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=Algunas horas después=
=Narra Keila=
Después de varias clases y la mayorías aburridas. Los chicos y yo decidimos ir a una cafetería que a sido nuestra favorita desde que éramos chicos. Al llegar la puerta avisa la entrada de nosotros con su pequeña y distintiva campana. Como era nuestra costumbre nos sentamos en la mesa del fondo aislada de las demás para poder tener nuestra privacidad. Apenas nos sentamos se acerca la Tamara que a sido camarera aquí desde que descubrimos este lugar.
— Hola chicos hacía tiempo que no venían. —hace una pausa— ¿Les sirvo lo de siempre? —dice con una radiante sonrisa como siempre.
— Hola Tami —le devuelvo el saludo—. Es que en las vacaciones estábamos todos alejados y tu sabes que nos encanta venir juntos. Sí lo de siempre —le devuelvo la sonrisa y pido lo de siempre.
— Enseguida vuelo con sus bebidas. —nos sonríe y se va.
<Autora>
La cafetería a sido el lugar de encuentro de los chicos después de la escuela desde siempre.
Tamara es la camarera y dueña del local.
La bebida favorita de Sofía es el batido de crema con una capa de chocolate.
La bebida favorita de Nick es el batido de arándanos
La bebida favorita de Keila es el batido de crema y chocolate con chispas
Ahora sin más volvemos con Keila.
=Narra Keila=
Al cabo de unos minutos vuelve con nuestros pedidos. Una vez ya servidos los chicos y yo nos ponemos a platicar.
— Chicos les quiero decir algo. —nos dice Sofía con una mirada demasiada pícara.
— Habla —dijimos al unísimo Nick y yo.
— Estoy enamorada —suelta simple.
— Que —alargo la última vocal; solo puede decir eso al quedarme perpleja.
— Si cómo no, ¿Ahora quién es el desafortunado que te tiene que aguantar? —responde Nick con burla.
— Que madurez de tu parte —rueda los ojos la pelirrubia refiriéndose a Nick—. Hablo en serio. Esta vez si es de verdad —hace una pausa que causa suspenso—. Me enamoré de Lucas. —cuenta con la mirada puesta en nuestra expresiones.
— ¿Sofi cómo vas a estar enamorada si lo conociste hoy?—trato de hacerla entender con la lógica— Y no sabes ni de donde viene, ni qué quiere y sobre todo si le gustas —decido romper con sus delirios, y noto como su mirada se apaga, por eso añadí—: No quiero verte sufrir por una ilusión. —digo mirándola a los ojos y tomándola de la mano.
— Tu siempre estás con el pesimismo, si no me van a escuchar mejor me voy —al decir esto se levanta y se dirige a la salida con suma molestia.
Nick y yo solo vemos cómo se alejar a través del cristal de la cafetería. Trato ir tras ella pero alguien me lo impide.
— Ey, suéltame tengo que aclarar las cosas con ella. —pido en un forcejeo—. ¿O no viste cómo se fue de aquí? —le digo rápido para que me suelte y no dejar que haya más distancia entre nosotras.
— ¿Y tu no viste que se a vuelto más loca que una cabra? —revira severo—. El chico nuevo ya volvió loco a todo el colegio. Y sobre todo no se dan cuenta que es un idiota —me responde Nick sin liberarme de su agarre.
— ¿Pero a ti que bicho te picó? —espeto consternada—. Llevas todo el día con cara de un viejo amargado de ochenta años —la irritación se hace presente en mi voz— Además Lucas no te a dicho nada, y ni siquiera te ha molestado para que le tengas odio —lo miro totalmente perpleja por su actitud tan infantil e inmadura.
— A mi nada. Solo me causa gracia como ustedes dos se parecen a la cola de un perro esperando que le caigan atrás —suelta cada palabra detenidamente.
— Nicolás Antonio Guillermo Gutiérrez —digo su nombre entero con la intención de que se dé cuenta de lo enojada que estoy— Te estas pasando de los límites, aunque seas como mi hermano, me respetas —lo miro fríamente y con el semblante serio.
— Perdón, es que cada vez que hablan de Lucas me hierve la sangre, y es un odio que no puedo controlar —me suelta el brazo y me sobo con mi mano derecha.— Además no se de verdad qué le ven. No me da buena espina.—Me mira con la cara mas relajada y baja la mirada esperando mis disculpas.
— Te perdono, pero no te vuelvas a comportar como un patán.
