Capítulo 3

{Chica diferente}

William

Una vez me dijeron que no todo es como lo pintan. Como el león quien es visto como un feroz cazador por los ciervos. Quienes huyen al verlo e intentan proteger su vida, todos vemos como malo al león.

Pero si después de cazar al ciervo, se lo lleva a sus crías. Las cuales ven al león como su héroe. Y allí vemos el lado catalogado como bueno del león.

Después de todo ¿El león sigue siendo el malo? Y todo depende de qué lado estés, si el de los ciervos o el de las crías.

La misma analogía sirve con los humanos. Todos tenemos distintas percepciones de una misma persona. Tener a Yull frente a mí. Me hace tener una vista diferente de la que yo tenía. Ya que nunca la considero como alguien que hace las tareas o que le importa el colegio. Pero está aquí siendo mi compañera, es decir que tiene el mismo promedio que yo.

¿Sera que es lista? No, no lo creo. Tal vez le pidió a la profesora que la pusiera conmigo. Alegando que una buena influencia haría que sus notas mejoraran.

<<Que ni crea que hare todo el trabajo por ella>>

— Ahora haremos esto. Yo buscare las respuestas y tú las copiaras en un cuaderno— le informo. Ella levanta la vista hacia mí.

— No, mejor yo busco las respuestas. — Dice tomando los apuntes de mis manos. — Seguramente tienes una letra muy bonita. — dice con sarcasmo.

Bufo rodando los ojos. << Chistosa>>

— Tenemos que sacarnos una buena nota. Un diez no un seis para aprobar y nada más. — Trato de sonar obvio. Hacerle saber que quiero que el trabajo esté bien hecho.

— ¿Qué? — pregunto con burla. — ¿Crees que soy bruta?

No respondo nada. Ya que si lo hago de mis labios solo saldría "Si". Ella me mira con desdén. Se acomodó en la silla cruzando sus brazos sobre su pecho, en forma retadora.

— Porque no me autoproclame una "nerd". No significa que no sea lista— responde algo molesta. Su mirada soberbia me hace retroceder un poco, ella es muy imponente. — Soy más inteligente de lo que muchos creen.

<<La verdad lo dudo. >>

— Pues, no me das motivo para creerlo. — contesto algo cansado de esta situación.

Le estoy ofreciendo una solución muy buena, para la mejoría de sus notas. Yo busco las respuestas ella las copia y le pone brillito. Todos ganamos.

—Me da igual lo que pienses — espeto molesta. — . Pero las hojas están mis manos. Así que calienta esas manos que serás tú el que escriba.

Se reclina en su silla, acomoda un mechón de su negro cabello detrás de su oreja. Me quedo mirándola, tengo ganas de decirle que me de esas hojas y que me deje hacer bien las cosas a mí. Pero contengo esas ganas y hago mi parte.

Ella comenzó a leer las respuestas, pero mientras leía sacaba las ideas principales del texto. Para dictármelas ya resumidas. Me sorprendió la verdad, parecía una súper computadora.

Pensé que al ser parte del grupo de los populares, tenía la misma cabeza hueca que las animadoras. Pero al parecer me había equivocado.

(***)

— Bien chicos, la clase término. Quiero para mañana terminada la guía. — anuncia la profesora. Al mismo tiempo que suena el timbre de recreo.

— Tenemos que terminar las preguntas — le digo a Yull. Quien despega la vista de su teléfono para mirarme a mí. — Las hare yo.

— No, es un trabajo grupal. Tenemos que hacerla en grupo— responde.

— Entonces que sugieres. ¿Tu casa o la mía? — pregunto algo molesto. La verdad no quiero tener que soportarla después de clases, pero solo es un trabajo.

Ella comienza a reírse, y no sé de qué. — Perdón, es que cuando un chico me dice "tu casa o la mía". No es para hacer la terea.

Siento mis mejillas sonrojarse, ante lo mal pensada que es Yull.

Como si quisiera acostarme con ella.

Ella me mira con intriga, y sonríe de forma ¿Dulce?

Niego con la cabeza y aclaro mi garganta. Fue un momento incómodo.

— ¿Al final en que casa vamos a hacer la tarea? — hago la pregunta completa.

