Epílogo 1
Un domingo a las 9 de la mañana en una casa situada en la esquina de la calle, se encontraba una chica de cabello magenta recogiendo unas cosas del comedor. Y un chico, su esposo, lavaba unos trastes.
-Buenos días mamá, buenos días papá-dijo una chica de como unos once años entrando en la cocina bostezando. Su cabello era de color magenta pero sus ojos eran de un peculiar y hermoso color escarlata
-Buenos días Kim... ¿Terry ya despertó?-cuestionó Sylvia
-Sip. Está buscando unas cosas, no tengo ni la menor idea pero bueno, allá él-
En eso se escuchó como caían varias cosas en el piso de arriba. Peepers no lo dudó ni un segundo y corrió por las escaleras. Al llegar encontró a su hijo, gemelo de Kim, con una caja en sus manos y sonriendo nervioso por el desastre que había causado.
-Terry.... -
-¡Puedo explicarlo papá! Yo...verás...quería bajar esta caja pero por accidente moví unas cosas y...bueno, solo te estoy diciendo lo obvio-dijo completamente nervioso
-Tranquilo. Solo, limpia eso ¿de acuerdo?-
-Por supuesto-dijo
Kim era la hija mayor por 20 segundos, una chica que adoptó una personalidad alocada y ruda, pero demasiado inteligente. En cambio Terry, era un chico no muy listo, nervioso y normalmente molestado por el color de su cabello que era magenta.
A pesar de que ya hayan pasado años, los padres nunca cambiaron, en cuestión de personalidad.
Sylvia disfrutaba de molestar a Peepers, como siempre ha sido, y Peepers se enoja con facilidad.
Ese día la pareja tendría que salir a atender unos asuntos de suma importancia y dejarían a los niños bajo el cuidado de Wander.
Cuando se fueron, unos minutos después fue cuando el pelirrojo llegó.
-¡Hola niños!-saludó, tan enérgico como siempre
-¡Tío Wander!-exclamó Kim y lo atrapó entre sus brazos
-Hola-saludó Terry tímidamente
-Hace tiempo que no los veía chicos. Han crecido bastante-comentó revolviéndole el cabello a los dos-Los extrañaba mucho. Mis sobrinos favoritos-
-Somos tus únicos sobrinos-murmuró el chico
-¿Y? Eso no quita que son mis favoritos. En fin... ¿Qué les gustaría hacer?-
-¡Vamos al centro comercial!-exclamó la niña
-¿Al centro comercial? Pe-Pero...-comenzó a hablar el menor
-¿Qué sucede Terry?-cuestionó Wander al notarlo extraño
-¡Nada! Vayamos-mintió
-De acuerdo...-
Los tres salieron de la casa y caminaron hasta el centro comercial, que no se encontraba muy lejos de allí. Wander y Kim no paraban de hablar pero Terry solo caminaba cabizbajo, lamentando no haber dicho su inquietud. Por suerte al llegar allí no pasó lo que más temía. Se tranquilizó y decidió disfrutar de ese domingo. Al finalizar se dirigieron al parque. Kim corrió de inmediato a los columpios y Wander rió al verla así de alegre. Ella era muy enérgica también.
Su hermano analizaba con la mirada la zona, con temor de que lo peor sucediera.
-¿Terry?-
-¿Qué pasa tío Wander?-murmuró
-¿Estás bien?-
-Ah... ¡Por supuesto! Solo.... Quería ir a comprar un helado-comentó en voz baja
-Ok. ¿Quieres que te acompañe o....?-
-¡No! Digo... Estoy bien, puedo ir solo-dijo con una sonrisa forzada
-Bien. Te espero en los columpios junto a Kim-
Terry caminó hacia el puesto de comidas para poder comprar su ansiado helado. El helado siempre lograba calmarlo. Él no tenía la culpa de sufrir de ansiedad, y una muy severa. Es por eso que siempre lo mantenían bien vigilado, si no lo cuidaban bien podría sufrir de ataques de ansiedad.
-Oh miren, allá va el cabello teñido-dijo un chico tras él
Terry se llenó de pánico y comenzó a sudar. Giró lentamente y se topó con un grupo de tres chicos que solían molestarlo.
-M-Mi cabello no es te-teñido-susurró
-¿Qué? Habla más alto torpe-
-Que mi cabe-bello no es teñi-ñido-dijo más alto
-Mi cabe-bello no es teñi-ñido- dijo arremedandolo en burla
-¡Basta por favor!-dijo con los ojos humedecidos
-¿O qué niño? Eres un torpe, no eres capaz de hacer algo por defenderte, apenas puedes hablar bien-
Por primera vez Terry se llenó de valentía y le dio un golpe en la cara al chico.
-Oh, no sabes en lo que te metiste-
Los chicos procedieron a tomarlo por los brazos mientras que el mayor se preparaba para golpearlo.
-¡Dejen a mi hermano en paz cabezas huecas!-llegó Kim que sin dudarlo le dio un fuerte puñetazo en la cara a ese chico que cayó al suelo-Si se meten con Terry, se meten conmigo-amenazó
Los otros dos lo soltaron y ayudaron a su compañero. Terry corrió detrás de su hermana como para protegerse.
-Kim....-
-El tío Wander piensa que estoy comprando un helado. Ni idea tiene de esto...-
-Niña entrometida.....-
Son tres...no voy a poder con todos... Pensó Kim preocupada
-¡Hey!-
Los seis voltearon a ver. Una chica de cabello blanco y ojos rosados los miraba con su patineta en mano. Masticaba goma de mascar y sonreía.
-Dejen a esos dos si no quieren problemas-
-Rayos....chicos, nos vamos-dijo uno de ellos y sin más se fueron
-Eso fue fácil.... En fin... ¿Están bien?-
-¿Di-Diana?-exclamó sorprendido el menor
-De nuevo.. ¿Están bien?-repitió la peli-blanca
-Claro Diana-respondió Kim
Terry estaba completamente sonrojado. No era secreto que estaba muy enamorado de esa bravucona, ella siempre ayuda a los gemelos en esas cosas y alejaba a los demás bravucones de él. Además de que era gran amiga de Kim.
-Gra-Gracias-dijo apenado
-Aja, de nada. No podía dejar que golpearan a algo que yo quiero-
Ese simple comentario hizo que Terry se sonrojara a más no poder y comenzara a tartamudear más de lo debido.
-¿Qué tú qui-quie-eres?-
-Claro-
Diana se acercó y le robó su primer beso al chico.
-Bueno, ahora eres mi novio chico. Me tengo que ir, mamá me mata si no llego a la cafetería-y se fue en su patineta
-Uhhh mi hermano tiene novia-
-¡Felicidades Terry!-felicitó Wander llegando de la nada
-¿Qué tanto viste?-
-Lo suficiente para saber que me mentiste para ayudar a tu hermano y que esa chica vale la pena-
-Lo sé....-suspiró soñador Terry
-Bueno, ahora sé que la hija de Dominator tiene un lado bueno en el fondo-finalizó Wander
-Feliz....-susurró Terry completamente perdido viendo hacia la dirección en la que Diana se había ido-
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