— Lo juro —me río ante su juramento en forma militar.
— Muy bien soldado, ahora vamos a tomarnos nuestros batidos y hablar con Sofía.
— Adelante.
Una vez terminado con los batidos nos dirigimos a buscar a Sofi sin tener idea donde está ya que su celular lo apagó para no ser encontrada.
=Narra Sofía=
Son mis mejores amigos pero no entienden lo que siento. Lucas es increíble o no lo ven. ¿Son ciegos o qué?.
Suelto un suspiro tratando de relajarme. Busco los auriculares de mi mochila y los pongo con mi celular activando el modo avión para no ser molestada por nadie. Abro el playlist y el mp3 de Alan Walker con su canción Alone. Voy entretenida todo el camino y tengo que cruzar la calle setenta y seis donde casi ningún vehículo pasa.
Estoy a mitad a camino cuando veo una luz, desconecto rápidamente los audífonos sólo para oír una bocina que suena recalcitrantemente, y ver un camión que está encima de mi.
Sólo siento el impacto, me llegan los recuerdos de mis amigos, mis padres y siento un dolor en el pecho al no poder despedirme de ellos. Las lágrimas se deslizan sobre mi rostro. Veo como el cansancio le esta ganando a mi cuerpo drenando cada gota de energía haciendo que caiga en la inconsciencia para no despertar más.
= Narra Nick=
Llevo horas junto a Keila buscando a Sofía todavía sin rastro de ella. Es como si se la hubiera tragado la tierra.
— Keila espera. —la detengo—. Tomemos un descanso, ya es de noche y no hemos parado de buscar.
— Esta bien, pero sólo cinco minutos y porque yo también estoy un poco cansada.—dice y se sienta en un banco cerca de la fuente del parque.
Repito su acto y me siento a su lado. Sacando mi móvil sin estar preparado para la noticia que iba a ver.
NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA
Adolescente rubia de 17 años con tez blanca es chocada y a causa de esto murió en la misma escena. El conductor del camión se dio a la fuga y ni habiendo testigos para esclarecer los hechos. Las autoridades hacen todo lo posible para encontrar el responsable, y a los familiares y amigos de la víctima nuestro más sincero pésame.
Habían unas imágenes y por curiosidad me dispongo a ver sólo que no estaba preparado. Las lágrimas salen sin más de mis ojos y aprieto el celular con fuerza. Keila me mira asustada y tratando de que reaccione, sólo que no oigo nada. La culpa me lleva por no haber dejado que Keila fuera tras ella.
Le extiendo el celular nada más.
Primero me mira con extrañeza, pero cuando ve la noticia queda en shock. Me mira a mi y después al celular alternando la mirada pero sin creerlo aún. Trato de hablar pero las palabras no me salen.
Keila se levanta y me lleva a rastras con ella al lugar de la escena del accidente. Estando allí nos encontramos con la policía y los padres de Sofía.
Nos acercamos a ellos y vimos a la señora Abigahil llorando a mares mientras que su esposo trata de consolarla. Antes que pudiéramos hablar vimos cómo los forenses se llevaban el cadáver de nuestra amiga.
Keila no lo piensa dos veces y corre hasta donde está la camilla, haciendo que los forenses se detengan. Ella grita, llora, pide que vuelva nuestra amiga pero sabemos que no va a suceder. La policía y yo la alejamos de la camilla para que los médicos siguieran con su labor.
Me dispongo a llevarla a la casa aunque sea a la fuerza, y lo logro no sin antes recibir algún golpe o insultos.
Una vez en su casa la dejo en el cuarto. Mientras ella se baña sin ánimos bajo a la cocina en busca de pastillas que la ayuden a dormir y un vaso de agua. Cuando subo su vista está perdida en la ventana con los ojos llenos de lágrimas.
Me acerco lentamente a donde ella está y le extiendo el vaso. Una vez que toma la pastilla lo coloco en la cómoda que tiene al lado de su cama y le acaricio el cabello mientras llora.
Al quedarse dormida la arropo con su manta favorita y cierro su habitación. Bajo las escaleras y salgo de su casa poniendo los seguros para después dirigirme a la mía sintiendome como el estúpido más grande del planeta; por no evitar la muerte de una de mis amigas que era como mi hermana.
<Autora>
Holiisss no me maten
Es lamentable lo que le paso a Sofía pero así es la vida nunca es lo que esperas y en menos de un momento te arrebata lo que te da felicidad.
El próximo capítulo trae sorpresas.
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