Ella sonríe mientras guarda sus lápices en su cartuchera.

— En mi casa. A las cuatro. — me informa. Por mi parte solo asiento. — Pásame tu número, así te mando la dirección.

— Esta bien. — Ella me tiende su celular, uno de última generación. Escribo mi número en su lista de contratos. — No te olvides de mandarme el mensaje.

— Si, nerd.

— No me digas nerd, es un término bastante molesto — le digo.

— Como quieras nerd. — repite la palabra nerd con gusto, como si le gustara saber que me molesta.

Decido ignorarla, sabía que no iba a salvar de tener alguna que otra burla por su parte.

En la puerta del salón me espera Javier. Salimos hacia el patio. Busco entre la multitud a mi novia.

— Mira allí eta Hello Kitty — señala con su cabeza Javier.

— Sabes que no le gusta que llamen así. — le recuerdo a mi amigo.

— Que aburrido — bufa. —, date cuenta de que es igual. Usa esos vestidos de overol y es raro que hoy no tenga mañoso coloridos en su pelo.

Tenía que admitir que él tenía razón. Pero a Keity no le gusta que la llame así.

— No la llames así frente a ella.

— Está bien, está bien.

Nos acercamos hasta donde ella se encuentra. Estaba con su usual grupo de amigas. Al vernos todas nos saludaron con un beso en la mejilla. Una de las chicas, Claudia si mal no recuerdo, se queda viendo de forma descarada a Javier. El cual no tiene problema con echarle miraditas y seguirle el juego.

Keity me rodeo con sus brazos por la cintura. Aprovecho el momento para mirarla y besar con cariño su frente.

— ¿Cómo están chicos? — pregunta ella. Javier desvía su atención de Claudia para mirarnos a nosotros.

— Yo mal — se queja el pelinegro. — . Estoy hasta acá— Señala con su mano un poco más arriba de la cabeza.­­—, de Tatiana. Me toco hacer el trabajo con ella, es insufrible.

— Pero ¿Ustedes no eran pareja?

— Hace unos días, pero ya no. Por ende trabajar con ella es molesto.

— ¿Por qué cortaron? — cuestiona Keity.

Las demás amigas de ella, incluyendo a Claudia escuchaban atentas.

— Sí que sos curiosa, Hello Kitty.

— Oye, no me digas así — refunfuña la rubia. La estrecho más en mis brazos, me encanta cuando se pone así. — Pero dinos, queremos saber.

— Terminamos porque una rubia Hello Kitty hacia muchas preguntas molestas— comenta sarcástico.

Keity bufa molesta ya que no consiguió la información que quería.

— ¿Necitas que alguien te consuele?

Sinceramente no me sorprendió la pregunta de Claudia. Javier puso su cara de coqueto y le sonrió.

— Si necesito mimos.

Javier abre los brazos para recibir un abrazo por marte de Claudia. Cuando sin querer su mano choca contra alguien. Ese alguien era Tatiana quien traía un vaso de café hirviendo, el cual quedo tirado en el piso y manchando sus zapatos.

— Imbécil — le grita Tania.

— Y tú fíjate por donde vas.

— Tarado— exclama enojada. Con furia pisa las zapatillas blancas de Javier.

Este exclama un insulto mientras mira enojado a Tatiana. Quien se aleja de nuestro grupo rumbo al baño de mujeres.

Las chicas y yo, empezamos a reírnos a carcajadas sobre lo sucedido. Ser un don juan tiene sus inconvenientes.

— No se rían, no es gracioso.

— Es fue muy gracioso. — me burlo. Seco una de las lágrimas que salieron de mis ojos.

— Ah ¿Quieren saber algo gracioso? — pregunto Javier riéndose.

Todos lo miramos esperando que él hable.

— Keity, Will te conto quien es su sexy y bella compañera de grupo.

Lo miro negando con la cabeza "Te pasaste hermano, te pasaste" gesticulo con mis labios. El solo se ríe en forma maquiavélica.

Él sabe bien que Keity, es muy celosa. Demasiado celosa y aunque no tiene problemas con ninguna chica. Siempre evito hacer equipo con ellas, para evitar dramas con mi chica.

La miro, ella dejo de reír, para mirarme seria.

— ¿Quién?

Antes de Javi o yo le digamos algo. Unas uñas de color negro con puntitos rosas y blanco, se posaron en mi brazo haciendo que suelte la cintura de mi novia. Miro a la dueña de esa mano.

Me sorprendo cuando encuentro con un par de ojos turquesas, como el mar del caribe en el verano, me miraban con una sonrisa en sus rosados y carnosos labios. ¿Qué hace Yull aquí?

Nunca, jamás me había hablado fuera del salón de clases.

— Hola nerd. — me saluda. Su melodiosa voz me distrae por unos segundos. — Solo te hablaba para saber si recibiste mi mensaje. — pregunta con inocencia. Mientras su mano sigue sobre mi brazo.

Por un momento me olvido que tengo extremidades y me quedo mirando su mano. Pero rápidamente recupero la cordura, busco el celular en mi bolsillo. Al prenderlo veo que tengo dos menajes nuevos de un número desconocido.

— Si aquí están. — le muestro la pantalla de mi celular, ella asiente.

— Bien, estaré esperándote en mi casa.

Ella mira a mi lado y hace una sonrisa coqueta.

— Bien, te veo allí.

¿Te veo allí? <<Muy inteligente William.>>

Ella se despide dejando un beso en mi mejilla. Su perfume se queda impregnado en mi nariz, huele deliciosos. Me quedo mirándola mientras ella se marcha. No dejo de verla, hasta que siento un codazo en mis costillas. Era Javier, quien me señalaba a Keity la cual tenía una cara de enojo indescriptible.

— A sí que ella es tu compañera. — lo dice más como aclaración y no como pregunta.

— Sí.

— ¿Iras a la casa de la chica más sexy de todo el colegio?

Miro a Javier buscando apoyo, él alterna la mirada entre Keity y yo.

— Emm... A mí me llaman por allí — dice. Se va como una gallina.

— Si, pero ¿Qué tiene? Son dos preguntas las que quedan, no es mucho. Ya verás que no estoy ni una hora en su casa.

— ¿Qué tiene? — Pregunta incrédula. Sus amigas también se fueron, dejándonos a los dos solos. — Ella es sumamente hermosa. Seguramente terminaran haciendo de todo, menos la tarea.

Ella se va de mi lado pero la alcanzo entrelazando sus dedos con los míos. Me llevo su mano a mi boca y beso sus nudillos.

— Sabes que eso no es verdad, ella no es mi tipo.

— Si claro, tu tipo no son altas, hermosas, de ojos celestes... — ella sigue enumerando cualidades de Yull. Pero yo quiero corregirle que el color de ojos de ella, son turquesas y no celestes. ¿Pero qué? No me importa de qué color son sus ojos.

— No tienes que compararte con ella. Si es linda, pero tú eres hermosa Keity.

La abrazo fuertemente, para luego besarla en la frente. Lo que dije es verdad, es hermosa tenia esos ojos verdes impresionantes, es buena con todos y teníamos las mejores notas. Somos muy parecidos, mama suele decir que seriamos mellizos si no fuera por el año de diferencia que nos llevamos.

Seguimos abrazados hasta que la campana suena.

— Odio ese timbre — murmuro en su pelo.

— Yo igual.

Nos separamos y cada uno se fue por su lado.

(***)

Cuando llego a casa con mis hermanos, mama preparaba el almuerzo .Benjamín y yo la saludamos con un beso. Pero Kevin como siempre la pasa de alto.

Saco de la heladera, una botella con agua helada. Me sirvo un poco en un vaso.

— ¿Qué tal tu día hijo? — me pregunta.

— Bien, ah por cierto me iré a la casa de mi compañera para terminar un trabajo.

— Bien, cuando vuelvas me compras las cosas para hacer unas galletas. Mañana iré a ver a tu abuela y se las llevare.

— Sí, claro mama.

Mi celular suena, es La insoportable en otras palabras Yull. Fue idea de Keity registrarla con ese nombre.

La insoportable: Hola nerd puede ser que nos juntemos a las 16:30.

Qué raro, retrasando la hora de estudio.

Yo: Bien.

(***)

Faltaban quince minutos para las cuatro de la tarde. Terminaba de acomodar mi ropa y algunos cuadernos.

Como veo que todavía tengo tiempo. Me quito la roma que use en el día, y me pongo unos short cómodos. Para hacer ejercicio.

Saco las vendas de mi armario, para enrollarlas en mis manos. Miro la bolsa de boxeo que tengo en mi cuarto y empiezo a pegarle. Gancho izquierdo, recto, cross. Repito varias series de estos. Incluyendo algunas patadas.

Ya que hoy no voy a natación. Aprovechare para entrenar un poco ahora.

Aunque sea un "nerd" para mis compañeros del colegio. Creo que soy una excepción a la regla de ser debilucho y malo en los deportes. Ya que desde pequeño hago natación. Tengo ganadas varias medallas de oro y plata. Eh participado de muchos juegos olímpicos regionales.

Mi meta es llegar a los juegos olímpicos del 2018. Mi entrenador dijo que tengo todo lo necesario para llegar. Y sé que si sigo esforzándome como lo hago hasta ahora, estaré seleccionado para los juegos olímpicos.

Mi alarma suena. Son casi las cuatro y cuarto. Dejo de pegarle al saco y me meto al baño para darme un buen baño.

Bajo las escaleras, tomo mis llaves. Hecho un vistazo a mis hermanos están en la sala. Kevin viendo tele y Benjamín leyendo un magna, él es igual a mi nos gusta leer solo que a mí no me gusta esas cosas de los anime .Mientras que Kevin es muy diferentes a nosotros dos. (Es igual físicamente a Benja), pero no emocionalmente.

El seria como el cool de los tres, es el favorito de nuestro padre eso lo sabemos todos.

— Me voy.

— Que me importa — responde Kevin.

Lo ignoro y saludo a Benja con la mano.

— Suerte. — dice. Levantando su vista del libro.

Salgo de la casa a mi auto. Enciendo el equipo de música. Comienza a sonar una de mis canciones favoritas "Smoke on the Wather" de Deep Pumple.

Conduzco hasta la casa o mejor dicho edificio, de Yull. Es un lindo lugar de diez pisos. Pintando en sus totalidad de blanco. Tiene muchas ventanas de vidrio y algunos balcones.

Le mando un mensaje para decirle que estoy afuera de su casa, me dio la dirección pero necesito saber su número de departamento y piso para llegar. Ella responde "Ahora bajo".

Cinco minutos después sale de las puertas del gran edificio.

— Hola — me saluda. — nerd, llegaste un poco tarde — dice sin una pisca de enfado creo que solo para jorobarme.

— Hola.

No iba a gastar palabras disculpándome por llegar tarde. Ya que ella sigue diciéndome nerd, sabiendo que me molesta.

— Bien sígueme.

Entramos al lobby del edificio. Era impresionante a lo lejos se veía que era un lugar fino y elegante. Por no decir caro y extravagante.

Ella saluda al señor que cuida la entrada, subimos por un elevador hasta el sexto piso. Caminamos hasta la puerta 70. Entramos su departamento es amplio. Un recibidor que grande pintado de lila y blanco. Podía ver la sala, la cual estaba decorada con un estilo minimalista.

— Puedes pasar a la sala, voy por mis libros – dice ella sonriendo.

— Bien — contesto.

Me encamino hacia el sillón blanco con almohadones lilas. Seguramente su madre es quien decoro el lugar.

Dejo mis cosas a mi lado. Empiezo a ver la habitación había una pantalla plana de no sé cuántas pulgadas, arriba del sillón tres cuadros juntos que hacían una figura de ramas negras con hojas rojas.

Pero ninguna foto familiar, me resulto extraño porque la casa de Keity y la mía. Están llenas de fotos familiares.

— Curioseando — habla ella detrás de mí.

— Sí... Emm lo siento.

— No importa ¿en qué pensabas? — pregunta ella mirándome fijamente.

— En lo extraño que es que no tengas fotos familiares por todos lados. Digo, las mujeres son conocidas por llenar de fotos cada habitación.

Ella se cruza de brazos y me mira con una sonrisa ladina.

— No soy como todas las chicas, Will.