todo. Quiero terminar con este dolor. Me arrastro hasta mi cómoda, quiero terminar con todo. En mi mesa de noche, saco el bisturí del sed de pedicura.
Suspiro pesadamente, lo siento William. Lo siento Azucena. Pero no puedo, juro que no puedo más.
Miro al piso y veo una pequeña caja de terciopelo. Empecé a llorar como si no hubiera mañana, me imaginaba lo que podía ser. Suelto el bisturí y tomo la caja.
Pero cuando abrí la cajita y vi el anillo, mi mundo se vino abajo, era el anillo más hermoso que había visto. Tiene una piedra grande al centro que brillaba y a los costados dos piedritas en forma de corazón.
De pronto tantas ideas, planes y pensamientos se formaron en mi cabeza. Mi mente era un tornado entre mierdas y alegrías. Tenía tanto dentro de mí, que era casi imposible saber si era lo correcto lo que pretendía.
Ver el anillo me hizo comprender la terrible estupidez que iba a hacer. Tire el bisturí debajo de la cama.
Él no me va a seguir robando mi felicidad, él se va a arrepentir de todo lo que me hizo.
Seco mis lágrimas con mi brazo y dejo de llorar. La vida se divide en dos tipos de personas, las que se dejan matar y las que matan. Y yo no voy a ser la primera.
Él va a pagar por todo, pagara por toda la mierda que me hizo.
Con la cajita en la mano, me levanto y abro la puerta. William estaba sentado en el piso. Al verme, corre hacia mí y me abraza.
Y vuelvo a llorar, él es lo mejor que me paso en la vida y no voy a permitir que me arruine esto.
— Ya verás como todo se soluciona, iremos con abogados. Verán que no eres nada de lo que dice, recuperas la fundación. Es tuya, por derecho y él no puede hacer nada. Mi amor, no estás sola. No hay nadie que dude de tu capacidad para manejar la empresa.
Mi cabeza empezó a maquinar un plan. Mientras Will hablaba de como pretendía ayudarme. Lo interrumpí.
— Antes de hacer todo eso William — mi vos es temblorosa. — Quiero decir que acepto — Dije poniendo la cajita de terciopelo en la palma de su mano. Su cara era de total confusión. — Quiero ser tu esposa y quiero que seas mi esposo. Quiero que seas mi felicidad y yo quiero ser la tuya. Quiero que seas mi compañero por toda la vida y si hay una vida después de esta quiero seguir compartiéndola contigo.
El me miro sorprendió capaz que su idea de proponérmelo no sería esta, pero creo que es la adecuada. Considerando la circunstancias. No era el momento, pero si la persona. Eso lo sabía.
Este pasmado, seguramente esperaba cualquier otra cosa menos lo que acaba de pasar.
— Yull, no tienes.
— Shh, tú mismo lo dijiste no estoy sola. Estas aquí.
— ¿Vos estas segura? Sé que con lo que está pasando.
— Cállate nerd, te amo y quiero pasar mi vida contigo. Sé que no es el mejor momento, pero no voy a dejar que el me quite esto también.
— Esta sin dudas no era la manera en la que te lo quería pedir — dice después de unos segundos. Se arrodillo frente a mí. No pude evitar llorar de vuelta. Abre la cajita y me mira. Me mira como el solo lo sabe hacer. — Yulliana Marian — mi nombre sonaba tan perfecto en sus labios. — Amor de mi vida. Me harías la persona más feliz del mundo si aceptaras casarte conmigo. Quiero que seas mi esposa, sé que somos jóvenes, sé que hoy nos fue arrebatada nuestra felicidad. Pero no quiero perder más tiempo. Quiero darte todo en la vida, quiero ser quien te sostenga cuando sientas que no podes más. Quiero darte el amor que te negaron, quiero compartir el resto de mi vida contigo. Y si me lo permites, quiero llamarte mi esposa.
Yo no podía creer que todas esas maravillosas palabras. Fueran para mí, que el sintiera tanto y tan bonitas cosas. Me ama y yo lo amor. Y por primera vez, me voy a olvidar de esta mierda solo un rato.
Porque si el supiera que esa cajita, que ese anillo, que esas palabras. Me salvaron la vida esta noche. Entendería que mi respuesta es puramente verdadera.
— Si, si quiero casarme contigo Will.
Me arroje a sus brazos y lo bese. Lo amo, lo voy a amar siempre.
— Te amo.
— Te amo más Yull.
Nos pasamos la noche acomodando el desastre que ocasione. No podía creer que William quiera casarse conmigo. Él es mi motor para seguir después de esta noticia, por el voy a ponerle un alto a Damián. Porque mi hija merece vivir bien y no podrá hacerlo si esa basura sigue libre.
Luego de que William estuviera dormido, me levante con cuidado y sin hacer ruido para no despertarlo.
No quiero que él sea parte de esto, aunque pronto seremos esposos y tendremos que tomar decisiones los dos juntos. Esta decisión la tomare sola.
Seré egoísta sé que el diría que no. Pero no me importa, antes que mí están ellos. Y si es necesario daría mi vida.
Tomo mi laptop y mi celular, me siento en el sillón. Empiezo a hacer unas llamadas, esta noche será larga.
Hola hermosas lectoras. Perdón por tardar tanto, es que diciembre fue un mes de locos, muchas actividades y poco tiempo. Sé que les prometí terminarlo para antes de fin de año.
Pero por desgracia no pude, pero acá estamos. Un capitulo largo, el que sigue es mucho más largo. Tenemos mucho que leer y mucho por cerrar. Quedan cuatro capítulos. Y si, habrá segunda parte, pero no será de Will y Yull. Sino que de Azucena y.... Alguien más, espero que estén allí en la publicación. No sé cuándo, pero sin duda será este año.
Solo quiero decirles gracias y espero que tengan un hermoso 2022, porque merecen un año lleno de amor, libros y felicidad.
Un beso los amo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro